____ Point of View:
Suspiré pesarosamente mientras echaba un último vistazo a la que fue mi casa durante los últimos diecinueve años, me negaba a dejar mi hogar, pero no tenía otra elección, tenía que dejar todo atrás si quería estar a salvo.
-Cariño, no te preocupes, volveremos pronto... -dijo mi madre poniendo su mano delicadamente sobre mi hombro intentando tranquilizarme.
-¿Desde cuándo es pronto cuatro años? -dije mientras subía a el Range Rover de cristales tintados que estaba aparcado justo en la entrada.
Me senté en uno los asientos traseros del coche junto con mi madre, mi padre iba delante junto con su guardaespaldas, John ,esta era mi vida a partir de ahora, guardaespaldas y seguridad...
Después de haberme sacado el carnet de conducir ni siquiera iba a ser capaz de ir de compras sola y era un auténtico fastidio.
Saqué mi móvil del bolsillo trasero de mis pantalones y abrí Spotify, la música comenzó a inundar mis oídos mientras miraba por la ventanilla, los árboles parecían bailar al son del viento mientras la luz del sol se colaba por los recovecos de las hojas. Antes de que pudiera darme cuenta me vi a mí misma entrando por las puertas de la Casa Blanca, ¿cómo se supone que iba a llamar a ese lugar mi hogar?
-Wow...- se me escapó.
-¿Es bonito eh?-dijo mi padre.
-Aparte de que es bonito, es que es enorme -aclaré.
-Bueno...eso tiene como ventaja que puedes elegir tu cuarto -dijo mi padre rascando su sien.
¿Enserio creía que eso iba a animarme?
-Supongo que entonces empezaré a investigar...-dije encogiendome de hombros.
-____ cuando estés instalada me gustaría que vinieras a mi despacho, tenemos que hablar.
¿Desde cuándo éramos una pareja mi padre y yo para "tener que hablar"? Esta situación era ridícula.
-Lo haré, os veo en un rato -dije abandonando el hall.
Comencé a subir una larga escalera mientras deslizaba mi mano suavemente por la barandilla, llegue hasta un pasillo enorme y comencé a abrir puertas al azar cuando una voz me sorprendió.
-Disculpe señorita ¿puedo ayudarle en algo? -dijo una señora algo mayor cuyos cabellos canosos estaban recogidos en un moño.
-Emm...en realidad...yo, yo estaba tratando de encontrar una habitación que me gustase, esto es demasiado grande y...
-Si quiere yo puedo ayudarla, acompáñeme .
-Comencé a seguir a la señora mientras trataba de recordar el recorrido que estaba haciendo, parecía tan dulce y amable ,su mirada era penetrante pero para nada molesta, aunque algo impactante debido a sus ojos azules.
-Creo que esta será de su agrado-dijo sonriendo.
-Oh Dios mío...
Podría decirse que era la habitación de mis sueños, entre sorprendida por las magníficas vistas que se podían apreciar desde el ventanal, este tenía debajo una especie de sofá que estaba segura de que aprovecharía para leer, el cuarto de baño tenía una bañera gigante de hidromasaje y la cama era de matrimonio.
En cuanto a mi armario, para mi sorpresa era una habitación entera en la que cabría más ropa de la que necesitaría en toda mi vida.
-Esto es impresionante-dije dirigiéndome a la señora mayor.
-La hija de Obama reaccionó igual que tú cuando se la enseñe -dijo riendo- soy la señora Martin, la ama de llaves y supongo que tú debes de ser la hija del señor Parker.
-Exacto, mi nombre es ____, es un placer conocerla -dije sonriendo- debería bajar a por mi equipaje...
-Oh, no será necesario, le diré a alguien del servicio que suba todo su equipaje, si le parece bien claro.
-No sabe cuándo se lo agradezco señora Martin, esto...¿sabe dónde está el despacho de mi padre? Es que tengo que hablar con él.
-Por supuesto, sígame - dijo amablemente.
