Eliott se estremeció bajo su abrigo al bajar del taxi que lo llevó al set de grabación, concentrado en lograr llegar al área caliente no notó que otro auto se estacionaba tras su taxi hasta que alguien lo llamó.
—Disculpa, espera— escuchó la voz firme y se detuvo viendo a los lados notando que no había nadie más, se giró para ver quién era y no reconoció al hombre de cabello rubio cenizo y gafas oscuras. Era temprano en la mañana pero el sujeto parecía salido de alguna revista de moda, con el impecable abrigo negro por debajo de las rodillas, el pantalón de algún exquisito traje a medida y zapatos impecables, cada cabello en su lugar.
Eliott por su lado tenía el cabello desordenado y su abrigo estaba arrugado, lo había usado toda la semana anterior y sólo lo arrumbaba en una silla después del trabajo y se lo volvía a poner al día siguiente.
—¿Diga?— preguntó entrecerrando los ojos pues el sol de la mañana le dio de golpe en el rostro— ¿qué se le ofrece?— estaba seguro de no conocer al sujeto.
El hombre se acercó a él con una sonrisa encantadora, un hombre grande caminaba tras él, probablemente un guarura.
—Busco el foro 8, de casualidad ¿podría indicarme en dónde se encuentra?— preguntó quitándose las gafas. Eliott se cubrió del sol con la mano para poder ver mejor al hombre y tuvo el impulso de aclararse la garganta, como decía su hermana mayor, ese hombre era lo que su doctor le había recetado.
No había que confundir, El sujeto no parecía excepcionalmente atractivo, hermoso o inmensamente apuesto. Era atractivo, con una apariencia por encima del promedio, muchos actores lo eran pero a Eliott no le interesaban, sin embargo el hombre que tenia enfrente tenia todas las características físicas que le gustaban, alto de hombros anchos, porte elegante, pulcro, rostro masculino y lleno de carácter. También era evidentemente mayor que él, un hombre ya entrado en los 30, él apenas y empezaba los 20.
—¿Puedes?— el otro volvió a preguntar y Eliott estuvo seguro que su voz también le gustaba, si estuvieran en un bar intentaría que le invitara un trago.
—Disculpe, aún vengo algo dormido— sonrió amigablemente, sin importar lo mucho que se le antojara aquel hombre, ese era su lugar de trabajo así que disimuló. Era actor así que al menos de algo debía servir— Voy hacia allá, puedo guiarlo si gusta— ofreció.
—Lo agradecería— el sujeto le sonrió y al hacerlo le dedicó una mirada naturalmente intensa. Eliott suspiró por dentro, ese sujeto le parecía sensualidad pura.
—¿Esta aquí por trabajo?— preguntó mientras comenzaba a caminar y suspiró cuando el frío de la mañana disminuyó dentro del edificio.
—Aún no lo se, estoy aquí justo para averiguar si hay algo para mi aquí— sonrió dedicándole una mirada corta de reojo.
—Oh... — mala noticia, si el sujeto estaba ahí por trabajo y terminaban en el mismo equipo no podría hacer ningún movimiento—. ¿Cuál es su área?
El hombre observó a Eliott con un toque de curiosidad e intriga.
—¿No me reconoce? – preguntó con una sonrisa que a Eliott le pareció coqueta.
—Lo siento ¿debería? Soy un despistado...— se disculpó con una sonrisa algo nerviosa. Dios, ese hombre movía todos los engranes correctos dentro de él, su sola sonrisa le daban ganas de lamerle los labios...
"¡Basta Eliott!¡Basta!¡Llevas solo mucho tiempo!"
Se regañó para sus adentros. El sujeto pareció estar por contestarle cuando alguien se acercó a ellos recibiendo al hombre a su lado y diciendo que lo llevaría con el director.
—Hasta luego, espero que nos volvamos a ver pronto— se despidió.
Eliott observó la espalda alejarse y se mordió el labio inferior... de verdad quería coquetear con ese sujeto... Desgraciadamente para Eliott, conocer el nombre del sujeto alejaría cualquier pensamiento de deseo de su mente, o al menos le haría desear alejarlos.
Tras despedirse del extraño Eliott retomó su camino como si nada hubiese pasado, creyó que no volvería a ver al sujeto, al menos no ese día, pero para su sorpresa paso todo el día junto al director, hablando con él de cosas que solo ellos dos sabían.
