#MaeDay
Capítulo treinta: Ratones y ovejitas.
—Gracias, chicos. Nos vemos. Te escribo luego, Muffin —El chico besó mi frente y sonreí cerrando los ojos, pero mi hermano tosió exageradamente y Joseph rio bajándose del auto no sin antes decirle algo—. ¿Quedamos otro día para que vuelva a ganarte?
Entonces Derek tocó el claxon y capi rio despeñándolo para luego caminar hacia su casa. El camino de regreso fue muy silencioso y sospechaba que mi comentario era el culpable.
Lo confirmé cuando Derek me llamó para hablar «a solas» sobre algo que le inquietaba.
—¿Cómo lo sabes? —susurró mientras me sentaba en su cama y solté una carcajada.
—¿Es en serio? Dime que es broma.
—Mae...
—Derek, es que todos lo notamos. Ambos se gustan, no sé en qué momento pasó todo esto, pero no sabes lo feliz que haces a tu hermana en este momento. Eso sí, le haces daño y te cuelgo de cabeza en el techo.
—Eh... Gracias.
—Sí, gracias.
—Mae, tengo... Miedo.
—A ver, ratoncito. Siéntate, estás en tu casa.
—Es mi casa... ¡Y es mi cama!
—Bueno, ¿vamos a entrar en tema de posesiones? Porque ese tigre que está ahí también fue mío.
—Mae...
—Ya, en serio. Ven, dime.
Entonces mi hermano suspiró y sentó a mi lado un poco nervioso.
—Digamos que sí me gustara Mia.
—Y es así —Mi hermano hizo una mueca y sonreí— ¿Qué pasa con eso?
—No quiero que vuelva a ocurrir lo de... Ya sabes quién.
—La pelirroja.
—Exacto, las cosas nunca estuvieron bien, y Mia vive en otra ciudad, las cosas van a complicarse, ¿sabes? No quiero verla mal por mi culpa.
—Y... ¿Te detuviste a pensar qué es lo que ella quiere?
—¿Qué?
—Claro, mira. ¿Sabes si ella quiero esto? ¿Y si ella estuviera dispuesta a mantener una relación a larga distancia? A luchar por todo esto. Esto de relación de lejos, felices los cuatro, es una gran tontería. Esto es generalizar a las personas. Y generalizar siempre ha estado mal. No sabemos si Mia quiere o no esto, y nunca lo vas a averiguar si no se lo preguntas. Así que te recomiendo ir y aclarar esa situación. Si ella se va sin que le hayas dicho algo, sufrirás porque no lo dijiste cuando tenías la oportunidad. Pero si, ¿y si te arriesgas? Al menos lo intentaste. Ahí hay un gran mérito, y tienes que ir a por ella.
—¿Desde cuando das consejos así?
—Mi experiencia en el amor, querido.
—Pero solo tuviste un novio y con el tipo que te gusta ahora, antes ni siquiera le caías bien.
—Esos son detalles menores. Tú hazme caso. Pero mañana. Hoy me toca pasar tiempo con ella.
—Bueno —sonrió mirándome—, gracias.
—No tienes por que darlas, sabes que siempre estaré aquí para ti. Ahora dale un abrazo a tu hermana y ve a tomar una manzanilla —estiré los brazos y rio abrazándome.
—¿Para qué la manzanilla?
—Para que te relajes.
—Estás loca —rió saliendo y suspiré recostándome con ambas manos bajo mi nuca.
—Oye... —Se asomó y alcé las cejas— ¡Sal de mi habitación!
Pegué un brinco y salí con él. Bajamos juntos, pero él se fue a la cocina y yo me dirigí a la sala encontrando una escena muy tierna.
—¿Quién es lindo? ¡Tú eres lindo! ¡Lindo Pedrito! ¿Por qué permites que mami te ponga ese nombre, bebé?
—Hola, soy mami —Ella me miró riendo y me senté en el piso, al segundo Pedrito estaba sobre mí apoyando las patitas en mis hombros— debo enseñártelo en persona.
Dicho esto, Mia se acomodó en el sofá y empecé a mostrarle todos los trucos que había aprendido.
—Ay, pero si es una ternura. Lloraré de emoción.
—Pedrito, rueda —Entonces empezó a dar vueltas y sonreí—. Vamos bebé, bang —hice el sonido haciendo como si le disparaba y se lanzó al piso haciéndose el muerto.
—Ay, eres tan inteligente —rió Mia y lo abrazó. Dasher solo me mira, come y duerme sobre mis pertenencias —habló sobre su gato.
—Tengo el perrito más guapo de todos.
—Sin duda.
Mia sacó su teléfono y me miró.
—¿Qué pasa?
—Mi hermana.
—¿Y? Contesta...
—Es que está llamando para preguntar el número de tu dirección. ¿Recuerdas aquél vídeo que te pasé por internet diciendo que algún día te haría?
—Oh... Mia —Ella solo asintió sonriendo y contestó— Hola, Chris. Sí... Estoy, escúchame. ¿Llegaste? —Mia asintió muy emocionada y corrimos a la ventana—. Sí, caminas por la residencial y entras a las casa numero veinticuatro, la puerta está abierta. Okay, adiós.