El despacho de mi padre no quedaba demasiado lejos de mi habitación, despidiéndome de la señora Martin llame a la puerta y mi padre me recibió.
-Vaya, tienes un despacho muy guay - dije riendo.
-Has sido rápida en elegir tu habitación
-Bueno en realidad tuve algo de ayuda con eso, la señora Martín fue muy amable y me ayudó, así que no puedo quejarme - dije encogiendome de hombros- así que dígame señor presidente ¿qué asuntos vamos a discutir hoy?
La expresión de mi padre pasó de ser relajada a volverse seria y fría, eso me incomodó bastante.
-____ ser tu padre implica muchas cosas, una de ellas velar por tu seguridad, la que creo que se puede ver afectada por esta nueva situación y es por eso por lo que creo que deberías dejar de ir a la universidad y asistir a clases privadas -dijo mi padre mientras entrelazaba los dedos de sus manos.
-¿Qué? Papá no puedes hacerme esto, quiero decir, mis amigos están en la universidad, estamos a mitad de curso y bueno, me gustaría seguir teniendo una vida normal...
-Lo sé, por eso he pensado en una segunda opción que quizá te guste más.
De repente como si estuviese planeado alguien llamó a la puerta, lo que me sorprendió e hizo que me girase curiosa.
-Adelante - dijo mi padre amablemente.
Entonces apareció un hombre vestido con traje y corbata de estatura media. Tenía una complexión digna de admiración, su cuerpo estaba trabajado, aunque más bien parecía esculpido debido a sus increíblemente perfectas proporciones.
Su pelo era de un rubio sucio y lo llevaba perfectamente engominado y peinado hacia atrás.Sus ojos eran del color de la miel y había algo en ellos que los hacía demasiado interesantes, parecían esconder algo, sin duda aquel chico era realmente atractivo.
-Buenos días señor presidente -dijo estrechando la mano de mi padre.
-Justin quiero presentarte a mi hija ____,____ este es Justin, tu guardaespaldas, a partir de ahora Justin será tu sombra, el cuidará de ti y te protegerá para que puedas continuar con tu vida normal e ir a clase.
Estaba perpleja, no sabía qué decir o cómo reaccionar ¿un guardaespaldas?
-Estás de broma ¿no? -dije buscando alguna expresión que delatase las auténticas intenciones de mi padre.
-____, creo que no entiendes lo que implica mi hija ahora mismo.
-Si lo sé, pero Dios, tengo diecinueve años sé cuidar de mí misma...
-Estaré más tranquilo si Justin cuida de ti.
-¿Es estrictamente necesario?-dije pesarosa.
-Totalmente, tú eres quien elige, educación privada en casa o universidad con Justin.
-Genial...-dije rodando mis ojos- un placer Justin.
Me marché del despacho lentamente y salí afuera al jardín a tomar el aire, estaba algo agobiada, era mucha información que procesar, así que decidí llamar a mi mejor amiga Alex, ya que ella mejor que nadie me entendería ,no tardó mucho en coger el teléfono.
-Ey ____ ¿Qué tal todo por la Casa Blanca?-dijo alegremente.
-Alex esto es un horror, por favor ven y sálvame.
-¿Qué me he perdido?¿Estás bien?-dijo algo preocupada.
-Pues sí y no...sabía que si mi padre salía elegido presidente mi vida cambiaría por completo, es decir, sé que no le agrada a mucha gente pero no imaginé que tendría que dejar la universidad por eso...-dije suspirando.
-Espera ¿qué?¿cómo que vas a dejar la universidad?
-He estado hablando con mi padre y no tengo opción, es o estudiar en casa o ir acompañada de un gorila todos los días a clase.
-Oh Dios mío,¿tienes un guardaespaldas?¿está bueno?-dijo con cierta perversión en su tono de voz.
-¡Alex!
-¡¿Qué?!
-¿Podrías concentrarte dos minutos? Por el amor de Dios estoy segura de que nos saca diez años o algo así...
