Era un apartamento pequeño cercano al centro de la ciudad. Era incluso más pequeño que el apartamento del grupo, y para Jungkook eso era minúsculo. Sin embargo, por alguna razón extraña, el pequeño apartamento de Chung-Ho lucía perfecto mientras permanecía de pie en la entrada. El mayor llevaba colgando de su hombro su mochila con la poca ropa que había sacado del apartamento antes de que sus hyungs lo notasen.
.- Bienvenido a mi humilde hogar – Chung-Ho le sonrió mientras se adentraba en una de las habitaciones y dejaba en ella su mochila - ¿Tienes hambre? No quiero que te enfermes o algo así, Jung.
Pero Jungkook seguía de pie en la puerta. Había detallado con cuidado cada rincón del pequeño espacio; la cocina en un rincón, las puertas de las tres habitaciones y del baño, así como la sala con un sillón de dos puestos, una televisión, la consola de videojuegos, la biblioteca y por último... Abrió la boca por la sorpresa mientras sus ojos se detenían en la pared de la izquierda, donde un afiche de su grupo estaba rodeado por todos los álbumes y dvds que habían sacado durante esos tres años.
.- ¿Qué? – El mayor se acercó a él mientras sonreía y con delicadeza le quitaba el abrigo y lo dejaba en la entrada – Soy ARMY registrado, ¿qué esperabas?
Jungkook lo miró con la sorpresa aún en su rostro: .- ¿Hablas en serio, hyung? P-pero... pensé que no era el tipo de música que te gustaba o que... C-cuando nosotros...
.- Que mientras estuviéramos juntos no hiciera muchas preguntas sobre eso no quiere decir que no me importara – fue lo que dijo el mayor mientras lo jalaba hacia la sala – Era muy joven y no sabía ser sincero pero sabía que eso era importante para ti y por eso mismo, lo era para mí.
.- Y-yo no sabía... - Jungkook estaba tratando de procesar la información, con los ojos aún fijos en la pared donde reconoció entonces algunas entradas de eventos y conciertos adornando también el conjunto.
.- Jungkook, mírame – los dedos del mayor tomaron delicadamente su barbilla y lo obligaron a mirarlo, los ojos del mayor brillaban con ligereza pero aun así sonreía, Jungkook se dio cuenta que siempre había sonreído para él – Eras mi novio, lo mínimo que podía hacer era apoyarte, incluso sí eso era hacerme a un lado, para no convertir nuestra relación en un estorbo cuando debutaras. Jamás hubiese interferido en tu sueño, eso por el que te esforzaste tanto que sangrabas... Aun cuando tú fueras mi sueño.
Jungkook se mordió los labios con nervios mientras no dejaba de mover sus pies. Tenía práctica de baile en menos de una hora pero aun así no podía simplemente irse, no había visto a Chung-Ho durante casi dos semanas debido a los preparativos del álbum debut, había estado tan cansado que ni siquiera podía hablar más de cinco minutos con el mayor por teléfono y sabía que eso afectaba su relación. Su relación, Jungkook mordió con más fuerza sus labios, no sabía cuál sería el destino de lo que tenían una vez debutara.
No habría tiempo, ya no se verían. Incluso pensaba atrasarse un año académico para ver si algún día podía debutar al fin pero el mayor... Jungkook no quería alejarse de él, de la calma que Chung-Ho le daba a su vida tan agitada de trainer pero tenía tanto miedo. Tenía miedo de estar lastimando al mayor, tenía miedo de no poder debutar, tenía miedo de que descubrieran que en vez de una novia tenía era un novio y eso alejara por completo su sueño, todo por lo que estaba esforzándose con tanta fuerza.
Pero Chung-Ho era...
.- He llegado – la voz del mayor lo sacó de sus pensamientos, Jungkook se enderezó y le sonrió con timidez mientras él llegaba a su altura, vestía el uniforme de baloncesto y traía el cabello revuelto, algo tan común en él - ¿Me has esperado mucho?
