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-Jude.. ¿Que es eso de los arcángeles?. –Le digo mientras caminamos hacia el coche.
-Veras, los arcángeles tienen más prestigio que los ángeles, tienen más virtudes por lo que los hacen más poderosos que un simple ángel normal.
-Am..no sabía que habían dos clases de “ángeles” por el mundo..
-Oh si bonita, pero descuida, todos los arcángeles se quedaron en el cielo, ellos no se dejaron perturbar por el mal.. Ansher es un arcángel de luz y debemos de darnos prisa.
Llegamos al coche, cerré la puerta de Jude y me senté al lado de Yoel que ya espera con el coche en marcha. Me pare a pensar detenidamente en eso de los arcángeles..Esto era nuevo.
Había salido el sol y tuve una sensación de nostalgia al verlo. Al poco de comenzar el viaje Jude se quedo dormido. Yoel se mostraba indiferente, serio y concentrado en la carretera, sabía que si hablaba no me iva a contestar a ninguna pregunta, así que opte por mirar por la ventanilla a cada prado y pueblo que dejábamos atrás.
Tras casi 4 horas infernales por carreteras y más carreteras llegamos a Santa Mónica. Hubo un rato en el que cerré los ojos, recordando anoche, en mi cama, como Yoel me acariciaba la espalda cuando desperté....Me estremecí solo de pensar que había estado toda la noche expuesta a su merced. Abrí los ojos y lo mire de reojo. Estaba distante..¿que le pasaba?
Mire de nuevo por la ventanilla, pasábamos casas bajas y en la calle paralela se veía un gran paseo con palmeras lleno de gente que daba lugar a una hermosa playa tranquila con el mar en calma bajo unos finos rayos de sol que dejaban estelas brillantes sobre el agua… el mar.. Hacia tanto tiempo que no lo veía que no podía quitar los ojos de él.
-Veo que te gusta el mar.
Giro de reojo a ver a Yoel. En todo el camino no ha hablado.
-Si.. en mi tierra tengo el mar a 5 minutos, lo veía todos los días.
Digo recordando mi infancia siempre con los cubos y los rastrillos haciendo castillitos con Carol y mi madre siempre regañándonos de que lo llenábamos todo de arena. Hasta recordaba los días de san Juan, cuando hacíamos las hogueras en la playa y cuando ya éramos más mayores y quedábamos con los chicos a escondidas tras las rocas..qué tiempos aquellos..
-¿Qué piensas?. –Interrumpe mis pensamientos.
-En mi hogar..echo de menos a mi familia y a Carol.. –Digo mientras una neblina triste invade mis ojos.
Tras callejear un poco llegamos a una gran casa que no tiene nada que ver con las demás, una casa blanca, con arcos árabes, rodeada de una verja plata brillante, se nota que es una casa de alguien con dinero, porque no pinta nada con el resto de casas humildes que hay a su alrededor.
Aparca el coche junto a la verja. Hay un gran camino de tierra blanca rodeado de jardines hasta la puerta, una gran estatua blanca, de tamaño natural de un ángel con un jarrón del que brota agua a un pequeño estanque en el que juraría que habría peces en el interior...Guau. Estaba asombrada mirando desde la ventanilla, aquello era precioso. Escucho la puerta de Yoel abrirse, giro a mirarlo saliendo del espejismo.
-Despierta al viejo.
Giro sobre el asiento y miro a Jude, está con la cabeza hacia un lado y con la boca abierta respirando fuerte. Me paro a pensar..Si Yoel lo despertara, tal vez se asustaría y solo de pensar en la cara que pondría me estaba partiendo de risa.
-¿De qué te ríes?. –Pregunta antes de salir del coche, con esa voz grave, seria, ronca...umm ¿que le pasa que está tan arisco?
-No de nada..
Cierra la puerta y me quito el cinturón incorporándome hacia atrás, pongo una mano en la rodilla de Jude y se la zarandeo un poco.
-Judee, Judee, ¡ya hemos llegado despierta!
-¿Em? ¿Qué?...
Abre sus ojos poco a poco mientras se ajusta las gafas, cuando enfoca la mirada y se da cuenta de donde está da un respingo.
-¡Oh! ¡si! Vamos vamos bonita.