-Me gustan con experiencia-dijo riendo.
-Eres odiosa.
-____ ahora hablando enserio, no puede ser tan malo...
-Seré el centro de atención.
-¿Y desde cuándo ha sido eso malo? Tienes que empezar a ver el lado bueno de las cosas.
-Supongo que sí...pero esto sigue siendo una mierda.
-Puede, pero seguro que es mejor que tirar todo por la borda...¿te veo mañana en clase?
-Mmm...quizás.
-Venga ____ no me seas así.
-Está bien iré, nos vemos -dije algo más animada y colgué.
Volví adentro, estaba empezando a anochecer y empezaba a hacer algo de frío, eran las ocho así que decidí investigar para encontrar el comedor principal, lo que no fue muy difícil, ya que oí las voces de mis padres y simplemente las seguí.
-____ cariño ¿has cenado algo ya? -dijo mi madre acariciando mi hombro.
-La verdad es que no y estoy hambrienta.
-Le diré a Nora que nos prepare algo a todos -dijo mi padre.
Esperamos alrededor de unos veinte minutos hasta que la cena estuvo lista y charlamos animadamente sobre todas las comodidades que ofrecía a la Casa Blanca (que no eran pocas) y en un momento dado, decidí interrumpir la conversación.
-Papá, he decidido que iré a la universidad aunque eso implique que Justin tenga que venir conmigo...
-Sabía que entrarías en razón-dijo mi padre sonriente.
-En realidad ha sido Alex quién me ha convencido.
-Siempre me gustó Alex -dijo mi madre riendo.
-Papá, quería preguntarte algo.
-Dispara.
-¿Qué tiene que hacer Justin como guardaespaldas?
-Bueno, básicamente Justin se dedicará a seguirte allá donde vayas y estará pendiente de que no se te acerquen ciertas personas.
-Define allá donde vayas, ¿tiene que acompañarme también al baño?-dije bromeando con una sonrisa burlona.
-¡Por supuesto que no! -dijo mi padre riendo contagiándoselo a mi madre.
-Aunque si yo fuera tú dejaría que me acompañase a todas partes, Justin es un chico encantador y realmente guapo, ojalá tuviese diecinueve años otra vez -dijo mi madre soltando un suspiro.
-¡Mamá!
-¿Qué? Tengo ojos, no me digas que no te habías fijado.
Pues claro que me he fijado, tiene el físico de un dios griego, joder.
-Lo cierto es que no -dije tratando de sonar lo más convincente posible.
-Vaya dos...____, deberías subir a dormir -dijo mi padre- mañana será un día largo.
-Creo que antes me daré una ducha, que descanséis -dije besando la mejilla de mi madre.
-Hasta mañana cariño-dijo mi madre.
Subí hasta mi cuarto y me sorprendió ver todas mis cosas ya colocadas, imaginé que la señora Martin tenía algo que ver, entre al cuarto de baño donde comencé a desnudarme, conecté mi móvil a mis altavoces y me metí a la ducha, no tarde mucho en salir, ya que estaba cansada y quería dormirme cuanto antes.
Enrosque una toalla alrededor de mi cuerpo y frote mi pelo para secarlo. Me dirigí al armario y busqué hasta que encontré mi ropa interior, después cogí una camiseta blanca ancha. Recogí mi media melena en un moño y desconecte mi teléfono de los altavoces. Tenía un mensaje.
Mensaje de Nathan:
¿Qué tal tu día nena?¿Todo bien? Te echo de menos.
Sonreí al ver que se acordaba de mí, Nathan había sido mi amigo desde la infancia, pero al comenzar la universidad algo cambió, lo empecé a encontrar realmente atractivo y ya no le veía con los mismos ojos.
Llevábamos seis meses saliendo y la verdad es que era un sol.
Para Nathan:
Bueno, algo extraño, si todo bien, yo también te echo de menos...
Y dicho esto me metí en la cama y me sumergí en un profundo sueño.
