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Hoy era sabado, había amanecido un poco nublado, pero habian ratos en los que salia el sol a calentar un poco las calles de este olvidado pueblo. Como todos los sábados habíamos pasado el dia en casa de Linda charlando, comiendo y jugando a las cartas. Me había echo toda una aficionada al poker gracias a Susi, soliamos hacer timbas y apostabamos chucherias en cada subida, lo malo de todo es que Víctor era un experto y siempre nos desplumaba todas las chuches. Alguna vez tube la tentación de meterme en sus mentes para ganar, pero aun no me veía preparada para algo así y la verdad es que me daba igual, me partia de risa con ellos y me estaba enseñando a mentir y a ir de farol con las cartas, pensé que quizás podia ser bueno para "los asuntos inmortales" en los que estaba metida, alomejor me servia para algo, quien sabe.
Después de pasar una agradable mañana y a ver comido un pastel de carne delicioso de Linda nos marchamos a casa a cambiarnos de ropa, ivamos a ir a un Mexicano que estaba en la ciudad. No tenia ganas de arreglarme mucho, así que me puse unos vaqueros oscuros, una blusa beis con mis botas planas a juego y como hacía un frio de mil demonios cogí una chaqueta y una bufanda antes de salir de casa.
Ahora estábamos caminando por las calles de la ciudad, habiamos venido un poco temprano para aprovechar los últimos rayos de luz que nos proporcionaba el dia, la noche llegaba antes dejando una tristeza y un frio sin igual. Me rodeé con los brazos mientras ivamos caminando hacia el restaurante.
Cuando llegamos nos sentamos en una mesa de 4 proxima al aseo y pedimos la orden -unos burritos XL- que por cierto estaban buenísimos, ya me habia comido dos y nose como, porque sentía que iva a reventar, le dí el ultimo bocado maldiciendo por lo bajo porque estaba segura de que esto iva a ir directo a mis caderas.
Muerdo y una gota de salsa se estampa en mi pantalón.
-Ya te has puesto una medalla…-Me dice Víctor mientras mira como cojo una servilleta disimuladamente.
-Umm ¿yo?...-Sonrío.
-Oh dios mio voy a explotar…-Miramos a Linda que esta espatarrada en la silla mirandose la barriga, de repente la voz cantarina de Susi llama la atención de todos.
-Oye oye ¿vamos a speculum?
Miro a Susi mientras me limpio los restos de salsa, siempre inquieta y con esa mirada traviesa que te dice que no trama nada bueno.
-¿Qué es eso?. –Pregunto.
-Es un pub.. pero no en plan discoteca ni nada de eso, es mas de reláx, ya sabes, tomar algo tranquilo, es del rollo chill.out que tanto le gusta a Victor.
-¡Ah si! me han hablado bien de ese sitio, lo que queráis.
-¿Tu que dices Linda?..- Le digo mientras ella sigue mirando su barriga fijamente.
-vale si esta bien, pero primero tengo que ir al aseo, esta comida me revuelve el estomago..
Estallamos en carcajadas al ver como se levantaba e iva corriendo al aseo disimuladamente.
Cuando regresó pedimos la cuenta y nos fuimos al Speculum. Supuestamente no estaba muy lejos del Mexicano por lo que decidimos ir caminando.
Mientras Víctor y Susi discutian sobre cual era la calle exacta. Yo caminaba en silencio observando las calles, las farolas ya estaban encendidas, alumbraban la oscuridad de las calles frias y sin gente, solo unas pocas parejas paseaban por la calle. Se notaba el cambio de estación y de que incluso la ciudad estaba un poco mas apagada con la llegada del invierno.
Llegamos al pub, estaba en una de las calles principales por lo que no nos costó encontrarlo, desde la calle parecía una simple cafetería pero cuando entramos un olor a incienso entro por mi nariz. Mire a mi alrededor y todo era blanco, paredes, sofás, puffs, barras, todo, toda la decoración blanca dándole un aire ibizenco de lo más fresco y agradable en este invierno frio que estaba entrando. Me recorrió un escalofrio.