Era ya la hora de la comida y Eliott aun se preguntaba quién era y por que el director parecía tan interesado en atenderlo. Estaba parado frente a la mesa de comida pero no le estaba prestando atención en realidad cuando su co-protagonista se acerco a él.
—Esta podría ser nuestra salvación—Rose, la protagonista femenina de la película se paró junto a Eliott visiblemente emocionada, tomó una botella de agua para disimular que no había ido ahí solo para cotillear un poco, aunque su postura inclinada hacia Eliott la delataba.
—¿De qué hablas?— Sonrió haciendo como que se concentraba en su elección de comida.
—¿Viste al sujeto que ha estado junto al director desde que rodaban la escena bajo la lluvia?— preguntó y volvió la mirada discretamente hacia el sujeto del que hablaba, razón por la que no fue consciente del leve sonrojo que cubrió las mejillas de Eliott.
—¿Había alguien junto al director? ¿Su asistente?— se hizo el tonto ¡claro que lo había visto! El sujeto de la mañana había estado viéndolo intensamente toda la escena y él había cometido la imprudencia de mirarlo mientras decía una línea improvisada. Era una suerte que al director le hubiese gustado y nadie alcanzara a notar a dónde se desviaba su mirada.
—¡Ningún asistente! ¡Ese era Czar Kyros! ¡El magnate del Cine!— le informó y Eliott casi deja caer su charola.
—¿Entonces ese es Czar Kyros?— preguntó afianzando su charola de comida y fingiendo magistralmente que no acababa de perder el piso.
Si se hablaba de salvación solo podía hablarse de Czar Kyros, todos en el staff y reparto habían estado esperando su visita a lo largo de la semana, si al sujeto le gustaba el proyecto tendrían la vida solucionada, ese hombre tenía fama de tener el toque de Midas, todo aquello que tocaba se volvía oro y cada película que había producido y supervisado había sido un rotundo éxito, al parecer Ángel, autor del libro que estaban adaptando la película lo había conocido en una gala y había terminado interesándose por su obra y la película.
El éxito de Kyros no se limitaba a su genialidad, también se debía a sus infinitos contactos y recursos, así como a la enorme cantidad de cines bajo su poder en todo el mundo. Apenas el año pasado se había establecido con éxito en Asia y era LA persona que cualquiera en la industria quería de su lado.
—El mismo en carne y hueso – Alan, el coprotagonista masculino de la película, habló y se acercó desde atrás, apoyó un brazo en el hombro de Eliott recargándose en él. Alan era más alto y a menudo hacía eso desde que él y Eliott se habían tomado confianza— Pero tú, Rose, no sé si deberías estar tan emocionada— una sonrisa maliciosa se dibujó en sus labios—. Al parecer cada que se enamora de un proyecto también lo hace de alguna persona involucrada, cuando hace de mecenas de un pintor quizá se acueste con el pintor o con el modelo y cuando produce lo hará con la actriz principal o con el director—explicó.
—¿Es en serio?— preguntó arqueando las cejas y Alan asintió, Eliott se quedó como pocas veces callado, escuchándolo con atención sin saber como digerir ese fragmento de nueva información.
—Ese hombre está enamorado permanentemente de la belleza, por lo que he escuchado, él sólo vuelve las piedras en joyas para poder deleitarse con su brillo y dime ¿quién brilla más en una película?— molestó a Rose a propósito. La chica no tuvo tiempo de contestar pues Alan la señaló— la protagonista.
La chica parpadeó varias veces, ella era una pelirroja hermosa, sabía que era bella pero por algún motivo no sintió que aquello fuera posible.
– Bien— sonrió restándole importancia al asunto— ya que tiene el toque de Midas quizá deba dejar que me toque toda toda – bromeó y los tres se rieron, aunque Eliott no sentía que aquello le causara nada de gracia. Continuaron filmando todo lo que tenían planeado para el día y terminaron cerca de las dos de la mañana.
Kyros había estado presente durante todo el día de filmación, había sido algo agotador, todos estaban nerviosos por la presencia del magnate y el director había llamado a Eliott especialmente para recordarle lo importante que era que aquel hombre se interesara en la película. Eliott mostró desde luego todo su apoyo pero por dentro lamentaba no haber sabido la identidad del hombre de antemano. Temía que ya hubiese cometido un error estúpido frente a él a esas alturas.
Para el final del día Eliott estaba cansado tanto física como mentalmente y recogió sus cosas solo deseando poder volver al hotel a descansar, tendría que volver temprano para continuar así que entre mas rápido se fuera mas descansaría.
