Capitulo 1.- Una linda y nada falsa familia.
Pov.Onodera
¡¿Qué demonios es todo esto?!
-Yo...-Subi la mirada, esto es imposible, esto no esta pasando, esto- E-Es imposible, esto no es...
-Señor Onodera, Felicidades. –No, no, imposible, yo no puedo-Esta embarazado- ¿Qué?
-¿Q-Que es esto?-Logre preguntar, levantando temeroso mi mirada para encontrarla con aquellos ojos zafiro que me veían con incomodidad, por tercera ocasión. Releer esos papeles en mis manos no parecían dar resultados, eran exactamente lo mismo, no cambiaban ni se modificaban, esto... -¿Qué demonios es esto?- Repetí.
-Onodera-san, debe calmarse. Le hará daño-Advirtió, hablando con tranquilidad aquel hombre con bata, ¿Calmarme? ¿Cómo puede decir algo como eso? ¿Qué acaso no entiende lo que está pasando aquí?
-¿Qué? ¿Cómo puede decir eso? ¿Acaso no vio estos exámenes? ¿Cómo se supone que deba reaccionar con estos resultados? ¿Cómo espera que reaccione cuando usted pronuncio esas palabras?-Bombardee con preguntas, incrementando la intensidad con cada una de mis palabras. Esto es una locura, una tontería, es... ¿Es imposible?- ¿Es posible esto?-balbucee
-En realidad si es posible-Interrumpió mis pensamientos- Onodera-san, son pocos los casos que se presentan, sin embargo no es anti-natural. Entiendo que se sienta asustado ante esta abrumadora noticia, se que la visión que tiene la sociedad puede ser algo cerrada, errónea, pero si ellos lo ven incorrecto o inmoral, es algo que a usted no debe importarle. Aquí no se le juzgara, es su decisión si quiere continuar con su embarazo o si prefiere detenerlo-Pronuncio esas últimas palabras, logrando clavarlas una tras otra en mi latiente corazón, ¿Detenerlo?
-Es su decisión señor. Al ser esta una situación delicada, nosotros tenemos los medios necesario para ayudarlo con ello.-Agrego
-No. Yo no, yo no quiero eso-No se que estoy haciendo...
-¿De verdad? Onodera-san, ¡Eso es fantástico!-Expreso.
-¿Si?-No se si es lo correcto o no, sin embargo, me niego a pensar en terminar con la perfecta mezcla de Masamune y mia. ¿Qué es todo esto?
-Por supuesto. Sabe que aquí tendrá el apoyo que necesita a lo largo de su embarazo. Cualquier duda sea libre de preguntarla, que será respondida con mucho gusto. Aunque claro, debo darle algunas especificaciones que deberá cumplir.-Dijo alegre el azabache, alejando la incomodidad de la atmósfera que se había formado.
-Sobre eso, ¿Debo traer a alguien en mi siguiente cita, cierto?-Me atreví a preguntar, aun sabiendo la respuesta. El doctor me vio unos segundos con esa sonrisa plasmada en sus labios, con silencio y esa inútil mirada reconfortante balbuceo- Así es, Onodera-san.- reforzando cada uno de mis temores.
Estaba por decir algo, pero el vibrar de mi celular me silencio. No necesito ser adivino para saber de quién se trata, se perfectamente bien quien se encuentra del otro lado de la llamada, y al ver la pantalla, solo lo confirma...
¿Ahora que se supone que haga?
-¿Quiere que lo deje solo?-La voz del doctor me hizo reaccionar, solo pude asentir y tan pronto la puerta se cerro, solo pude soltar un suspiro antes de responder a esa llamada...
-Hola, ¿Sucede algo?-dije, tratando de controlar los estrepitosos latidos de mi corazón y el miedo por el que es mi ahora esposo Masamune, se atreviera a preguntar lo que sucedía con mi visita al doctor.
-No, realmente. Solo quería saber cómo estabas, amor. ¿Todo está bien allá?
-C-Claro, todo está bien.-me apresure a decir, deseando que mi nerviosismo no se viera reflejado...
-Saldré dentro de poco, ¿Qué te parece si nos vemos? –Dijo, tras mi pequeño silencio.