Habían pequeñas palmeras por las esquinas y paredes pintadas con el océano. Al final de la sala unas grandes camas blancas con unas cortinas finas alrededor que llamaron mi atención y como si Susi me leyese el pensamiento fué directa a una de ellas. Caminamos entre las mesas, habia bastante gente arreglada tomando copas y charlando tranquilamente.
Cuando llegamos nos quitamos los zapatos y los dejamos a un lado. Susi se tiró en plancha a la enorme cama.
-Esto esta mejor de lo que pensaba.
Víctor miraba a todos lados mientras que no paraba de decir que era espectacular, Linda se sentó a su lado mientras le contestaba.
-¡Si! muy veraniego.
-Os lo dije.. ¿unos margaritas?
Todos giramos a mirar a Susi que sonreía traviesa mientras daba palmaditas en la cama.
-Solo uno.. ¡venga vaaaa! ¡es sábado!
Mientras que Linda refunfuñaba el camarero nos trajo una bandeja con cuatro margaritas adornados en copas con una rodaja de lima y sombrillas de colores. Dí un sorbo y mi lengua se mezclo con la sal del borde y un jugo amargo a la vez que potente. Tosí.
-Oh joder..esto esta fuerte.. –Digo mientras me recupero del amargor.
-Para ti todo esta fuerte.
-¡Anda ya!
Digo sonriendo mientras le doy un ligero empujón a Susi y mi mirada va a través de la habitación para ponerse en dos hombres que me miran desde la barra.
Mis músculos se tensan.Trago saliva.
-¿Vamos a quedarnos mucho rato?.. –Pregunto con un mal presentimiento.
-¡Acabamos de llegar!, bebete esa copa y luego hablamos.
-Esta bien…
Doy otro sorbo mientras que con la mirada vuelvo a buscar a esos hombres. La aparto rapidamente, me estaban mirando. Cojo la copa entre mis manos mientras intento pensar otra cosa.
“no vallas a sitios públicos, están por todas partes..”
Mi mente lo capta.. Jude me había avisado de esto -Mierda- los demonios y los ángeles viven camuflados entre la gente y tengo la extraña sensación de que esos dos hombres són demonios... ¿o quizás no eran inmortales? Joder, a veces puedo llegar a rallarme..
Me giro un poco hacia Susi intentando verles mejor. Uno es alto y moreno de piel, tiene rasgos árabes pero no estoy segura por las gafas de sol que lleva, el otro mas bajito pero con la misma expresión en su cara me mira mientras absorve de una copa, los dos vestidos de negro, los dos con gafas de sol y los dos sin quitarme ojo de encima. Me recorre un escalofrio punzante y frio por la espalda... ¡Maldita sea! Le tenia que a ver echo caso a Jude.
Tras bebernos las copas y ponerme demasiado pesada al fin salimos fuera. Conforme pisé la calle cogí una gran bocanada de aire y miré hacia atrás para ver si esos dos hombres habian salido. Respire tranquila al ver que no.
Nos fuimos a los coches y hasta que no llegamos a casa no me sentí del todo bien. Había pasado tan mal rato que hasta tenia el estomago revuelto, menos mal que las chicas no lo notaron por que si no me hubiera dado un ataque de histeria allí mismo. No estaba segura de quienes eran esos hombres, ¿demonios? ¿ángeles? A saber.. lo que si sabía es que no me habian dado buena espina.
Tras entrar en casa subí arriba a cambiarme de ropa. Aun era temprano para ser sábado, pensé en ver un rato la tele mientras charlaba con mi hermano, él seguramente estaría por ahí y me entretendria un rato para olvidar a esos hombres.
Me quité la ropa y me puse unas mallas azules y una camiseta ancha de dormir. ¡Dios! necesitaba agua ¡ya!, el margarita me habia dejado la garganta áspera y reseca.
