Este capitulo esta completamente inspirado en la cancion de arriba, espero les guste. este es el ultimo capitulo del fic, hare un epilogo salvo que no se cuando lo suba, gracias a todos por el apoyo, por estar conmigo en este proyecto que duro un año en conlucluir, disulpen por no responder los comentarios, pero anduve inspirada para escribir, gracias a los 373 comentarios y a todos los que leyeron. los quiero
Capitulo 32: No veo la hora.
Tengo tanto para darte
un beso en libertad
una abrazo por la noche
un cuento que te haga soñar
si la vida nos junto a los dos para crecer
amor contigo , yo quiero aprender
por ti puedo ser
una tarde en tu piel
una vida en tus ojos de miel
por ti vuelvo a ser
amor y fé
En un lugar poco iluminado se encontraba un hombre sentado sobre una pequeña silla y rodeado de pergaminos, tenia frente a el una pequeña veladora, que le daba una ligera visión de lo que tenia delante de el.
Suspiro cansado, estaba intentando escribir una carta a su amada, sin embargo aun no sabia como decirle que pronto estaría con ella, ya que ¿Cómo decirle que lo esperara, sin sonar injusto con ella?.
Él le prometió regresar pronto, sin embargo habia pasado un año desde su separación. El sabia que ella no lo olvidaria y seguramente su amor seguía igual o como en su caso mas fuerte.
Lo que a el le angustiaba era crearle una expectativa y no poder cumplirla, decirle que llegaba en una fecha determinada, ya lo habia hecho en el pasado sin embargo no habia cumplido por cuestiones del entrenamiento de su hija.
Ella comprendía, eso se lo dejaba claro en sus cartas, pero en cada una de ellas, percibía la decepcion de tener que esperar mas tiempo, estaba seguro de ello pues el mismo lo sentía, cuando le escribía una nota explicando el porque del retraso de su llegada.
Eso le dolia profundamente, decepcionarla. Aunque cada dia la amaba mas, pues el hecho de que ella lo apoyara en todo momentos, provocaba que su corazón y ser rectificara, el amor tan grande que le tenia.
Ahora recordaba todo lo vivido desde el dia que llego a ese sagrado lugar.
El viaje con su Sophia, fue corto ya que por medio de un traslador avanzaron la mayor cantidad de camino, solo tuvieron que caminar alrededor de media hora por un pequeño sendero, ya que el escudo de magia, evitaba el uso de esta en esa zona.
Cuando divisaron una gran fortaleza, construida de piedra, adornada con una imponente puerta de madera, supieron que estaban en el lugar correcto.
Se abrieron dejando ver la figura de un hombre, vestido sencillamente, el blanco era el color que resaltaba en el, les dio la bienvenida haciéndoles pasar el pelinegro desconfiado giro su cuerpo y pregunto.
- ¿Acaso no preguntara que hacemos en este sitio?,- el hombre negó.
- Solo personas tocados por la magia de una Viuda pueden traspasar el escudo de magia,- los observo,- asi que bienvenidos.- el pelinegro asintió y paso de largo tomando de la mano a su pequeña, sabiendo que en ese lugar su destino cambiaria.
Y no se equivoco, su estadía en aquel lugar habia sido todo, menos placentero. Desde el dia 1 en templo, el hombre que era su maestro les pidió despojarse de sus ropas mundanas, dándoles unas túnicas que los ayudaría a tener mayor comodidad, en un inicio no compendio el porque.
Siendo el dia siguiente el momento en el cual se resolverían sus dudas.
El entrenamiento consistía en tres etapas, la primera era mental, la segunda física y la tercera un misterio.
En los primeros 6 meses entrenarían su mente, ambos. Ya que el como padre de Sophia le daría la fortaleza a su hija para salir adelante, mientras que el mismo lo necesitaba ya que estuvo por meses a merced de la criatura.
Los dias estaban llenos de meditación, además de que estaban en voto de silencio por los primeros meses o hasta que encontraran su equilibrio. Para su grata sorpresa su pequeña alcanzo un gran nivel de concentración en ese tiempo, mientras que el duro un poco mas en tolerar estar en total silencio.
Pasado ese tiempo, su pequeña era separada de el, solo de dia ya que sus entrenamientos eran separados, seguían aun en la primera etapa en la cual ya podia hablar.
Su maestro le explico que todo el entrenamiento era para separar el lado de criatura de su hija, del cuerpo de la misma de esa forma podría ser mejor controlado.
El hasta ese punto estaba en venas condiciones, pues el hecho de que tuviera a un verdadero amor en su vida, lo ayudaba a fortalecer su mente.
Decir que extraña a Hermione era poco, hasta ese punto solo se le permitía estar en poco contacto con ella, aunque pasando esa primera etapa todo seria mejor.
