ADVERTENCIA: Si son susceptibles o sensibles no lean a partir de "******" hasta que vuelvan a ver los asteriscos. No me hago responsable de lo que les pase a sus pobres e inocentes mentes si lo leen :3
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POV Austin:
Lo último que recuerdo era haber seguido a Camila y acorralarla para que me diera explicaciones.
A mis oídos habían llegado los numerosos rumores ya de que Camila siempre estaba con su amiga mayor, la darks y ermitaña, y que seguramente al ser yo su primer novio me estuviera utilizando de tapadera. Yo no quise creer eso ¿Cómo iba a Camila gustarle una mujer teniéndome a mi? La verdad es que su amiga era un 10 y eso que la vi sin arreglar. También es cierto que la atención romántica de Camila no era ni mucho menos la mejor, de hecho era nula, pero la atención que no obtenía de ella me la daban muchas otras, desde que tengo pareja las chicas me ven más irresistible aún. Seguro que es por la media sonrisa, siempre funciona.
Miré a mi alrededor, me costó reconocer las cosas ya que no tenía ni idea de lo que había pasado. Recapitulé en mi cabeza todo lo sucedido, la cual no podía parar de tocar ya que me dolía demasiado. Recordé el seguir a Camila para preguntarla si me estaba engañando y si simplemente era un juego para ella, me dieron con algo en la cabeza, por eso el dolor... y ahora estoy aquí. ¡Perfecto! El gran Austin Mahone encerrado en lo que parece el sótano de la amante - o supuesta amante - de mi novia, la vida se me estaba haciendo imposible. Y todo por hacer caso a Dinah y Normani.
Flashback.
Estaba saliendo de la clase de Matemáticas y me despedí de mi novia ya que la próxima clase no la teníamos juntos, pero si lo tenía con esa bella pelirroja. No sé qué me hace esta chica pero desde que la vi solo pude decir una cosa "Mmmh Yeah". Sí, no me da mucho amor como lo debería hacer pero bueno... con saber que ese culo algún día será mío me da igual. Fue de las primeras cosas que me hizo fijarme en ella, a parte de su adorable sonrisa claro.
Estaba en mi taquilla cuando noté la presencia de dos personas detrás.
- Austin tenemos que hablar contigo, ¡Ya! - Reconocí esa voz. Dinah...
- Nos llevas evitando demasiado tiempo y tenemos que contarte algo muy importante - y cómo va a estar Dinah sin su mejor amiga, Normani.
- Chicas creo que dejé claro no querer tener nada que ver con vosotras. Habéis hecho un infierno de la vida de Camila meses, ahora como su novio - me encantaba decirlo - no quiero ni recordar vuestras caras - cerré la taquilla y las empujé levemente hasta seguir mi camino a clase.
- Entonces no querrás saber que Camila te engaña con otra persona - la voz de Normani salió calmada y no más fuerte que un susurro, pero lo suficiente para que lo oyera.
Camila... ¿Me estaba engañando? A lo mejor tenían razón y por eso no quería ni un beso conmigo... No, no puede ser. ¿Con quién me iba a engañar? Además no podía alarmarme tanto, yo coqueteaba con chicas todo el tiempo, pero era diferente. Además nunca llegué a besarlas en la boca, pero no soy un santo. Estoy desesperado por un poco de amor y cariño y si Camila no me lo daba me lo tendría que buscar.
- No tenéis ni idea de que inventar ya ¿Verdad?
- ¿Y por eso te quedaste parado para escucharnos? - rió Normani.
- Vimos a tu pequeña y desprotegida novia saliendo de casa de una "amiga" suya, por así decirlo, llorando. La otra chica también estaba llorando y ambas llevaban los labios hinchados, el pelo revuelto y una pizca de culpa en sus ojos - Dinah lo dibujo todo con tantos detalles que pude imaginarme a Camila así.
- Cómo... cómo era ella... su amiga digo - sabía que no debía caer en su trampa, pero era imposible no hacerlo.
