Nos dirigimos a la casa de mi amigo esperando llegar a tiempo. Por suerte, llegue justo a la hora acordada.
—Usagi-san, yo te llamo cuando vengas por mi. –decia mientras desabrochaba mi cinturón.
—Te esperare aquí afuera.
—No se cuanto tarde... –lo mire fijamente.
—No importa. Te esperaré.
—Uhm, esta bien.
Dicho esto abrí la puerta y salí del auto.
Toque el timbre de la casa y salio a recibirme Todou.
—¡Misaki! –grito con un tono muy alegre.
—Todō –le dedique una sonrisa.
Abrió el portón y me dio un gran abrazo.
¿Eh? Eso es raro en él. Nunca había hecho eso.
Ugh... Ojala Usagi no note extraña esta escena.
Le di unas pequeñas palmaditas en señal de que me soltara.
_Tambien te extrañe –comente con una sonrisa.
—Ah lo siento –se alejó —Pasa, Takahashi.
Antes de entrar le hice una seña a Usagi de que no tardaba. Me contestó muy flojo.
No se veía tan contento, creo que se molesto por la anterior escena.
Ambos nos dirigimos adentro y cerramos la puerta.
Su casa como siempre esta impecable, a pesar de que vive solo se sabe organizar muy bien.
—Vamos a la sala. Allá podemos hablar mejor.
Nos quitamos los zapatos como de costumbre y nos dirigimos a unos hermosos sillones color azul que contrastaban perfecto con él color de la habitación.
—Te traeré algo de beber Takahashi.
—Si...
Se dirigió a la cocina y regreso con dos vasos de té.
Lo noto muy nervioso.
Ambos nos sentamos en el mismo sillón. No estábamos tan cerca ya que estaba un poco largo y cada quien estaba en un extremo.
—Todō, ¿Por que tan de repente me citaste en tu casa?
—Queria verte. Tenemos mucho qué no nos vemos ya que he faltado mucho.
—Oye, perdón si te incomoda la pregunta. Si quieres no me contestes, pero ¿Por que has faltado tanto a la Universidad?
—La verdad es que por eso mismo te cité. Me siento muy culpable –Al momento bajo la mirada.
—¿Culpable? ¿De qué?
—Culpable por ti –apenas pude oírlo ya que lo dijo en un susurro. —He sido pésimo amigo Takahashi.
¿Que quiere decir? Que recuerde no me ha hecho nada.
—¿A que te refieres Todō? Tú no me has hecho nada. –intente sonreirle para que se sintiera mejor.
—Yo no... Pero alguien más si ¿No? –levanto su mirada y me vio a los ojos —Yo lo se todo.
Mis ojos se abrieron completamente y mi falsa sonrisa se borro en un instante.
¿Es lo que estoy pensado?
—Te contare todo desde el principio para que me entiendas.
Muy a fuerza asentí con la cabeza. Aún seguía muy confundido.
—¿Recuerdas el día que fui a tu casa a decirle a tu casero sobre el comportamiento extraño que tenias?
—¿Sigues con eso Todō? Ya te dije que no me mol...
—Dejame terminar, por favor. –me interrumpió.
—Esta bien.
—Ese día yo me tope con Ijuuin-sensei.
***
—¡Ah! Sensei ¡Buenas tardes!
—Ah... Eres tú –me contesto de mala gana. Pensé que era porque estaba cansado de tanto trabajar.
—¿Qué hace por aquí?
Vi que llevaba un maletín y un sobre amarillo sobresalía de ahí pero no le tome importancia.
—Pasaba por aquí... Estaba buscando material para mi obra.
—¿En serio? Cuando necesite ayuda digame y lo haré con todo gusto.
—Gracias Todō-kun. Bueno me tengo que ir –se retiro con una sonrisa.
En ese momento no vi nada malo en su sonrisa. Pensé que solo estaba siento amable conmigo.
Tan equivocado estaba.
Vi que había un sobre muy parecido al de él tirado en la banqueta. Pensé que se le había caído.
Intente alcanzarlo para dárselo pero no fue posible. Él ya estaba muy lejos de mi.
Lo lleve a casa conmigo. Planeaba regresarselo.