Hace un esfuerzo y sale del coche. Sonrío al verlo, parece más mi abuelo que un padre, siempre sonriente, siempre amable, así era Jude, un viejo bohemio, divertido y guasón.
Yoel abre la verja y pasamos por su lado mientras que la sostiene. Cuando quedo a su altura se inclina hacia mí con esa mirada oscura y misteriosa mientras observa fijamente mis labios, me paro en seco y suelto inmediatamente los dientes dejando a mi labio inferior en su tamaño natural. Me quedo embobada mirándolo.. Cierra la verja y con ella doy un respingo por el susto al oír el impacto. Aparto la mirada de el nerviosa.¿Qué ha sido eso?.. Tengo que dejar de mirarlo tan fijamente.
Transpasamos el jardín y llegamos a una puerta de madera, con un arco formando unas pinturas, parecían letras pero no estaba segura. Yoel da un par de golpes y se gira a mirarme con esa expresión en la que hace un tiempo me hubiera hecho salir corriendo de donde estaba, pero le frunzo el ceño ¿a qué viene esa mirada desafiante ahora?, trago saliva al escuchar la puerta abrirse.
Junto a la puerta hay una mujer ya entrada en años, menuda, vestida de negro, con un delantal blanco mirándonos a los tres. Cuando se fija en mi, mira mi pecho, frunce ligeramente el ceño mientras nos hace pasar.
Sé que estaba buscando la piedra con la mirada pero la tengo guardada debajo del jersey, por lo que no la puede ver. La mujer se marcha por un pasillo y Yoel se encamina hacia otro en el lado opuesto. Trago saliva y sigo a Yoel que camina por la casa como si se la conociera de toda la vida. Jude va tras de mi, pero se para a cada paso a observar las estatuas, las pinturas de los cuadros o las esculturas de madera que hay por todas las estancias, sin dudas obras de arte.
Caminamos por un cortijo del que cuelgan enredaderas con Jazmín, dándole un aire de lo más fresco y hermoso. Pronto pasamos un arco y entramos en una estancia grande, de suelo de parqué claro, con unos sillones enormes en una esquina dejando un gran espacio vacío en el resto.Veo que Yoel se mete por otro arco que hay dentro de la habitación. Miro atrás y Jude no está, seguro que esta mirando alguna cosa que le habrá llamado la atención. Suspiro mientras paso de cerca de los sillones y me meto por el arco donde he visto a Yoel desaparecer.
Cuando lo cruzo, quedo en un pasillo muy estrecho y al fondo veo una puerta que esta entornada. Hay mucha luz dentro. Vuelvo a mirar hacia atrás, Jude aun no da señales de vida..¿Debería de entrar ya? O ¿deberia esperar a Jude?.. uno,dos,uno,dos…Mi consciencia da vueltas, esta debatiendo, pero al final decido entrar yo misma.
Cuando empujo la puerta una ráfaga de luz me absorbe. Abro bien mis ojos para ver que estoy en una habitación más amplia que la anterior, toda formada por una gran cristalera que deja el paso a la luz y la vista a los hermosos jardines que hay por el alrededor de la casa, flores, setos con la silueta de algún animal, hermoso, muy hermoso, parecía sacado de un cuento de hadas.
Escucho voces en un lado de la habitación, giro a mirar y veo que Yoel está recostado en una amplia mesa inclinado hacia delante, mientras habla con una mujer rubia que ahora mismo se está riendo de algo que le dice muy cerca del oído… Siento mi sangre arder…La mujer tendrá unos años más que yo, con el pelo rubio, casi blanco que le llega por la cintura, alta y un cuerpo esbelto que podría hacer enloquecer a los hombres, sus pechos prominentes y ahora que se ha girado a verme veo que tiene los ojos mas azules que jamás he visto, unos ojos celestes dignos de admirar. Esa mujer es guapa..Muy guapa y está demasiado cerca de Yoel. Por un momento siento las ganas de ir hacia allí y empujarlos a los dos…oh dios ¿Qué estoy pensando?..No no, muro de cemento, muro de cemento…
-Oh, valla.. ¡Buenos días! ¿Se puede?
Escucho tras de mí a Jude que resopla sin aliento mientras nos mira a todos como si se estuviese perdiendo algo. Se acerca a mí.
