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Me quedo anclada al suelo cuando oigo sus palabras..¿Yoel mi ángel guardián?..
De repente oigo susurros, frunzo el ceño y aparto la mirada de sus ojos...Escucho murmullos, parecen personas cuchicheando pero no, son más como los de un animal..silbidos..silbidos que se están metiendo dentro de mi cabeza y no me dejan concentrarme en otra cosa.
Me aparto de sus brazos y miro a todos lados.
-Lara que pasa. –No puedo mirarle, estoy oyendo a algún animal muy cerca de aquí, así de repente. Me muevo y rebusco por el alrededor pero no hay nada..oh dios este ruido me está matando, se esta haciendo cada vez más intenso.
Cierro los ojos y me llevo las manos a los oidos, presiono con la palma fuerte. Este silbido es insoportable.
-¿Qué pasa, que oyes?
Siento que se acerca a mi pero estoy atrapada en mi cabeza, noto una fuerte presión y algo que no deja de silbarme en los oídos, es desquiciante, parece, parece…mierda.
-¡Serpientes!
En ese momento abro los ojos y oigo un ruido desgarrador, acto seguido un árbol impacta sobre los brazos de Yoel que se ha girado a velocidad inhumana...Parpadeo, estoy a su lado y acabo de ser consciente de que ese árbol salido de la nada casi nos espachurra a los dos. Trago saliva.
Asomo la cabeza y veo a cuatro tíos con gabardinas negras que vienen en nuestra dirección. La fuente está en una especie de callejón formado por la montaña y están cortando el paso por donde hemos venido. Me tenso detrás de Yoel.
-Valla valla, mirar que tenemos aquí..
Oigo risas. Me fijo en los hombres, el que ha hablado és el mas alto, es pálido y delgado..y dios, tengo un presentimiento, ese tio es él que estuvo observándonos en el trabajo, si, estoy segura...Paso saliva. Miro a los otros tres hombres, dos són mas corpulentos y de piel oscura, el otro que queda es igual pero tiene una prominente barba..hay madre nos han acorralado.
-Yoel.. –Mi voz es un susurro angustioso y me sujeto a su espalda, estoy cagada de miedo.
Él pasa un brazo por detrás y me apreta ligeramente la cintura calmándome, vuelve a poner la mano en su costado, lo noto tenso.
Los hombres se paran a casi 3 metros de nosotros, un olor agrio les envuelve. Es asqueroso.
-¿Esa es la potadora?
-La misma..
Oigo al hombre de barba que le pregunta al demonio que vi en el trabajo. Asomo un poco la cabeza y siento que no me quitan ojo a través de sus gafas. Me imagino muros de consistencia sólida en mi mente, no puedo dejar que se metan dentro de mí en estos momentos.
-Sus barreras son fuertes.-Dice el hombre pálido mientras que camina un poco en nuestra dirección, los otros hombres se quedan atrás, parece el líder. Continua hablando.
-La está enseñando bien su guardián...pero lo que no entiendo, és que hace un Arcángel involucrándose en esta guerra si no está de nuestro lado.
El hombre pasea por delante nuestra mientras noto que Yoel apreta los puños.
-Yo no acepto ordenes de nadie Barruc y te puedes hacer una idea de que jamás aceptaría las ordenes de tu amo..Snake.
Sus palabras son firmes e intimidantes pero no lo suficiente para esos hombres. Veo como apartan sus gabardinas en señal de amenaza, de la nada brotan esas espirales negras a su alrededor y siento que tienen un aura muy agria y muy oscura, tanto que huelen a muerte.
El hombre pálido Barruc levanta una mano en sus direcciones para que se calmen. Paso saliva y mi corazón se siente agustiadamente expectante. Barruc sonrie siniestro.
-Ya veo..pero sabes tanto como yo que si no te unes a nosotros acabaras perjudicado..-Lo mira fijamente. -si te unes a nuestro amo saldrás gratamente recompensado..¿o es que acaso te olvidas de tu trabajo de caza recompensas en estos largos años?
Yoel apreta la mandibula mientras le clava los ojos a ese ser endemoniado, Barruc se quita las gafas y tengo que ahogar un grito, tiene los ojos blancos y parece algo raro porque hacen juego con su piel, solo unas largas pupilas negras me dicen que tiene ojos. Da repelús ese hombre.