Salgo de la habitación y atravieso el pasillo frotandome la cabeza. Bajo un escalón cuando escucho unas voces.
-Esta aquí… la siento..
Me paro en seco mientras mi corazón da un vuelco..Sin más, corro dentro de la habitación y paso el seguro temiendome lo peor.
-oh no no no…
Digo mientras saco torpemente el móvil del bolso y marco el número de Jude mientras me hago una bola pequeña en la cama.
-¿Lara?.. que horas son.. ¿estas ahí?
-Jude están aquí , ¡están dentro!
No puedo articular palabra, el pánico y el miedo me han echo un nudo en la garganta.
Había entrado alguien y sabia que no eran personas “normales”, lo sentía, esto era malo, muy malo...estaba perdida.
-Lara calmate, tranquila, recuerda los bloqueos no dejes que entren en tu mente o sabran que eres la portadora, escapa y ven a mi casa como sea… ¿Lara me escuchas?.... ¿Lara?
Ya era demasiado tarde, estaban aquí.
La puerta se abre de par en par haciéndome dar un respingo por el sonido sordo al rebotar. Trago saliva. Miro con horror la puerta pero nadie entra. Siento una fragancia extraña que entra poco a poco hasta llegar a mí.. un olor ágrio a la vez que picante.
-¿Hola?..-Me atrevo a preguntar, de repente dos tios entran en la habitación.
-Hola holaaa..oh joder la tia esta para comérsela.. –El hombre bajito viene directo hacia la cama.
-¡Quieto! no podemos tocarla aun, no sabemos si es la chica y Snake la quiere “entera”..
Miro con dolor a los dos tios que rien a carcajadas. Trago saliva. Eran los dos tios que habia visto en el pub, si, no me habia equivocado, estos seres eran inmortales, demonios, el tio mas alto tiene una expresión dura y muy muy agresiva, mientras el más bajito me desnuda con la mirada, siento palidecer.
-Hola preciosa.. dinos, ¿tienes alguna piedrecita que cambia de color?
-¡No la toques imbécil!, si le haces algo y es la chica Snake nos matará a los dos.
-No pienso hacerle daño a esta princesa…
El hombre ya esta a mi lado y toca mi pelo mientras me mantengo quieta, sin respiración y sintiendo que poco a poco los ojos se me llenan de lágrimas.
-Dinos princesa..¿donde esta esa piedrecitaa?¿eeeh?
Siento los dedos del hombre tocar mi pelo pero mis ojos estan clavados en el tio alto que esta parado en el umbral de la puerta. Me mira fijamente bajo un potente redoble de mi corazón, siento una presión muy fuerte en la cabeza, tanta, que no paro de imaginarme muros y muros de cemento de consistencia tan sólida que hasta me duele la cabeza de pensar... llevo la piedra escondida en mi cuello pero siento que este ser es muy poderoso y oh… ¡santa mierda! esta intentando colarse en mi mente..y otro bloque de cemento y otro, otro, otro….
Escucho un ruido abajo fuerte y seco -Mierda- mi cabeza se queda en blanco.
-Es la portadora, ¡cogela!
-Oh mi princesa ahora si…
Justo cuando va a cogerme lanzo una patada en sus “partes” que logra tumbarlo en el suelo.
-¡Maldita perra! ¡cógela antes de que la mate!
Grita el hombre bajito a los pies de la cama, ahora ya no se hace tanto el chulo. Salto y doy dos pasos hasta que el tipo alto se para delante de mí. Me quedo inmóvil mientras veo como se quita las gafas dejándome ver unos ojos blancos con una pupila tan negra que me pone la piel de gallina, se aparta la gabardina negra que lleva dejando a la vista un remolino blanco que se vuelve negro para quedarse en un tono gris oscuro a su alrededor. Trago saliva.
-¿Dónde te crees que vas?