-Hola Ansher, me alegro de volverte a ver. Ella es Lara Sylva, la portadora.
Trago saliva cuando veo que la mujer rubia viene directa hacia mí, hermosa, elegante, siento una paz enorme cuando me mira con esos ojos celestes y parece que más que caminar flote en el aire. Tengo que desviar la mirada hacia sus pies para ver como lo hace y cuando la veo siento palidecer… Esta mujer esta flotando dios..
-Hola querida, he estado esperando este momento miles de años.. Soy Ansher, el Arcángel de luz.
Estupefacta miro a la mujer que me mira con ojos divertidos. Sonríe educada, mientras veo de reojo algo en su espalda, ha sido algo brillante, una estela de luz brillante que se ha movido detrás de ella. Me quedo aturdida. No puedo dejar de mirar su espalda soy incapaz de hablar. Sonríe.
-¿Tienes la piedra de luz contigo?
-Si
Saco la piedra estupefacta y la dejo expuesta ante nuestras miradas, ella se acerca poco a poco y al cogerla entre sus dedos siento una fuerza, la piedra que es azul verdosa y dorada se vuelve luminiscente dejándome con la boca abierta. Es como una bola de fuego. La deja de nuevo colgando sobre mi cuello y vuelve a adquirir ese color “normal”. Me mira.
- Estoy impresionada del progreso que has hecho en estos meses Lara, me alegro de que Jude te encontrara.
-¿Os conocíais?..-Pregunto sintiendo que de nuevo nunca me entero de nada.
-Lara, Ansher fue el Arcángel que me encomendó esta misión cuando era joven. Vino un día y me dijo cual iva a ser mi destino. No suele mezclarse con los humanos a no ser que ocurra algo malo..¿No es así Ansher?
Jude la mira pensativo y le habla amablemente. Se nota que han mantenido una buena relación. Ansher sigue sonriendo y con una expresión dulce y humana en su cara. Ella no se parece a nada de lo que he visto hasta ahora.
-Si querido Jude, corren tiempos difíciles, la mayoría de los inmortales tienen la certeza de que la piedra de luz ha renacido, Me preocupa que Snake la quiera de nuevo..Yoel me comento que consiguió capturar a uno de sus hombres pero el otro escapo, así que tengo la certeza de que ahora mismo ya saben que Lara es la portadora.
Veo como Yoel se acerca a nosotros sigiloso y desinteresado..¿Con que había hablado de mi con esta mujer eh?, siento mi sangre arder. Vuelvo mi vista a aquella hermosa mujer angelical y a Jude.
-Le dicho a Lara que venga a mi casa a vivir, esta más alejada de la ciudad y allí tengo el escudo que puede despistar a los inmortales.
-Si, es buena idea, eso nos dará tiempo a pensar en alguna cosa, por ahora los que más cerca están son los hombres de Snake.
-¿Quiere volver abrir las puertas del cielo verdad?. –Pregunta Jude con una mueca de dolor.
-Si, quiere conseguir que todos los demonios suban al cielo para destruirlo y comenzar un nuevo imperio sumido en la oscuridad.. No podemos dejar que eso ocurra Jude, sería una catástrofe, ya no solo al nivel celestial..Sería el fin de la tierra.
Trago saliva al pensar en una bomba gigante explosionando el planeta tierra, oh joder..
-¿Entonces? Solo tengo que esconderme de esos hombres y ya está, tampoco es para tanto..
Digo haciéndome de notar, todo esto tiene que ver conmigo y nadie me está explicando o prestando atención, ni me preguntan que me parece, nada. La mujer rubia me mira dulcemente y de nuevo vuelvo a sentir esa paz interior.
-No es solo esconderte querida, ellos sienten la presencia de la piedra y Snake tiene a los mejores rastreadores a su servicio que son leales y despiadados si se les presenta una misión…-La mujer mira a Jude con una sonrisa y de nuevo pone sus ojos celestes en mí-..Lara necesitas que alguien esté siempre pegado a ti, necesitas como una especie de guarda espaldas hasta que controles bien tus habilidades de portadora.
-Tengo a Jude.
La mujer tapa elegantemente su sonrisa con una mano mientras que Jude niega con la cabeza divertido.