Cuando llegaron a la segunda etapa, al ser el entrenamiento físico, era todo mas duro. Esto era con el propósito de que fortalecerían su cuerpo para que su hija tuviera la fuerza para luchar, por si la criatura se hacia presente.
El creyó que era mucho pesa para el pequeño cuerpo de su Sophia, equivocándose rotundamente, ya que ella, deseaba con todas sus fuerzas, ver a su mami como la rubia le decía y por ende, deseaba salir pronto del lugar, siendo la única forma entrenar.
Orgulloso estaba de su hija, al ver esa entereza que portaba para poder estar bien con quienes amaba.
En ese tiempo el también reflexiono sobre el pasado, como esa mujer mato a su abuela, al principio estaba molesto consigo mismo, por no haberse percatado de la naturaleza de la madre de Sophia, quería golpearse en la pared por sr tan ciego.
Su maestro lo tranquilizo explicándole que rara vez alguien se percataba de la manipulación de ese tipo de mujeres, le relato que a el mismo lo habian rescatado, asi como a el
Trato de comprender la condición de su hija y de cómo ese entrenamiento la ayudaría mas no anularía al ser que vivía en ella. deseaba quitarle ese peso en su hombros, ya que no deseaba que sufriera en el futuro.
El deseaba ser fuerte y no demostrar su angustia, sin embargo aun temia sobre el futuro de su pequeño tesoro. Aunque estaba seguro que Hermione lo ayudaría en todo.
Al pensarla su corazón latia como un adolecente, recordando a su querida novia, al amor de su vida, quien lo habia salvado.
Termino decidiéndose a escribir su misiva, pues dentro de una semana, estar de nuevo con ella, pues ahora solo faltaba la tercera etapa del entrenamiento, el ya sabia lo que tendría que hacer y estaba seguro que lo resolvería en un dia.
Deseaba mas que nada estar entre los brazos de su amada y estaba seguro que su hija compartía el mismo sentimiento.
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Una hermosa mujer pelirroja, caminaba por el pasillo del ministerio Ingles, el cabello suelto ondeaba en su espalda, dejando visible su hermoso rostro, que ahora contaba con un brillo diferente, cargaba en su brazo unas carpetas.
En su trayecto algunas personas se detenían a saludarla, mientras que otros la observaban y murmuraban, siendo detenidos cuando una mirada penetrante de ella, se postraban donde provenían esos murmullos, siendo callados al instante.
Cuando finalmente llego a su destino, entro sin siquiera tocar, los ocupantes de ese lugar, ni se inmutaron pues ya estaban acostumbrados, a que entrara de esa manera.
Al entrar a la oficina, sin anunciar su entrara, un hombre sentado detrás de su escritorio, se limito a observarla, mientras ella llegaba a una silla y sin ningún tipo de delicadeza o feminismo se sento, demostrando lo exhausta que estaba, el hombre se sonrio, observando con amor a su esposa.
- Voy a matar a Pansy,- anuncio la pelirroja, el hombre frente a ella sonrio mas,- es una mocosa inmadura, me tuvo dando vueltas, por todos los lugares de comidas y flores, para que al final dijera que nada le gusta,- suspiro,- no quiero que llegue el dia en que se pruebe su vestido y no le guste lo que ella misma diseño,- solto aire con mucha fuerza,- es una pesadilla,- declaro al final, mientras ponía sus manos sobre su rostro, el hombre sabiendo que no era bueno acercarse, pregunto desde la seguridad de la distancia.
- ¿No crees que te esfuerzas demasiado?,- cuestiono, cuando su mujer lo observo con fuego en los ojos supo que se había equivocado.
- Es una boda Sirius,- grito,- para planear la boda que ella desea, debemos esforzarnos,- suspiro.
- Solo digo que,- el hombre no sabia que decir, tenia la penetrante mirada de su esposa ante el,- podrías decirle a Hermione,- propuso.
- Esa traidora,- resoplo la pelirroja,- ¡renuncio!,- exploto,- lo escuchaste bien, dijo que no iba a soportar los berrinches de Pansy, y como no era buena planeando eventos, prefería no estorbar, dejo claro que solo la llamáramos cuando se fuera a probar su vestido de dama,- despues agrego,- la mues desconsiderada me dejo sola con una novia desquiciada,- hizo un delicado puchero, el hombre e levanto de su silla y camino hacia ella, arrodillándose fente a su mujer.
- Velo de esta forma,- comento,- te hace bien caminar, recuerda que ahora no trabajas y estar en casa todo el dia, podría hacerte sentir mal,- hablo de manera concreta, esperando no haberla enfadar mas,- ademas a nuestra pequeña le entretiene escuchar los berrinches de Pansy,- comento riendo, lo que provoco que su esposa sonriera, quitando de esa forma el puchero en su boca.