Sin pensar, salgo disparada contra aquel hombre y me escurro de entre sus brazos, corro escaleras abajo y al salir por la puerta miro hacia casa de Linda. Hay luz en la habitación, tengo que alejarme de aquí.
-¿Cómo la has soltado?
-¡Que no la he soltado imbécil!
Escucho a los hombres que ya vienen detrás. Cojo aire y salgo corriendo a través del bosque. Pienso en un plan, tengo que esconderme en algun sitio y luego ir a casa de Jude, mi casa ya no es segura y no puedo llevarlos alli, Linda y los demás pueden correr peligro, me jugaba el cuello a que nos habian seguido hasta aquí.. ¿Cómo habia sido tan tonta?
Corrí sin mirar atrás, el arroyo ya lo habia pasado y no encontraba ningún escondite que me sirviera, los hombres corrian a ultra velocidad poniéndose a mi lado sin apenas esfuerzo, me decían cosas y se reian maliciosamente de las barbaridades que soltaban por la boca.
Corrí mas rápido, me paré en seco y ellos siguieron corriendo dejándome a mi atras, giré y empecé una nueva marcha en otra dirección, logre despistarlos unos segundos pero los hombres no tardaron en estar a mi lado de nuevo.
-¡Es buena!
-¡Callate imbécil! ¡O la coges tu o la cojo yo pero ya esta bien!
Estan a mi lado de nuevo, paso con paso, pierna con pierna, yo ya estoy sin respiración sintiendo la angustia de que este va a ser mi fin.
Me paro en seco otra vez, pero mis movimientos ya se los conocen, la mala suerte que resbalo y caigo de culo cuando quiero echar a correr. Se paran a dos pasos de mi.
-Joder con la tía..
-Es fuerte..¡eh niña!
Miro desafiante al hombre con rasgos árabes que me mira desde arriba con sus ojos blancos. Si este va a ser mi fín no voy a dejar que me intimiden.
-¿Qué soys hombres de Snake?
-Valla valla y por lo que veo la princesita es lista..
-¡Callate!..-Manda el hombre alto al otro que parece su bufón. Me mira de cerca.
-Escuchame bien niña, si quieres que no te mate antes de llevarte a mi jefe más te vale que me dés la piedra ya, o de lo contrario no volverás a ver a tus amigas.
Trago saliva por la amenaza, pero no no, no puedo dársela, la tierra esta en peligro, ya no era solo yo o las chicas, si no la vida de miles de inocentes.
-No pienso dártela.
Lo miro desafiante. Entrecierro los ojos mientras siento que intenta de nuevo meterse en mi cabeza.
-Veo que ya has conocido a tu guardián.. Te ha enseñado bien, pero no lo suficiente.
Echo mi mano hacia atrás y cojo un puñado de tierra seca cuando siento que se acerca a mi.
–Snake nunca tendrá la piedra de luz, dejarle ese recado. –El hombre alto abre sus ojos mientras el bajito exclama.
-¿Cómo?
De repente todo pasa muy rápido, conforme digo las palabras les arrojo la tierra seca provocando una espesa nube de humo y me inclino para salir corriendo, en eso, los dos hombres saltan sobre mí con una fuerza sobre natural atravesando la nube de polvo que yo misma he creado, siento mi vida pàsar cuando me tropiezo y caigo de boca, giro y veo que ya los tengo encima. Cierro los ojos y me contraigo tirada en el suelo por el impacto que estoy a punto de tener… Escucho un fuerte golpe, pero no contra mí, abro poco a poco los ojos aturdida y muerta del miedo.. Veo una silueta, un hombre, alto, de espalda ancha ,con ropas oscuras y un pelo negro como el carbón que se zarandea con el aire dejando ver reflejos azules.. Una brisa marina y fresca viene hacia mí como una dulce caricia, inspiro.. ¡Oh dios mío! ¡jamás me habia alegrado tanto de verlo!
