Jared
En cuanto las puertas se abren, los chicos y yo salimos de allí, sin poder hacer nada para retroceder el tiempo y poder ayudar a Bethany. Maldita sea, ella me ayudó todo lo que pudo y yo sin embargo no he hecho nada para impedir su maldita muerte.
-Nada está saliendo como pensaba que saldría. -confiesa Tom, quien camina cabizbajo.- Bethany debería estar ahora con nosotros, le prometí que saldríamos todos de aquí, y que viajaríamos a Australia. -se ríe amargamente.- Supongo que es lo que tiene planear cosas para tu futuro cuando ni siquiera sabes si vas a tener uno.
Algunas personas dicen que nuestros destinos están escritos, pero yo no lo creo así. Yo creo que nosotros lo vamos escribiendo como queremos conforme lo vamos viviendo, nosotros tomamos las decisiones, nosotros elegimos los momentos, las personas con las que queremos estar y con las que no. Nada está escrito.
-Yo también le dije que le ayudaría... -dice Kai.-
Continuamos caminando mientras Kai y Tom se lamentan de la muerte de Bethany. Yo intento mantenerlo fuera de mi mente, no quiero sentirme culpable, ni sentir tristeza en los últimos días de supervivencia, es ahora cuando más centrados tenemos que estar en salir de aquí.
Pronto la noche llega, y nos sentamos en el suelo sin saber muy bien qué decir.
Agradezco que el clima se haya comportado y no haya llovido estos días, ya que Phoenix no es uno de los sitios más cálidos precisamente.
-¿Qué pasó después de que te acostaras con Elsa? -pregunta Tom, mientras arranca césped con sus manos.- ¿Cómo actuó Walter?
Los recuerdos siguen frescos en mi mente. Recuerdo perfectamente aquella noche...
Flashback.
Me encuentro en la silla junto a la barra mientras observo como algunas chicas menean sus enormes traseros en la pista de baile, y de mientras me voy quedando con las caras de algunas para más tarde.
Entonces una mano me coge del hombro y me gira. Walter, genial. No sé cómo hemos llegado exactamente hasta este punto, pero ahora, cada vez que nos miramos solo hay fuego en nuestras miradas.
Cuando me mira de esa misma manera sé a lo que viene, y no puedo evitar sonreír vacilante.
-Eres un hijo de puta. -gruñe para después plantar uno de sus puños contra mi nariz.-
Me tira de la silla y jadeo al sentir mi espalda tocar el suelo. Joder, me ha dado fuerte el cabrón. Me levanto con algo de dificultas con la ayuda de algunos hombres que se han percatado de la escena, y entonces la veo a ella, detrás de su hermano. Su melena rubia roza sus hombros y sus ojos parecen estar cristalizados.
-Has llegado muy lejos. -dice y empieza a caminar hacia mí.- Te follaste a mi novia, a mis amigas, pero que te hayas follado a mi hermana no te lo perdono. -ladre y me coge del cuello de mi chupa.-
-Tu pequeña hermana andaba como una gata en celo y yo le di lo suyo. -sonrío y siento como la sangre que corre por mi nariz se mete en mi boca.-
Aprieta su agarre y tensa la mandíbula. Sé que se está controlando para no volver a pegarme, y sé que se lo estoy poniendo difícil.
-Si es lo que querías, está bien, tu ganas, ya no me follaré a ninguna chica tuya. Pero deja de lugar con mi hermana. -escupe cada palabra.-
Sabía que acercarme a su hermana no le iba a gustar nada, y fue justamente por eso por lo que lo hice. Sí, puedo ser una mala persona, me la suda, me gusta ser así. Me gusta ver sufrir a la gente, me gusta que ellos sientan el dolor que yo he sentido, pero, lo que más me gusta, es ver el dolor a través de sus ojos.
-Walter, déjalo. -dice Elsa mientras una lágrima cae por su mejilla.-
Elsa tiene veintidós años, y aun así parece haber caído a mis encantos. Sé que está enamorada de mí, a pesar de la notable diferencia de edad, me lo dijo anoche después de que me la follara dos veces, y fue entonces cuando llegó mi momento, el momento de romperle el corazón en miles de pedazos. Y ahora es el momento de Walter, el joven de veinte años, quien solía ser mi mejor amigo.