- También lo notaste,- dijo,- siempre que grita no se mueve, es como si le gustara saber que dira,- ambos sonrieron, bajando la mirada al abultado vientre de Cassandra,- ya quiero que nazca,- comento la bruja,- ¿Crees que Hermione acepte ser su madrina?,- cuestiono. Cuando levanto la mirada observo el ceño fruncido de su esposo,- ¿Qué pasa?.
- Nada hermosa,- beso su mano, sabiendo que no podría ocultar nada agrego,- es Hermione,- solo necesito eso para que ella comprendiera,- me preocupa, ha pasado por mucho y cuando al fin encuentra a su amor, se separan,- agrego. La bruja tomo su mano.
- Ella esta bien,- comento,- sabe que esta separación fue necesaria, pero esta consciente de que no se separan,- suspiro,- confía en ella,- agrego para despues poner una mano en mejilla de su esposo,- me encanta que seas tan protector,- sonrió con dulzura.
- Ella es importante en mi vida y siempre me preocupara,- ella asintió.
- Si en verdad te preocupa, haz que vaya conmigo y Pansy o de lo contario la matare,- afirmo mientras su esposo sonreía.
- Hare todo lo posible,- momentos despues beso sus labios y continuaron charlando de otros temas. Aunque por dentro el merodeador aun esta angustiado por la prácticamente hermana de su ahijado.
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Hermione estaba en su oficina, leyendo una carta, que absorbía toda su atención, tenia al inicio de su lectura una sonrisa enorme, conforme leia las líneas su emoción se desvaneció, ya que su querido mago, le decía que llegaría en una semana.
Sin embargo no sabia como tomar esa noticia, pues anteriormente había sido informada de lo mismo siendo su retorno pospuesto muchas veces mas, llenando de tristeza su corazón.
Comprendía el porque no estaban juntos, sus retrasos, no era un monstruo para reprocharle nada, pues todo lo que hacia era por el bien de su pequeña, solo que a pesar de saber todo lo que sabia la bruja, aun en su interior tenia mucho dolor por no estar con la persona que amaba.
Por ello cuando leía esa nota, su corazón brincaba de gozo, pero al mismo tiempo se obligaba a serenarse esperando que llegado el dia, el no apareciera.
Suspiro con cansancio y guardo la nota en un cajón de su escritorio, recargo su cuerpo en la silla poniendo sus manos sobre su estomago, observo con mucha atención el lugar, era un lugar sencillo como ella, tenia pocos lujos o mas bien ninguno, su escritorio estaba adornado con una foto del famoso trio dorado, tenían alrededor de 15 años en esa foto, no podía creer que aun después de tanto tiempo le siguiera doliendo la muerte de Ron.
Quito su vista del retrato y observo con atención, la foto de su mago y Sophia como los extrañaba, pensó mientras retiraba la vista de la imagen de sus personas favoritas.
En ocasiones aun le parecía extraordinario la forma en que su vida cambio, como paso de estar de cama en cama, sin la idea de un futuro mas allá de eso. A estar enamorada, con una hija y esperando al amor de su vida. Sin duda el destino se reía en su cara, por todas las veces que ella dijo que no deseaba algo como eso en su vida.
Al seguir con su recorrido, observo la foto de Sirius, Cassandra, Luna, Theo y los gemelos, como adoraba a sus amigos, era muy feliz al verlos de esa forma.
Cuando regreso a Londres, despues de dejar la embajada, jamás creyó que su vida fuera tan buena, lo que mas le preocupaba en esos tiempos era saberse sin empleo, pues ella era una persona, que odiaba estar sin hacer algo productivo.
Asi que despues de encontrar un departamento aun en contra de la postura de Sirius de que viviera en la mansión Black, se puso a buscar empleo.
Recorrió diferentes puestos alrededor del mundo mágico, no quería ir al ministerio asi que eso lo tomo como su ultima poción, cuando nadie la llamaba o lo que le ofrecían hacer no era de su agrado, se comenzó a sentir frustrada, era tanta su desesperación que en algún momento pensó en ir a Hogwarts a pedir empleo, sin embargo sabia que tener a Snape como jefe, no seria la mejor de sus ideas.
Vaya fue su sorpresa cuando Kingsley la visito en su departamento, para en primer lugar reprenderla y despues ofrecerle el puesto de directora del departamento de regulación de criaturas mágicas.
El brillo que se plasmo en los ojos de Hermione, fue suficiente respuesta para el ministro, sabia que ese puesto jamás s negaría a aceptar, ya que por lo que el sabia, la castaña que quería como hija, siempre deseo ocupar ese puesto.
Ahora la bruja mas inteligente de su generación, podía hacer funcionar la P.E.E.D.O. claro ahora con mas formalidad y de manera mas sabia.
Decir que estaba emocionada era poco, ya que al fin estaría en el puesto que mas le gustaba, pues podría ayudar a quienes mas lo necesitaban.