Yoel estaba dándome la espalda con pose protectora, sus puños apretados a los lados de su cintura, habia mandado a los dos hombres 5 metros mas allá arrasando con todo por el camino, mi corazón comenzó a latir fuerte, potente bajo aquel hombre oscuro que habia venido a salvarme.
-¿Estas bien?
Cuando mis ojos encuentran los suyos me quedo sin habla, mientras siento algo bajar por mi estomago en picado. Asiento con la cabeza mientras asimilo de que esta aquí, conmigo, delante de mis ojos. No es una ilusión, es real…
-¿Lara? Necesito que me escuches, escondete, sube a algun árbol y quedate allí ellos no miran hacia arriba son miopes..¿Me has entendido?
-Si..
- Vamos ¡corre!
Miro y los hombres ya se estan incorporando mientras murmuran maldiciones, Yoel me coje de la cintura y me pone en pie mientras me da la espalda. Me quedo quieta, paralizada, asustada, siento que el corazón me duele y que mis ojos se llenan de lágrimas, no puedo irme, ahora no que ha vuelto.. no podía dejarlo marchar, yo sentía que no podía, no podía dejarlo con esos dos hombres aquí.. Todo esto es por mi culpa.. fui hablar.
-¡Lara vete!
Pero cuando se gira y me mira de aquella manera corro. Salí corriendo mientras mis ojos se desbordaban de lágrimas, habia vuelto… habia vuelto y de nuevo me estaba rescatando como todas las otras veces que lo hizo y no quise verlo. ¿Por qué?....estaba tan alterada que las lágrimas no me dejaban enforcar bien. Ví un árbol que tenia unas ramas bajas, subi a la parte más alta y me quede allí acurrucada, tiritando del frio mientras tenia una sensación amarga.. Ahora mi único pensamiento era Yoel, crucé las manos y recé por que regresara, no podía perderlo, ahora no que habia vuelto a mi vida, pese a ver empezado con mal pie, pero él siempre estuvo ahí restacatandome en los peores momentos, oh joder.. por favor por favor que no le pase nada, por favor por favor…
Me inclino un poco. Escuchaba golpes a mi alrededor, sonidos como truenos rebotando y haciendo eco por todo el bosque. De repente un árbol caia a mi lado, depués otro allá en la lejanía, la tierra temblaba dejando un sonido sordo y estremecedor a lo lejos.. Sabía que estaban luchando, pero no alcanzaba a verles, luchaban a una velocidad tan rápida que apenas me daba tiempo a girar la cabeza para ver algun golpe.. Escuchaba risas y maldiciones pero a Yoel no lo oia.. Estos segundos que estaban pasando se estaban convirtiendo en minutos infernales, estaba a punto de que me diera un ataque al corazón.
De repente un rayo de luz sale de la tierra y se proyecta en el cielo iluminando todo el bosque, tengo que taparme los ojos por el enorme resplandor que provoca. Trago saliva mientras siento que la tierra poco a poco deja de temblar. Me llevo las manos al pecho con un mal presentimiento, no escucho nada, ni siquiera las voces o alguna señal de que aun siguen peleando, nada.
Cuando mi vista se acostumbra de nuevo a la oscuridad miro a mi alrededor.. El caos arrasa todo, los árboles estan arrancados y la tierra removida dejando surcos y hoyos en el suelo, se habia empezado a prender fuego unos matorrales que estaban encima de un árbol.. uf valla desastre ¿si solo tres hombres habian acabado con una cuarta parte del bosque que estaba en el pueblo que harian cientos de demonios con la tierra?, ahora entendía porque Jude me insistia tanto en proteger la piedra.
Escucho un ruido y mi respiración se corta. Abrazo mis piernas con los brazos acurrucándome aun más en mi escondite. Poco a poco los pasos se acercan al árbol. Bajo la mirada y me recorre un escalofrio lento y una sensación de dejavu cuando me veo a Yoel parado debajo del árbol donde estoy escondida.