-Oh bonita ojala pudiera..Yo solo soy tu guardián, el encargado de ayudarte con tus habilidades, yo no soy un guerrero ni nada por el estilo, yo soy más de palabras.
Miro a Jude y luego a la mujer, los dos sonríen y me miran con la misma expresión y yo siento que no me entero de nada.
-¿Entonces? ¿Quién podría ser mi “guarda espaldas” si puede saberse?. -La mujer mira divertida a Yoel.
-El..
-¡¿Qué?!...-Exclamo y mis ojos se abren como platos, la mujer vuelve a tapar su risa y Jude suelta una carcajada.
-Yoel acercate.. -Se aproximaba a paso lento con la mirada fija en mi. Trago saliva..-Le pedí que te buscara cuando me entere de que Snake iva tras la piedra y veo que no le costó mucho encontrarte puesto que ya te tengo aquí.. –Me sonríe-..Yoel sera tu sombra, en caso de que te detecten el te ayudara ya que es uno de los pocos arcángeles que cayeron del cielo, fue un importante guerrero en sus tiempos y no veo otra persona en estos momentos mejor que él para ayudarte.
¿¿Qué?? Me quedo pálida, sin sangre mientras veo como esos ojos grises se meten poco a poco en mí..¿Un arcángel? Oh dios mío.. Ladea ligeramente la cabeza mientras sigue mirándome con esa expresión dura y oscura. Quito la mirada y me retuerzo las manos…Es un arcángel.. Mas que un ángel, me ha estado mintiendo todo este tiempo y encima se está comportando de una manera extraña..esto es por algo…oh joder joder.. No puede ser, no me voy a quedar con el ¡ni hablar!
-¿Y no puedo esconderme en casa de Jude sin más?, no quiero tener un babysitter..
Escucho carcajadas a mis lados mientras que Yoel entrecierra los ojos en mi dirección, cada vez veo sus ojos mas oscuros..ups no le ha hecho gracia. Ansher deja de reir y me pone una mano sobre el hombro.
-Por ahora es mejor que Yoel este contigo. Es un arcángel y como tal tiene poderes que pueden ayudarte en caso de que te encuentren. Cuando controles mejor tus habilidades podrás regresar a casa, ya que serás capaz de ocultar la esencia de la piedra sin dejar ningún rastro donde vallas.
Oh mierda.. Siento un nudo en la garganta porque están todas las miradas puestas en mí…¿un guardaespaldas? ¿Yoel? Oh no no… no podía ser, todo el día con el no no.
-Me lo tengo que pensar.
-Querida, somos los únicos arcángeles que no quieren comenzar una guerra, Yoel va por sus intereses, mientras que yo pienso que no quiero que haya una catástrofe como la que hubo hace miles de años, el resto de arcángeles no quieren formar parte de esto y no quiero caer de nuevo hacia la oscuridad y creo q tu tampoco quieres.
Me mira mientras mi mente recapacita. Tengo un conflicto interno pero asiento con la cabeza. -Vale.
-Muy bien querida, ahora te voy a dar mi bendición, soy un arcángel de luz por lo que mi bendición te alumbrara el camino cuando más oscuro lo veas, acércate.
Doy dos pasos temerosa hacia la hermosa mujer que flota en el aire, es impresionante, tan solo esta a dos centímetros del suelo. La miro y me da un escalofrio cuando siento que levanta las manos al cielo, cierra los ojos y de repente mil diamantes de vete a saber donde caen sobre mí. Doy un respingo porque no me lo espero. Están traspasándome, mientras forman una espiral alrededor de mi cuerpo, parpadeo dos veces atónita sin poder moverme, esto es impresionante, los brillantes van girando hasta que los siento que se clavan en mi pecho… la piedra los está absorbiendo. Cuando se mete el último de los diamantes, bajo la mirada a la piedra, esta resplandeciente, toda dorada y brillante como nunca antes la había visto, como cuando ella la había cogido y se había echo como una bola de fuego pero más todavia. Miro a la mujer sorprendida.
-Cuando sientas que se oscurece tu camino úsala para que te alumbre, ella será tu guía.
-Gracias..
Digo abrumada mientras cojo la piedra y poco a poco vuelve a su color natural. -¿Cómo funciona?
