Narra Dipper Gleeful:
Entré en la habitación y vi a Will en el suelo. Fui hasta el preocupado. Intenté ayudarlo a que se pusiera de pie, pero se veía muy mareado, así que lo cargué hasta la cama y lo senté allí. Tenia cortada la mejilla, eso me preocupo más.
-¿Qué sucedió?.- Le pregunté viéndolo a los ojos.
- T-Tu hermana m-me hizo esto.- Dijo con miedo y comenzando a llorar un poco.
-¿Por qué?.-
- M-Me amenazó y d-dijo que si no me a-alejo de ti, me matará a mi y... a ti.- Dijo empezando a llorar más fuerte. Verlo así me dolió.
Noté que no solo tenía sangre en la cara por el corte, si no que también se notaba desde la parte de atrás de su ropa manchas de sangre en su espalda, ahí recordé. Los cortes.
De repente sentí culpa por eso.
- Tus cortes, se abrieron.-
-N-No importa.-
-Si que importa, estas herido.-
Tomé un botiquín que tenía a mano y volví a donde estaba Will.
El se quitó la parte de arriba de su traje dejándome ver su espalda manchada de sangre roja que destacaba en su piel casi blanca.
Preparé algodón con alcohol y lo acerqué primero a la cortadura de su cara. El se apartó soltando un quejido de dolor.
- Tengo que curarlo ahora o dejará una cicatriz.-
El dejó de moverse. Después atendí los cortes de su espalda, los cuales estaban muy grabes.
Al terminar de ver sus heridas, pude ver con claridad las cicatrices que aún tenía en la espalda de torturas anteriores, me sentía tan culpable por eso, saber que yo hice algunas de esas cicatrices.
No pude evitar...