- Mmh era un poco más alta que ella - empezó Dinah
- Definitivamente más mayor, pero no una vieja - seguía Normani
- Pelo negro, largo, alborotado y sedoso
- Ojos hipnotizantes y color esmeralda
- Una cara preciosa llena de finos rasgos
- Y un cuerpo que mat-
- ¡Bueno basta! - las corté con un grito - no me creo vuestras mentiras asique ya lo hablaré yo con ella. Ahora adiós y no os quiero volver a ver
Me despedí de ellas con un dedo de la mano y me fui furioso. Ya sabía quién era... maldita darks amargada de las narices. ¿Por eso me trató así cuando me conoció? Esto necesita una explicación y aunque tenga que perseguir a Camila para que me la dé, lo lograré.
Fin Flashback
A mí alrededor solo pude ver comida guardada, porquería y algo que llamaba mi atención: un espejo. Era un espejo de cuerpo entero tapado por una sabana, pero aun así pude ver las patas de caoba con retoques de oro.
Quité la sabana y de repente me vi inmóvil e hipnotizado. En seguida supe que no era un espejo corriente. Solo apareció mi reflejo, lo demás todo estaba en negro, no parecía estar en el sótano donde estoy ahora.
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Mi reflejo empezó a moverse y a sonreír. Cogió un cuchillo y se hizo una sonrisa rajándose la boca por los lados, para luego sacarse los ojos sin mostrar ningún signo de dolor. Quería apartar la mirada pero me era imposible, cómo acto reflejo mi cara empezó a doler de la simple idea de que me pasara realmente. Asqueado por la imagen empecé a marearme. Todo se calmó y mi reflejo desapareció dando paso a la sonrisa y a los ojos de un gato de Cheshire. Creía que ya había terminado el mal trago pero pronto apareció otra persona: Camila. Me fijé mejor en la imagen y estaba siendo violada y torturada por una persona de espaldas. Me sentía impotente, el hombre estaba clavándosela en su centro mientras con un cuchillo le hacía varias rajas en el cuerpo, el hombre realmente estaba disfrutando de la escena ya que hurgaba en las heridas de Camila haciendo que esta gritara aún más. Ese sonido fue desgarrador para mí... el hombre se giró y pude verme a mí mismo.
¿QUÉ? ¿Qué le estaba haciendo? ¡Ese no era yo! Yo no... "JODER" grité para mis adentros cuando esa escena desapareció y vino otra. Para entonces mis únicos pensamientos eran sobre la muerte, la maldad y a ese punto... el suicidio. Esta vez era una mujer que me recordaba a... ¿Becky? No... yo hace años que no la veía no podía ser que... sacó otro cuchillo y se lo clavó en su enorme tripa de la cual salió un bebé ensangrentado y llorando. Los ojos del bebé se volvieron claros y su sonrisa enorme.
Comencé a llorar y a gritar. Mi vista se tornó roja mientras personas que conocía aparecieron reflejadas. Todas decían: Tú hiciste esto. Mientras mi cabeza daba vueltas y veía a gente que había hecho daño o que de verdad quise hacerle algo... No lo podía soportar más.
El caso que quería que Camila me hiciera se volvió en una violación, el aborto que obligué a tener a Becky hizo que ella muriera y lo que sería nuestro hijo quedara huérfano, gente de mi infancia suicidándose por todo lo que les había hecho durante la primaria, mi familia acuchillándose por haber metido mentiras entre medias... "¡NO LO SOPORTO MÁS!" gritaron mis adentros.
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Conseguí moverme y romper el espejo de un puñetazo. Las imágenes aparecieron entonces en mi cabeza. Caí al suelo inconsciente mientras todas esas caras me atormentaban.
POV Camila:
Lauren fue la primera en correr al sótano cuando oímos el grito desgarrador de Austin. Bajamos rápidamente y mientras Lauren gritaba una palabrota en voz alta y sin reprimirse, vi a Austin tumbado en el suelo rodeado de cristales de un gran tamaño.
