No es cuestion de perdon.
Al entrar a mi apartamento me sentia extraña. No habia sido mucho tiempo de haberlo rentado, era logico que este lugar generará en mi cierta nostalgia, pues lo rente por motivos pocos agradables, este erá en cierto modo mi escondite, el lugar donde Josh y Rose me dejaban pensar, aqui sola podia ordenar mis ideas y tomar una decisión en paz. Me sentia cansada por el viaje, asi que tomé un baño tibio, me cambie de ropa para salir, tenia hambre pero se que eran los nervios asi que solo comi yogurt con cereal, lave mis dientes, tome el telefono y decidi llamar a Josh.
Tras varios repiques de tonos atiende la llamada.- ¿Asi que apareciste?
No desperdicio su tono voz ironico y le devuelvo de su propio veneno.- Si me desaparecí para que los cobardes que se esconden despues de hacer daño se enteren de lo que se siente.
-Valla veo que aún no me has perdonado lo que sucedio.
-No es cuestion de perdon Josh Wetterberg. En fin no te llamé para hablar esto por telefono, quisiera hablar contigo en persona ¿se podrá?
-Ok esta bien pero hoy no.- se que se esta haciendo el importante y el de rogar, por eso decido cambiar de tactica.
-Esta bien, cuando puedas me avisas, que estes bien Johs.
-Meg espera.
-Dime Johs
-Valla, eres desesperante cuando estas así. Se que estas pensando que es porque no quiero ir a hablar contigo, que quiero hacerte esperar, pero de verdad hoy abra una reunión en el club con los socios y con mi padre, si quieres probar que lo que digo es cierto preguntale a Rose, ella lo sabe. ¿podemos hablar mañana?
-Te dije que no habia problema, que me avisaras cuando tengas tiempo.
-Gracias Meg. te llamaré mañana si.
-Ok Bye.
-Meg.
-Dime Josh
-Te quiero.
- ....