Al llegar a casa, me entro una tremenda curiosidad. Pensé que tendría bocetos del manga o alguna cosa fabulosa de aquel autor y decidí abrirlo.
Lo que encontré fue lo que nunca me habria imaginado.
Eran fotografías, pero no cualquier tipo de fotografía. Eran unas donde salia mi amigo, mi mejor amigo. Eras tú Takahashi.
Tú no eres de los chicos que les gusta que los fotografíen desnudos ¡Tú no eres esa clase de persona! y eso lo se porqué con seguridad puedo decir que te conozco perfectamente. Ademas se veía que eran en contra de tu voluntad.
La primera pregunta que se me vino fue "¿Por que Ijuuin-sensei tiene esto consigo?" y la primer respuesta que llego fue "Él le hizo algo".
En ese momento me entro rabia, tristeza... ¡Que se yo! Y me dirigí casi corriendo a su casa.
Era de noche y casi no había luz en las calles. Yo no soy muy valiente que digamos, incluso nunca salgo despues de las 8:00 de la noche por miedo, pero ese día mi enojo se apodero de mi.
Llegue muy rápido al edificio donde vivía y pregunte en recepción por él. Menos mal me dieron permiso para subir a su apartamento y toque el timbre tantas veces pude.
Un mangaka totalmente distinto al que conocía me abrió la puerta estaba enojado por el ruido que hice hace un rato pero aun así no me daba miedo. Le di un puñetazo en la cara.
Él solo se sobo la mejilla y me tomó del brazo fuertemente.
—¿Que mierda te pasa chico? ¿Acaso tienes idea quien soy?
Forcejeamos un poco y me libre de él.
—Claro que lo se. ¡El peor ser humano que puede existir!
—Vaya –sonrio, pero su sonrisa era distinta. Daba miedo. —Con que... Ya lo viste. No pensé que vinieras tan pronto a mi.
—Expliquese. –intentaba mantenerme sereno, pero sentía otras ganas intensas de golpearlo más.
—¿Que quieres que explique? Todo esta dicho. Si vienes aquí con esa actitud es porque viste el sobre. Lo deje a proposito ahí para que tú lo vieras. Me debía una por la actitud que tomó conmigo... Pero es es otra historia.
¿Verdad que Takahashi-kun se veía tan lindo en esas poses?
—¡Callese!
—¿Qué? No me digas que también te gusta –empezo a reír más fuerte. —Lo siento Todō-kun, pero ya lo tuve antes que tú, y dejame decirte que como amante es muy bueno.
—¡Mierda callese! ¡Deje de hablar de Misaki como si fuese un cualquiera!
—¿Entonces puedo tomar como un "si" que te gusta Takahashi?
—Lo único que puede tomar de mi sera esto.
Le iba a dar otro puñetazo pero él me detuvo y siendo mas rápido que yo me golpeo en el estómago.
Caí al suelo sujetando el sitio donde me había golpeado. Me había sacado todo el aire.
—No te metas entre nosotros o si no él pagara las consecuencias.
Si realmente lo quieres, alejate de él. –su voz sonaba fría, este no era el mangaka al que admirábamos. ¡Él era un monstruo!
Después de eso cerro la puerta. Me levante como pude e intente detenerlo. Golpee su puerta para que que me abriera pero lo único que obtuve fue que seguridad me sacara.
Me dirigí a casa, frustrado y enojado. ¿Como ese hombre se atrevía a hacernos algo así? Nosotros le dimos apoyo, le dimos incluso una amistad, y aún así, él nos da una puñalada por la espalda.
Llegue a casa y me tire en la cama. El golpe casi no me dolía, a decir verdad me dolía mas tú sufrimiento.
Al día siguiente cuando nos topamos con Ijuuin-sensei en aquel restaurante vi como te comportabas. Me quede sorprendido. No actuaste con miedo, ni tristeza o algo así, de hecho, actuaste muy normal. En ese momento me di cuenta lo fuerte que eras y lo doloroso que podía ser eso. Huí contigo por eso mismo, tu actitud acabo conmigo.
***
—Takahashi lo siento mucho –en eso Todou empezó a llorar y me abrazo muy fuerte.
