El marcado otoño en las hojas de los arboles significaba una cosa y Tsukishima lo sabía. Se despidió de la gente de la oficina y salió de su trabajo. Todavía le quedaba tiempo para ir a la tienda y comprar todo lo que debía. Todo lo que había anotado en su lista estaba tachado, entonces era el momento de ponerse en marcha.
Con su auto llego hasta una escuela primaria, lo estaciono a una cuadra y se bajo. Espero afuera hasta que la campana que indicaba el término de las clases sonó. Una chica de cabello castaño corrió con gran entusiasmo.
-¡Papaaaaaá!
Abrazo la cintura de Tsukishima con fuerzas, el solo sonrió y le acaricio la cabeza, la tomo de la mano y se dirigieron hasta el auto.
-¿Qué tal la escuela?
-Lo mismo...pero hay algo que quiero hablar con Mamá
-No le digas así...sabes que se enoja cuando lo llamas Mamá, Hana-volvió a sonreír
-Lo sé, lo sé...pero es complicado llamarlos a ambos Papás, solo le diré así cuando este con Papá Kei
-Bien... será nuestro secreto, entonces iremos al cementerio, para que puedas hablar tranquila
Tomaron un atajo para llegar antes que lo cerraran, compraron un pequeño ramo de flores, aunque Tsukishima estaba seguro que no le gustarían porque no eran de su querida floristería. Caminaron hasta llegar a una tumba, inundada con flores, hicieron una reverencia y ambos sonrieron. Hana se arrodillo y colocó las flores, sonrió y comenzó hablar...su rostro no mostraba tristeza...solo alegría. Tsukishima la observaba con melancolía, pero no había nada que hacer...ya había pasado dos años tenía que superarlo.
-¿Sabes qué día es hoy?-Tsukishima abrió la puerta del auto para que la pequeña subiera
-Jamás olvidaría algo así Papá...¿Podemos pasar a comprar más flores?
Llegaron hasta la única floristería que ellos amaban, al entrar fueron recibidos por Kageyama Tobio, Kageyama Shoyo, y Kageyama Leo. Hana y Leo eran muy cercanos ya que la diferencia de edad solo era de dos años.
-No pensé que vendrías hoy-sonrió Kageyama
-Hana quería comprar flores, a pesar de que fuimos al cementerio y compramos allí...eso no será de su agrado
-He estado pensando...Hana-chan es muy bonita, ¿Quizás nos volvamos familia?-sonrió Hinata
-¿Kageyama Hana?...eso no pasara-Tsukishima se molestó-...aunque leo no es un mal chico, pero no lo permitiré
-No digas esas cosas Shoyo, todavía son muy jóvenes-sonrió Kageyama- toma aquí están las mismas de siempre
Un pequeño ramo de unas lindas flores azules, Hana parecía feliz...se despidieron y regresaron a casa. La pequeña corrió hasta un pequeño altar que estaba en la esquina de la casa y deposito aquellas flores en un pequeño florero, también encendió un incienso y sonrió.
Se colocó un delantal de cocina y ayudo a Tsukishima a preparar la cena, a veces el rubio se sorprendía de lo grandiosa que era Hana, tenía muchos aspectos que le recordaban a Yamaguchi Tadashi.
-¿Cómo te enamoraste de Mamá?-sus ojos eran tan brillantes
-Eso...bueno, el siempre estuvo allí para mi, soportándome y sonriendo sin importar lo mal que lo tratara, además era muy tímido...y me gustaba mucho verlo colorado hasta las orejas
-Eso es muy cruel-Hana reprocho
-Eso mismo me decía él-sonrió
La cena estaba lista, todo un banquete para celebrar una fecha importante, ambos estaban emocionados. Antes de irse a la escuela Hana, preparo un pastel...(con la ayuda de su Padre), le encantaban las cosas dulces y comer pastel como postre, era su felicidad. Solo faltaba decorarlo...