-Eso lo sabrás cuando llegue el momento querida.
Me dice con una tierna sonrisa. Guau. Me quedo asombrada después de lo que he visto y ya me quedo sin palabras hasta que acaban la conversación.
Después de darme la bendición de la luz, (que según parecía era como una linterna que me iba a alumbrar el camino) pasamos a un salón enorme y me estuvieron contando la caída de los ángeles en la tierra, cuál era su origen, porque habían sido desterrados, como los arcángeles tuvieron que lidiar con los dos reinos.. Me enteré de todo de la mano de una bella arcángel que vivía en el cielo y que poseía un don de apaciguar a cualquiera que estuviera a su lado. Ahora entendia porque cuando la miraba sentia esa paz interna.
Yoel hacia como dos horas que no lo había visto, cuando nos marchamos al salón a que me explicaran todo el embrollo, el se había marchado sin decir nada. Y menos mal, porque después de enterarme de que él no era un simple ángel estaba rabiando, un arcángel…¿Por qué no me dijo nada?, cada vez que lo pensaba mi sangre ardía, guardaba secretos, muchos secretos.
Tras terminar la charla nos fuimos a un amplio comedor donde la pequeña mujer a la que había visto en la entrada estaba dejando bandejas con comida sobre la mesa, recordé la comida de las chicas.
-Ahora vengo.. Tengo que llamar a Linda. –Le digo a Jude mientras me alejo de la mesa.
-De acuerdo bonita.
Salgo por uno de los arcos de la habitación, y veo un cortijo con mas arcos, transpaso uno de ellos y me alejo un poco mas, no sé muy bien donde estoy porque esta casa parece un laberinto, así que me dejo llevar por el sonido del agua y salgo al jardín que he visto en la entrada.
A lo lejos veo el ángel que luce como fuente apaciguando todo este mágico lugar, tiene unas alas enormes y su expresión es un poco triste. Suspiro. Saco el móvil del bolsillo y marco el número de Linda. Conforme suena la señal mi corazón se dispara.
-¡Holaaa! ¿Qué te queda? ¿Vienes ya?
Escucho a Linda animada mientras oigo a Víctor y a susi discutir a lo lejos.
-Es que veras. No puedo ir a comer..
-¿Cómo que no? espera que voy ahora mismo a tu casa.
Escucho las pisadas fuertes y firmes de Linda sobre el piso, se que va a salir de casa a buscarme, me apresuro en hablarle.
-¡Espera! Escucha no estoy en casa.
-¿Qué?¿como? ¿Dónde estás?
Para en seco mientras que su voz denota preocupación.
-Pues a ver.. Conocí a un chico..En casa de Jude estos días y me invito a salir..No recordé lo de la comida lo siento.
-¡Oh dios! ¿Enserio? ¡te lo tenias bien callado eh!
Rio.- Si sí, lo siento Linda. -Me siento mal por estar mintiéndole otra vez.
–Pues a ver cuando nos lo presentas..¡oh dios lo que se me acaba de ocurrir! ¡Podemos hacer cenas de novios!
-Linda..
-¡Si si! Escucha, le buscamos un novio a Susi y podemos ser todo parejas ¡oh si! ¡que ilusión! Pues podríamos…..
Escuchaba a Linda montarse ella sola la película mientras mi cabeza pensaba que jamás iva a conocer a Yoel, esto era “momentáneo”. Nada de conocerse. Oigo un ruido y giro la mirada hacia la fuente, Yoel está parado delante del ángel y lo observa detenidamente.
-Oye Linda después hablamos
-¡Que te estoy hablando! ¡No me haces ni caso! ¡dime como es al menos! ¡venga vaa!
-Ahora no puedo.. Luego hablamos..
-¿Estas con el verdad? ¡oh! ¡que bonitooo!
Me sonrojo por sus palabras y por la manera tan entusiasmada en como se comporta. Deseo desaparecer, Yoel me está mirando.
-Linda ¡adiós!
-¡No te pongas tan bordee!, está bien, luego hablamos ¡pero me lo tienes que contar todo! ¡Mua muñeca!
-Si, adiós adióss.
Cuelgo el teléfono torpemente y veo que Yoel esta mirando hacia la fuente de nuevo. Miro a ambos lados y camino hacia el poco a poco hasta que me paro en el lado contrario de la fuente.