Pasan unos segundos y están fijos mirándose, yo me retuerzo detrás de Yoel angustiada, hay mucha tensión en el ambiente y siento que va a explotar de un momento a otro.
-Entrégame a la chica. –Yoel lo mira con rabia.
-Jamás.
En ese momento todo pasa muy rápido, de repente estoy detrás de Yoel apretando su camisa con fuerza y luego me encuentro en el lado contrario del callejón, los hombres están de espaldas a mi, hemos atravesado a todos esos hombres con la hiper velocidad sin ser vistos.
Siento que el estomago se me revuelve por la poca estabilidad que ha tenido y noto las manos de Yoel en mi cara, me he quedado en shock.
-Lara corre, no mires atrás ¿de acuerdo? ves a casa, avisa a Jude.
Lo miro sin parpadear, estática, mi garganta esta seca y mis labios se entre abren pero no me sale la voz, no puedo decir nada.
Los hombres se están dando la vuelta y gruñen mientras muestran poses de ataque. Hay dios..
-¡Corre Lara!
Me empuja y salgo corriendo, la ultima visión que tengo es de dos hombres inmensos saltando sobre Yoel...no puedo mirar..
Salgo del callejón con el corazón en la mano, oigo golpes y gruñidos, la tierra tiembla bajo mis pies porque siento los arboles que están siendo arrancados del suelo creando un sonido sordo y estremecedor a mi paso.
Sé que debo de salir pitando hacia casa de Jude pero algo me dice que no lo deje solo, no puedo dejarlo con cuatro hombres infernales aquí, aunque sea un Arcángel y tenga más poder es solo un hombre para cuatro..es imposible...joder tengo un mal presentimiento.
Me escondo detrás de una muralla que hay cerca. Desde aquí veo el callejón pero un gran manto de rocas que se han desprendido de la montaña me impiden ver algo, mierda.
Pasan los minutos y siento nauseas y mal estar en todo mi cuerpo..no sé que esta pasando ahí detrás pero parece que ya no se oyen tantos ruidos.
De repente aparece un hombre de espaldas a mí. Ahogo un grito y agacho la cabeza nerviosa rezando porque no me haya visto. Vuelvo a asomarme con cuidado y veo que Yoel aparece frente a él con la cara ensangrentada por algo negro, tiene una expresión fría que jamás le he visto. Va directo hacia el hombre y este sin apenas darse cuenta pierde la cabeza.
Se la ha arrancado con tal facilidad y tal frialdad que me ha dejado impactada la visión. La cabeza cae de sus manos junto al cuerpo inerte que yace en el suelo, todo se llena de un líquido negro y poco a poco desaparece dejando el cuerpo carbonizado.
Yoel levanta una mirada sanguinaria y se encuentra con mis ojos. Me quedo quieta, anclada a la tierra después de lo que he visto, mis extremidades no responden a mis órdenes y no puedo agacharme, ni esconderme, no puedo hablar, estoy temblando.
En un momento de distracción Barruc aparece de la nada poniéndose frente a él. Rompe nuestra visión, Yoel es mas rápido y ha sacado su pequeña y mortífera daga para asestarle una puñalada en el pecho, pero Barruc lo esquiva y le da un golpe en el estomago que lo manda lejos contra el suelo, la daga sale volando y se para a escasos centímetros de donde estoy escondida. Trago saliva y miro con horror.
-Mala elección viejo amigo.. –Barruc camina a donde esta Yoel tumbado.Tiene una fina daga negra en sus manos y sé bien que lo que está a punto de pasar no es bueno...vamos Yoel muévete por favor..
-Por culpa de esa mortal estas así, no sé como un Arcángel puede caer tan bajo.-Suelta una risa maléfica que me pone los pelos de punta y que me enciende de rabia.
Miro a yoel, se ha estrellado contra un árbol y tiene mala pinta, se está recostando sobre el tronco, su camisa esta desgarrada y se le ven heridas por todos lados, Barruc no es que este muy bien tampoco, también tiene heridas y magulladuras por todo el cuerpo, ya no luce tan bien su gabardina negra...Trago saliva y pienso en un plan.
Poco a poco salgo de mi escondite, veo la daga de Yoel que brilla bajo mis ojos, ha sido como un destello dorado. Me aproximo y la cojo pero con tan mala suerte que remuevo unas piedras del suelo.