-Mamá debió tener un camino difícil a tu lado Papá
-Algo así...pero eso es divertido, molestarlo fue divertido
-¿Fue?...todavía lo haces Tsukki
Yamaguchi Tadashi estaba en la entrada, escuchando todo lo que hablaban, Hana entró en pánico y le grito que se saliera de la casa, no pudo hacer nada así que solo obedeció. Al pasar unos diez minutos Tsukishima abrió la puerta, le cubrió la vista y lo guió hasta el comedor...cuando llegaron le descubrió los ojos suavemente.
-¡Feliz cumpleaños!-ambos sonrieron
La mesa estaba decorada, la cena estaba servida y el pastel que ambos habían preparado estaba con las velas encendidas, Tadashi sonrió de alegría, tenía que apagar las velas y pedir un deseo...pero ya tenía toda la felicidad que necesitaba...no podía pedir más.
Se sentaron a comer, Tsukishima y Hana le entregaron unos pequeños regalos, pero Tadashi ya estaba demasiado feliz con ellos, nada podría superar aquella felicidad.
-¿Dónde estabas?, pasamos por la floristería pero ya te habías ido
-Me reuní con un cliente...por eso salí antes ¿Qué tal la escuela Hana?
-Las niñas siguen sin hablarme...aunque no me importa mucho
-¿Cómo que no te hablan?-se preocupo Yamaguchi
-Solo porque soy cercana a Leo-chan, todas sienten celos de mi-sonrió-...pero si Leo-chan se queda a mi lado no me importa estar sola...Papá Kei me llevo al cementerio quería hablar con Oba-san
-¿Hablar?
-Sip, le dije que había hecho un pastel para ti, y haríamos una fiesta
Oba-san había fallecido hace dos años... a pesar de todo ella había sido una buena persona por lo que su partida dejó un gran vacío, aunque todos sabían que se encontraría con su querido esposo por lo que no tenían que permanecer tristes, Hana la adoraba mucho.
-Ese cliente...
-Era hombre, si es lo que quieres saber Tsukki
-¿Ustedes están felices de que yo esté aquí?-pregunto la pequeña
-¿A qué te refieres?-Yamaguchi parecía preocupado
-Ustedes fueron los que me escogieron entre todos los demás para ser parte de esta familia... ¿Están felices conmigo?
Yamaguchi le hizo una señal para que la pequeña se acercara, a su vez Tsukishima corrió su silla para estar más cerca del pecoso, le cepillo el cabello con sus manos.
-Escogerte fue lo mejor que hemos hecho...y te volveríamos a elegir si se nos diera la oportunidad, eres nuestra amada hija-Tsukishima sonrió
-Yo los amo mucho...más de lo que ustedes me aman-los abrazo
-Hana...tu no sueles ser sentimental, ¿Qué sucede?...-el pecoso levanto la ceja
-je je je-sonrió maliciosamente-...quiero un gatito
Ambos quedaron perplejos ante aquella sincera sonrisa llena de esperanza...esa niña, era lo mejor que pudieron hacer, estaban muy felices por la pequeña familia que tenían y nunca habían pensado en que ella les pediría algo como eso.
La pequeña estaba durmiendo, Tsukishima la había llevado y acostado en su habitación, y Yamaguchi termino de limpiar los trastes. Ambos tomaron una ducha, por fin tenían un pequeño descanso...mañana seria sábado y tendrían todo el día para estar en familia. Cuando el baño termino, se dirigieron directo a la cama.
-¿Con qué una mascota?-se quejo Tsukki
-No estaría mal, además Hana se ha portado bien...deberíamos considerarlo
-Entonces...convénceme de que es una buena idea Tadashi
Por debajo de las sabanas tomo la cintura de Yamaguchi y la acerco contra la suya, lo beso antes que pudiera decir algo. Sin perder tiempo le quito su playera y su bóxer...su boca se separó de los labios del pecoso comenzando a bajar lenta y delicadamente por su cuello...luego por su pecho...por su ombligo, hasta llegar a la entrepierna de Yamaguchi. El pecoso se cubrió la boca para no dejar salir algún quejido raro, a pesar de todo el tiempo que llevaban juntos no podía acostumbrarse aquello.