-Tengo que reconocer que era un idiota. -musito.- Y no estoy para nada orgulloso de mi comportamiento de hace dos años.
-Pensaba que nunca cambiarías. -confiesa Tom.- Cada noche que te veía borracho en el bar con una chica diferente, pensaba que la cosa estaba yendo a peor.
-Madison ha sido algo bueno en tu vida. -dice James.-
-Definitivamente lo ha sido. -murmuro asintiendo con la cabeza.-
Imagino cómo sería mi vida ahora sin Madison y sin Hugo. Probablemente seguiría siendo el mismo mujeriego, el mismo idiota, seguiría siendo Dropped.
Dropped... incluso me suena raro decirlo. Recuero aquel día que Madison casi dice mi nombre en clases, recuerdo lo mucho que me enfadé. Ese fue el mismo día que le dije que estaba sintiendo cosas por ella... ¿Cómo ha podido pasar tan rápido el tiempo? Parece que ocurrió ayer y han pasado ya nueve meses.
-Sería una pena que todo acabase ahora. -murmura Kai mientras se acuesta sobre el césped.- Que nuestro final estuviera a dos días.
-Ninguno de nosotros vamos a morir. -asegura James.- Vamos a estar siempre juntos y salir de esta.
Vamos a hacerlo. Tenemos que hacerlo.
Madison
Esa noche Walter nos invita a mí y a April a cenar a un restaurante en Los Ángeles, y como no tenemos nada mejor que hacer, accedemos.
Cuando llegamos al restaurante en el coche de Walter, nos sentamos en la mesa que él había reservado. El local está bastante lleno, pero no parece estarlo ya que es muy amplio.
Nos sentamos en una mesa en la terraza y el camarero nos da la carta.
-Creo que voy a pedir un filete de ternera. -dice April sin apartar su mirada de la carta.-
-Yo también. -dice Walter y deja la carta que tenía sobre la mesa.-
-Entonces yo también, supongo. -me encojo de hombros.-
Tengo un hambre terrible, bueno, siempre lo tengo, pero ahora lo tengo de verdad, y me comería lo que fuese.
-Tú mejor pide dos. -se ríe April mientras deja también la carta sobre la mesa.-
Le miro de reojo fingiendo estar ofendida por su comentario pero finalmente me río.
Entonces entran a la terraza las personas a las que menos deseaba ver: Ashley, Marcos, Lucas y Brenda.
Se me hiela la sangre e intento mantener la mirada baja, pero Lucas no tarda en verme.
-¡Madison! -sonríe alegre y se acerca a nuestra mesa.- ¿Estás embarazada? -frunce el ceño.-
-Sí... -digo algo incómoda y busco la mirada de Ashley, quien parece haberse quedado blanca.-
-¿Quién es el padre?
Trago saliva. Genial, Lucas no sabe que el padre es Jared, y Brenda no puede saberlo, y Marcos... Marcos está con ellos y ya no podría ser el falso padre de Hugo...
-Yo, soy yo. -dice Walter levantando una de sus manos.-
-Guau, pues enhorabuena. -dice agachándose para darme un beso en la mejilla y después estrechar su mano con la de Walter.-
-¿Ya no estás con Dropped? -pregunta Brenda, quien está al lado de Marcos, con el ceño fruncido.-
-N-no... -siento las palabras duras en mi garganta.-
-Sabía que no durarían. -le dice ahora a Marcos.- Dropped, en cuanto consigue lo que quiere desaparece.
Me muerdo la lengua por no decirle que se equivoca, que estoy embarazada de él. Odio la manera en la que Brenda siempre ha hablado de los demás sin conocerlos. Eso es algo en ella que parece no haber cambiado.
-Bueno, nosotros vamos a ir sentándonos ya... -dice Ashley un tanto incómoda.-
Marcos me dedica una mirada y mira mi barriga sin descaro, no parece para nada contento con la presencia de Hugo, y tengo muchas ganas de decirle que se joda, que no me importa lo que piense, que amo a Jared.
Lo amo.
Aquí el capítulo lunes, ¿qué os ha parecido?
Sí, Jared volverá pronto, y preparaos, porque sabéis que me gusta mucho el drama, y más cerca de un final.
(Esta temporada no va a tener mucho más de 50 capítulos)
Dejad comentarios, y a la persona que deje el comentario que más me guste le dedico el próximo capítulo ❤