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Me da un suave beso en la frente y me deshago con sus palabras. Se escuchan pasos alrededor de nosotros, pero no me doy cuenta hasta que Yoel se aleja de mi.
Sus palabras se acaban de clavar en lo más profundo de mi corazón y siento que ahora mismo daría la vida por este hombre.
Lo observo mientras mira atento a nuestro alrededor. Aun tiene una mano puesta en mi cintura.
-¿Qué pasa?..-No me mira, sigue mirando a puntos donde no hay nada.
-Están aquí, tenemos que irnos.
-¿Quién está aquí?
-No hay tiempo, luego te lo explico, vamos deprisa.
Siento un nudo muy amargo mientras que todo el momento de lucidez se va de mi cabeza. Me tiene cogida de la mano mientras nos movemos deprisa por las hierbas y las rocas hasta el coche. Tengo el mal presentimiento de que llevan rato aquí observandonos..seguro.. ¿porqué no me ha dicho nada?
Una vez dentro del coche, lo pone en marcha y salimos a toda velocidad hacia la carretera.
-¿Por qué no me has dicho nada?..- Me mira de reojo mientras pone una mano en mi rodilla.
-Si te lo hubiera dicho no habrías querido quedarte.
Desliza su pulgar haciendo un circulo en mi muslo y me contengo las ganas de hablar. Es verdad, si me lo hubiera dicho no habríamos hablado, aunque todavía no ha quedado nada claro pero viendo sus últimos estados anímicos quería arreglarlo, estaba arrepentido, o eso esperaba.
Acelera el coche y rápidamente nos perdemos por las carreteras.
Cuando estamos llegando a las tierras del restaurador veo que detiene el coche, pone el freno de mano.
-¿Qué haces? –Está oscuro, veo la muralla que rodea las tierras frente a nosotros pero no la pasa.
-Mira detrás de esos árboles ¿qué ves?
Miro donde me dice.. hay dos árboles juntos y no veo nada más que hierbajos y piedras.
-No veo nada.
-Concéntrate, imagínate que hay una tela o algo que impide tu visión y luego quitala, mira lo que hay detrás.
Frunzo el ceño porque no entiendo que estamos haciendo aquí parados. La tierra de Jude está a penas a cinco metros y si llegamos allí el escudo nos protegerá de algún ataque.
Lo miro desconcertada y bueno, voy a probar.. soy rápida, miro a los dos árboles, me imagino una gran cortina, una muy grande que cubre todo el alrededor..ahora le pego un tirón y la dejo caer al suelo..oh dios mio.
-Mierda.. ¡hay tios escondidos!
Asiente con la cabeza mientras apreta la mandibula y vuelve a mirar a esos hombres.
Hay dos, uno entre los árboles escondido y otro un poco más en la lejanía. Desde aquí se le ven los ojos brillantes, como si fueran gatos y reflejasen la luz. Trago saliva porque esto no es bueno, no es bueno.
Yoel acelera el coche y rápidamente nos metemos en las tierras de Jude, miro hacia atrás porque me ha dejado impactada, no sabia que podía hacer estas cosas.. puedo verlos y sentirlos.
-¿Contigo también puedo hacer eso?
-¿Qué quieres decir? –Acelera el coche aun más.
-Que si puedo verte aunque estes “invisible” –Esboza una sonrisa.
-No, conmigo es diferente.
-Ya entiendo eres un Arcángel..-Sonríe y sé que es verdad.
-Se llama brío.
-¿Cómo? -Abro la boca, acaba de aparcar el coche. Se gira a mirarme.
-Cuando los ángeles desaparecemos tiene un nombre, brío, lo usamos para no ser descubiertos.
-Oh.. –Me quedo pensativa, esto no lo sabía. Abre la puerta y sale a prisas.
-Yoel espera ¿dónde vas?
-Metete en casa y no salgas, dile a Jude que nos han estado siguiendo. Enseguida vuelvo.
Salgo a prisas del coche y cierro la puerta mientras veo que camina hacia la oscuridad.
-¡Yoel!. –Me llevo una mano al pecho porque estoy asustada, no puede ir allí con esos dos hombres, debe de quedarse aquí.
Se gira a mirarme y deja ver sus dientes en una perfecta sonrisa.
-Tranquila muñeca.
Me guiña un ojo y se que lo de muñeca lo ha dicho por Linda, sonrío pero no me llega la felicidad a los ojos, me revuelvo incomoda, estoy asustada de que le pueda pasar algo.. le veo de espaldas y de repente desaparece frente a mí.
Me viene una idea a la cabeza, vamos a comprobar que es cierto lo que dice.. me concentro en el camino, me imagino una cortina muy grande, cojo una punta y le doy un tirón dejándola caer al suelo..
Oh es verdad, no le veo. Me ha funcionado con esos dos hombres pero con él no.. bueno es lo que tiene ser un Arcángel.. mas habilidades, mas poderoso y mucho mas letal..
Trago saliva y voy corriendo al salón. Jude esta mirando la tele y ha dado un respingo por verme tan acelerada.
-¿Qué pasa bonita?
-Estan aquí Jude…-Respiro-…nos han seguido, hay dos hombres fuera de las tierras.
