FRICTION

By WritersOnFire

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Un bosque, una cabaña. Todo un verano por delante. Imagina lo que puede llegar a suceder si los personajes de... More

Presentaciones
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 11
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capitulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19.
Capítulo 20
Capítulo 21

Capítulo 10

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By WritersOnFire


¡Aquí estamos una semana más, porque sí! ¡Porque hoy es #ViernesDeFriction! y... las villanas estánaquí para liarla de nuevo... you'll see... 

Unos minutos después, todos logran llegar al acuerdo de mantener la calma y preparar el desayuno mientras ven aparecer a lo lejos a Mey y Ryder. Sus rostros están ruborizados y sus ropas semi mojadas y bastantes revueltas, lo que les da a los chicos todo indicio que necesitan para saber con certeza lo que ha sucedido.

Ahora, todos reunidos sobre los troncos fuera de la casa, con las vistas al hermoso lago, hablan entre sí de todo y nada. Es muy notable esa tensión sexual saciada en el aire, pero el grupo decide hacer como si nada hubiese pasado. Por ahora, obviamente.

—Ya estamos aquí —Ryder sonríe cuando Mey y él llegan hasta el resto del grupo— ¿Que nos hemos perdido?

—No te has perdido de nada, perra —Thomas se cruza de brazos con una sonrisa pícara en su rostro—. De hecho, creo que te divertiste más que cualquiera de nosotros, ¿o me equivoco, Mey? —se burla.

Ryder ríe y mira a la chica, esperando cuál será su respuesta.

—Siempre puedes unirte la próxima vez, aquí tu amigo tiene ganas de experimentar —responde levantando una ceja y reprimiendo las ganas de reir.

—Perdona, preciosa, pero si te comparto será con una mujer, no con un perro —responde Ryder conociendo las intenciones de la rubia.

—Oh no, no, perra, ella ya lo dijo —apunta a la rubia con diversión. Nada es más entretenido para él que molestar a Ryder—. Quizás acepte la oferta pronto, rubia.

—En ese caso os dejaré solos para no molestar, no vaya a ser que tengamos un accidente con tanto rabo suelto —ríe a carcajadas guiñandole un ojo al chico. Thomas se une a su risa y rueda los ojos.

—Vaya, ya volvisteis —Alex, que había entrado para ir al servicio, se une al grupo.

Ryder le sonríe y asiente.

—Bueno, entonces... ¿cuál es el plan para hoy? —la pregunta sale de los labios de Emma, causando que todos a su alrededor se queden mudos y presten atención.

El cálido viento que sopla en este momento hace revolotear los cabellos de los integrantes del círculo. Cada uno lo disfruta a su manera. Summer suspira extrañamente mientras lee, Ryder revuelve su cabello para desordenarlo más mientras sonríe, y Damon tan solo inhala silenciosamente. Los otros solo lo disfrutan internamente sin dar señales de que les interese.

—Sigo pensando en qué hacer, pero aún no se me ocurre nada —susurra Thomas, encorvándose hacia adelante y colocando los codos sobre sus rodillas elevadas, en una posición más cómoda.

—Creo que tenemos que aprovechar al máximo tener un lago tan cerca. Digo, la mayoría de nosotros no tenemos un precioso lago cerca para ir a nadar todos los días, las veces que queramos —Kendall se encoge de hombros.

—Es cierto. ¿Tienes alguna idea en mente? —le pregunta Damon.

—Nadar —dice riendo, pensando que su respuesta anterior ha sido demasiado obvia para que él no pregunte. Pero al parecer en su cabecita no lo ha entendido.

—Por Dios, siendo tantos es aburrido ir y solamente nadar. Es como desperdiciar la compañía —Ryder rueda sus ojos en su dirección y se levanta —. ¿Qué os parece un juego chicas contra chicos?

— ¿Un juego? —pregunta Kendall, frunciendo el ceño confundido, su mirada rebotando de hacia Damon.

—Sí, algo así como una búsqueda de la bandera.

—¿Tienes una bandera?

—No, pero podemos usar una sábana —rueda los ojos.

—Podemos usar la ropa interior de la perra —ofrece Thomas.

