Melissa
- Joder por mi vida, joder. ¿Cómo se atreve a hacerme esto? ¿Cómo logra poner mi mundo tan patas arriba? -Pensaba
No me di cuenta que me veía como estúpida sonriendo a la pantalla de mi teléfono hasta que Andrés me recordó que estaba ahí.
- ¿Por qué sonríes? -Dijo mi amigo de pronto con el ceño fruncido
- Por nada en especial Andy. Cosa de chicas -Dije intentando parecer normal
- ¿Ahora me excluyes? -Sonaba un poco dolido
- No para nada, te contare... Es mi amiga Marina que viene para vacaciones de invierno -Se quedó en silencio. Posiblemente no me creyó nada- Podría gustarte, es súper bonita
Andrés
En ese momento me habría encantado decirle que ella era súper bonita, que ella me gustaba y que no habría nadie más como ella en mi vida. Era la chica más especial que conocí jamás y estaba enamorado como un idiota. Me detenía el haberle prometido que no intentaría nada con ella y el saber que estaba ilusionada con ese anciano amigo de su padre.
Desde el maldito viaje a su casa de campo no puedo sacar de mi mente su imagen besándolo, como jamás lo hará conmigo.
Melissa
- Si seguro -Estaba un poco pensativo
- Hay Andy me encantaría que se conocieran, imagínalo, mis 2 mejores amigos juntos. De lujo
- Eso no sucederá Mel. Debo mantener mi cabeza en entrar a la universidad ¿Recuerda?
- Si, yo igual. No sucederá entonces -Puse mi cabeza en la almohada y me quede completamente dormida
Es como si la alarma insistiera en hacerme daño por las mañanas. Amanecí enredada en los brazos de Andrés quien por cierto no habría despertado de no lanzarle agua a la cara.
- ¡Estás loca! Eso está helado niñata -Gritó al sentir el agua
- Es hora de ir a la escuela niñato -Dije aun riéndome de su reacción
- Déjame dormir, aún falta como una hora para ir a tiempo -Contesto metiendo su cabeza debajo de la almohada
- ¿No te ducharas?
- Lo hago en 5 minutos
- Que bobo
Tome mi ropa interior de abuelita, unos jeans negros rasgados por las rodillas, camiseta roja y fui directo a la ducha. Termine como 20 minutos después, me vestí y salí del baño para ver a mi amigo aun durmiendo.
- La ducha esta libre Andy -Dije dando un golpe en su trasero
- ¡Basta! Tus almohadas tienen impregnado tu perfume Melisso -Que torpe era
- Calla Andrea y toma una ducha o estarás oliendo a mi todo el día -Dije burlona mientras anudaba mis zapatillas deportivas
- Esta bien por mí, dirán que he dormido con una chica que usa perfumes caros. Dejaré la virginidad ante la sociedad -Dijo riéndose y colocando sus brazos bajo su cabeza
- No eres virgen Andresito y mis perfumes son normales -Dije recostándome sobre su abdomen y decidiendo no poner ni rímel en mi cara
- Lo soy... -Dio un gran bostezo
- En el fondo de tu corazón, porque puro y casto como lo indica tu religión ya no te lo cree ni tu madre -No pudo evitar reír por eso
- Calla atea -Dijo burlón
- Agnóstica por favor dulzura -Reí después
- ¿Y tú Mel eres pura y casta hasta el matrimonio como lo indica mi religión? -No supe que parte era broma
- Justo como lo indica la religión que no sigues amigo -Comenzamos a reír- Y hasta el matrimonio. Cada día al despertar me digo -Puse la voz más solemne que encontré- Melissa, no fornicaras, no fornicaras, hoy no fornicaras...
Reíamos tan fuerte que mi madre tocó la puerta para preguntar si estábamos listos, respondí que casi y Andrés salió disparado a la ducha. En efecto Terminó como en 5 minutos.
Fuimos a la escuela y tuvimos otro día abrumadoramente aburrido, esto de estar a un mes de vacaciones me hacía sentir que nada tenía sentido dentro de esa cárcel.
Sonó la campana de salida y Andy dijo que debía ir a casa enseguida, yo tome mi tiempo en cruzar el estacionamiento y buscar a don Jaime.
- ¡Melissa! -Una voz varonil a mis espaldas me llamo
Era un tipo en motocicleta quitándose el casco. Lo describiré un poco, era alto, musculoso, de unos 24 años, llevaba el cabello revuelto de un tono castaño, un trasero de infarto y un par de ojos verde grisáceo divinos.