Bajo la mirada al pequeño estanque y sí, hay peces, carpas naranjas, pequeños peces negros, otros blancos, todos de un lado a otro dándole un toque de color a la aséptica estatua blanca.
-¿Ya has hablado con tus amigas?
Levanto la mirada y veo que me esta mirando fijamente, solo nos separa el ángel de piedra.
-¿Qué pasa? ¿Ahora te interesas por mi vida privada?. -Bajo la mirada de nuevo al estanque. Estoy molesta por su comportamiento.
-Vamos a pasar mucho tiempo juntos, tendremos tiempo de sobra para hablar.
Lo miro frunciendo el ceño mientras que siento que toda la rabia que tengo acumulada va a estallar en cualquier momento.Me ha mentido y encima se esta burlando de mi.
-No me hace gracia verte todos los días despues de las cosas que me he enterado.
-Bien..¿Algo mas? creo que guardas muchas cosas dentro.. vamos,desahogate Lara.
Pongo una mueca, ¿De que va? ¿Me esta desafiando?. Sus ojos filosos se entrecierran mientras se mueve y siento que me ciega la rabia, estoy a punto de explotar, ¿que se ha creido?
-¡Eres un mentiroso! ¡Me mentistes todo este tiempo! ¡ Eres un Arrogante! ¡Y creído!
-¿Y?..¿Que mas? Se que puedes hacerlo mejor.
Me está desesperando con esa chulería tan singular de la que él forma parte. Me muerdo la lengua, me está haciendo perder los papeles..Seguro que eso es lo que quiere y yo estoy callendo en su trampa ¡maldito!, estoy roja de la furia y ya es demasiado tarde para darme cuenta de que está a mi lado.
Me quedo tensa mientras se para frente a mí con esa sonrisa ladeada y esos ojos oscuros como la media noche. Voy a matarlo ahora mismo.
-Me deseas.
-¿Qué? ¡Vete a la mierda!. -Paso por su lado mientras se me corta la respiración.
-Me encanta cuando te sonrojas, estas sexy
-¡Déjame en paz!
Sin mirar atrás vuelvo hacer el mismo camino que antes para regresar con Ansher y Jude que en estos momentos seguro que están comiendo.
Hacia la media tarde Salí por los jardines. Estaba ya cansada de oir hablar a Ansher de las desgracias que habian, y todo lo que podía ocurrir si algún plan fallaba.( No necesitaba mas cosas para mi cabeza en estos momentos) Jude estaba entusiasmado con ella, asi que los deje a los dos en la habitación y me fui a dar una vuelta.
Yoel no se había presentado a comer, otra vez habia desaparecido sin decir nada. Pero lo que estaba claro es que tenia que volver para llevarnos a casa. A casa de Jude.. mi nueva casa por una temporada, ya veremos cómo se lo explico a las chicas.
Caminé bordeando los jardines hasta que mi mirada calló en una muralla, se veía algo azul detrás. Cuando me asomé vi que el mar abierto estaba frente a mí.
-oh..
Busco rápidamente un acceso, algo, para poder bajar y enterrar los pies en la arena clara y cálida que está abajo. Veo una pequeña verja sin candado y unas escaleras, sin pensarlo la abro y me bajo corriendo mientras que en mi cara se dibuja una sonrisa de felicidad.
Me dejo caer y me tumbo boca arriba mientras absorbo los últimos rayos de sol de la tarde. Cierro los ojos mientras siento el sol en mi cara y respiro profundamente. Oigo las gaviotas, las olas del mar romper en la orilla, una suave brisa revuelve mi pelo y me llega el olor a salitre y a playa que tanto habia echado de menos.. Todos los recuerdos me vienen enseguida, Carol, mama, Daniel… ups, todos se van, hay alguien a mi lado.
Abro los ojos y veo que Yoel está de pie, a mi lado mirando hacia el mar. No he escuchado sus pisadas. ¿Qué hace aquí? Me incorporo sobre mis codos y me quedo fijamente mirando al mar, como si el no estuviera aqui, aun sigo cabreada,me ha mentido y no tengo muchas ganas de verlo.
-Esta noche habrá tormenta...¿lo hueles?