Mi amiga soltó una carcajada y esperamos pacientemente.
La broma que habíamos visto resultaba de una chica que enviaba a su amiga a la casa de su vecino.
Golpeó mi brazo en cuando Christine apareció en nuestra radio visual y entró a la casa del señor McCallister.
—Oh por Dios —susurré y me tapé la boca.
Christine al minuto salió confundida de la casa mientras nosotras nos carcajeábamos de lo lindo. No podía evitarlo, era muy gracioso.
Abrí la puerta de la casa y Mia llamó a su hermana alzando la mano.
—¡Les haré daño! —rió Chris mientras corría a abrazarnos— ¡El señor estaba en pantaloncitos!
—Es demasiado... No puedo más —reí mirándola.
—¿Viste su cara al salir? ¡Fue épico!
—Sí, sí. Yo les consigo cumplir un sueño y ustedes me mandan a ver viejitos en pantalones pequeños.
—Perdón —reímos abrazándola.
—Lo único que deseo es dormir.
—Adelante, es la última habitación de la derecha en el pasillo de arriba.
—Gracias por dejarnos estar aquí, Mae. Aunque me jugaron esa broma que por supuesto cobraré, te agradezco porque nos estás ahorrando el gastar en hoteles.
—No hay de qué, mi casa siempre estará abierta para ustedes —Ambas me abrazaron y la hermana mayor de las Welch, subió las escaleras junto a su maleta que Mia había dejado desde que llegó.
—¿Y ahora qué hacemos? —pregunté.
Ambas nos miramos y señalé una caja que citaba «Disney» en la portada.
—¡Maratón Disney! —gritamos alzando las manos.
Y así estuvimos como por dos días seguidos. Sin exagerar, nos alimentamos a base de helado, pizza y dulces.
—Ha sido la mejor maratón Disney.
—Ni siquiera recordaba algunas películas —mencioné estirándome en el sofá.
—¡Vergüenza en tu vaca!
Ambas chocamos las manos y me levanté. Necesitaba ducharme y volver a ser persona. Además debía dejar que Derek hablara con ella. Y eso hice, empujé a Derek a la sala y subí las escaleras halando de Max conmigo.
—¿Por qué?
—¡Porque sí! Ellos necesitan hablar a solas, ahora ve a la habitación de mi hermano y usa su videoconsola.
Entonces Max soltó un "yay" y se fue. Reí para entrar a ducharme, minutos después, estaba cambiada y totalmente lista para ir por un helado a Finn's.
Pero decidí revisar mis notificaciones, le había escrito a Joe pero no sabía si había contestado.
Joe. @JoePGunn_
«@MaeGriffin Pues estaré con Zeke toda la tarde, podrían unirse tú y Mia para tomar un helado, ¿qué opinas?».
Mae. @MaeGriffin_
«@JoePGunn ¡Oh! Zeke le debe un helado a Mia. Iremos con mi hermano».
Joe. @JoePGunn_
«@Maegriffin_ tal vez se nos una el chico que siempre está en tu casa. Que venga también».
Zeke. @ZekeWMiller
«@MaeGriffin_ @DerekGriffin_ @JoePGunn @MiaWelch_ Claro, soy un hombre que cumple sus promesas. ¡Zeke invita!».
Mae. @MaeGriffin_
@ZekeWMiller @DerekGriffin_ @JoePGunn @MiaWelch_ Zeke, ¿sabes que te quiero y eres una gran persona?
Y Zeke dijo que también me invitaria un helado. Bajé a comunicarle la gran noticia a los demás, y encontré a mi hermano besando a mi mejor amiga.
Me iba a dar algo.
—¡¡Dia es real!! —grité y se separaron mirándome, tapé mi boca—. Eh... Sigan con lo suyo, yo no vi nada —Me retiré lentamente y corrí hacia mi habitación con una gran sonrisa en la cara.
¡El ratón enamoró a la ovejita!
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HEYYY NOOOOW, HEY NOOOOOW, THIS IS WHAT DREAAAMS ARE MADE OOOOFFFFFFFFF.
DIA ES REAAAAAAAAAAAAL
Ah... ah... ¿Mi pareja principal es Moe? ah ok. Bueno, bueno.
...Y Moe se abrazó y eso.
JAJJAJAJAJAJAJAJAJAJ mentira, Moe son mis bebés añuñuñuñu <3
Tengo a la sas fangirleando porque le acabo de mandar el título del cap y es muy gracioso dhdkhdd.
Whatevs, espero que les haya gustado el cap. Me está gustando mucho como va el rumbo de la historia gg.
Sean felices, lean dating who, coman sus verduras y frutas, lean wishlist, cepillen bien sus dientes, lean they call me awkward, síganme en twitter y sigan siendo un corazón ten-Ah, ¿qué?
Ah, no. Así no es...
LOVE YA,
Baaaaaaaaaaaaaaaai<3