NARRA RAYITA
Cuando Abraham me llamó de verdad se lo escuchaba frustrado con su hermano que, no sé como fue que esta justo en mi escuela,¿porqué se odian tanto?, pero no quiero entrometerme y ganarme el odio de él... mejor espero hasta mañana o cuando el quiera contarme.
Desperté gracias al despertador en forma de perro viviente que tengo, Tomy, se hizo mi mejor amigo cuando más lo necesitaba, llegó en un buen momento creo. Ya lista me preparo el desayuno, cuando escucho la bocina, ese debe ser Abraham, corro a buscar mi mochila y salgo afuera.
- Cómo esta la mujer mas linda del universo- me abrazó.
Me separé de sus brazos riendo- Te estas volviendo un poco cursi-
- Solo tú conoces esa fase mía-unió nuestras manos mirando a mis ojos.
Reí- Mmm... eso me gusta-dije.
Subimos al auto y como todo un caballero Abraham me abrió la puerta.
- Creo que me debes unas respuestas- lo miré.
- Si- suspiró. No quería incomodarlo.
- No quiero presionarte, es solo que no sé- hice una pausa- Me parece raro que justo tu hermano este en la misma escuela que nosotros- dije lo que pensé.
- A mi también me parece raro... -suspiró devuelta- Sobre las respuestas... te las daré, pero después, por ahora solo quiero que te alejes de él- me advirtió mientras me miraba.
- No te preocupes pero va a ser difícil... es el profesor de matemática-
Llegamos a la escuela. Mi novio estacionó el auto. Vimos a los chicos, nos juntamos y fuimos juntos al salón de matemática, pura casualidad de que la de historia no vino.
- Siéntate conmigo- dijo nervioso Abraham.
- Siempre lo hago... No estés nervioso todo estará bien- traté de calmarlo.
- Solo quiero protegerte Tony puede ser muy peligroso cuando quiere- habló por ultimo.
Entramos al salón y Tony... digo el profesor ya estaba ahí. Cuando paso para ir hacia mi lugar me miró fijamente que hizo que tiemble todo mi cuerpo de una manera rara, Abraham lo fulminaba con la mirada desde el asiento.
- Bueno alumnos hoy necesitaré una asistente para la clase de hoy- se apoyó de su mesa- Así que... algún voluntario- habló calmado.
Al instante todas levantamos la mano menos Perrie, Sel y yo.
Fijó su vista en mí haciendo que me ponga nerviosa- ____ que tal tú...Ven no muerdo te lo aseguro- sonrío de una manera rara.
Miro a Abraham con cara de terror pero el solo mirada a Tony, me soltó la mano y pude ir hacia el profesor.
- Si me lo permiten, la señorita y yo tenemos que buscar unas cosas en el armario de alado-dijo.
Me agarró del brazo obligándome a caminar,caminamos hacia al aula de alado pero no hay nada.