Me desperté sobresaltada por el ruido del despertador.
-¡Maldita sea!-dije tras apagarlo.
Realmente odiaba los lunes más que a nada en este mundo, me levanté de la cama y comencé a cambiarme me puse unos vaqueros negros que estaban rotos de la rodilla, una camiseta negra con rayas blancas de manga larga y finalmente unos botines negros.
Baje al comedor para desayunar, no había señal de mis padres, probablemente habrían madrugado más que yo.
-¿Nora?-pregunté en voz alta.
-Señorita Parker, buenos días -dijo amablemente.
-Buenos días, ¿qué hay para desayunar?
-Oh...pues lo que usted quiera
-Tostadas con mermelada, si hay de eso.
-Claro que si-dijo Nora riendo.
Tras acabar de desayunar cogí mi bolso, le di las gracias a Nora por las tostadas y me dirigí a la puerta principal pero una voz me detuvo.
-Señorita Parker, espere.
Me giré para encontrarme con los ojos mieles de Justin y me vi obligada a retirar mi mirada de sus ojos.
Me imponía demasiado, tenía una figura un tanto autoritaria...lo analice de arriba a abajo ¿cómo coño podía ir tan arreglado a primera hora de la mañana? Es decir, él iba como un pincel mientras que mi look era lo demás desaliñado del mundo, me sentí un fracaso como mujer.
-Tengo que acompañarla,¿recuerda?
-¿Cómo olvidarlo?-dije suspirando.
Justin hizo una mueca, parecía algo molesto por mi actitud o esa era mi impresión.
Mientras caminábamos hacia el coche saqué mi móvil para hablar a Alex.
Para Alex:
Espérame en la puerta por favor, esto va a ser muy vergonzoso.
Subí al coche junto con Justin, él conducía mientras que yo estaba sentada en el asiento del copiloto, era tan aburrido que quería saltar por la ventana, estaba tan incómoda que decidí poner los pies sobre el salpicadero.
-Señorita Parker si no le importa ¿podría bajar los pies de ahí?
-¿Puede bajar los pies de ahí?-dije imitandole mientras bajaba los pies del salpicadero-pensaba que tener un guardaespaldas sería mucho más divertido.
-Bueno yo no estoy aquí para divertirme, este es mi trabajo -dijo sarcástico.
-Como se nota que eres viejo...-dije cogiendo mi móvil para revisar Twitter.
-¿Viejo yo?¿Cuántos años crees que tengo? - dijo dejando de hablarme de usted.
-No se...¿unos treinta?
Justin estalló en una sonora carcajada.
-Debe ser que el traje me hace mayor, solo tengo unos pocos años más que tú, tengo veintitrés años.
-¿Enserio? Joder, lo siento mucho -dije mientras llevaba las manos a mi boca algo avergonzada - es que pareces tan maduro que yo pensé que...
-No importa señorita Parker, ser maduro es parte de mi trabajo.
Mire por la ventanilla, habíamos llegado, automáticamente me sobresalté y me desabroche el cinturón mientras me agachaba para que nadie me mirase, Justin me miró curioso.
-¿Algún problema señorita?
-No, bueno sí ,no quiero que ese putón me vea -dije señalando en su dirección.
Ahí estaba Charlotte Adams subida en sus Louis Vuitton mientras buscaba algo en uno de sus bolsos de marca, parecía salida de un anuncio de "Barbie y sus complementos" ¿a quién se le ocurría ir en tacones a la universidad? No quería que me viera porque en primer lugar la odiaba y el simple echo de tener que verla me daba ganas de vomitar y en segundo lugar porque seguro que diría algo parecido a ¿no eres bastante mayor como para tener niñera?
-No creo que la hija del presidente deba usar ese lenguaje -dijo Justin sacándome de mis pensamientos.
-Y yo no creo que tu debas corregir a la hija del presidente -dije desafiante.