Jungkook negó, porque a pesar del tiempo que llevaban de conocerse y los meses como pareja, siempre le resultaba desconcertante el cómo debía portarse con el mayor. Chung-Ho sin embargo, le dedicó una sonrisa brillante antes de depositar un suave beso en sus labios, un contacto ligero para luego separarse y atraerlo contra su cuerpo. Jungkook sonrió contra él porque sí había algo que siempre extrañaba, eran los abrazos del mayor.
.- Me has hecho falta estas semanas, Jungie – soltó el mayor una vez se separaron del abrazo y tomaron asiento en las gradas del gimnasio - ¿Me has extrañado, cariño?
El menor se sonrojo debido al apelativo antes de asentir: .- ¿Cómo no extrañar a mi acosador personal? – le soltó con burla mientras juntaba sus hombros y se recostaba contra él.
Chung-Ho soltó una risa fuerte antes de atrapar una de sus manos entre las suyas. Sus dedos acariciaron con delicadeza sus nudillos vendados, el mayor suspiro y deposito un beso sobre las heridas que había ido acumulando con la práctica agobiante a la que debía someterse por su sueño. Era algo con lo que Jungkook sabía que él no estaba de acuerdo; el lastimarse constantemente, el menor sabía que para Chung-Ho era difícil verlo herido debido a la presión pero aun así, siempre estaba dispuesto a cuidar de sus heridas.
.- ¿Te has lastimado? ¿Has estado comiendo bien? ¿Tomaste las vitaminas que te recetó el doctor? ¿No te ha molestado la cadera de nuevo? – Comenzó a preguntar, mientras ahora revisaba la herida de su rodilla, la que él mismo había curado un mes atrás - ¿Has llamado a tu mamá? ¿Entregaste el trabajo final de matemáticas? ¿Has...?
.- Hyung, detente – le pidió mientras tomaba sus manos y lo alejaba de su rodilla para que lo mirara antes de besarlo – Por favor, no me hagas más preguntas sólo... s-sólo quiero estar contigo sin pensar en nada más que en ti.
Chung-Ho no sonrió, sólo lo miró fijamente durante largos segundos antes de abrazarlo con fuerza contra su pecho. Jungkook sintió las lágrimas del mayor caer contra su cabello y se encontró a si mismo llorando contra el pecho de su hyung. Su hyung, quien esperaba hasta la madrugada para llamarlo y llenarlo de ánimos, quien se sentaba a su lado en la biblioteca y lo dejaba dormir mientras estudiaba, quien le robaba besos cuando nadie estaba mirando porque Jungkook no quería que nadie supiera que estaba juntos. Su hyung, Chung-Ho, la calma en su agitada vida de trainer.
.- Jeon Jungkook – murmuro con esfuerzo el mayor, con su voz algo rota – Te quiero tanto.
.- H-hyung, ¿q-qué...?
.- No quiero que dejes de alimentarte bien, no quiero que dejes que te impongan canciones que no te gustan – Chung-Ho se separó ligeramente de él, dejando entonces un rastro de besos por todo su rostro – Prométeme que no volverás a descuidar de tu salud, prométeme que no importa que primero verás por ti.
.- Chung-Ho, ¿qué estás diciendo? – Jungkook sentía su corazón galopar asustado, sentía que todo estaba viniéndose contra él.
Pero Chung-Ho sólo lo miró antes de besarlo, lento y con dulzura, como si fuese su primer beso... como si fuese el último. Jungkook sintió lo salado de sus lágrimas en medio del beso, una mezcla de las lágrimas de los dos. ¿Eso era un adiós? Él no quería despedirse, ¿cómo podría despedirse de la única persona en la que confiaba, que quería?
.- Prométeme que vas a llegar a ser uno de los mejores cantantes de éste país – susurró el mayor contra sus labios, con sus frentes juntas – Prométeme eso y entonces sabré que habré hecho bien en dejarte ir.