— ¿Y por dónde jugamos? Digo, ¿cuál es límite de espacio? —Alex se levanta, imitando a Ryder y Kendall.

—El bosque, el lago, la casa... no sé. ¿Todo?

—Yo no puedo jugar —se queja Dakota.

—Y yo no estoy para juegos tontos. Me quedo con ella —agrega Damon. Con la única que fue a un lago para nadar y disfrutar fue con Natalie, su novia que tanto ama, y más que seguro que no va a cambiar aquello. O va solo, o no va. Sencillo.

—Yo quelo jugal —se queja Noah en alto.

—Esta bien, los equipos ya están formados, Noah, te vienes conmigo —le indica Mey al niño.

—No, yo quelo ir con Ry —se cruza de brazos, haciendo pucheros.

La rubia rueda los ojos dejando que el pequeño se salga con la suya. Las chicas y los chicos se posicionan unos enfrente de los otros.

—Ven conmigo, pequeñajo —el chico tatuado abre los brazos y lo levanta.

— ¿Cuáles son las reglas y el objetivo? —pregunta Emma.

—Se hacen dos equipos; cada uno elige a los guardianes que custodiarán la bandera y la protegerán, luego a los que se irán en busca de la bandera contraria. El primero en conseguir la del equipo contrario, gana — explica Damon. Su rostro serio y aburrido dando a saber que no le importa nada el tema de conversación. Se remueve levemente de su asiento y cruza los brazos contra su pecho, causando que sus duros músculos se abulten.

—¿Y cúal es el premio para el ganador? —pregunta James.

— ¿Hay reglas? —pregunta Ryder con un brillo malicioso en los ojos — ¿O todo vale?

—Deberíamos tener una cárcel —propone Thomas, girándose a Ryder —. Que una persona de cada equipo sea como un tipo de "policía" y persiga a las personas que tratan de tomar la bandera y que los lleve a la cárcel por un tiempo determinado.

— ¿Y qué se hace en esa cárcel? ¿habrá castigos? —Ryder continúa con su tono juguetón— Si la respuesta es afirmativa, me pido ser el poli —ríe.

Thomas codea a Ryder, mientras le apunta con la mirada al pequeño Noah que los mira muy atentos a todos.

— ¿Ahora te preocupa nuestro hijo? —Ryder rueda los ojos —. Si no llega a ser por mí, hubieras dejado que se abriera la cabeza contra el suelo el día de la ventana—dice haciéndose el ofendido.

—Como por quinta vez, ¡estaba viendo doble! —se queja Thomas, golpeando sonoramente su rodilla en un gesto ofendido.

— Ry, tú no eres mi papi —dice el pequeño, cruzándose de brazos.

—Es una broma, Noah. ¿Quieres ser el carcelero conmigo? —se arrodilla frente a él, revolviendole el cabello.

—¡Shi! —exclama Noah, emocionado.

—Bien, ¿por qué no nos separamos y planeamos todo esto? —sugiere Landon, poniéndose de pie.

—Estoy de acuerdo —Ryder le imita—. Las mujeres son muy tramposas cuando quieren ganar algo —ríe mientras se posiciona junto a los chicos.

—¡Hey! Lo dices como si los hombres no hicieran nada a la hora de competir. La mayoría de las veces son los más tramposos de los dos sexos — Alex fulmina a Ryder con la mirada.— Tengo siete hermanos. Se de lo que hablo.

—Me ofenden —dice Thomas—. Nosotros somos los más honrados.

—Honrados ni que honrados — se mete Dakota bufando, defendiendo el poder femenino. Ella rueda sus ojos marrones.

—En este juego no se necesita fuerza, pequeña, más bien habilidad —sonríe coquetamente a la chica.

—Bueno, quizás un poco de fuerza para golpear a los que se atrevan a robar nuestra bandera, alias ropa interior de la perra.

—Perro, ¿piensas golpear a las Señoritas? —Ryder coloca una mano en su pecho.

—No de la manera que piensas, perra —sonríe con picardía.

—Ah, bueno. En ese caso, mejor pregunta primero —le da un toque con el hombro—, no a todas les va lo... duro.

