ABISMO

Autorstwa elen_green

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Lara Sylva nunca se imagino que tras aceptar el trabajo de sus sueños su vida daría un giro inesperado... Tra... Więcej

ABISMO
CAPITULO 1.
CAPITULO 2.
CAPITULO 3.
CAPITULO 4.
CAPITULO 5.
CAPITULO 6.
CAPITULO 7.
CAPITULO 8.
CAPITULO 9.
CAPITULO 10.
CAPITULO 11.
CAPITULO 13.
CAPITULO 14.
CAPITULO 15.
CAPITULO 16.
CAPITULO 17.
CAPITULO 18.
CAPITULO 19.
CAPITULO 20.
CAPITULO 21.
CAPITULO 22.
CAPITULO 23.
CAPITULO 24.
CAPITULO 25.
CAPITULO 26.
CAPITULO 27.
CAPITULO 28.
CAPITULO 29.
CAPITULO 30.
CAPITULO 31.
CAPITULO 32.
CAPITULO 33.
CAPITULO 34.
CAPITULO 35.
CAPITULO 36.
CAPITULO 37.
CAPITULO 38.
CAPITULO 39.
Nota de la autora.

CAPITULO 12.

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Autorstwa elen_green

12****************************

Cuando desperté a la mañana siguiente me sentí otra persona diferente. Con la cabeza más despejada y con nuevas ideas que me venían como ráfagas de viento a la cabeza. Anoche  me tiré más de dos horas en casa del restaurador, al final se hizo tan tarde que me tocó llamar a Víctor para que no se preocupara. Había descubierto tantas cosas que no sabía bien por dónde empezar a desfragmentar para asimilarlas.

Tras levantarme entre ladridos, me bajé a la cocina a prepararme algo de café y ponerle comida a Kenzo. Después salimos a pasear por los alrededores de casa. No me iva adentrar mucho y menos después de lo que me dijo anoche Jude, ya no estaba segura en ningún lugar.

 No paraba de darle vueltas a la cabeza recordando esos ojos afilados y esos labios ardientes que me habían quitado el sueño una vez…él.. Un demonio caza recompensas.. oh dios y lo que es peor ¡me había liado con él! De repente un sabor amargo se deslizó por mi lengua.

-¡kenzo para!

Kenzo  tiro de mí provocando que mi mente se quedara en blanco. Lo mire a regañadientes y  nos metimos en casa mientras intentaba despejar todo este amasijo de dudas y preguntas que tenia. Aunque la verdad ya me encontraba mucho más tranquila, al fin alguien podía entenderme.

 Conforme entré cogí el móvil y  llame a mi madre para conectar con el “mundo real”, hablar con mi familia me hacia poner los pies en la tierra y salir de toda esa nube que poco a poco ensombrecía mi vida. Tras contarle “las novedades” seguimos charlando un poco más, me contó alguna trastada de mi hermano mayor pero poca cosa, ellos seguían igual con su vida de siempre.. si mama supiera en el lio que me había metido por esta maldita piedra jamás me la hubiera dado.

Tras estar una hora hablando con mi madre me puse a cocinar intentando distraerme un poco. Llame a linda antes de comer, había preparado una paella, (plato de mi tierra) y sabia que me sobraría más de la mitad, no encontré ningún recipiente más pequeño donde poder hacerla y me pareció una buena idea en llamarla y pasar más tiempo juntas.

-¿Linda?

-oh, sí si dime.. Es que Víctor estaba..

-¡no me digas nada!, no quiero saber las guarrerias que estabais haciendo..-le dije bromeando mientras sentía que me ruborizaba por su tímida voz. Me dió un ataque de risa.

-¡que va! ¡no es eso! o bueno tal vez..

-¡Linda por dios!..-reímos.-.. Escucha, ¿habeis comido?

-no, estábamos discutiendo que hacer de comer cuando...

-¡basta! venir a mi casa os invito a comer, acabo de preparar una paella para chuparse los dedos.

-¡oh!, Víctor vístete nos vamos a casa de Lara a comer, no te vas a creer lo que a echo..

Escuché como hablaban entre ellos. Reí. Valla par de tortolitos.

-¡si! ¡Vamos ya!

-pero vestidos por favor..

-si, descuida.

Colgamos entre risas, no me lo podía creer, con lo tímidos que parecían al principio y ahora eran como una especie de conejos andantes que se restregaban en cualquier sitio. Sonreí.