La castaña reía como una tonta, ya que en ese tiempo al frente del departamento que mas le apasionaba, habia conseguido sus progresos con la Plataforma de Trabajo y Derechos de los Elfos Domésticos, como ahora se llamaba su proyecto, aunque lidiar con el sentido de servicio y años de sumisión sin lugar a dudas seria una barrera difícil mas no imposible de romper.
Hoy en dia Harry junto con los gemelos se burlaban de ella, diciéndole que si volvería a tejer gorros y calcetines para los elfos, ella solo respondió rodando sus ojos de forma exasperante, mientras que por dentro se moria de risa, recordando la época en la que los elfos de Hogwarts evitaban su habitación por miedo a encontrar alguna prenda.
Se preguntaba que diría Ron, si viera su idea mas extraña hacerse realidad, ella esperaba lograr mucho en ese puesto, ya que ahora sabía que su inteligencia era aprovechada para ayudar a quienes en verdad deseaba apoyar.
El sonido de su puerta la saco de sus pensamientos, esta se abría, mientras dejaba ver a una hermosa pelinegra sonriéndole, la castaña hizo una señal para que entrara, esta la saludo con un beso en la mejillas despues de caminar junto a ella, para segundos despues acomodarse en una silla frente a Hermione. la bruja escucho un resoplido de parte de su amiga, si señores ua Gryffindor consideraba a una Slytherin una persona cercana, cuando levanto su vista y la observo con atención supo que algo tenia.
- ¿Qué te ocurre?,- cuestiono. Al no obtener respuesta puso toda su atención en ella dejando un pergamino lejos,- ¿Es por la boda?,- no sabia para que preguntaba si la respuesta era clara.
Desde que su casi hermano y su amiga se disidieran a poner una fecha para la boda, los preparativos comenzaron a agobiar a la futura esposa del niño que vivió, primero para ella todo tenia que ser perfecto, como las personas alrededor de Pansy, solo eran ellos, los amigos de Harry y algunos Slytherin, Hermione, Cassandra y en ocasiones Luna, decidieron ayudarla.
Mas tardaron en decidirse que en arrepentirse, ya que basto un dia para darse cuenta que esos preparativos, serian una total y completa pesadilla.
La bruja pelinegra al ser tan perfeccionista, veía cada detalle con un ojo demasiado critico, peor que Snape cuando se trataba de alguna poción. Que las flores, comida, disponer de cada cosa, fue complicado.
Hermione odiaba ese tipo de cuestiones, asi que solo fue cuestión de tiempo para explotar, el dia que lo hizo fue cuando Pansy no se decidía entre dos colores de mantel que eran exactamente iguales. Asi que ese dia renuncio.
Su amiga siempre que la veía le reprochaba y ella solo reia. Ahora la tenia frente a ella, con la misma expresión que hizo en primer lugar aceptar ayudarla la primera vez. Sin duda tenia un mal presentimiento.
- Es solo que estoy agotada,- dijo,- Cassandra por el embarazo no puede seguirme el paso,- la castaña rio, su querida ex asistente, estaba esperando a un precioso bebe, tenia 6 meses y decir que estaba feliz por ella y Sirius era poco.
- Comprendo pero debes entenderla, su cuerpo no es tan agil como antes,- respondió de forma conciliadora.
- La entiendo,- suspiro la pelinegra,- pero falta tan poco que de verdad no se como terminare todo a tiempo,- la castaña sonrio con nerviosismo, tratando de alejar ese sentimiento de desear ayudar a otros.
- Dile a Luna,- recomendó la castaña.
- Ella esta ocupada con los gemelos,- respondió la mujer. En ese momento Hermione recordó algo.
- Harry te dijo que podrías contratar a alguien,- la cara de horror que puso su amiga, después de oir esas palabras, fue tan épica que sin duda se hubiera reído, si no supiera que eso solo empeoraría las cosas.
- Jamás,- sentencio,- no deseo a nadie externo, porque seguramente filtraría información de la boda del gran Harry Potter,- la castaña asintió, poniendo su mente a pensar, hasta que la bruja la callo,- y ni se te ocurra que mis amigas Slytherin, esas arpías son unas desgraciadas,- agrego mientras fruncía el ceño, la castaña sabiéndose apartada, giro su rostro para no ver el semblante de Pansy,- yo se,- comenzó diciendo,- que te pido mucho, pero en verdad apreciaría tu ayuda,- la castaña iba a hablar, sin embargo la bruja la silencio.
Yo quiero darle a Harry un preciosa boda, algo digno de el,- bajo la cabeza,- el nunca ha celebrado algo,- sonrió,- se que me dirás que las fiestas de aniversario de la derrota del que no debe ser nombrado,- se puso seria,- pero esas fiestas son una imposición para el,- la castaña asintió, ella mas que nadie estaba consciente que ese dia era el peor para su amigo.