—¿Se llama pedo? —le pregunta Noah a Ryder, refiriéndose a Thomas.

—Si, pequeñajo, se llama pedo —responde el chico tatuado sin poder parar de reir.

Thomas mira al niño con horror, pero luego rueda los ojos sin remedio. No le queda más remedio, tendrá que ser pedo desde ahora.

—Ya decidan de una puta vez los equipos y empiecen a jugar. Tanto parloteo hace explotar mi cabeza — Damon acuna su cabeza entre sus manos y masajea sus sienes.

—Alguien necesita sexo —bromea Thomas, poniéndose de pie como los demás y haciendo sonar sus nudillos.

— El que lo necesita eres tú. Mi novia me deja completamente satisfecho — gruñe en respuesta.

Thomas suelta una carcajada divertida. Estaba seguro que no se había tanto antes de llegar a este lugar y juntarse con estas personas.

— Si es así, puedes presentárnosla para que nos haga pasar un rato satisfactorio — Thomas tiene las agallas para decir eso, agregándole un pequeño movimiento con sus cejas.

—Vuelve a pensar así de mi novia, y te aseguro que no tendrás con qué satisfacer tus necesidades — se levanta bruscamente de su asiento, intimidante y furioso. Su mandíbula cuadrada tan tensa por imaginar a otro hombre intentando tocar a su chica. "Mucho más a alguien tan idiota como Thomas", piensa Damon.

—Oh, vamos Damon —sonríe el otro—. Sabes que son bromas, no te sulfures —rueda los ojos.

—Cálmate, amigo —Ryder le da un toquecito—, el perro estaba de coña. Tu —mira a Thomas—, no vuelvas a hacer esa broma o me quedare viudo y con un hijo a mi cargo.

—¿Podéis dejar la testosterona a un lado y ponernos de una vez con el juego? —se queja Mey.

—Preciosa —Ryder le sonríe como antes en el lago—, tu deberías ser la primera detenida.

—Primero tendrás que atraparme —comenta guiñandole un ojo.

—Merecerá la pena —responde dando por zanjado el tema —. ¡Venga! —choca sus manos y mira al grupo — Comencemos.

—¿Cúal va a ser la bandera? —pregunta Emma.

—¿Una sábana? —propone Ryder mirando al resto.

—Joder. ¿Qué son? ¿Unos nenes de jardín que quieren hacerlo con sábanas? Haganlo con algo acorde a su edad. Con sus mierdas de boxers y ropa interior si tanto coquetean y se tiran onda — dice Damon, echándole una mirada a todo el lugar despreocupadamente.

—Por mi no hay problema —Ryder se quita las zapatillas y comienza a desabrocharse los vaqueros.

—¡Diablos! Nadie quiere ver tu flácido pene, Ryder.

—Si no quieres ver mi polla flácida, date la vuelta —le guiña un ojo y saca el pantalón por su piés, dejando al descubierto todos los tatuajes de sus piernas.

— ¡Más tatajes! —señala Noah emocionado cada una de las pinturas en el cuerpo del susodicho. Ryder sonríe en su dirección y le guiña un ojo al pequeño.

—Iré a la cabaña a quitármelos para no traumatizar al enano — se gira hacia el camino terrenoso, sonriendo, y desaparece en la respectiva casa.

Thomas coloca una mueca en sus labios y niega con la cabeza.

—¿No podía simplemente pasarnos unos limpios? —murmura más para sí mismo que para los demás, pensando en cómo había llegado hace un rato con Mey.

Ryder se detiene a mitad de camino y gira para ver cómo todos le observan. Comienza a reír y vuelve sobre sus pasos.

— ¿En serio os habéis pensado que voy a dejar que revolquéis por la arena mis Calvin? Estais jodidos de la cabeza. ¿Acaso vais a quitaros alguna las bragas?

—Bueno, entonces necesitamos dos banderas —James mira al grupo.

—Esperad.

Ryder camina al interior y vuelve a los pocos segundos con dos trapos blancos de cocina. Los agita en el aire y sonríe con satisfacción.