Me fuí hacia la mesa del comedor y prepare todas las cosas mientras venían. Estaba animada, no sabía bien porque, quizás era que mi cabeza ya encajaba las piezas del puzle y se sentía más tranquila, la charla con Jude esta vez me sirvió de mucho, así que aprovechando el estado de ánimo en el que me encontraba coloqué las flores que había cogido en la mañana con Kenzo y las puse en un jarrón en medio de la mesa. Un toque colorido para recordar que poco a poco el verano se estaba marchando, estas flores solo salían con el buen tiempo, una pena.

Sonó el timbre seguido de unos golpecitos, Kenzo se puso a ladrar.

-pórtate bien, hoy tenemos visita.

Le dije mientras abría la puerta. Kenzo se abalanzó sobre Víctor.

-¡hola Kenzo!, ¿Qué pasa colega?.. ¿eh?... ¿quieres jugar eh?.. Lara pasa de ti..

Decía mientras se revolcaban en el felpudo de la puerta, Linda me dió un dulce abrazo mientras pasaba hacia dentro.

-Lara está harta de que valla detrás de su culo todo el día..-dije sonriendo mientras veía como jugaban, Kenzo ladraba muy bajo mientras sus babas iban hacia todos lados, se lo estaba pasando bomba.

-eso es porque le gustas, a mí solo me quiere para jugar.. Kenzo siempre va con las mujeres… eh colega, te gustan las…

-¡Víctor! ¡Ya! ¡No sigas la frase!

Chilló Linda desde el umbral. Gire a mirarla mientras intentaba esconder la carcajada que estaba a punto de soltar.

-bueno la mesa esta puesta, cuando queráis comemos.-dije tapándome la boca por la risa.

-¡oh! Huele de maravilla ¡hace años que no me como una paella!

-¿paella has dicho? ¿Dónde?

Reí al ver a Víctor ponerse en pie con los ojos muy abiertos. Pasamos hacia el salón y se sentaron mientras yo volvía con la sartén.

 Hoy habían pasado dos semanas desde que estaba aquí  y aunque lo sabía y no quería decírselo a nadie Linda me felicitó conforme nos sentamos a comer, se acordaba, hasta recordó el golpe que le dí aquel hombre en el aeropuerto cuando vino a recogerme, nos partimos de risa. Parecía que hubiese pasado un mes desde aquello y tan solo estaba aquí dos semanas. Me dijo que esta noche iba a preparar algo especial para cenar en el lago y Víctor que llevaría champán para celebrarlo, yo sabía que esto no tenía sentido ¿celebrar mi segunda semana? pero sabía que lo hacían para animarme, habían pasado muchas cosas desde que llegué y seguramente lo hacían para distraerme y mejorar mi ánimo que siempre estaba por las nubes. Por un momento me sentí abrumada, me salieron los colores enseguida, no me gustaba ser el centro de atención, por eso no me gustaban los cumpleaños y solo pensar en eso me recordó que dentro de unos meses seria mi aniversario..25 años y metida hasta el cuello en una historia de hace miles de años con un propósito del que mejor no hablar..maravilloso.

Cuando terminamos de comer Linda limpió los platos mientras yo preparaba algo de café. Víctor sacó a pasear a Kenzo por el bosque, les dije que no se adentraran mucho pues dentro de poco tendríamos que ir al trabajo, aunque yo más bien se lo decía por su seguridad.

A la media hora subí a cambiarme, al entrar en la habitación sentí ese aroma fresco, límpio, marino y con toques de naranja...me paré en el umbral.

-¿Yoel?

Tras unos segundos entré. Ya no me daba miedo de que pudiera aparecerse en una esquina de la habitación o sobre mi cama dándome un susto de muerte, ahora me sentía más segura de mi misma, más fuerte para enfrentarlo en un duelo de palabras. Saqué del armario unos pantalones y una camisa, mire de reojo por la habitación pero no daba señales de vida, no estaba. Escuché la puerta de abajo cerrarse y mi respiración se cortó. Me cambie rápidamente y baje abajo.

-Víctor se acaba de marchar a por el coche, vamos con el suyo ¿vale?

-oh, vale..

Dije cogiendo aire, me había asustado el ruido de la puerta, creía que había entrado alguien..

Tras un paseo por las carreteras principales bajo un cielo medio nublado llegamos a “la Muse”, en la entrada de la tienda estaba Susi con una bandeja en las manos.