Corrí a su lado mientras lo zarandeaba y llamaba por su nombre para que reaccionase, nada. Las cuencas de sus ojos estaban llenas de sangre, sus dientes negros y todas las venas de su cuerpo resaltaban en un color morado horrendo en comparación con lo pálida que se quedó su tez. Comencé a llorar mientras miraba a Lauren, ella recogía todas las piezas del espejo con sus propias manos haciéndose cortes en la mano mientras repetía algo una y otra vez entre dientes.
- Lauren, Austin necesita ayuda - la grité una vez - ¡LAUREN! - Me salió un grito ahogado y ella simplemente se giró mirándome con los ojos perdidos en sus propios pensamientos.
Siguió recogiendo los cristales y cuando los reunió todos en la sábana que antes tapaba el espejo cogió un trozo, se cortó la palma con él y lo miró un rato. Sus ojos empezaron a cubrirse de una oscuridad muy familiar cuando se refería al espejo y cuando pasaron unos segundos dejo el trozo de cristal tirándolo con los demás.
Estaba literalmente en un ataque de pánico pensando que Austin iba a morir ahí y que Lauren estaba en otro mundo muy lejos del mío, por lo cual no sabía que ocurriría después de que todo esto pasara.
Sin decir nada Lauren me apartó del cuerpo de Austin y le puso la mano en el pecho, manchando su camisa con su propia sangre mientras se lo oprimía haciéndole lo que parecía ser alguna maniobra de primeros auxilios. Apretó su mano fuertemente en el pecho de Austin y luego le cerró los ojos. Yo era una mera espectadora en aquel ritual que no llegaba a comprender, pero poco a poco Austin recuperó su color y perdió todos los signos que mostraba anteriormente.
Una sonrisa tímida y victoriosa se instauró en la cara de Lauren mientras dejaba que su peso cayera al suelo y tumbándose a unos centímetros del cuerpo inmóvil, pero vivo, de Austin.
Cogí la mano de mi pelinegra y la apreté cariñosamente. Todo su cuerpo temblaba y estaba congelado. Poco a poco vi cómo se iba calmando su respiración y se quedó completamente dormida en el frío y sucio suelo.
El panorama no podía ser peor. Lauren a un lado dormida junto al cuerpo desmayado de Austin. El cuerpo de caoba del espejo tirado por los suelos y todos los cristales de él en la sábana que lo cubría anteriormente. ¿Qué le debió de hacer el espejo a Austin para que se quedara como se quedó? Nunca había visto a una persona en su estado. Todo parecía una historia de miedo mal contada o un chiste pésimo, de los míos.
Me levanté mientras respiraba pausadamente intentando recuperarme de todo aquello y poniendo mis prioridades en orden. Querría subir a Austin y a Lauren arriba donde pudieran estar cómodos, pero a quien vamos a engañar, no podría ni dar dos pasos si cogía a cualquiera de los dos. También me gustaría poner el espejo en orden y observarlo para saber qué era lo que tenía de malvado o especial, pero la imagen de Austin en el suelo y las múltiples veces que Lauren había oscurecido su mirada diciéndome que ni lo tocara me hicieron recapacitar. Decidí ser desalmada con mi ojiverde y despertarla con suaves toques y delicados besos en su frente y sus mejillas.
- ¿No sabes que para que alguien se levante de su sueño tienes que besarla en la boca? - Murmuró Lauren con su voz rasposa. La imagen de Lauren cómo una princesa se me vino a la mente, aunque a decir verdad, a mis ojos, ella ya era una princesa. Guerrera, pero una princesa.