Asi que pensaras, que la que desea la gran boda soy yo, pero no todo es para Harry,- la castaña la observo, sus ojos eran de suplica,- además quien mejor que tu para ayudarme, conocer bien a Harry y sabrás ayudarle a elegir sus gustos,- la castaña rodo los ojosa, sabiendo que habia perdido.
- Esta bien,- suspiro. De inmediato una enorme sonrisa apareció en el rostro de la pelinegra, se levanto de la silla y prácticamente corrió a la puerta.
- Te espero mañana en casa,- dijo mientras abría su ruta de salida, la castaña se levanto de la silla.
- ¡Pansy!,- grito,- todo esto fue un chantaje,- afirmo la castaña. La sonrisa qe se formo en la bruja, fue tan Slytherin que cualquiera lo notaria.
- Mi querida Hermione,- dijo,- siempre sera una Gryffindor,- rio,- en ocasiones se te olvida que soy una Slytherin,- sonrio aun mas, para momentos despues abandonar el despacho.
La castaña rio, ya que sabia a lo que se refería la bruja. Pero n algo estaba equivocada y era en que a pesar de ser chantajista como cualquier serpiente, era que en verdad amaba a Harry y en verdad estaba preocupada por el, por ello deseaba una boda perfecta para el.
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Dos personas que se amaban profundamente, estaban recostados en sus camas, separados por kilómetros de distancia, siendo sus pensamientos los que los unía en esos momento.
Ambos solo pensaban que ya no soportaban estar separados y lo que mas anhelaban era estar juntos.
Solo veía el momento de volver a reunirse y poder tener esa vida que siempre soñaron con tener.
Pues ya no veía la hora de volverse a ver.
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En una esplendorosa casa, mas no por sus riquezas materiales, hermosamente constituida en una gran armonía familiar, se encontraba una pareja recibiendo a los invitados, que asistirían ese dia, para la celebración del primer cumpleaños de sus hijos.
Una mujer rubia, abrazaba a sus amigos, que entraban con regalos en manos, mientras que el esposo de esta, sostenía a los cumpleañeros. Cuando todos los presentes que consistían en los amigos de la pareja, estuvieron en una pequeña sala, aparecieron unas bandejas con bocadillos. .
Los presentes sonreían y bromeaban, contando anécdotas de sus épocas de Hogwarts o simplemente de cualquier cosa que se les ocurriera.
Desde hacia tiempo sentían que necesitaban un poco de desahogo emocional, ya que todos estaban muy cargados de emociones.
La castaña se percato que hacía mucho tiempo no disfrutaba tanto una reunión, reía mucho, sin embargo una parte de ella sabía que algo le faltaba. Ese día suponía Neville llegaría a Londres, lamentablemente ya era de noche y no llegaba, lo que lograba que su emoción bajara por momentos.
Comprendía que seguramente algo se presento, además todo era por el bien de su hija. Asi que con eso en mente seguía dispuesta a divertirse.
- ¡Tu!,- el grito de Cassandra saco a todos de su burbuja de diversión, los presentes se giraron a observarla, mientras señalaba con el dedo a Pansy,- traidora,- acuso la pelirroja a la pelinegra, el merodeador se levanto para sostener a su esposa, que hizo ademan de ponerse de pie, por suerte el vientre abultado impidió que sus movimientos fueran mas rápido,- te casaste,- termino su declaración la Señora Black. Los presentes de inmediato voltearon a ver a la acusada y esta solo sostenía la mano del niño que vivio.
- Yo,- fue lo único que articulo la pelinegra antes de asentir.
- Y yo ayudándote durante meses para tu gran boda y vas y te casas, arruinando mi tiempo invertido,- acuso la pelirroja,- yo que te estuve soportando por meses, tus berrinches,- continuaba despotricando la esposa de Black,- ahora resulta que todo lo que planee fue para nada,- de pronto paso a la ira y ponerse como Magdalena, mientras que la castaña amiga de Potter, solo se cubría la boca para evitar reír,- aun asi te felicito amiga,- termino por decir la futura mama. Los presentes rieron y solo fueron testigos de cómo la ahora Señora Potter se acercaba para abrazar a la pelirroja.
- Perdón,- articulo la bruja,- pero todo lo de la boda nos agobio y decidimos hacer algo simple, solo para ambos,- la castaña asintió comprendiendo su punto de vista. Cuando los nuevos esposos estuvieron juntos, las preguntas los invadieron.