Acto seguido los dos bajamos del coche ,Justin se puso sus gafas de sol lo que provocó que rodase mis ojos ,parecía sacado de una película, era todo tan irreal.
Mire hacia la puerta para ver si podía ver a Alex ,cuando la encontré intente salir corriendo hacia ella, pero Justin me agarro del brazo y cuando lo mire fijamente a sus ojos para buscar una explicación él simplemente negó con la cabeza.
Así que ambos caminamos lentamente hacia Alex, la cual se estaba comiendo a Justin con la mirada.
-____- dijo acercándose a mi, mientras Justin me apartaba de ella.
-Justin está bien, está es Alex mi inofensiva mejor amiga -dije tratando de calmarle.
-Inofensiva y soltera-dijo Alex levantando una ceja.
-¡Alex!
-¡¿Qué?!
-Que es mi guardaespaldas -dije llevando una de mis manos a mi frente, mientras Justin reía por ello disimuladamente- vámonos a clase o llegaremos tarde.
Caminamos hasta uno de los edificios y tras recorrer parte del pasillo entramos en nuestra clase, Alex y yo ocupamos nuestros sitios mientras que Justin se sentó dos o tres asientos detrás de nosotras.
-Cuando me dijiste que tenías un "gorila" no mencionaste lo bueno que estaba -dijo Alex mirándome divertida.
-No pensé que fuera importante -dije encogiéndome de hombros.
-Por Dios ____ está cañón, ¿cómo se te pudo olvidar ese detalle?
-Shhh, nos va a oír...supongo que estaba demasiado indignada con la situación como para centrarme en lo guapo que era.
-Daría lo que fuera por pasar un rato con él...
-Tía, estás fatal-dije riendo.
-Eres una capulla, encima lo tienes para ti las veinticuatro horas del día- dijo mientras le miraba disimuladamente.
Me gire disimuladamente para observarle, ¿cómo podía tener tan solo veintitrés años? Se le veía completamente fuera de lugar, no pegaba ahí, es decir, resaltaba entre todos los demás.
-¿En qué crees que estará pensando?-dije susurrandole a Alex.
-No tengo ni la menor idea, pero estaría dispuesta a pagar por saberlo.
-Debe de ser una mierda tener que venir a clase para cuidar de mí ¿no crees?
-Venir a clase ya es una mierda de por sí, ósea que...
-Pobre ,seguro que se aburre-dije pensativa.
Miré entonces hacia el sitio de Nathan, nuestras miradas coincidieron y al hacerlo él la apartó,¿qué le pasaba? Al parecer Alex también se percató de eso.
-¿Qué mosca le ha picado?
-No sé, esto me ha pillado desprevenida, ayer estuvimos hablando y todo estaba bien.
Durante el resto de la clase permanecimos en silencio, mientras tomábamos apuntes y tratábamos de entender algo de lo que ponía en la pizarra, pero como siempre fue un intento fallido.
Tras lo que parecieron años sonó el timbre que nos indicaba que éramos libres, había acabado la primera hora, quedaba otra ,lo que era una auténtica tortura. Al salir de clase me despedí de Alex ya que en la siguiente clase estábamos separadas, por lo que Justin y yo caminamos rápidamente hacia mi taquilla, necesitaba coger otros libros, fue entonces cuando una voz familiar me sorprendió.
-____¿podemos hablar? A solas -dijo fulminando a Justin con la mirada.
Nathan...
Mire a Justin a los ojos buscando una respuesta, pero instantáneamente comprendí que eso no iba a ser posible.
-Me temo que no, sé que es algo incómodo, pero Justin es de fiar, el...el no dirá nada -dije tratando de sonar convincente.
-Bien, ¿puedes explicarme por qué tiene que seguirte un gilipollas a todas partes?
Noté como Justin tensó su mandíbula por su comentario, no me gustaba nada esta situación.
-Son órdenes de mi padre-dije suspirando.
-¿También son órdenes de tu padre que te le comas con la mirada en clase?