Levanto la mirada y frunzo el ceño, ¿de que va? Unas veces se comporta como el gilipollas más grande del planeta y otras veces como una persona normal y corriente. Es muy frustrante.
-No, no lo huelo. -Contesto de mala gana.
-Uno de tus dones es el de percibir cosas, solo tienes que concentrarte, cierra los ojos y deja que te envuelva el mar.
No le quiero hacer mucho caso, además me esta molestando, estaba pensando en mi familia y mis cosas cuando ha venido... Lo miro de reojo recelosa y veo que esta con la mirada fija en el mar, la brisa zarandea su pelo dejándole mechones despeinados por su cara..oh..
Bueno a ver.. Cierro los ojos y me concentro en el mar, me dejo llevar.. De repente una espesa niebla invade mi cabeza, luego veo el cielo, esta oscuro, nubes, nubes negras llenándolo todo, luego luces, relámpagos, el agua agitada, lluvia… Abro los ojos y trago saliva. Si, va a ver tormenta.
-¿Lo has sentido verdad?
Levanto la mirada y no se bien como definir su expresión, pero lo que tengo claro es que estoy cabreada y me siento traicionada.
-Lo que siento es que quiero que desaparezcas. ¿Qué haces aquí?
-Nos vamos, he venido avisarte, Jude ya está en el coche.
-oh..bueno, en ese caso tengo que decirte que…
Giro a mirarlo mientras me levanto y no está. Miro a la playa y no está. No esta. Ha vuelto a esfumarse.
-¡Argg! ¡Te odio!
Grito mientras doy una patada en la arena, me ha dejado con la palabra en la boca. Vuelvo por donde he venido y salgo al jardín de la majestuosa estatua del ángel. Cuando llego al coche ya me están esperando dentro.. Ansher esta al lado mirándome sonriente. Me acerco a ella.
-Me ha encantado conocerte Lara y recuerda, cuando sientas que tu mundo se nubla usa la piedra para alumbrar el camino.
-Si, gracias Ansher.
-No me las des querida, es lo único que puedo hacer, ya sabes que los arcángeles no nos relacionamos con los humanos pero sentia la necesidad de hacer esto, debes ser fuerte.
Asiento con la cabeza mientras miro al coche. No nos están escuchando.
-Ansher puedo hacerte una pregunta un poco personal.. Bueno más bien es una curiosidad..
-Adelante querida.
La miro y siento esa paz de nuevo inundándome.
-¿Qué paso con Yoel?, me has dicho que los arcángeles no se involucraron, ¿Que pasó con Yoel para que lo desterraran a la tierra?
La arcángel abre ligeramente los ojos y por un momento creo que la he despistado, pero rápidamente recupera esa dulce sonrisa.
-Querida no soy quien para contestar a tu pregunta..- me mira por un momento con una expresión entre divertida y comprensiva.-.. Pregúntaselo.
-¿Qué? Oh no no ni hablar, no nos llevamos muy bien..
Ansher suelta una elegante carcajada y me pone una mano en el hombro.
-Yoel es un guerrero muy poderoso, es respetado y temido por sus adversarios. No te tomes muy a pecho las cosas que te diga, ahora es una persona clave para ayudarte.
-Si vamos y a mi me hace una gracia…
La mujer se tapa elegantemente con la mano mientras se parte de risa de algun chiste del que no me he enterado
-Eres especial Lara, recuérdalo siempre. Buen viaje portadora.
Me despido de la bella arcángel rubia de ojos sobrenaturales y me meto en el coche sin decir palabra.
Estaba deseando llegar a casa de Jude. Ya era de noche y hacia un frio infernal, se me habia olvidado coger una chaqueta así que cuando entre en casa estaba tiritando.
Jude dormía en una habitación de la planta baja, (las escaleras no eran lo suyo) asi que subí arriba a una habitación que ya había visto con anterioridad que me encantaba, era una habitación mediana, no tenia mucha cosa solo una cama, una cómoda y un armario, pero me encantaba el balcón que tenia. Un pequeño balcón con dos sillitas que dejaba la vista a un hermoso valle con montañas de un verdor sin igual (solo que ahora era mas triste por el invierno). Cuando empece a venir aquí, a veces subia a leer algun libro o simplemente a ver las montañas, me relajaba. Suspire mientras corria la cortina y caminaba hacia el aseo.