—Las banderas.

—Bien —Mey le mira y después a los demás—. Chicos contra chicas, entonces. Noah, ¿con quién quieres jugar?

—Con Ry —le señala emocionado.

—Lo imaginaba —dice la rubia—. Cuídale —advierte a Ryder.

—Sabes que si. ¿Damon, no vas a jugar? —todos se fijan en el chico que no sonríe apenas nunca y parece estar siempre de mal humor.

—No, me quedo haciendo compañía a Dakota.

—Tu mismo —el tatuado rueda los ojos.

—Qué aburrido —Thomas hace un gesto con la mano, pero se detiene cuando Damon le mira y suelta lo que parece ser un gruñido—. Bueno, comencemos.

—Venga, las chicas aléjense para esconder su bandera —les dice Kendall aproximándose a los de su grupo.

—¿Y por qué nosotras? —Alex coloca las manos en sus caderas— Alejense ustedes.

—Venga, Alexandra, no seas quejica —Carter apoya a Kendall.

— ¡Que no me llames así! —la chica camina a zancadas hacia él y se detiene frente a su rostro, enfadada—. Si vuelves a llamarme así, te golpearé. Y no hablo en broma.

—Te llamas Alexandra—Carter ríe frente a ella.

Alex levanta la mano para alcanzarle, pero él la sujeta antes y lo impide.

— ¡Suéltame! —ella intenta zafarse.

—No te pongas así, solo era una broma —Carter ríe junto a Kendall.

—Venga, suéltala —Ryder se acerca y sujeta la muñeca del chico.

— ¿Y a tí qué te pasa? —Carter le mira con tensión.

—Eh, venga —Thomas interfiere—, dejémoslo y empecemos a jugar.

—Estaba de coña, no hacía falta que te metieras —Carter continúa retando a Ryder, el cual está comenzando a enfadarse.

—Le estabas haciendo daño —responde apretando la mandíbula.

—Siempre llamando la atención, ¿no? —Summer se ríe mientras le da un codazo a Alex.

— ¡Y yo qué sabía! Además, ¿tú por qué tienes que decir nada? ¡Siempre andas metiéndote en todo!

— ¡Y tu no paras de quejarte por todo! —la mira y luego a Dakota —. ¿No te aburre?

—A mí no me metáis.

James y Landon, se posicionan tras Carter y Kendall y Damon permanece en el medio, entre ellos y Thomas y Ryder.

— ¿Por qué no lo dejáis...? —Emma camina junto a Dakota y Summer, mientras que Mey está situada al lado de Alex.

El pequeño Noah mira para todos lados, sin saber ni comprender lo que está pasando.

—Ry... —balbucea ante la cara del chico.

—No pasa nada, pequeño —al darse cuenta de la voz asustada del niño, Ryder relaja el rostro y le revuelve el pelo.

—Venga, ya basta de peleas de gallo —Mey levanta a Noah en brazos y mira al chico tatuado— Ryder, ya basta —sujeta su brazo para que la mire.

—¿Entonces jugamos o no? —Thomas mira a todos.

—Paso —Carter mira una vez más a Ryder y se da la vuelta para marcharse hacia el lago.

—¡Eres un aburrido! —le grita Mey.

—Como si tuviéramos que entretenerlos —dice Summer concordando con Carter y lo sigue al lago.

—¡Vamos! —se queja Thomas.

Landon, James, Kendall y Dakota, siguen a los chicos al lago.

—Game over —dice Alex suspirando.

—Vaya tela, estoy flipando —esta vez habla Ryder completamente enfadado—. ¿Para esto hemos venido? —da una patada a una botella de cerveza que hay en el suelo y camina dentro de la cabaña.

—Tranquilizate —Mey le sigue con Noah en brazos y Alex y Thomas por detrás.

Damon se alza de hombros y entra a la cabaña ya que le había entrado sueño por estas peleas.

—Venga, perra, deja de pensar en subir a por la pistola —bromea Thomas para calmar el ambiente.

Mientras tanto, en el lago, Carter hablaba a la nada, enfadado, mientras camina de un lado al otro y los demás lo miran intentando entenderlo.