La boca de Tsukishima apresaba el miembro mientras que sus dedos jugaban con la entrada del pecoso, tantas sensaciones lo estremecían.
-Tsukki...aahg...adentro
-Dilo claro, así no entenderé
-Mmgh...no seas cruel Tsukki...
El rubio sonrió satisfecho con la avergonzada expresión del pecoso, separo sus piernas y delicadamente entró en Yamaguchi, este gimió lleno de placer. Los movimientos de Tsukishima comenzaron lentos y suaves...pero a medida que veía la expresión de placer en el rostro de su querido pecoso aumentaba la velocidad...quería ver más.
Se acerco y lo beso...nunca se cansaría de aquellos suaves labios, nunca se cansaría de besar aquellas pecas...nunca se cansaría de estar enamorado de él.
-Tadashi...te amo
Con esas ultimas palabras, las estocadas fueron más fuertes hasta el punto que ambos llegaron al clímax, el rubio respiraba con fuerza recostado sobre el pecho de Yamaguchi, el pecoso acariciaba su cabello con ternura hasta que ambos se quedaron dormidos.
El perfecto desayuno familiar estaba listo, solo faltaba la pequeña Hana que seguía durmiendo, Tsukishima fue a despertarla, era sábado y tenían mucho que hacer.
-Hana, ¿Qué esperas que no te levantas?-le quitó las sabanas que la cubrían
-Cinco minutos más, Papá-se restregó los ojos
-Nada de eso, apúrate tenemos que ir a la tienda de mascotas... ¿Esperas que el gato llegue solo?
-¿Podré tener un gatito?-Hana despertó completamente
-Si no estás en el comedor en cinco minutos, no tendrás un gato y estarás castigada
El rubio sonrió con sarcasmo mientras Hana se volvía loca buscando su ropa, volvió al comedor para decirle al pecoso que ya la había despertado...aunque no de una manera cariñosa como lo haría cualquier padre. Yamaguchi termino de servir el desayuno, el rubio lo observaba desde la silla...estaba sonriendo, algo malo tramaba.
-¿Cuáles son los planes para hoy?..."Querido"
Al pecoso se le cayó el plato que tenía en sus manos, su cara en cuestión de segundos se puso de un color rojo carmesí, Tsukishima carcajeo desde la silla ante la tierna reacción Yamaguchi.
-Ya deberías acostumbrarte, son más de diez años juntos, Tadashi
-¡¿Cómo quieres que me acostumbres?!...no puedo Tsukki-cubrió su rostro avergonzado
-Estamos "Casados"...eres mi esposo, es normal... ¿No?-el rubio sonrió
-Algo así...-miro su anillo-...no seas...tan cruel conmigo..."Querido"
El rostro de Tsukishima se tornó de un leve color rojo, Yamaguchi estaba contento de darle su merecido, ambos sonrieron...el pecoso se acercó y le dio un pequeño beso.
-¡Estoy lista!-Hana apareció radiante-vamos, vamos...¡Quiero un gatito!
-Primero tienes que desayunar Hana, siéntate-Tsukishima corrió la silla
-¿Qué tal si hoy almorzamos afuera?-Yamaguchi se sentó
-¡¡Yaaay!!...este será otro lindo día... ¡Son los mejores Padres!...-sonrió entusiasmada la pequeña
La familia Tsukishima...una extraña y singular familia, pero que pesar de todo está llena de amor y felicidad...eso fue lo que les dijo Oba-san antes de partir, y Tsukishima Kei sabia que ella no se había equivocado, el rubio estaba seguro de lo hermosa que era la tan famosa felicidad, teniendo a su lado a uno encantador "Esposo", a una maravillosa hija...y tal vez un molesto gato...si....esa era..."Su maravillosa felicidad"