-¡oh valla! nos traen la merienda.

Dijo Víctor mientras le daba una sonrisa cómplice a Linda. Salimos del parking andando hacia la puerta. Susi nos miraba sonriente, dando saltitos, como una niña pequeña que está ansiosa por enseñarnos algo..  Me miró fijamente y esa mirada me daba miedo oh oh…

-¡felicidades por tu segunda semana Lara!

-oh no.. ¿Os habéis puesto de acuerdo?

Todos saltaron en carcajadas al ver mi ridícula expresión, sentía mi cara arder.

-¡he traído unos cupcakes de la tienda de Magi!, me ha dicho que están rellenos de nuttela espero que te guste.

-si..Pero no tenias que a ver hecho esto.

Me retorcí las manos, Linda pasó un brazo por mi hombro.

-te lo mereces Lara, sabemos que es duro estar fuera de casa, además eres una buena amiga y compañera. –me miró con esa mirada tierna y cariñosa como la de una hermana.

-¡ah! ¡Y por qué no a veis visto la tarta que tengo preparada para esta noche!, Magi la ha hecho especial.. ¡Oh ya veréis!..

Canturreó Susi mientras inclinaba la bandeja hacia nosotras. Yo las miré queriendo desaparecer.

-valla.. si esto es solo por la segunda semana, ¿Qué pasara cuando haga un més?

-pues espérate a tu cumpleaños, Susi se tira la semana de antes planeando cosas..

-¡Ssshh! ¡eso no se dice!

Replicó Susi mientras guiñaba un ojo a mi cara pasmada, ¡estaba entre un atajo de locas!, pero me gustó el detalle, aunque odiaba llamar la atención me sentía especial por tener tan buenas amigas como ellas, sin duda me había tocado la lotería. Cogí un cupcake que tenía una pinta para morirse. Le dí un bocado bajo la mirada de Susi. Linda estaba cogiendo uno y Víctor acababa de devorar una con trozos de lacasitos.

-Mmm muy bueno..-dije mientras le daba otro bocado.

Reí. Feliz por tener una fiesta en mi honor y por a ver pasado dos semanas tan lejos de casa. Bien. Prueba superada.

El resto de tarde consiguió ser fantástica, me sentía otra, estuve riéndome, gastando bromas con Susi por lo del perro, me conto varias “cosillas” personales de Jane que me hicieron morir de la risa, hasta Linda me dijo que tenían que hacerme más fiestas porque estaba deslumbrante, así me sentía, viva. Por primera vez había pasado más de tres horas sin pensar en la piedra ni en esos ojos grises que podían envolverte en una nube mental de pasión y dolor.

Cuando llegó la hora de marchar salimos todos hacia el pueblo a recoger las cosas para subir al lago. Cuando entré en casa salude a Kenzo, cogí la bolsa que había preparado al medio día y le puse la correa mientras sentía que alguien me miraba desde la barra. Giré, pero allí no había nadie, mire a Kenzo que estaba tranquilo a mi lado con la lengua fuera, si hubiese algún extraño el ladraría, siempre lo hacía cuando algo merodeaba la casa, por eso me dejaba llevar mucho por su intuición. Me puse en pié y salimos hacia casa de Linda.

El camino por la montaña era peor de lo que recordaba, eso sin contar que tenía un perro tirando de mi todo el rato, casi me hace caer varias veces por enrollarse con la correa. Subimos justo cuando la noche se hizo del todo oscura, Víctor ya estaba arriba de la roca con las antorchas encendidas iluminándolo todo y como la semana anterior lo habia dejado todo precioso. Pensé en el lago, siempre decían lo bonito que era y hoy veía una buena oportunidad para verlo.

-¿el lago que esta ahí arriba?. –pregunté mirando un rellano que había encima de nosotros, era un poco dificultoso para subir pero seguro que había un camino que bordeaba esta zona.

-si, hay que ir por ese camino y sales directo al lago, en cuanto venga Susi vamos si quieres.

-no no, primero cenamos tranquilos.

Dije mientras me sentaba al lado de Linda sobre el gran mantel blanco que había colocado con mimo Víctor. Susi llego al momento cantarina y con dos mochilas llenas de tapers con comida, vació una entera y la otra la apartó de mis ojos. Sonrió pícaramente y yo le fruncí el ceño mientras le devolvía la sonrisa, ya sabía lo que era, la tarta.