—Ya, calma amigo —le dice Kendall tomándolo por los hombros.

—¡Es que Ryder se enoja por cualquier cosa! —exclama zafandose del agarre de su amigo.

—Tiene complejo de chico malo, debe mantener la facha —Summer rueda los ojos.

—Calmemonos todos —James trata de poner un poco de sentido a todo—. Hemos venido para pasarlo bien, no para pelear.

—Díselo a Ryder —protesta Landon.

—Y a toda la gente que lo siguió —bufa Dakota.

En el interior de la cabaña, las chicas juegan con Noah mientras Thomas tranquiliza a Ryder.

—Ya déjalo, son unos inmaduros —le dice el chico mientras abre dos cervezas, una para cada uno.

—Joder. Si es que no creo que haya hecho nada malo, colega. Le estaba haciendo daño y solo le he pedido que la dejara. Y se ha puesto chulo, eso último sobraba —Ryder acepta la bebida y camina para sentarse en el sofá, junto a las chicas.

—Ryder —Alex lo llama y él se gira a la castaña —Gracias por defenderme ahí afuera. Aunque podría haberlo acabado en un par de segundos —Ryder se ríe —Pero, gracias igual.

—No tienes por qué darlas, pequeña. Hay que saber tratar a las mujeres y ese de ahí, no sabe hacerlo todavía. Y si sabe, no lo ha demostrado. No había necesidad de ponerse así y llegar a esto.

—¿Ry, estás enfadado? —Noah camina hasta el chico y coloca las manos en sus rodillas, mirándole con ternura.

—No —le sonríe.

— ¿Juegas comigo?

—Claro, ¿a qué quieres que juguemos?

— ¡Jugamos todos! —pega saltitos emocionado.

Deciden jugar a las escondidas y comienzan Mey y Noah. Aprovechando que Thomas se va a esconder en el piso inferior, Ryder sigue a Alex.

La encuentra en el piso superior sin saber dónde esconderse.

— ¿Qué buscas, pequeña? —se apoya en la pared y le dedica una sonrisa coqueta.

—Un unicornio —le responde sarcasticamente.

—Yo tengo uno, ¿quieres verlo? —Ryder ríe sin poder evitarlo.

—Guardatelo para Mey —dice la castaña sin saber que Ryder y Mey ya han estado juntos.

—¿Eso son celos? —el chico tatuado se acerca más y coge su mano para que ella le mire.

—¿Celos? ¿De tu pequeño pene?—pregunta ella y señala su entrepierna.

Él estalla en carcajadas hasta que ve que a ella no le hace ninguna gracias, entonces se detiene y la mira. Suspira un segundo y acaricia su mejilla, sonriendo para sí mismo al ver la cara de Alex antes ese gesto.

— Venga, pequeña —coloca una mano en su cintura y tira de ella para acercarla contra su cuerpo—. ¿Es que vas a seguir rechazándome hasta que acabe el verano?

—No juego de a tres —le dice ella recordando a Mey.

—Tu siempre has sido la primera, te lo dije el día de ese estúpido juego de verdad o reto.

Alex sonríe y se lo piensa un rato. Después de todo, Ryder no está tan mal para un poco de diversión.

—Pruébalo —le dice Alex y Ryder frunce el ceño, confundido.

—¿Qué quieres que pruebe? —pregunta él.

—Que soy la única —contesta Alex acercándose más a él.

Ryder sonríe viendo las intenciones de la chica, se aproxima y cuando están a punto de besarse, gira la cabeza hasta su oreja.

—Ven conmigo.

Alex le mira confundida pero se deja llevar, la curiosidad puede con ella.

Suben las escaleras al segundo piso y caminan hasta la puerta del fondo, esa que nunca han visto abierta. Ryder saca unas llaves del cajón que hay en un pequeño armario del pasillo, y la abre.

— ¿Más escaleras? —pregunta la chica.

— Shh, no seas impaciente —ríe él, tirando de ella para subirlas.

Arriba del todo, hay una puerta más, pero esta no necesita llave para abrirse. Gira el pomo y la empuja, sonríe a la castaña y se hace a un lado, invitándola a pasar. Ella lo hace, aun un poco desconfiada.

