Habían pasado cinco años desde aquel beso. La vida de Drake desde entonces dejo de ser tan miserable. Él y Riley desde entonces se llevan bien, demasiado diría yo. Ellos se casaron dos años atrás. Y ahora tienen una pequeña hija de apenas tres años de edad.
El nombre de la pequeña era Allison. Su cabello era castaño claro y de rizos. Si, parecía un princesa. Ella era definitivamente lo mejor que Drake pueda tener en esta vida, ella lo era todo para él.
Riley estaba en la cocina preparando algo de comer, Ally —como le decía Drake— estaba en la sala jugando a las muñecas, mientras que Drake veía la televisión también en la sala.
Después de unos minutos Drake, se tomó el tiempo de ver lo feliz que era ahora. Tenía su propia casa, una esposa y una hija, ¿qué más podría pedir?
—Papá, ¿podemos ir al parque? —le preguntó su hija, que al parecer se había aburrido de jugar con sus muñecas.
—Esta bien, ponte tus zapatos, iremos al parque —le respondió junto con una sonrisa
Allison no tardó más de un minuto, ya estaba lista. Se puso un abrigo —ya que estaban en temporada de invierno— y después de eso fue corriendo hasta la puerta principal para salir.
— ¡Regresamos en un rato! —grito Drake para que Riley lo escuche.
Drake tomó la mano de su hija y caminaron hasta el parque, que no quedaba muy lejos de su actual casa. Llegaron al parque en cuestión de minutos.
Él se sentó en uno de las sillas que tenía el parque, y Allison fue corriendo al lugar de los juegos. Drake la observaba mientras ella jugaba, después de unos minutos quito la vista de ella, para ver su celular.
Allison estaba en los columpios, era muy pequeña para lograr alcanzar el suelo y lograr impulsarse. De la nada, un niño un poco mayor que ella la ayudo. La empujaba con delicadeza. Drake alzó la vista y vio aquel acto. Él no conocía a ese niño y nunca antes lo había visto. Pero le agradó, tan solo ver cómo ayudaba a su hija, le bastó.
Drake fue hasta ellos para luego decir:
—Gracias, lo haré yo ahora —le dijo al niño y este solo asintió —. Por cierto, ¿eres nuevo por aquí? Nunca te había visto.
—Si, llegamos...no lo recuerdo —el niño tenía un acento diferente, era obvio que no era de aquí.
— ¿Tú nombre?
—Su nombre es Scott —respondió Allison por él. El poco tiempo que estuvieron los dos pequeños juntos, habían logrado conocerse un poco.
Ella bajó del columpio, tomo de la mano a Scott y se lo llevó para ir a jugar a otra parte.
Drake soltó una pequeña risa. Ese niño se le hacía conocido, pero era imposible que lo conociera si nunca antes lo había visto.
—Oh, por Dios, Drake —él volteo para ver quién era —. No creía que después de tanto tiempo siguieras viniendo aquí.
Sus ojos no podían creer lo que estaba viendo.
Después de mucho tiempo, por fin la volvió a ver, era ella. Era Sam.
—Sam —fue lo único que pudo decir. Estaba impactado.
Ella se acercó a Drake para poder abrazarlo. Al principio seguía en shock y no hizo nada, pero después de unos segundos él le correspondió el abrazo. Se separaron en un rato.
—No lo puedo creer —dijo él riendo —. ¿Qué haces aquí?
—Bueno, estaba de visita, ya sabes. Peter se quedó en casa, yo vine acá a ver este parque que amo demasiado —sonrío—, y hacer, pues, es obvio, tomar fotografías de recuerdo —dijo y aún costado de su cartera tenía un pequeño bolso, donde llevaba una cámara.
—Valla, no has cambiado mucho —rió.
Sam se puso en cuclillas, sacó su cámara y enfocó algo con ella. Tomó un par de fotos y luego se paró.
— ¿Qué fotografiaste? —pregunto él.
—A mi hijo —Drake se sorprendió al escuchar su respuesta, y ella notó la expresión de él en su rostro —. Que tonta soy, no lo había mencionada. Mira ese que hasta por ahí —señaló a lo lejos—, él que está alado de esa niña de cabello castaño.
Drake no pudo estar más sorprendido.
—Su nombre es Scott. Tiene apenas cinco.
—La castaña es Allison —dijo seco, seguía sorprendido.
— ¿En serio? ¿La conoces?
—Es mi hija —ahora era Sam quien estaba sorprendida.
—Menuda coincidencia —dijo Drake.
En ese momento Scott y Allison fueron corriendo hasta ellos. Al parecer ya se habían hecho amigos.
—Scott, tienes que saludar —Sam regaño al niño por no haber saludado.
—No, olvídalo, ya nos aviamos presentado, bueno él, no yo. Soy Drake, Scott.
—¿Y ella quién es? —pregunto esta vez Allison.
—Ally, ella es Sam, una vieja amiga —le respondió.
El celular de Sam sonó, ella se apartó un poco y atendió.
Drake se agacho a la altura de los dos niños y dijo:
—Dime, Scott, ¿te veremos por aquí seguido?
—No lo sé, tengo que preguntarle a mi mamá —sonrío.
—Deberías —le dijo Allison.
Sam regresó, tomo de la mano a Scott y dijo:
—Nos tenemos que ir, al parecer hay un problema con nuestro equipaje.
— ¿Se van tan pronto? Yo quería jugar con Scott —dijo Allison desanimada.
Sam se agachó, para estar a su altura y le dijo:
—Tranquila, procuraremos venir más seguido —depósito un beso en su mejilla y se paró —. Bueno, esto a sido increíble, poder verte, Drake.
Esta vez fue Drake que se acercó para poder abrazarla.
—Hasta luego, Sam —después de unos segundos se separaron a tiempo para ver cómo Allison le daba un dulce beso a la mejilla a Scott.
Ambos tomaron las manos de sus hijos y fueron caminando por caminos contrarios. Lo que habían estado haciendo toda su vida.
_________________
Me entran los feelings, no pude resistir ponerle esos nombres a los hijos (scallison ಥ◡ಥ)
Deos, estoy tan feliz, no se imaginan cuánto. Es apenas la segunda historia que terminó, y estoy así ¡¡¡!!!
Gracias por toooodo su apoyo en esta historia al igual que la anterior que, Dios, ya tiene +90K de leídas, ¡noventa mil leídas! Mucho para mi body. Amo a cada una de las personas que se tomaron el tiempo de leer esta historia, en serio lo aprecio demasiado.
Espero que les haya gustado el epílogo y sino pues sorrynotsorry, no voy hacer epílogo alternativo.
Y la pregunta del millón es:
¿Abra una tercera parte de la historia?
Aún no lo sé ಥ◡ಥ
Pero lo estaba pensando, algo así como la historia de sus hijos, ¿qué dicen?
De nuevo gracias por todo su apoyo, los amo incondicionalmente.
—M.💗