Sonreí y la bese en los labios siguiendo sus indicaciones. Realmente me iba a encantar si esta era la nueva dinámica de nuestra relación, sabía que aunque Lauren tuviese pinta de "Darks amargada" como solía decir Austin, era una persona muy cariñosa y atenta. Aunque ahora estuviéramos así tenía miedo de que volviera a tener otro de sus prontos y me dijera todo lo que dijo antes de separarnos tanto tiempo. Ese día, ella no lo sabe, pero vi como lloraba antes de cerrar la puerta. Supe entonces que sus palabras tenían la intención de alejarme, y viendo al castaño tendido en el suelo, me hago una ligera idea de porqué.
A decir verdad, tenía mucha más curiosidad y no iba a permitir que nadie me impidiera descubrir que secreto guardaban aquellos trozos de cristal que antes eran un espejo. Lo único que sabía es que no era muy recomendable mirarlo ya que producía unos efectos devastadores en quién lo mirara.
Ella me devolvió el beso y se incorporó con un poco de dificultad mientras una mano iba a su cabeza y ponía una mueca de desagrado.
- ¿Estás bien? - puse mi mano en su hombro e intenté tener contacto visual con ella. Sus preciosos ojos esmeralda me miraron y se me volvió a parar el corazón. Maldita sea, esos ojos siempre me iban a hipnotizar.
- Tranquila Camz - sonrió, lo cual me demostró que no le pasaba nada grave - hazme un favor y ayúdame a levantarme ¿Sí? Voy a cargar a Austin arriba, le limpiaré la camiseta y ya veremos qué hacemos con él
Hice lo que me pidió. Lauren subió a Austin arriba quitándole la camisa para lavarla. Mi curiosa mirada se posó en los abdominales de Austin a lo que Lauren gruñó - Como si no los hubieras visto ya - dijo para sí misma. Me giré y vi esa mirada oscura de nuevo. Posé mis brazos alrededor de su cuello y la busqué con la mirada, ella estaba cabizbaja por lo que tuve que llevar una mano a su mentón para que levantara la cabeza y me mirara.
- No lo he tocado - le di un suave beso en su mejilla - ni le he visto - mis labios viajaron a su otra mejilla dejando un cariñoso roce de nuestras narices para darla otro delicado beso - ni siquiera lo he besado - y mis labios se posaron en los suyos. Al principio la veía reacia al beso, como si no me creyera, pero poco a poco correspondió a mi beso incluso poniendo sus manos en mis caderas.
Desde mi primer beso con Lauren solo buscaba la oportunidad de que hubiera otro. Sus labios eran perfectos, sobretodo su labio inferior. Era un poco más grueso por lo que capturarlo entre mis dientes se volvía realmente tentador. Ya no me importaba si besaba bien o mal. Me importaba que ella respondiese a mis deseos e impulsos. Si la agarraba de la barbilla, que ella me mirara con aquellos ojos llenos de lujuria que me dominaban; que si la besaba el cuello, ella suspirara por más; que si mordía sus labios, soltara ese gemido inaudible; pero sobretodo que si la llenaba de amor y cariño, me retribuyese con lo mismo. Y hasta el momento estaba funcionando. Y si soy mala besando... ¿Qué más da? Habrá que practicar para mejorar ¿No?
Nos dejamos de besar por falta de aire, y no de ganas, cuando ella se fue para poner a lavar la camisa de Austin. Mientras ella volvía me senté al lado del sofá donde estaba Austin aún tumbado. Parecía relajado y completamente recuperado excepto, tal vez, por el palazo que le dio Lauren horas atrás. Acaricié su cabello dando gracias a lo que fuera por haber llegado a tiempo y que no hubiera pasado nada. No me quise ni imaginar que le habría mostrado ese espejo, algo terrible tenía que ser para que lo dejara así.
Poco a poco Austin emitió gruñidos de dolor, lo que indicaba que se estaba despertando. Me impacienté cuando se empezó a mover en el sitio y se incorporó sin abrir los ojos. Se sentó en el borde del sofá y puso ambas manos en su cabeza revolviéndose el cabello.