-¿y Yoel?
-Ha ido a ver.. -Retuerzo los dedos porque estoy nerviosa, no quiero que le pase nada malo.
-Tranquila, no entraran a las tierras, aunque Yoel intentara hacerles entrar para acabar con ellos mas rápido asi que no salgas de casa hasta que regrese.
-¿¡¡Pero y si entran aquí!!? -El hombre me mira son una sabia sonrisa.
-No descuida, no les dará tiempo acercarse hasta la puerta..
Lo miro y me revuelvo en mi sitio. Jude sabe tanto como yo que Yoel es un ser muy letal y ahora mas que nunca estoy preocupada.
-He podido ver y sentir a esos hombres.. no sabia que podía hacerlo..-Me acerco al sillón donde esta y me dejo caer en el sofá.
-Si, puedes ver a los seres, es otro de tu don.
-¡Porque no me lo dijistes! solo sabia que podía crear barreras mentales..
-Eso es lo mas importante bonita, eso es lo primero que se aprende, no dejar que entren en tu mente.
-Ya lo se, pero podias avérmelo dicho..así me hubiera motivado un poco mas.. -Resoplo. Se rie.
-y también puedes mover objetos..-Abro mucho los ojos y miro en su dirección. Levanta una ceja.
-¡¿Qué puedo mover objetos?!.. –Mi boca hace una gran O y ya me he traumatizado del todo, Jude no para de reir.
-Si, entre otras cosas..
-Oh pues, pues quiero aprender a mover cosas ¿Cómo se hace eso? ¿Qué mas puedo hacer?
-Poco a poco Lara, primero una cosa y después otra.
Ladeo la cabeza pensativa. Si puedo mover cosas quizás me haga la vida mas fácil. Me viene un pensamiento en el que estoy tumbada en el sofá de casa y el mando televisor viene volando hacia mi.. ¡oh como me encantaría hacer eso!. Se desvanece el pensamiento.
Voy corriendo a la ventana para ver si puedo ver algo.
-Laraa..-Canturrea-..cambiate, cenamos y practicamos un poco ¿Qué te parece?
-Me parece que no tengo hambre.. -No puedo apartar la mirada de la ventana, tengo un mal presentimiento.
-Laraaa ¡deja de mirar! ¡céntrate! cenamos y practicamos un poco, Yoel enseguida vendrá, no te preocupes por él, sabe cuidarse solo.
Me alejo de la ventana y asiento con la cabeza. No estoy conforme pero no puedo pasarme las horas mirando por la ventana… Tranquila Lara, no pasa nada, es un Arcángel y no tienen nada que hacer esos hombres con él.. me dice la mujercilla de mi cabeza repitiendo las palabras de Yoel, le doy la razón pero no puedo evitar preocuparme y más después de la charla que hemos tenido en el lago.
Voy a la cocina y saco del congelador unos tapers de la señora Rose, creo que es algo de carne en salsa. Lo pongo en una olla para que se descongele y vuelvo al salón. Estoy inquieta, me siento rara y necesito hacer algo para que mi mente deje de pensar.
-Jude ¿empezamos a entrenar ya? -El hombre me mira mientras apaga el televisor y sonríe.
-Esa es la actitud, muy bien, siéntate.
“..estoy a oscuras.. no veo nada.. creo que hay alguien a mi lado pero no estoy segura.
Siento gotas de sudor deslizándose por mi espalda y tengo la extraña sensación de que estoy muy perdida.. una puerta se abre y una ráfaga de luz me hace cerrar los ojos…los abro, hay tres hombres.. dos visten de negro y tienen una espiral gris alrededor de su cuerpo.. el otro mas grande y mas prominente esta en medio y tiene algo singular en la cara… ojos de serpiente..
-¿Qué quereis?
Hablo, pero mi voz no sale. El hombre con esos ojos tan singulares esboza una sonrisa dejando ver unos pequeños colmillos en sus caninos. Trago saliva. Esto no es bueno.
Salgo corriendo hacia la oscuridad, no se donde voy pero necesito escapar de esos hombres, corren tras de mi y siento una angustia que no me deja ni llorar… la tierra tiembla bajo mis pies y oigo mi voz en alguna parte de la oscuridad… sigo corriendo, no paro… mi mente se queda en blanco….”
-Lara..
Entrecierro los ojos desorientada sin poder distinguir la realidad del sueño. Miro arriba y veo dos grandes ojos grises clavados en mi. Parpadeo dos veces.
-¿Estabas soñando?
-Creo..que si..
Frunzo el ceño y me remuevo, siento unos brazos que me cogen por la cintura y me elevan acunándome como una niña pequeña.. apoyo mi cabeza contra su pecho y cierro los ojos adormilada.
Cuando llegamos a la habitación me deja en la cama con cuidado y me arropa con las mantas frías. Tengo los ojos cerrados pero lo siento moverse por la habitación.
-Dónde vas..
Mi voz a sido un susurro, pasan unos segundos y no lo escucho, me giro sobre mi misma y abro un poco los ojos, ha desaparecido.
Cierro los ojos derrotada, tengo mucho sueño.. me sumerjo en un mundo de alas blancas, ojos grises y serpientes negras..