Barruc se da la vuelta en el acto.
-Valla..mira quien tenemos aquí, la portadora ha venido a unirse a la fiesta.
Rie y de repente siento algo gelido recorrer mi cuello, noto que comienza apretarme. Me llevo instintivamente las manos al cuello, quiero gritar pero no puedo..oh joder me estoy ahogando...pataleo en el aire por que ya no toco pie…las lagrimas queman mis ojos, no puedo hablar, no puedo respirar.. ¡me están estrangulando unas jodidas manos imaginarias!
Abro un poco los ojos angustiada sintiendo que pierdo el aliento..no puedo mas...veo como Yoel se pone en pie a velocidad inhumana y arremete contra Barruc en su despiste, lo estrella contra la pared dejando un sonido sordo a su paso.
Me desplomo sobre la tierra mientras toso y cojo bocanadas de aire desesperada, la garganta me arde y el cuello me duele. Consigo deslizarme sobre mis codos y recupero la pequeña daga dorada entre mis manos.
Distraído, Yoel se da media vuelta para comprobar que estoy bien y comete un error fatal, Barruc se mueve a ultra velocidad y aparece delante de él, lleva un brazo hacia atrás y le asesta un golpe con la fina daga negra directamente en su costado.
-Esa daga esta bendecida por la serpiente amigo, no tienes nada que hacer.
Barruc ríe y Yoel cae de rodillas al suelo...siento que mi corazón se para.
Me pongo sobre mis talones y salgo corriendo como poseída hacia la espalda de Barruck. Mi instinto me guía, siento rabia y dolor...quería que desapareciera, quería que nos dejaran en paz, quería que tan solo su asquerosa presencia desapareciera de la faz de la tierra.
Cada fibra de mi ser se concentro en Barruc...saqué cada miedo, cada angustia, la impotencia de sentirme débil…Grite. Di un gran salto y cuando estuve encima de su espalda le clavé la daga en el cuello con todas mis fuerzas.
Soltó un rugido penetrante y con un movimiento rápido me despego de su espalda, de repente estaba volando...vi pasar los arboles, el cielo ensombrecido mientras todo mi mundo se oscurecía.
Golpee en suelo con fuerza y un calambrazo seguido por todo mi cuerpo. Senti algo húmedo correr por mi brazo pero nada basto, abrí los ojos para ver a mi Arcángel.
Yoel se incorporo con un movimiento rápido y con un ágil brazo arranco la cabeza de Barruck que yacia en el suelo gritando por la espesa sangre negra que brotaba de su cuello.
Un estanque de sangre negra y Barruc se convirtió en ceniza.
Un sollozo se queda atrapado en mi garganta cuando veo a Yoel caer al suelo de espaldas, mi corazón se acelera y me impulso hacia arriba con dolor en todo mi cuerpo, aturdida salgo corriendo hacia él.
Esta tirado en el suelo y le sale mucha sangre de su costado, es sangre roja como la de cualquier mortal, esa daga negra le habia abierto en canal ¡dios hasta podía verle los huesos!
-¡Yoel!
Caigo de rodillas a su lado y lloro amargamente, se me encoge el corazón al verlo así, cojo su hermoso rostro manchado de sangre entre mis manos y busco sus ojos con mi mirada pero no me ve, tiene la mirada ida..
Miro de nuevo su abdomen, esta perdiendo mucha sangre, un gran chorro de ella acaba de salpicarme la pierna ¿y la sanación de la que el formaba parte?
-Yoel Yoel..mírame ¿qué pasa con tus heridas? ¡no sanan! ¡qué coño pasa!
-La daga..esta bendecida…lleva veneno de serpiente..
Mis ojos se entreabren por la sorpresa y la angustia mientras más lagrimas se agolpan en mis ojos..no puede ser.. él es un inmortal, no puede morir por eso, no puede ser...esto no puede estar pasando.
Las lagrimas se escurren desesperadas por mis ojos.
-¡Yoel por favor dime qué puedo hacer!..hay dios…
No paro de llorar y de tocarlo ¡no se mueve! oh joder no puedo perderlo, a él no.. por favor señor no dejes que se muera por favor hare lo que sea por favor por favor...no podía morirse, aun no.
Estira un brazo y acaricia mi mejilla.
-Tranquila…
-¡¿Qué?! ¡¡como coño quieres que este tranquila!! ¡dime qué puedo hacer joder! –Lloro histérica.