—¿Necesita algo señor Dinares?— la asistente del director le dedicó una sonrisa profesional cuando vio a Eliott acercarse.
Eliott se rió por lo bajo, ser llamado señor a los veintitrés años no era precisamente halagador.
—¿Puedes pedirme un taxi, cielo?— le preguntó, ella era quien normalmente lo hacía por él.
—Desde lue...— aunque la chica se quedó a medias cuando alguien la interrumpió.
—No será necesario señorita, yo llevaré al joven Dinares.
Eliott se giró para encontrarse con la encantadora sonrisa de Czar Kyros y su expresión de "sé buena y no me contradigas" para la asistente. Desde luego la chica asintió y aceptó la orden sin chistar, todos estaban anhelantes por complacerlo y de ser sincero Eliott también prefería que el sujeto estuviera feliz, al menos a nivel profesional.
—Mi hotel queda cerca, no necesita molestarse— le sonrió al hombre— Creo que no hemos sido presentados formalmente, un placer... Eliott Dinares— aunque seguramente a esas alturas eso Czar ya lo sabía.
El hombre vio su mano y sonrió con cierta malicia, cosa que hizo que se levantaran todas las alarmas en Eliott.
—Lo sé— le recordó tomando su mano— Czar Kyros, pero estoy seguro de que ya lo sabe— el tono que el hombre usaba era grave y bajo, le puso los nervios de punta— Y no es ninguna molestia, sígame, mi chófer espera fuera—. Dispuso y no esperó a su respuesta antes de comenzar a caminar.
El sujeto no parecía querer darle salida y Eliott supuso que no podía ser tan malo, quiso ser positivo y pensar que quizá tenía algo que decirle sobre su actuación.
Cuando salieron del edificio el frío de la madrugada le golpeó y se levantó el cuello del abrigo, el chófer les abrió la puerta y Kyros se mantuvo junto a la puerta esperando que él entrara primero, como si pensara que de entrar primero el saldría huyendo o algo similar, Eliott encontró el gesto risible y solo entró.
El interior del auto estaba cálido y agradable, eso lo relajó un poco aunque el sentimiento desapareció inmediatamente cuando Czar entró en el auto y su presencia lo hundió todo.
—Gracias por llevarme— le habló intentando relajar el momento, no le gustaban los ambientes tensos y procuraba siempre mantener a todos relajados a su alrededor. Pese a que en ese momento el único que parecía necesitarlo era el.
—Mi placer— le aseguró apoyando un brazo en el respaldo y girándose a él— Estoy interesado en este proyecto— la afirmación de la nada le hizo parpadear varias veces.
—Vaya...eso ... eso es maravilloso— aseguró moviéndose cuidadosamente para poner espacio entre ellos y al mismo tiempo haciendo mas fácil verse al rostro. El sujeto ladeó el rostro clavando sus ojos negros en él, con el atisbo de una sonrisa en sus labios.
—Pero tengo una condición, una única condición—agregó.
Eliott frunció el ceño con confusión, dado que se lo estaba diciendo no era loco suponer que esa condición tenía que ver directamente con él.
—Oh...— se removió incómodo, ¿qué era? ¿tenía que renunciar o algo así? ¿Un cambio en el elenco?— ¿hay algún problema conmigo?— preguntó y el sujeto tomó su mentón entre sus dedos; Eliott se tensó, se echó inmediatamente atrás alejándose de aquella mano y frunció el ceño viendo al sujeto frente a el con recelo.
Czar lo observó directo a los ojos, sin la mas mínima vacilación, sonrió con arrogancia y guardo silencio varios segundos simplemente observándolo, haciendo que el corazón de Eliott se acelerara sin razón alguna.
—Quiero que usted siga todas mis indicaciones—le explicó al fin sin cortar el contacto visual, cada palabra con aquella voz aterciopelada que parecía poder acariciar tu piel— no las del director, no las del guion, MI palabra—. Haciendo especial énfasis en ese "mi", con un tono lento, pausado y profundo.
Eliott abrió los labios para decir algo pero las palabras no salieron, se quedó callado varios segundos mudo y completamente en blanco.
—¿Perdón? – logro soltar al fin ¡¿Qué demonios quería decir eso?!
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Este es el inicio mas difícil que he escrito, por que no lograba encontrar el ritmo adecuado y es muy probable que aun no sea el indicado, pero si lo retraso mas quizá nunca lo publique así que decidí solo publicarlo y dejarlo ir, espero que aun con sus imperfecciones esta historia les guste.