-¿Qué?- dije tratando de aparentar que no sabía de lo que hablaba mientras notaba como mis mejillas comenzaban a arder.
-Ya me has oído, no te hagas la tonta conmigo, os he visto a ti y a Alex.
-Pues no es lo que piensas-dije tratando de defenderme.
-¿A no?
Fue entonces cuando antes de que dijera nada Justin intervino.
-No creo que debas hablarle así -dijo serio.
-¿Y quién me lo va a impedir eh?¿Tú?-dijo acercándose hacia Justin.
Rápidamente puse mis manos sobre su pecho, tratando de evitar que se acercará más a Justin.
-¡Nathan basta!,¿no entiendes que esto es por mi seguridad?
Fue ahí cuando me di cuenta de que la mirada de Nathan estaba llena de odio e ira,todo ello dirigido a una única persona,Justin.
No entendía porque se había puesto así, él no era así, él era dulce y cariñoso, realmente no podía creer lo que estaba pasando.
-Que te vaya bien.
Fue lo último que dijo antes de irse ¿me acababa de dejar? Miré a mi alrededor y por si no era suficiente el número de personas me miraban por llevar un guardaespaldas a mi lado, también me empezaron a mirar por el numerito que acababa de montar mi novio, o ex-novio o lo que fuera.
Entre ellas estaba Charlotte con una sonrisa vencedora en sus labios,como no...
Maldita sea,¿por qué tenía que pasarme esto a mi?
Cerré mi taquilla dando un portazo y pude notar como un montón de sentimientos se acumulaban dentro de mi haciendo presión contra mi pecho, no sabía cómo hacerlo parar o como dejar de sentirme así y lamentablemente dirigí toda mi rabia hacía Justin.
-¿No podías dejarnos hablar?
-Señorita Par...
Le interrumpí antes de que pudiera añadir algo más.
-No ,no quiero oír nada de lo que tengas que decir , esto, todo lo que ha pasado es tu culpa-dije señalándole con mi dedo índice.
Camine rápidamente hacia mi siguiente clase, no quería que Justin viniese detrás, pero lamentablemente eso es algo que había decidido yo, por lo que me pegue un bofetón mentalmente.
El resto de la mañana transcurrió aburrida,no volví a cruzar ninguna palabra con Justin.
Únicamente hable con Alex por whatsapp mientras estaba en clase, la conté lo sucedido y se quedó tan sorprendida o más como yo.
Al finalizar las clases me dirigí con Justin hacia el parking donde estaba aparcado nuestro coche, ambos subimos y nos abrochamos el cinturón de seguridad, encendí la radio para amenizar el viaje con algo de música, estábamos a mitad de camino y estaba deseando llegar, estar con Justin se volvió muy incomodo después de lo ocurrido.
- Señorita Parker, yo quería...
No le deje continuar y le interrumpí antes de que pudiera decir algo más.
-Ahora no me apetece hablar del tema Justin.
El simplemente asintió y se centró en conducir, no tardamos en llegar a casa.
Salí lo más rápido que pude del coche y subí las escaleras que llevaban hasta mi cuarto donde me encerré durante el resto del día.
No me apetecía comer o hablar y al ver que ni siquiera mis padres se molestaron en subir a preguntarme qué tal mi primer día con Justin en la universidad, decidí que leer era lo mejor que podía hacer.
Busque entre mis cosas hasta que encontré uno de los libros que estaba leyendo en ese momento Bajo La Misma Estrella de John Green.
Me acomode en el sofá que daba al ventanal de mi cuarto e hice todo lo posible por escapar de la realidad y lo conseguí, estaba tan relajada que me había olvidado de todo.
Sentí entonces como alguien llamaba a la puerta.
-Adelante -dije curiosa.
Fue entonces cuando vi la silueta de una mujer de piel morena y cabellos negros como el carbón entrando a la habitación, era Nora.
-Aquí tiene el chocolate caliente con nubes que me pidió señorita Parker -dijo colocando una bandeja sobre mi escritorio.