-¡Yoel!
Me inclino y me dan ganas de saltar del árbol y abrazarlo, ¡oh dios mio gracias, gracias.. !
Nos quedamos mirándonos fijamente mientras que el viento zarandea mi pelo. Esta sensación es como en el sueño..
-¿Estas bien?
-Si…
Le digo casi sin aliento mientras que esa mirada electrizante que ya casi habia olvidado me debora lentamente. Siento esa electricidad...
-Uno a escapado, pero el otro no a tenido tanta suerte.
Me revuelvo en mi sitio mientras dice esas mortíferas palabras. Nos quedamos mirándonos en silencio, hacia tanto tiempo que no lo veía que hasta sus ojos me parecían más brillantes y más grises que en mis sueños. No podia apartar la mirada.
Ladea la cabeza mirándome con la misma intensidad con la que yo lo miro a él.
-Tirate.
-¿Qué?
-Dejate caer yo te cojo..-Lo miro desconfiada-.. ¿Sigues desconfiando de mi después de todo?
Veo como levanta sus brazos y me mira mientras espera mi decisión.. Uf tirarme.. Sin pensármelo más veces me arrimo despacio al borde de la rama, cierro los ojos y pensando en mi madre me doy un pequeño empujón.
Un segundo de caída libre al vacío mientras que mi respiración se corta y al siguiente me encuentro en unos cálidos brazos rodeándome con fuerza.
-Ya puedes abrir los ojos.
Inspiro profundamente pegada a su pecho mientras una lágrima resbala por mi mejilla.
Lo abrazo sin darle tiempo a reaccionar, paso mis brazos por su cabeza y lo atraigo hacia mí tan fuerte que me vengo abajo y me pongo a llorar descontrolada.
-ee ya…tranquila… estoy aquí.
Abro los ojos y veo que esta sucio y lleno de sangre.
-¡Oh dios mio! ¿Estas herido? ¡Oh joder estas sangrando! espera espera…
Me revuelvo entre sus brazos para ver por donde mas esta herido. Tiene la camisa rota y unos arañazos muy feos de los que brotan sangre sin parar, quiero bajarme pero el apreta sus brazos contra mí mientras busca mi mirada con esos hermosos ojos grises.
-Tranquila se sanan solas, en unas horas estarán todas cerradas.
Lo miro acordándome de cómo sus dedos se deslizaron por mi pie y me sanaron la herida. Trago saliva.
-¡¿Por qué te fuiste?! ..-Le doy un golpe en el pecho y lo miro con rabia-..¡Joder! ¡me dejastes sola en medio de toda esta mierda! ¡desaparecistes por meses enteros después de volverme loca por semanas! ¡dame una buena escusa para no matarte ahora mismo!
Por primera vez lo escucho reir, una risa ronca natural que rebota contra mi pelo mientras se desliza delicadamente por mis oídos haciendo calmar mi corazón por el arrebato de furia contenida que ha tenido.
-Buscas muchas respuestas Lara.
Lo miro frunciendo el ceño, su arrogancia la mantenía intacta, no habia cambiado después de todo este tiempo.. Pero poco a poco me voy quedando sin respiración cuando empiezan a ensombrecerse sus ojos y me mira de esa manera en la que todo mi cuerpo se contrae involuntariamente...oh oh...
-Ves.. te dije que estabas sedienta de mi.. Me has echado de menos ¿verdad?
Y con esas palabras rompe toda la magia del momento…No habia cambiado, su sonrisa arrogante y esos ojos nublados haciendome de nuevo sonrojar y siempre sintiendo que voy a dos pasos por detras de él.
Estoy a punto de contestarle unas cuantas palabras cuando pone un dedo sobre mis labios dejandome estática.
-Te lo explicare todo más tarde...-Mi respiración se agita cuando desliza el pulgar por la comisura de mis labios-...Pero quiero que sepas que esta vez he venido a por tí, no a por la piedra de luz.