Al salir veo que Yoel está parado en mitad del pasillo. Sigo mi camino sin hacerle caso.
-¿Necesitas ayuda para enjabonarte la espalda?
Me giro y veo que sus ojos se ensombrecen mientras ladea una sonrisa divertida. ¿y este cambio de humor?
-No, gracias ¿se puede saber que haces aquí?
Comienza a caminar hacia mi y veo que su mirada cada vez se hace mas oscura y sus pupilas mas grandes. Me agarro al marco de la puerta y jadeo hacia mis adentros.
-Soy tu sombra..¿Recuerdas?. –Trago saliva por el tono de voz ronco que le ha salido.
-Pues espero que mi sombra no me moleste “y no aparezca por ningún sitio” me quiero duchar tranquila.
No soy capaz de mirarlo, así que empiezo a cerrar la puerta poco a poco.
-Lara… - Levanto la mirada antes de cerrar-….Me encanta cuando te sonrojas.
Abro los ojos y le enseño mi dedo medio mientras cierro la puerta en su cara.
-Oh jesús…
Resoplo contra la puerta mientras mi cuerpo se calma. Me quito la ropa y me meto en la ducha dejando la mente en blanco.
Por lo menos creo que he estado una hora metida en el aseo. La ducha ha sido reconfortante y cálida. Me siento mucho mejor, ahora el problema es ¡que no tengo ropa!, hasta mañana por la mañana que valla a casa a recoger cosas no tengo nada para ponerme.
Abro la puerta del aseo y asomo la cabeza. Voy liada en una toalla y por ninguna de las maneras quiero que Yoel me vea asi, si no presiento que moriré de la vergüenza en el acto.
Tras verificar que no hay nadie, salgo a urtadillas hacia la habitación, cuando ya estoy dentro y voy a cerrar la puerta Yoel aparece delante de mi. Doy un respingo.
-¡Ahh!
Grito por el impacto que recibe mi visión al verlo salir de la nada.
-¡Quieres dejar de hacer eso! Jesús, un día me va a dar un infarto.
Me llevo la mano al pecho mientras mi corazón se relaja, levanto la mirada y veo sus ojos que me repasan de pies a cabeza. Trago saliva.
-Te veo un poco ligera de ropa.
Mi cara arde. –Hasta mañana que no valla a casa no tengo nada,asi que si no te importa quiero estar tranquila y dormir, adiós.
Voy a cerrar la puerta pero pasa la mano y la sujeta antes de que la cierre.
-¿Vas a dormir desnuda?
Me quedo sin respiración. Tengo mi cara ardiendo y las piernas echas plastilina en la forma en cómo me mira.. Me esta provocando.
-Yoel, ya, déjame.. Buenas noches
-Espera.
Voy a cerrar la puerta de nuevo pero me detengo, veo que levanta la mano con la palma hacia arriba. Al pasar su otra mano por encima aparece por arte de magia una camisa negra idéntica como la que lleva en estos momentos puesta. Lo miro con la boca abierta.
-Trucos que te hacen la vida fácil ¿no?…-Digo sin quitar ojo de la camisa.
-Exacto. –sonríe gustoso.
Cojo la camisa y me la quedo mirando, bueno, no es un pijama pero asi por lo menos no me pongo el jersey y los vaqueros de esta mañana. Esta limpia.
Levanto la mirada a esos ojos grises que me miran impenetrables.
-Gracias.- Le digo mientras pienso que parece que quiere arreglar las cosas.
-Con esto soñaras mejor conmigo.. Buenas noches Lara.
Y sin poder hablar se da media vuelta y baja rápidamente por las escaleras, visto y no visto, ¡joder! Le enseño mi dedo del medio a su espalda por no gritarle ¡maldito!
Cierro la puerta y camino hacia la cama. Me quito la toalla y me pongo rápidamente la camisa negra, abrocho un par de botones y de repente me doy cuenta de que huele a el.. –oh fantástico- me dan ganas de quitármela, pero no quiero dormir desnuda, asi que opto por meterme en la cama y cerrar los ojos a ver si consigo coger el sueño. Ha sido un fin de semana increíble.