—Todō. –lagrimas se asomaban de mis ojos. Queriendo escapar sin pedir permiso.
Yo no era el único que sufría, Todou también y sin duda Usagi-san también.
—Todō pero tu no tienes la culpa de nada.
—Takahashi ¡Yo lo sabia! Sabia lo que te hacia ese estúpido y no fui capaz de protegerte, al contrario, decidí esconderme en mi casa, mientras tú, completamente solo te enfrentabas a una realidad espantosa.
Me siento un inútil, el peor ser humano de la Tierra. Pero también me escondí para protegerte porque yo pensaba vengarme de él pero las palabras que me dijo "él pagara las consecuencias" venían a mi cabeza y yo no quería eso, yo no quería que sufrieras aún más. Mucho menos por mi culpa –las lágrimas salían cada vez de sus ojos y entre sollozos hablaba —¿Me podrías perdonar?
—Todō, yo no tengo nada que perdonar, además, no digas eso, tu eres la mejor persona del mundo, el mejor amigo que alguien pueda tener. Mira que preocuparte por mi a tal grado. Anteriormente tuve amigos pero ninguno es como tú. ¡Ni siquiera el amigo que paso 3 años en la Universidad conmigo le pude dar el término de mejor amigo! Pero bueno, esa es otra historia.
No te sientas culpable. La verdad es que de alguna u otra forma es mi culpa. Yo nunca debí haber caído en el juego de Ijuuin.
—¿Como puedes decir eso Takahashi? No se como paso todo eso pero de algo estoy seguro. Él ser abusado no es culpa de nadie.
Me sorprendí por sus palabras, me separe un poco de él. Las lágrimas aun rodaban por mis mejillas pero eso no me impidió dedicarle una sonrisa.
—Quizas... Tengas razón.
-Claro que la tengo –el igual me sonrió -¿Y que vas a hacer con ese mangaka? ¿Lo vas a denunciar o algo?
—No.
—¿Por qué Takahashi?
—Te va a parecer muy tonto pero la verdad aún tengo miedo. Él es capaz de todo así que no quiero arriesgarme.
—Respetare tu decisión Takahashi porque alfin y al cabo yo no puedo entender del todo tu situación. Sin duda es muy delicada. Pero recuerda algo –nuestras miradas chocaron —Yo siempre estaré a tu lado. Te quiero mucho Takahashi. Yo quiero protegerte. –una sonrisa melancólica se dibujo en su rostro, misma que correspondí.
Todō es buen tipo.
—Perdon por tomar tanto tiempo contigo Takahashi.
—No hay problema. Me alegra que ya no estés preocupado por mi.
—Te equivocas, aún sigo preocupado por ti, solo que me siento un poco más tranquilo al saber que ya no caerás mas en los juegos de ese mangaka.
_Si, eso haré. Si no te importa me tengo que ir. Usag... Usami-sensei me esta esperando.
—¿En serio? No lo vi –rio —Entonces cuidate y nos vemos en la escuela.
—Sobre eso, aún no regresaré.
—Ah, no importa, espero regreses pronto para que después podamos continuar con nuestra divertida vida de universitario.
Mejorate pronto –dicho esto me abrazo muy fuerte.
—Lo haré.
Salí de su casa y me subí al auto. Por la ventanilla le hice un ultimo adiós y el auto comenzó a moverse.
—Tardaste mucho Misaki.
—¿Si? No lo note.
Gire a la ventanilla para ver todo el paisaje que recorríamos.
Quizás ver las casas me distraiga un poco.
—¿Estas llorando Misaki?
—Sabes Usagi-san, se me había olvidado que las lágrimas de felicidad también existían. Últimamente solo he usado las lágrimas de tristeza.
—No te entiendo con exactitud.
—No te preocupes, no importa.
Seguimos nuestro camino para dirigirnos directo a casa.
Usagi tomo una de mis manos y la agarró con fuerza. Con la otra restante siguió manejando.
Me sonroje y seguí viendo por la ventanilla del auto.
A pesar de todo, aun tengo personas que me quieren. Nii-chan, intentaré salir adelante. Intentare olvidar.