-En realidad, yo preferiría que...- Por favor, Ritsu. Quiero verte.- Interrumpió, y con tan simples palabras, mueve a su antojo mi mundo...
-De acuerdo, llegare en 20 minutos-logre decir antes de colgar.
No se que estoy haciendo, o si esto es lo correcto, pero...
-¿Nos vemos en la siguiente cita?-Pregunto amablemente el doctor.
-Si...
Solo se que no quiero renunciar a esto.
Pov.Takano
Es más de medio día, y extrañamente, a pesar que recién regrese de mi luna de miel con Ritsu, ansió verlo y poder besarlo. Después de haber atravesado por tantas cosas, al fin uní mi vida con la persona que amo, conseguí que esa falsa etiqueta de un falso prometido se fuera, convirtiéndome así, en el esposo del castaño que desequilibra mi mundo entero. Estoy en la editorial, y a pesar que he intentado de todas las maneras posibles, no soy capaz de concentrarme, necesito saber de Ritsu...
Escuchar su dulce voz solo logro preocuparme, aunque parecía querer ocultarlo, se notaba nervioso.
A afortunadamente, lo convencí de vernos dentro de veinte minutos, que será mi salida. Por alguna razón, estoy ansioso...
-Ritsu...-Deje salir, en cuanto lo vi del otro lado de la calle. Camine hasta él, y así, tan pronto llegue hasta el, probar la suavidad de sus labios.
-¿Qué crees que haces? Estamos en público, Masamune- me regaño apenado, aunque sin intenciones de separarse de mí. Acaricie su mejilla, dejando salir una sonrisa en mi rostro al ver como rehuía de mi mirada por la vergüenza que sentía al comportarnos de esta manera en un lugar público.
-¿Vamos a comer?-le pregunte, y solo asintió. Tome su mano entrelazando nuestros dedos a pesar de sus quejas y regaños. Volvimos al estacionamiento de la editorial donde se encontraba mi auto.
El viaje fue tranquilo, hablando de cosas sin sentido, solo disfrutando de la compañía del otro. Sé que Ritsu fue al doctor hoy por la mañana, y aunque quiero preguntarle que sucedió, quizás pueda esperar.
-Masamune, ¿Te gustan los niños?-Pregunto de repente, ¿Eh?
Estamos en un restaurante, la repentina pregunta de mi amado me sorprendió, dejándome completamente confundido. El mesero llego con nuestros platillos, y con gentileza los dejo en sus respectivos lugares, dándome algo de tiempo para analizar un poco aquella pregunta. ¿De qué se trata todo esto?
-¿A qué se debe eso?-me atreví a preguntar, al no entender el tema en particular. El nerviosismo en la luz de mis ojos se volvió evidente, jugueteando un poco con sus manos, haciéndolo incapaz de formar palabra alguna, solo volviéndolo más lindo de lo que ya era, ¿Acaso no se da cuenta de cuan lindo es?
-B-Bueno, solo trato de formar una conversación- respondió.- Solo responde.-agrego, indicándome con la mirada, lo ansioso que estaba por mi respuesta.
-No, los niños pueden llegar a ser irritantes y algo complicados...-alcance a decir, antes de ver como con esas simples palabras, el brillo en su mirada al igual que toda su expresión parecía ir agrietándose con el paso de cada palabra... ¿Qué está pasando?- pero...-¿Eso crees?-me interrumpió. Realmente no estoy entendiendo nada, no entiendo esa dolorosa expresión, ni ese interés por el tema, esto es demasiado extraño.
-Ritsu, ¿Qué sucede?-Se congelo, aunque esto duro solo unos segundos y de inmediato se ceño se frunció.
-Nada, no entiendo porque insistes en eso. Ya te dije que no ocurre nada, Masamune-expreso molesto e incomodo. Recalcando las anteriores ocasiones en que le pregunte lo mismo al notarlo un poco extraño y nervioso.
No sé qué hacer o decir, no entiendo la situación. En cuestión de horas ese mundo de color de rosa al estar recién casado parecía que desaparecería, las inseguridades y mentiras parecen ser que llenaran de nuevo nuestras vidas, y el solo pensar en eso, me desquicia. ¿Qué debo hacer para que confíes en mí? Soy su esposo, la persona con la que unió su corazón y me preocupa que el enfrente solo sus temores, que el luche en una batalla solo, y que yo no sea lo suficiente para él como para confiarle algo que lo aterra... -De acuerdo.-Me limite a decir sin ser capaz de voltear a verlo.