- Ya paren,- comento Harry,- vamos por partes,- sonrió lleno de felicidad y de dicha,- antes que nada, quiero que nos disculpen, por los inconvenientes que les causamos, sobre todo a ti Cassandra, tu ayudaste mucho a Pansy, Luna eres una gran mujer también te lo agradezco y Hermione a ti también por tu colaboración,- las tres mujeres asintieron,- pero decidimos hacerlo de esta forma porque, vi que Pansy,- beso su mano al nombrarla,- estaba agobiada con todo, no quería que nuestra unión fuera causa de bueno su salud, asi que pensé que lo mejor seria ir directamente al ministerio y casarnos, por suerte no me hechizo cuando se lo propuse,- todos sonrieron después de la broma,- aun asi haremos una recepción, solo para los amigos,- el lugar se quedo en silencio, hasta que Sirius los rompió.
- Esta noticia amerita celebrarse,- agito su varita apareciendo vino de elfo y unas copas, sirviendo una a una con un movimiento de muñeca,- asi que salud por el matrimonio Potter,- grito para recibir en respuesta. Posteriormente Hermione se acerco a su casi hermano para abrazarlo.
- Te felicito amigo,- le dijo al oído,- te deseo la mayor de las felicidades. Te quiero,- el niño que vivio poso sus brazos alrededor del cuerpo de su hermana.
- Tu igual serás feliz,- ella sabia que se refería a Neville.
- Lo se,- articulo para después dejarse invadir por la felicidad de a su amigo, esperando ella ser igual de feliz, ya lo era pero siempre sentía que le faltaba algo, cosa que acabaría el dia que tuviera a su mago e hija a su lado.
Sus pensamientos fueron apartados de su mente, cuando unas voces la distrajeron, volteo hacia la puerta, solo para ver a los nuevos invitados. Su sonrisa de inmediato se transformo en una mueca triste, se levanto del sofá con toda la lentitud que pudo, para salir de la habitación, dirigiéndose de inmediato a una puerta que encontró abierta, puso un hechizo para silenciar el lugar para de inmediato soltar un grito, lleno de frustración.
Mientras tanto en una recién llegada en particular, se formo una mueca llena de tristeza, por la abrupta salida de la joven.
Dentro de la recamara donde se encendió la castaña, estaba ella caminado de un lado a otro, de pronto su mente paso de estar feliz sabiendo que supero su pasado y de un momento a otro ve a esa mujer, provocando su retroceso, de manera inmediata.
Por su cabeza, pasaba sus viejos recuerdos, los cuales habia estando enterrando por años y que hacia poco creyó dejar pasar, lamentablemente nad estaba olvidado.
Fue al baño que encontró dentro de la habitación, abrió la llave del agua y se mojo el rostro, debía reaccionar no deseaba estar de esa forma, no ahora, no cuando ya había estado viviendo de nuevo, tenia que ser fuerte, la bruja se decía eso mentalmente, aunque hacerlo sin duda era muy complicado.
De pronto su cerebro reacciono y se observo en el espejo, sabiendo lo que debía hacer, ya era momento de en verdad superar su pasado, de hacerlo enserio, ya muchas cosas estaban dichas y aclaradas en su vida, solo faltaba algo, solo una cosa no había hecho.
Camino hacia la puerta, respiro profundamente dispuesta a superar el mundo del cual huyo hacia años, cuando se fue de Londres.
Cuando llego a la pequeña sala, levanto la vista pretendiendo encontrar a la persona de que huía y vaya fue su sorpresa a no encontrarlos, vio en los ojos de sus amigos angustia, pues ellos creían por su reacción que no había superado el pasado.
- Se fueron,- la voz de Harry haciendo esa afirmación la sacaron de sus pensamientos. La castaña quedo en blanco, no sabía que hacer o como reaccionar, ella en todo este tiempo creyo que, estaba todo superado, lastimosamente se percataba de que eso era una mentira inventada por ella misma. Sirius se levanto y la abrazo.
- Sabes que no es tu culpa, cuando estés lista,- la bruja se separo de el con brusquedad.
- De eso nada,- grito,- ya basta,- exclamo nuevamente,- por Merlín ya pasaron años, es hora de que lo supere, o de lo contrario ¿Jamás avanzare?,- cuestiono a nadie en particular,- debo seguir y para lograrlo debo enfrentarlos,- suspiro y vio en la boca del merodeador una sonrisa de aprobación, el conocía todo asi que comprendía su preocupación,- es hora de que lo supere,- afirmo.
- Deseo que seas, feliz y si te crees lista,- dejo la afirmación al aire.
- Por supuesto,- respondió la bruja. Con mirada decidida, cosa que le recordó a Sirius el dia que lo rescato de la torre mas alta en Hogwarts.
- La chimenea esta encendida,- comento distraídamente Luna. Hermione la observo sonriéndole.
- ¿No te molesta?,- cuestiono la castaña.
- No, de hecho espero que lo soluciones,- le sonrió y como siempre ella le transmitía una gran paz.
- Gracias,- dijo antes de tomar sus cosas y dirigirse a la chimenea, tomo polvos flu y observo la mirada de aprobación de las personas mas cercanas a su vida, ellos conocían por lo que paso y su apoyo la alentaba, sonriéndoles arrojo los polvos y grito.- ¡La madriguera!,- desapareciendo en llamas verdes, fue directa a enfrentar su pasado.