—No os he hablado de esto porque mi padre tiene cosas de mucho valor aquí arriba y todos esos de ahí abajo son unos brutos —explica a la chica que ahora tiene una expresión embobada.

Caminan por la pequeña azotea oculta, rodeada de los picos de la casa, los cuales impiden que se vea desde abajo. Hace rato que anocheció, por lo que las estrellas brillan en lo alto del cielo.

— ¿Te gusta? —le pregunta él.

Con una expresión de asombro ante las estrellas, contesta:

—Es precioso.

—Igual que tu —hace que ella gire de golpe, chocando con su pecho y teniendo que sujetarla para que no se caiga—. ¿Esto prueba algo? ¿o necesitas otra demostración? —pregunta él acercándose levemente.

—Otra demostración no vendría mal... —dice Alex sonriendo.

— ¿Sábes una cosa? —sonríe— Suele gustarme que me pidan las cosas y hacerme un poco el duro, pero contigo es imposible.

Acerca sus labios a los de ella, esperando alguna señal de si Alex le va a rechazar o no. Cuando observa cómo cierra los ojos y no se aparta, coloca una mano en su nuca, bajo el pelo castaño de su chica preferida, y une sus labios al fin, deseándolo desde el primer día que la vió. Alex se estremece al sentir el cálido tacto de los labios de Ryder, pero se deja llevar, poniendo sus manos por su cuello. Él chico tatuado, interpreta el gesto como una petición de acercamiento, así que desciende con la yema de los dedos por su espalda, acariciando y tocando su piel por encima de la fina camiseta veraniega que lleva. Nota cómo su carne se pone de gallina y eso le hace sonreír en medio del beso. Cuando llega a su trasero, lo aprieta con una mano, uniendo sus caderas y haciendo que ella de un pequeño salto por la impresión. Ryder la alza, haciendo que Alex enrolle sus piernas en la cintura del chico.

—No conocía esta faceta tuya, pequeña —separa sus bocas, deslizando los labios por su cuello, dejando pequeños besos húmedos a su paso—. Joder, qué bien hueles.

—De a poco la conoceras —le dice ella divertida a lo que Ryder sonríe.

Camina con ella hasta la barandilla de madera que hay en una esquina de la azotea, apoyando a la chica en una pared del tejado. Alex abre sus piernas, dejando que él se coloque en medio y acariciando su espalda por dentro de la camiseta.

— ¿Me estás poniendo muy cachondo, lo sabes?

—Lo sé —dice —. Pero hasta aquí llegamos, guapo.

Empuja a Ryder para zafarse de su agarre. Ryder la observa y retrocede un par de pasos, se cruza de brazos y suspira antes de reír.

—Eres más predecible de lo que esperaba —ríe negando con la cabeza—. Pero no pasa nada, tampoco creo que supieras hacer nada con esto —señala su muy notable erección y vuelve a mirarla—. Disfruta de las vistas mientras se te baja el calentón, pequeña. Porque puedes decir lo que quieras, pero lo que has sentido ahí abajo, no lo has fingido —le guiña un ojo y vuelve al interior de la casa.

Cuando está bajando las escaleras, abre la puerta de abajo y justo al otro lado se encuentra a Mey y a Noah.

¡Fin del capítulo diéz, Frictioners! ¿Les gustó? 

¡#Rylex para todas ustedes! ¿Qué pasará ahora? ¿Qué hará o dirá Mey respecto a sucedido? 

¿Y con la pelea? ¿A qué grupo pertenecen? 

¿#TeamOsos (Summer, Dakota, Emma, Carter, Kendall, Landon y James) o 

#TeamPerras (Thomas, Ryder, Damon, Alex, Mey y Noah)? 

¿Se arreglarán entre ellos? ¿Quién tiene razón, Ryder o Carter? 

¿Creen que Ryder se pasó defendiendo a Alex o que hizo lo correcto? 

¡Comenten todo lo que quieran! 

Preguntas para los personajes, aquí

Preguntas para las escritoras, aquí

¡Gracias!

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