El silencio nos rodeo, y la incomodidad y ansiedad por salir de ahí solo parece incrementar. ¿Qué se supone que estamos haciendo? -¿Podemos irnos?-pregunto.
-Sí.
El camino en mi auto fue silencioso, Ritsu no hablaba más que fuera sumamente necesario, parecía algo incomodo con el ambiente asique después de algunas calles, termino cayendo en un mar de sueños, recargándose en la ventana levemente, posando sus brazos sobre su vientre ligeramente. Solté un pesado suspiro al darme cuenta que la situación entre nosotros podría empeorar. Realmente, nadie dijo nada ni hizo nada, solo dejamos que la situación se diera y de algún modo, todo termino de esta manera. Esta por atardecer, el cielo ha comenzado a tornarse anaranjado.
Detuve el auto cuando al fin llegamos al edificio donde se encontraba nuestro departamento. Gire solo un poco para ver al castaño junto a mí y...
Aun no entiendo el efecto que provoca en mí, ni cómo puede cambiar mi ánimo con simples acciones, incluso, como es capaz de enamorarme aun más sin ni siquiera intentarlo. La posición en la que se encontraba lo hacía ver simplemente lindo, mi corazón se acelero y sin poder resistirme, desabroche mi cinturón de seguridad y con cautela me incline frente al durmiente castaño...
Pov.Onodera
La dulce opresión en mis labios me desconcertó un poco, las tiernas caricias a mi mejilla confundían mis pensamientos, y esa agradable esencia me hizo reaccionar ante lo que sucedía...
El beso duro algunos segundos más, tan pronto se alejo el perfecto calor que me rodeaba, me atreví a abrir los ojos conectándolo de inmediato con sus ojos color miel que descontrolaban mis latidos...
-Lo lamento, no quise despertarte.-Balbuceo.
-No hay problema.- Solo pude decir. Era incomoda la manera en que nos tratábamos como si fuéramos completos extraños, sin embargo, con lo que acaba de suceder, quiero pensar que Masamune no está molesto... -Deberíamos salir-balbucee.
-Tienes razón.-Dijo vagamente quitándose de encima. Saliendo del auto para así yo hacer lo mismo.
Sé que esta paranoia no nada buena, sé que estoy pensando mucho las cosas y se, que solo estoy creando falsas dudas de todo esto. Quiero decirle, ansió decirle al azabache lo que sucede con mi cuerpo, lo que crece dentro de el y lo que llegara dentro de 9 meses a transformar nuestras vidas. Sin embargo, el miedo calla cada uno de estos pensamientos.
Los niños pueden llegar a ser irritantes y algo complicados...
¿Qué se supone que deba pensar sobre esto? ¿Qué pasara cuando le diga lo que ocurre y le desagrade la idea? ¿Qué se supone que hare si él decide dejarme? Nada, eso es lo que hare. No podría retenerlo, sé que me ama, después de haber pasado por tantas cosas estos últimos años, no tengo alguna duda que yo también lo amo. Sin embargo, lo que me ocurre es considerado imposible, ¿Cómo podría mantenerlo a mi lado si algo como esto no estaba dentro de sus planes?
-Tranquilo, no hay nadie cerca...-Balbuceo una vez me tense al sentir su cálida mano sujetando la mía. Me sonrió por un momento, y así siguió con su camino hacia el elevador aun sujetando con fuerza mi mano. Realmente... ¿Cómo es posible que dude de este amor?
-Hay algo quiero decirte...-Susurre, atrayendo su atención. Me miro unos segundos antes de atreverse a hablar.
-¿De qué se trata?-
Yo ansió decirle...
Sin importar lo que pueda ocurrir con esta futura familia...
Continuara...
Hola, gracias por leer.
Quiero aclarar, que esto es la segunda temporada de Mi lindo y falso prometido, si no han leído ese fic, no se preocupen, de alguna manera se volverán historias diferentes.
Sin mas, espero les haya gustado este fanfic, y una vez mas, gracias por leer.