Chung-Ho terminó de tender la cama mientras Jungkook ordenaba su ropa en el pequeño armario del cuarto. No había dicho nada luego de las palabras del mayor y había comido en silencio el sándwich que su hyung había preparado para él luego de eso. Sentía que no podía decir nada tras ese descubrimiento, tras traer a su memoria la historia que habían compartido juntos, cuando tenían 14 o 15 años y amar era sencillo.
.- Bien, ponte todo lo cómodo que quieras, Jung – le sonrió mientras se dejaba caer en la cama luego de tenderla y con un golpecito en el colchón le indicaba que hiciera lo mismo que él – Vas a quedarte todo el tiempo que necesites estar lejos, jamás me quejaría de tener cerca.
Jungkook sonrió y se acomodó a su lado, sintiendo el conocido calor del cuerpo del mayor envolverlo mientras sus corazones se acompasaban. ¿Cuánto tiempo había pasado de la última vez que habían estado de esa forma? ¿Cuánto tiempo y cosas debieron suceder para volver a estar juntos así, en silencio? Habían sido casi cuatro años desde la última vez. Cuatro años en los que Jungkook debió llorarlo y superarlo para luego...
Para luego comenzar a amar a Kim Taehyung.
.- ¿Por qué decidiste ayudarme, hyung? – le preguntó entonces, mientras se acurrucaba un poco más cerca de él – T-traerme aquí, meterte en problemas conmigo.
Chung-Ho se ladeó y le rodeó con su brazo, dejando sus rostros a centímetros de distancia, como muchas veces había estado, con toda la confianza que existía entre ellos. Jungkook se sonrojo con violencia mientras el mayor se dedicaba a sonreírle. La sonrisa que durante años había tenido que ver sólo a través de una pantalla, porque sus horarios no lo dejaban verse con el mayor. La sonrisa que lo calmaba cada sábado en la noche, mientras escuchaba la voz del mayor relatarle lo que era una vida normal, la vida que él nunca había querida tener hasta ahora.
.- Porque eres mi mejor amigo, Jungkook - ah – fue todo lo que dijo antes de depositar un beso en su frente y volver a su posición inicial – Porque a pesar de que no podamos vernos sino una o dos veces al año, no hay nadie en quien confié como lo hago en ti, porque te he querido siempre y porque jamás podría abandonarte a tu suerte, así como tú nunca me haría algo así. Nos cuidamos el uno al otro, ¿no es así?
Jungkook sólo asintió, con un nudo en la garganta que le impedía hablar. Se daba cuenta en ese momento, que Chung-Ho era la única persona que lo sabía. Que sabía cuánto odiaba la idea de tener una novia, que sabía quién era y qué significaba Kim Taehyung. Chung-Ho jamás lo había juzgado, siempre le había sonreído y lo había animado. Había curado sus heridas, había secado sus lágrimas y había escuchado por años los sentimientos que se guardaba de los demás.
Había herido al mayor y había sido herido por él. Y aun así estaba ahí, acostado a su lado, de pronto riendo por un recuerdo que sólo el mayor podía entender, sintiendo que por un segundo no tenía que preocuparse de ser juzgado, de sentirse mal, de querer a alguien que no le devolvería ese amor. No había BTS, no había presión, no había un Taehyung y una Eun Sol; eran sólo ellos y las bromas, y los recuerdos. Y lo bueno.
Tal vez no todo era tan malo en su vida.
Había alguien bueno, alguien que no esperaba que estuviera bien todo el tiempo.
Se quedaría con eso por el momento.
Bien, ¿qué opinan de la lindura que es Chung-Ho? Y para quien no le haya quedado claro, es el ex-novio de Kookie, ese de quien le habla a la psicóloga por allá en el primer capítulo; será un personaje importante en la historia, así que por favor no lo odien y traten de entender que es realmente importante en la vida de nuestro Kook.
Gracias a quienes leen este fic y quienes votan.
Por favor, cuénteme qué les parece. Me encantaría saberlo, en serio.
Gracias!