- Por fin despiertas Dorito Boy - Se oyó a Lauren entrando. Wow ¿Esta chica no da ningún descanso? Cuando se trataba de Austin era tan ácida. No la culpo, pero con todo eso de ser buena persona y ayudar no sabía muy bien cómo podía llamarlo así en esa situación - Era broma - me dijo mirándome directamente a los ojos mientras le lanzaba la camisa a Austin.
Austin la cogió y se la puso, sin una palabra. "Al menos abrió los ojos" pensé, pero sabía que algo iba mal cuando se quedó mirando a Lauren con cara perdida para luego mirar al infinito.
Miré a Lauren preocupada y vi su gesto torcido - Mierda - masculló. Se sentó en la mesita del café para estar en frente de Austin - Mahone, mírame - él obedeció pero lo miró con esa cara de perro apaleado de nuevo - Austin... - nada, no respondía - ¡HEY! - y vi como cruzaba la cara al castsño con un bofetón sin motivo ni razón. ¿¡Que bicho le ha picado ahora!? ¡Estábamos intentando que reaccionara, no dejarlo marca! Y entonces me fijé en que Austin ni se inmutó.
- Ya sabía lo que iba a ocurrir... - alzó su mano otra vez para golpearlo. No sabía si lo estaba haciendo por un motivo que yo no sabía o simplemente por el hecho de pegar a Austin y todo lo referente a ese maldito espejo.
- ¡LAUREN NI SE TE OCURRA! - Alcé mi voz haciendo que ambos giraran su cabeza hacia mí.
La mirada de Lauren era oscura y con visibles toques de furia. La mirada de Austin cambió, sus ojos perdidos se encontraron con los míos y su boca se abrió ligeramente, sus ojos empezaron a brillar dejándose llevar después por las lágrimas. Empezó murmurando "No...No..." y luego ocultó su cara entre sus manos gritando fuertemente "¡Perdóname! ¡Yo no quería...! ¡No sabía!". Cogí una de sus manos y lo llame suavemente por su nombre un par de veces - Austin, tranquilo ¿Qué pasa? - dije mientras veía como Lauren se levantaba y focalizaba su mirada en aquel chico roto y destrozado, cada vez se encontraba más furiosa y negando con la cabeza más rápido cada segundo que pasaba por una razón que desconocía.
- ¡Perdoname Camila! Yo nunca quise...
No pudo terminar la frase cuando una violenta Lauren se abalanzó sobre él cogiéndole por el cuello de la camisa.
- ¡MALDITO BASTARDO! - Bufó Lauren muy cerca de la mirada del joven que ahora, aparte de estar perdida, estaba llena de lágrimas incesantes.
- ¡Lauren qué te crees que haces! - no quería intermediar físicamente. Veía a la pelinegra demasiado furiosa como para intentar separarlos, de hecho sabía que no tenía la fuerza necesaria ni las ganas de acabar herida. Sabía que Lauren no era capaz de hacerme daño, nunca quiso hacérmelo, pero conocía una mirada parecida a esa que decía "No te metas con Lauren Jauregui ahora mismo" y cuando vi que sus ojos no solo se oscurecían sino que su alma también parecía oscurecerse sabía que algo no estaba bien - ¡Sueltalo por favor! - imploré intentando que entrara en razón.
- ¡TE VAS A ENTERAR POR TODO! - su puño estaba listo para golpear la cara de Austin, y algo me decía que no era de forma suave ni cosa de un simple golpe.
- Laur...
- ¡CAMILA, LO QUE PASA ES QUE ÉL TE IBA A HACER DAÑO!
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Hey! Espero les guste!
¿Vieron a la fiera de Lauren? Es como una mamá leona protegiendo a sus cachorros.
Decidí poner "lo macabro" y avisarles porque en mi nota hubo sentimientos encontrados. Asique espero no haberlos traumado. Prometo no volver a poner cosas así más.
Ya saben, si les gusta: comenten, voten y sobretodo sigan leyendo :3