Cuando el remolino termino y sintió sus pies tocar el piso, observo el luar que visitaba cada verano durante su tiempo en Hogwarts, cuando no tenia mas temor que aprobar sus exámenes, esa época feliz y llena de futuro.
Salio a la pequeña sala, que era tal y como la recordaba, solo que a diferencia de su esa poca, estaba llena de juguetes que demostraban la presencia de pequeños, magos o brujas en ese acogedor hogar.
- Hermione,- estaba tan distraída la castaña, que solo la mención de su nombre provoco que despertara de su ensoñación.
- Sr Weasley,- respondió la joven de ojos cafés, viendo la diferencia del hombre frente a ella, su cabellos canoso, sus lentes y su postura mas encorvada de lo que recordaba, a su lado estaba Bill su hijo mayor, quien la observaba sorprendido, ella no sabia como reaccionar ante ellos, asi que hizo lo que siempre se giro diciendo,- esto fue un error, yo no debería estar aquí,- antes de salir una voz la detuvo.
- Claro que no mi niña, esta siempre será tu casa,- la bruja mas inteligente de su generación, giro su cuerpo para ver a la Sra. Weasley observarla, con mas edad pero siempre portando esa mirada maternal, la bruja se retorció sus manos al tenerla cerca.
- Mama tiene razón,- dijo el mayor de sus hijos,- esta es y siempre sera tu hogar, eres completamente bienvenida,- la bruja sonrio ante sus palabras, pues esto demostraba que ese seguía siendo su segunda casa.
- Gracias,- agrego la bruja,- es solo que el motivo de mi visita es,- callo unos momentos,- disculparme por todo el tiempo que me aleje yo...,- la voz maternal de Molly la detuvo.
- Al contrario mi niña,- se acerco la bruja hasta tomar sus manos,- nosotros te debemos a ti las disculpas, quienes te lastimaron fueron mis hijos, ellos son los que obraron mal,- la castaña bajo su cabeza.
- Pero si yo hubiera hablado, posiblemente la trampa se hubiera descubierto, o hubiera dicho lo del bebe,- la mujer frente a ella, levanto su cabeza y sonrio.
- No, ellos son los que tuvieron que detenerse antes de lastimarte, Ginevra no tiene perdón no solo te hirió, también a Charlie y el debió ser un hombre y encarar lo que su hermana argumentaba, no caer en su juego,- la castaña la observo perpleja.
- Pero yo di motivos, si hubiera dicho que Ron,- la mujer puso una mano en su mejilla.
- No tienes la culpa, mi pequeño Ron, sabia que podía morir cuando decidió enfrentarse en esa batalla, el solo hizo lo que su valentía le indico, te defendió, asi que no tienes porque sentirte culpable por algo que el decidió,- la castaña sintió húmeda su mejilla no sabia en que momento lloro.
- Solo perdónenme por no hablar, por no dar explicaciones y splo huir,- a mujer asintió.
- No hay nada que perdonar, eres como mi hija y si tal vez tu error fue no decir lo del bebe, pero eso ya es pasado, ahora es momento de seguir, estoy segura que Charlie te desea lo mejor.
- Como yo a el,- ambas sonrieron fundiéndose en un abrazo sincero. Por primera vez en mucho tiempo la castaña se sintió en paz, ya que l que necesitaba para concluir su pasado lo habia hecho, hablar sinceramente con Molly, ella se sentía realmente culpable por la muerte de Ron, por años sintió que fue su culpa, ahora sabia que nadie creía eso, asi que sintió que un gran peso abandonaba su cuerpo.
Agradeció las palabras de la mujer que siempre considero como una madre. Pasaron horas donde hablaron de su vida, sus planes de Neville y Sophia, al inicio no se sentía cómoda, pero después la confianza que siempre le tuvo a la mujer se hizo presente, haciendo que dijera todo lo que le perturbaba, como siempre su sabios consejos la reconfortaron, haciendo que una esperanza de tener pronto a su familia creciera en su ser.
Igualmente la reunión estuvo llena de bromas y risas gracias a los gemelos. También volver a comer los guisos de la Sra., Weasley fue un gozo la bruja. Cuando fue demasiado tarde y al no tener la chimenea conectada a su departamento, la bruja decidió dormir en la madriguera por orden no petición Molly.
Esa noche Hermione, corroboro que su vida volvia a su cauce, sintiéndose inmensamente feliz, sabiendo que ya nada la ataba a ese pasado y ahora era libre de sus antiguas ataduras.
Durmió con una sonrisa en sus labios, sabiendo que ahora si podía ofrecerle todo su ser a sus dos personas favoritas.