-¿Chocolate con nubes? Nora, yo no he pedido nada de esto -dije extrañada.
-¿Está segura señorita? Justin me dijo que le pidió que yo le subiera un chocolate con nubes -dijo confundida mientras se rascaba la sien.
-Oh...es cierto, esto, se me olvidó por completo, no sé dónde tengo la cabeza-dije fingiendo que había sido yo quien lo había pedido.
¿Sería cosa de Justin?
-No pasa nada señorita, espero que sea su agrado -dijo sonriendo mientras caminaba hacia la puerta.
-Nora ¿podrías decirle a Justin que quiero verle?
-Claro, se lo diré.
En cuanto Nora abandonó la habitación volví a acomodarme en el sofá mientras bebía chocolate, estaba realmente bueno y hacía mucho que no tomaba algo tan rico.
Sonreí mientras miraba por el ventanal observando cómo la gente paseaba alrededor de la Casa Blanca ,en parte me daban envidia sus vidas normales...
Llamaron a la puerta.
Justin...
-Pasa -dije sin apartar mi mirada de la ventana.
-Señorita Parker ¿quería verme?
-Sí -dije mirándole- siéntate por favor.
Retire mis piernas que estaban ocupando el sofá por completo para dejar espacio para que Justin pudiera sentarse, cuando estuvo acomodado aclare mi garganta y comencé a hablar.
-Justin te he mandado llamar por...
-Antes de que diga nada quería disculparme, no debí meterme en su conversación, le prometo que de ahora en adelante no volverá a suceder...
-En realidad...soy yo la que lo siente, pagué mi enfado contigo y no te lo merecías, debe de ser una mierda tener que pasarte el día yendo a clases para proteger a alguien que encima te trata mal, debes pensar que soy una niñata.
-No pienso que seas una niñata, simplemente estás pasando por un cambio muy grande tú sola...
-¿Por eso le dijiste a Nora que me trajese chocolate? -dije esbozando una sonrisa.
-Si, quería hacerte sentir mejor y bueno como no me hablabas...era algo difícil -dijo pasando la mano por su pelo.
Eso me hizo sonreír,me gustaba su actitud.
-No pretendo que me odies, es más, sería muy difícil tener que cuidar de una persona que me odia, simplemente me gustaría que nos llevásemos bien, al fin y al cabo vamos a tener que pasar muchas horas juntos...
-Me gustas -dije tímidamente.
-Tu a mí también-dijo sonriendo ampliamente.
-Si vamos a llevarnos bien hay un par de cosas que deberías cambiar -dije divertida.
Justin me miró riendo, tenía una sonrisa muy bonita.
-Está bien ¿qué debería cambiar?
-Lo primero de todo ¿podrías vestir algo más informal? Destacas mucho entre los demás si vas vestido así y haces que todas las miradas vayan hacia mi...eso me incomoda; y lo segundo llámame ____ "Señorita Parker" suena demasiado formal.
-Está bien-dijo levantando sus manos en señal de rendición mientras reía- A partir de ahora vestiré informal y te llamaré ____.
-Así me gusta -dije riendo mientras daba un sorbo al chocolate.
Justin me miró raro,lo que me extrañó un poco.
-¿Qué pasa?-dije curiosa.
-Te has manchado de chocolate aquí-dijo señalando la zona en su cara.
-¿Aquí?-dije limpiandome.
-No, aquí-dijo mientras llevaba su mano a mi cara y me limpiaba con delicadeza.
Fije mis ojos en su mirada y empecé a sentir mis mejillas arder.
Mierda, seguro que estaba roja como un tomate
-Esto yo...creo que debería irme.
Al parecer lo había notado, la situación se había vuelto un poco más íntima e incómoda.
-Sí...-dije mirando hacia abajo.
Justin se dirigió hacia la puerta y antes de que pudiera abrirla me levante
-Justin espera -dije provocando que se diera la vuelta y me mirase.