La cena la pasamos charlando y entre risas, Susi no trajo "mezcla vino" pero sí que trajo una buena botella de un vino rosado de reserva, no estaba borracha como aquel día que nos fuimos a la discoteca pero si me sentía contentilla y hasta juraría que los demás estaban como yo.

Linda y Víctor ya no escondían sus momentos de pasión, estaban cada dos por tres dándose besos y miradas que hacían que Susi y yo nos partiéramos de risa, eran dos tortolitos enamorados y embobados el uno del otro.

Cuando terminamos de cenar Víctor lleno copas con champán mientras que veía a Susi pelearse de espaldas a mí con la tarta.

-Susi te estoy viendo..

-ssshh calla, bueno ya esta –se giró- ¡felicidades  por tu segunda semana! ¡sopla la vela!

-¿enserio tengo que hacer esto?

-¡si! ¡sopla! ¡sopla!

-¡pide un deseo!

Escuché a Linda decir. Cerré los ojos y soplé la vela con una gran sonrisa. Estaba deseando hincarle el diente.

-tiene una pinta increíble.

Corté pedazos de tarta y nos la comimos mientras brindabamos con champán y recordaban alguna anécdota de las mías de los primeros días..como cuando no recordaba los nombres de los clientes o cuando me confundía de cajón al dejar los encargos, todos se reían mientras yo intentaba controlar mi sonrojo.

-ya está bien ¿no? ¡esta celebración es por mi! Dejar de meteros conmigo..

Hice un puchero mientras reía. La verdad es que no me dí cuenta de que se habían fijado tanto en las cosas que hacía, estos días estuve mas en las nubes que en la tierra firme y presente.. aunque yo también podría decir varias cosas que hacían mal ellos umm.. quise contra atacar pero pensé algo mejor.

-¿vamos al lago? Me muero por verlo.

-¡oh si! ¡vamos vamos! –gritó Susi poniéndose en pie a mi lado.

-ir vosotras, ahora vamos no tardamos..

Víctor nos miró de reojo mientras Susi cogia a Kenzo y nos alejamos de ellos dejándolos solos en su intimidad. Comenzamos a caminar por un sendero fino de tierra blanca que bordeaba la roca. Susi comenzó hablar.

-que empalagosos, se tiran todo el día así.

-y que lo digas, siempre que hablo con Linda Víctor está en su casa..

Al mirarnos las dos estallamos en carcajadas.

-quien le iba a decir a Linda que después de dos semanas de llegar tu iba a estar con Víctor, has sido como el empujón que le faltaba yo me tirado meses diciéndole que le dijera algo, vienes tu y se convierten en una pareja de lo mas empalagosa ¡deag!

Reí.

-bueno también te digo que le he insistido bastante, si es que se les notaba a los dos, hacen buena pareja.

-si, eso es cierto… mira al doblar aquellos arboles saldremos al lago, ¿oyes el agua caer?

 Me quede quieta en el camino escuchando, si, se oiga agua caer, aquí arriba hacia más fresco y sentía la humedad que se pegaba a mi piel. Frote mis brazos.

-si lo oigo, aquí hace mas frío.

-claro muñeca, estamos casi en la cima de la montaña corre más el aire.

Caminamos un poco más y detrás de los arboles que había dicho Susi mis ojos se abrieron fascinados.

-guau es precioso…

Contemplé aquella maravilla, era un lago pequeño, no muy grande como había pensado, rodeado de hierba verde, rocas blancas y árboles con hojas caídas que dejaban ver el agua más oscura para reflectar el cielo estrellado que había bajo nosotras, la luz de la luna se reflejaba dejando una estela brillante sobre su calmada agua, miré arriba, un gran barranco descendía hasta el lago formando una de sus paredes, el agua se filtraba de las rocas fina y lentamente dejando un sonido relajante mientras se unían con el lago.

-¡kenzo!

Escuche a Susi gritar a mi lado llamando mi atención.

-creo que ha visto algo. –le dije mientras veía como el perro se aproximaba a un árbol cercano.

-valee, está bien, vamos… -Susi se acerco con Kenzo al árbol y este marco la rama.

-¡oye aquí no!, voy un poco más hacia dentro para que haga sus “cositas”, ahora vuelvo.

-está bien.