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A la mañana siguiente, Hermione salio de la casa de los Weasley despues de desayunar todo lo que le sirvió Molly, cuando llego la hora de marcharse, la mujer le hizo prometer que llevaría a Sophia a verla, ya que al ser como la hija de ella, seria su nueva nieta, asegurándole que lo haría, decidio aparecerse cera de su casa, para caminar unos momentos.
El nudo en su estomago desapareció, ahora tenia una nueva perspectiva de vida y eso le emocionaba, por fin podia decir que nada la ataba al pasado que tanto dolor le provocaba.
Iba llegando a su departamento, cuando una voz la regreso al mundo.
- ¡Mama!,- fue el grito que llego a su oídos, ella levanto el rostro, para encontrarse a una niña rubia corriendo hacia ella, la bruja se arrodillo para quedar a su altura y ambas se fundieron en un tierno abrazo,- mami,- dijo la castaña sontio recorrer una gran emoción en su cuerpo cuando escucho esa dulce palabras, separo a la pequeña de su cuerpo y ella al sentirse lejos del calor de Hermione se cubrió la boca,- perdón,- murmuro. Incrédula ante lo que acaba de oir la bruja pregunto.
- ¿Me llamaste mama?,- la niña la observo sin parpadear,- me encanta,- exclamo Hermione para después abrazarla,- te extrañe hija,- por primera vez la llamaba de esa forma y fue una grata sensación lo que la invadió.
- ¿Entonces no te molesta?,- cuestiono la niña, jugando con un mechón de cabello de Hermione.
- Eso eres,- afirmo,- mi hija y yo soy tu madre,- afirmo la bruja,- al menos claro que no quieras,- la niña sonrio tan ampliamente que Hermione creyo que se lastimaría su pequeña boca.
- Claro que eres mi mama,- dijo abrazándola. Ambas estaban felices que no notaron una figura mas cerca de ellas.
- Y para mi no hay abrazos,- la castaña observo hacia arriba solo para ver a su mago, ella sonrio aun mas, cuando Sophia se separo de su mama, el mago se acerco para dare la mano y ayudarla a levantarse, la bruja termino poniendo sus brazos alrededor del cuello de su amor y este la sostuvo por la cintura,- perdón por no llegar a ayer,- la bruja lo silencio con un tierno beso, que el recibió gustoso, sin embargo no lo alargaron mas, ya que tenían publico.
- No me importa,- dijo,- lo que me emociona es tenerte a mi lado,- le sonrio ampliamente,- de tenerlos a los dos,- la mirada que pusieron uno sobre el otro, no de demostró otra cosa mas que el amor que se tenían, sabian que ahora que estaban juntos nada ni nadie los volveria a separar, ya que su amor los mantendría unidos siempre.
- Tengo hambre,- la afirmación de Sophia, provoco que los adultos salieran de sus promesas no dichas.
- Mas tarde,- dijo la bruja en un susurro sugestivo, asegurando con eso, que esa noche ellos se reencontrarían, en su lecho, después se acerco a Sophia para preguntar,- ¿Y que quieres comer mi am or?,- el herbologo sonrio, pues amaba que su bruja, procurara a su hija, sabia que habia elegido bien, pues no muchas mujeres, elegirían a su pequeña sobre sus propias necesidades de pareja, eso y la mirada de amor de Hermione, hizo que supiera que sin duda ella seria una gran mama para Sophia y claro una gran mujer para el. Tomaron la mano de su pequeña hija, uno en cada lado de ella
Sabian que ese dia, era el inicio de una vida juntos, ya que al fin habían superado pasados, dolor, perdidas, angustia y todo tipo de sufrimientos, sabian que ahora podrían ser felices, ya que habían sobrepasado las pruebas necesarias para saber que sin lugar a dudas que eran una gran pareja y sobre todo una hermosa familia.
FIN
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¡Por Merlin!..... que emocionada me siento, de verdad me siento triste y feliz, la verdad es una mezcla de emociones, estoy sin palabras. Esta historia que tardo mucho en ver su final feliz, me dejo con muchas cosas positivas, dicha de conocer a lectores tan entregados que siempre estuvieron conmigo, a pesar de atrasarme o que no les di el final que deseaban, a todos ustedes gracias por estar aun aquí.
Este es el ultimo capitulo de la historia, hare un epilogo, seguramente pequeño, solo que no se cuando lo suba, espero sea rápido.
De verdad gracias, por sus comentarios, por sus votos, sus favoritos, son geniales. Espero esta historia les haya dejado el mismo sabor de dicha que a mi. espero verlos en otros de mis proyectos.
Ustedes se merecen un aplauso por leer hasta el final, ya que sin ustedes esto nunca hubiera sido posible, inmensas gracias por todo. Los quiero y bendiciones, abrazos y todo mi amor.
Odio decir los siguiente.
Travezura realizada, Nox