|T.N|
No quería quedarme a ver como Isabell coqueteaba con Simon, seria incómodo. así que hay una oportunidad de escapar.
—voy contigo, Alec— lo tome del brazo y comenzamos a caminar.
lo solté ya que estuvimos lejos de los chicos.
solté un suspiro.
—¿porque viniste?— pregunta seco
—no quería incomodar a Isabell y a Simon, ya sabes de lo que hablo.—me encojo en hombros aunque se que no me ve.
—si claro. Jace y Clary, Simon e Izzy. no pienses que tu y yo—me responde serio
—¿que?, claro que no. además tu ni siquiera podrías fijarte en una chica, bueno al menos no como yo y para tu información no me interesa—ruedo los ojos, aunque si me interesa.
—si podría fijarme en una chica como tu, solo que tu no—eso si dolió
—es porque no eres capaz de sentir afecto por nadie mas que no seas tu. no tienes sentimientos—le digo en tono desafiante
Se detiene y me toma de los brazos
—escúchame bien, mundana. si tengo sentimientos, solo que no quiero sentir nada por ti— entre cierro los ojos
—yo nunca dije que fueran por mi— solté y el todo los ojos.
Me soltó y camino hacia los chicos, así que lo seguí para no perderme.
—¡espera!— exclamé
—solo, olvídalo. y para que quede claro no siento nada por ti— me dijo y siguió caminando
—lo que digas—rodé los ojos y lo seguí
llegamos con los chicos, Simon estaba cerca de un basurero con fuego, yo me puse a un lado de él ya que también tenia frío.
sobe mis brazos para darme calor, Simon se quito su chaqueta y me la puso sobre los hombros.
—Gracias, Simon—le sonreí.
—¿no les parece que se estan demorando demasiado?—pregunta Simon algo inquieto
—tranquilo, Clary esta bien. si eso es lo que preguntas—le sonrío
—tranquilo, Jace lo tiene cubierto—dice Alec molesto. este tipo se molesta de todo, es un amargado.
—te doy mi palabra. los silent brothers son demasiado desagradables—dice Izzy coqueta
—eso no ayuda— dice Simon. ¡te esta coqueteando tremendo imbecil!.
_¿que pasa si Carly no puede manejar a los hermano?— pregunta Simon desesperado
—literalmente no paras de hablar—dice enojado Alec
—¿siempre es tan encantador?— pregunta con sarcasmo
—primogénito. pesada es la cabeza que lleva la corona—dice Isabelle tranquila
—lo entiendo. hijo único, mi madre quiere que sea contador— dice Simon
—¿y tu?—bien estos dos comenzaron a coquetear.
me quito de ahí y me recargo cerca del esqueleto.