Le dije mientras me daba la vuelta para seguir contemplando aquella preciosidad, era un gran espacio abierto cortado por esa pendiente que tenia a mi frente, todo a su alrededor giraba en torno al lago, los árboles, las piedras, el aire, un espacio circular dándole un aire acogedor e íntimo. Me aproximé poco a poco hasta que llegué a un conjunto de rocas, me agaché en el borde y me incliné viendo mi reflejo en el agua. Deslicé los dedos haciendo pequeñas ondas que iban hasta la parte de enfrente muy lentamente, volví  de nuevo a ver mi reflejo y cuando este paro de serpentear vi que había alguien parado a mi lado, caí al suelo.

-¡aah! Joder….que susto me has dado…

-¿otro baño en el lago?

Levante la vista para verme a Yoel con esa mirada punzante fija en mí. Sonrió burlón y pensé que era un asqueroso engreído. Le miré de mala gana.

-no gracias, ya tuve suficiente.

Fruncí el ceño.

-¿Qué estás haciendo aquí?

-vigilar.

Me puse en pié. -¿vigilar la piedra? Dime ¿cual es la recompensa por ella eh?

Levanté la cabeza seria bajo su mirada. Sus puños se cerraron a sus lados y supe que eso había sido un punto débil. Ahora tenía toda la información (bueno a medias) que necesitaba para enfrentarme a él. Se quedó en silencio mientras sus pupilas se ensanchaban dejándome ver que se estaba enfadando por segundos. Todo era cierto.

-¿no me vas a contestar?, sé que eres un Caza recompensas, que la piedra la quieres porque algún demonio infernal te ha pedido que la busques. Dime ¿Cuánto dinero te dan? ¿Cuál es mi precio?

Sentía  que la sangre poco a poco desaparecia de mi cuerpo por la forma en que me miraba, pero tenia la sartén por el mango, el seguía mirándome con esa expresión dura, oscura e impenetrable y recordé que Jude me advirtió, debía de alejarme de él pero esta se la tenia jurada.

-no era dinero lo que me ofrecían.

-¿no era dinero? Oh valla pobrecito.. Dime ¿Qué era lo que te ofrecían que aun no me has matado? No sería muy bueno el cambio ya que aun sigo aquí..

Acababa de marcar otro tanto, sus ojos cada vez estaban más brillantes, sabia que lo estaba enfadando y que debería de darme miedo pero me había crecido ante su repentino silencio.

-bueno quiero que sepas una cosa –lo miré dura- aléjate de mí, no quiero volver a verte, si no la próxima vez que te vea no sé lo que seré capaz de hacer.

Le dije devolviéndole la amenaza que en su día me hizo a mí, mi corazón iba a salir disparado de mi pecho en cualquier momento, sabía que no tenía nada que hacer con el pero lo había dejado k.o. con mis palabras. Sus ojos se entrecerraron mientras pasaba a su lado sintiendo que tenia que salir corriendo en estos precisos momentos de aqui, jaló de mi brazo haciéndome girar para estar frente a frente. Me mareé.

-¿eso ha sido una amenaza?

Sus labios carnosos y esa voz melodiosa a un centímetro de mi boca me hicieron bajar algo en picado por mi estomago.

-tómatelo como quieras. –dije desafiante mientras recorría su mirada de lado a lado sin pestañear, esa mirada sobrenatural que jamás ningún humano podría tener, esos ojos brillantes como dos esferas luminiscentes, el.. un ángel caído, tenía los ojos más impactantes que jamás había visto, su mirada se estaba volviendo cada vez más oscura y estaba adquiriendo otro brillo singular, oh dios esa mirada no…

-tus ojos me dicen que estas sedienta de mi.

-¿Qué?  ¡Anda ya!, ¡suéltame!

Estiré de mi brazo ¿pero que se creía?, si, podría estar buenísimo incluso podría tener sueños eróticos con él, ¿pero que aun estaba sedienta?  ¡Será creído! Seguí  forcejeando por recuperar el control de mi brazo.

-suéltame antes de que vuelvan mis amigos ¡No quiero seguir hablando contigo! ¡no quiero que me vean contigo! ya se lo suficiente como para saber qué clase de “demonio” eres, ¡desaparece!

Soltó mi mano parta agarrarme de la mandíbula, fuerte haciéndome mirarlo contra mi voluntad,  mi cuello se deslizo hacia atrás por su agarre, apreté mis labios mientras me recorría con la mirada de arriba a bajo.