- ¿Si? -Dije algo confundida
- No soy de los que aceptan un no por respuesta, estas muy guapa -Mi cara de anonadada era bastante obvia
- ¿De qué hablas? -Estaba muy confundida
- Te llame ayer y me colgaste. Eso me encanto y decidí que vendría por ti -"Otro cretino que por sus ojos bonitos cree que puede joderme la vida"
- Mira amigo de Darla, lo que dije fue en serio. No es como que espere que me conquistes o te cueste trabajo ¿Entiendes? -Ya recordaba quien era
- ¿No puedes ser más huraña? -Dijo tomando mi brazo ya que yo intentaba irme de ahí- ¡Mientras más hagas este tipo de cosas más me obsesionaras Melissa! -Casi lo gritó porque zafé mi brazo de su agarre y corrí en dirección al auto que me esperaba
- ¿Todo bien señorita? -Pregunto don Jaime al escucharme agitada
- Si, corrí un poco -Dije casi sin respirar, ese tipo me asusto bastante
- Lo vi todo ¿Es su novio? -Sonaba preocupado
- Para nada, en realidad no lo conozco y me ha espantado bastante -Confesé
- Casi bajo a quitárselo de encima -Dijo ahora enfadado
- No se preocupe, gracias, le he dejado claro que se aleje de mi -Mentía porque en realidad ni le había dicho nada al tal Arturo ese
Narrador
Melissa siguió conmocionada el resto del camino en dirección a su casa. Arturo le pareció un completo lunático y él en cambio estaba decidido a conquistarla.
- Hola Andy -Dijo ella al teléfono ya en su habitación
- ¿Qué sucede Mel? Hoy no iré a trabajar en el proyecto, perdón, mi madre ha decidido que tomaremos terapia, me cree loco -Hablo su amigo del otro lado de la línea
- En realidad no era por el trabajo pero ¿Tu madre se ha vuelto loca? Bonita terapia familiar de dos
- Eso creo Mel -Respiro profundo el chico- Dime ¿Qué necesitas?
- Me ha pasado algo feo Andy, el tal Arturo me ha dado el susto de mi vida al salir de la escuela
- Ese cabrón ¿Qué te ha hecho? Te prometo que lo voy a buscar y... -Estaba más que enfadado
- No Andrés, tranquilo. Necesitaba sacarlo pero no quiero que te metas en problemas por mí -Se asustó ella al imaginar lo que pensaba hacer su amigo
- Por ti haría cualquier cosa, esperaba que lo supieras
- Esto no Andy, nada de peleas. Le quedó bien claro que no tenía chance de nada. Déjalo así o me arrepentiré de contarte cualquier cosa -Escucho solo el silencio- ¿Entendiste Andrés?
- Suenas como mi madre -Dijo él riéndose- No hare nada por ahora
- Ni nunca
- Debo irme a terapia familiar de dos
- Promételo Andrés
- Adiós
Por supuesto que no prometió nada. Estaba dispuesto a alejar a Arturo de la vida de Melissa a cualquier costo, lo mismo que haría con Daniel de tener posibilidades y pruebas de que quería al amor de su vida.
Daniel
La semana pasó volando y entre todo mi trabajo y un par de amantes no pude dejar de pensar en mi pequeña Clair, no pude dejar de ver sus imágenes una y otra vez durante mis ratos libres. Es demasiado ella, desearía que fuera demasiado mía.
- Señor, disculpe que entre así pero he tocado la puerta y no me contestó -Dijo mi secretaria interrumpiendo mis pensamientos
- Dime -Conteste algo cortante
- Ah estado insistiendo una señorita al teléfono
- ¿Quién? Martha ya hemos hablado de esto. Pides su nombre, teléfono y si esta repetido en la agenda roja no me avisas -La interrumpí
- Me ha dicho que usted le contestaría
- Todas dirán lo mismo
- Me ha dicho que le dé el siguiente recado -Esa mujer tenía pantalones. Comenzó a leer algo tal cual- "Daniel he llamado a tu celular y no respondes. Quería saber si puedo ir hoy a imprimir mis dibujos, el trabajo es para el lunes. No quiero reprobar. Tú lo ofreciste. Ahora no salgas con que no." -No pude evitar reírme ante eso- Eso era señor ¿Qué le digo a la niña que no deja de insistir?
- Déjalo, yo le llamo ahora
- Le doy el numero 4,2...
- No gracias. Lo sé de memoria -La mujer se sorprendió ante mi respuesta
Encendí mi teléfono que había apagado para una junta importante y pude ver varias llamadas y mensajes de la pequeña Melissa. Le llamé
- Hola -Dijo al instante- Que bueno que al fin te comunicas, tu secretaria me ha dicho que...
- Hola Melissa, cuando quieras eres bienvenida para imprimir tu tarea
- ¿A qué hora estas libre hoy?
- ¿Quieres hacer tu trabajo o cenar conmigo? -Dije casi riendo
- Ja Ja Ja -Risa irónica- Pero que gracioso es que estas los viernes ¿No?
- Ven a las 7, le dejaremos los dibujos a alguien
- Vale ahí estaré
- Te estaré esperando
Enseguida colgué, sé que nos quedaríamos hablando por horas de no ser así. Seguí en lo mío, releyendo contratos y dando el visto bueno a varios proyectos. Pronto la gente fue saliendo y todo quedando vacío.
R��*��;