-Dime que me amas... –Lo miro boquiabierta, no puede ser verdad que este bromeando en un momento así, esta tosiendo su propia sangre y tiene los ojos cerrados en un gesto tranquilo, esta muy mal herido y sus malditas heridas no se cierran..está muy débil...oh dios mío esto no puede ser verdad, no se puede ir, no me puede dejar sola.
Me inclino hacia él y acuno su rostro desesperada por algun milagro, le hago abrir los ojos para que me mire, no puedo parar de llorar y tengo un nudo tan espeso en la garganta que apenas puedo pronunciar palabra.
Abre levemente sus hermosos ojos grises que están perdiendo el brillo a cada segundo. Trago saliva mientras lloriqueo y inspiro amargamente.
-Yoel yo..te amo..te quiero ¡pero por favor no te vayas a ningún sitio!..quedate conmigo...
Lagrimas dolorosas caen por mis mejillas, él estira su mano y las recoge con su pulgar. Tuerce una sonrisa.
-Ves...te lo dije..sabía que te enamorarías de mi.. –Sonrío pero no puedo dejar de llorar.
-Ya están aquí… -Frunzo el ceño.
-¿Quién?
En ese momento oigo pasos a mis espaldas, miro hacia atrás angustiada, veo a dos hombres venir en nuestra dirección, me llega una brisa fresca, es como manzana...manzanas recién cogidas.. frescas y dulces…y algo así como tierra húmeda..ug
Se me corta la respiración pero no estoy asustada, esos hombres no tienen ojos blancos y no visten con gabardinas negras. Los dos van vestidos con trajes de chaqueta y me recuerdan en la manera de andar que tiene Yoel, uno tiene unos ojos increíblemente verdes y el otro unos ojos tan claros que parecen ¿violetas? Hay dios..¿quien son estos tios?
Me tenso mientras caminan a nuestro lado, no me fio nada. Uno se agacha y cuando me mira doy un respingo, tiene los ojos mas verdes que jamás halla visto, ningún ser humano los tiene asi. Ladea una sonrisa en mi dirección pero esta muy serio, no le quita ojo a Yoel. Veo que saca una pequeña botella roja y le da de beber.
-¡Espera! que coño es eso.. –El hombre de ojos verde me mira curioso.
-Es el antídoto para la daga negra.-Veo como inclina la cabeza de Yoel y le arroja el líquido rojizo a su boca, me quedo muy tensa. Continua hablando.
-La daga esta bendecida por Drea, la diosa de las serpientes, no es un simple veneno mortal, es un veneno pensado para matar a inmortales.
Trago saliva mientras veo como poco a poco la herida de su costado se va uniendo muy lentamente, no le quito ojo.
-¿Va a morir?..-Digo llevándome un puño al pecho, oh dios solo de pensarlo me derrumbo. Se me llenan los ojos de lágrimas.
-No, solo necesita reposo, las heridas sanaran solas como es natural, el veneno ya ha salido de su organismo.
Veo que el hombre no me quita ojo, levanto la mirada, me mira con curiosidad.
-Tu eres la portadora si no me equivoco..-Sonríe, pero yo no puedo sonreir ni hablar en estos momentos, mi Arcángel esta mitad muerto y no puedo pensar en otra cosa.
-Soy Nathael, fui el jefe de la guardia real de Yoel cuando estuvimos en el cielo..encantado de conocerte Lara, hemos venido a ayudar.
-¿Ayudar?..¿como..? –No me salen las palabras, no puedo elaborar una frase entera.
-Yoel se comunico conmigo, me dijo que estabas en peligro, vine con unos cuantos hombres hacia aquí sin dudarlo, ahora mismo están rastreando las tierras de tu guardián.
Me quedo absorta, bloqueada.
Miro a Yoel que yace en el suelo inconsciente. Frunzo el ceño mientras se me derraman las lagrimas…Dios santo he estado a punto de perderlo..
-Debemos de prepararnos. –Me giro a mirarlo, sus ojos verdes miran a la nada, serio, impasible, su mirada me recuerda a la de Yoel..me da miedo preguntar, carraspeo la espesa angustia de mi garganta y pregunto.
-¿Prepararnos para qué?.. –Absorbo las lágrimas.
-Prepararnos para la guerra.