-creo que estas enfadada por la otra noche..que pasa, ¿te supo tan mal que te dejara tirada en la cama?

-¡maldito cabrón!

Fuí a darle un golpe cuando cogió a ultra velocidad mi muñeca en el aire. Me quedé quieta, mirándonos fijamente, con mi respiración descontrolada y mirándolo con rabia y dolor al recordar cómo sus sucias manos estuvieron en mi… oh dios santo ¡quería matarlo en estos momentos!  Lo que quería era arrancarle ese labio a bocados, joder ¿Por qué me hacía sentir todas estas cosas? todo mi vello estaba erizado, estaba perdiendo el control en esa forma que tenia de mirarme, estaba uf.. estaba… No, no..estaba muy muy enfadada.

-el encargo me lo hizo un ángel.

Abrí los ojos ante aquella afirmación mientras que se alejaban de mi mente todas esas ideas descabelladas por matarlo. 

-¿un ángel?, ¿del cielo?..

Pregunté porque no sabía bien qué clase de “ángel” era. Soltó el agarre de mi muñeca  y muy lentamente levanto la mano, lo miré recelosa. Tanteando mi reacción deslizó un mechón de pelo detrás de mi oreja y algo entre mis piernas se comprimió.

-veo que has vuelto hablar con ese viejo loco.. –me miró de esa manera como quien guarda un secreto y continuó-..cuando viniste aquí  varios rastreadores celestiales sintieron la presencia de la piedra, al igual que los hombres de Snake. Tras verificar que la piedra estaba en la tierra un ángel me pidió que la recuperara..-deslizó un dedo por mi cuello y mi corazón dejo de latir. Agarró la cadena con un sutil y ágil dedo y tiró de ella hasta sacarla a nuestros ojos. –cuando me comentó cual era el cambio no pude negarme..-me miro a los ojos-..Pero..

-¿pero qué? -sentí mi corazón latiendo cada vez mas fuerte mientras mis piernas temblaban de la emoción. Sonrió levemente y pude ver que no era una sonrisa dura y desafiante no, sentí que era una sonrisa más suave, mas tierna, tenía las facciones relajadas y no sentía una amenaza que quisiera hacerme salir corriendo al ver esa despiadada sonrisa de la que estaba acostumbrada, no, esta era sincera.

-no pude, me negué a cerrar el trato.- su mirada fué dura de nuevo.

-¿Por qué?, no parecías tan seguro en esos días que querías matarme..

Trague saliva recordando la noche en que casi me ahoga.

-tuve la oportunidad de matarte y conseguir la piedra la primera noche en la que entré en tu casa.. Por cierto muy bonita.

Y de nuevo hay estaba esa sonrisa modesta, ¡arg! ¡Lo odiaba!.

-¿y porque no me mataste?, tal vez nos hubieras hecho un favor a todos.

-algo me hizo parar de estrangularte y cuando me di cuenta ya te habías desmayado, te hice creer que había sido un sueño así que lo deje hay sin más.

-hasta que te volvió a dar la locura de querer matarme otra vez...oh joder asi no llegamos a ningún sitio..

Dije llevándome las manos a la cabeza, este tío era muy frustrante y conseguía darme un fuerte dolor de cabeza. No sabía si seguía con la idea de recuperar la piedra y matarme o que ya solo era diversión el molestarme.

-dime qué era lo que te ofrecía.

 pregunte intentando comprender todos estos días  en los que habia estado atormentándome... Miró al cielo estrellado mientras dejaba salir una gran bocanada de aire, su máscara fría e indiferente  desapareció por un momento de su cara para dar paso a una expresión triste que me dejo helada al verla. me retorcí las manos.

-dime…¿Qué te ofrecían?

-volver a tener mis alas..

Abrí los ojos y sentí que algo muy dentro de mí se rompía con sus palabras, contuve la respiración.. Sus alas, el cielo... quería volver al cielo...oh joder… sentí que se movia de mi lado.

-espera, ¿Dónde vas?

-tranquila no te volveré a molestar.

-Yoel ¡espera!

Dije sin aliento y con el corazón en la mano mientras mi cabeza iba a todo vapor pensando lo que jamás podría creer, lo volví a llamar dos veces con los ojos llenos de lágrimas hasta que finalmente desapareció  en la oscuridad del bosque dejándome un vacio tan intenso que caí de rodillas al suelo.... Mi ángel caído quería volver al cielo…

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