Estaba tirada en un puente que quedaba camino a su casa ella se sorprendió ya que no sabia como había llegado hay ya que lo único que se acordaba era que fue por su mochila a sí salón de clases.
Al levantarse miró que había una mujer frente a ella, y no era cualquier mujer sino que era aquella mujer que había matado hace año, ella se llamaba Luisa, y ella estaba sonriendo Isabel se sorprendió ya que ella la mató hace años porque no se llevaban bien pero también porque Isabel tenía un problema y no era cualquier problema sino que.
Isabel tenía un problema mental el cual era que cuando se enojaba mucho hacia las cosas que luego ella se acordaba aveces y aveces no, aunque con su amiga fue diferente ya que ella se mató porque al mirar que aquel fantasma que estaba en el espejo se acercaba más a Isabel se asustó tanto que se empezó a cortar y aquel fantasma miraba como se hacía daño que se metió en el cuerpo de Isabel y solo se reía de su amiga y por eso cuando entraron sus compañeras al baño miraban como ella se hacía daño mientras pedía ayuda mientras Isabel sólo la observaba.
Pero aquel fantasma que estaba frente a ella en el puente la miraba tan fijamente que cuando se le empezó a acercaré dijo con un todo tenebroso.
-Tus pecados los pagarás!
Al escuchar eso Isabel salió corriendo y decidió ir a lavarse la cara porque ella prefería pensar de que se trataba de una alucinación de ella, pero al entrar a su casa la mamá la miro alterada y no podía aguantar más ver a su hija así, y decidió interna la en un manicomio porque pensaba que estaría bien hay.
Isabel se resistía a ir y le rogaba a su mamá que no la dejará ir y le prometía que ya no se portería mal, ella gritaba hasta que le inyectaron un calmante para que se tranquilizara.
Pasaron semanas y nadie la iva a ver Hasta que la fue a ver alguien que no se esperaba ni siquiera le paso por su mente que llegaría a verla de nuevo.