Al llegar a la base, Steve se encontró con Fury para darle instrucciones sobre lo que tenía que hacer.
-Bien y ¿cuál es el plan?-preguntaba Steve no muy emocionado.
-Tranquilo capitán, primero le presentaré a alguien.
-Está bien.
-Sígame por favor.
Se dirigieron al cuarto de armas.
-¿Qué tal agente Carter?
-Todo bien-decía una chica de baja estatura, rubia y delgada. Mientras fijaba la mira de su arma hacia el objetivo y disparar.
Al escuchar el apellido de la chica, Steve quedó paralizado, pensando en miles de cosas que al momento fueron interrumpidos por Nick.
-Capitán, ella es Sharon Carter, la sobrina de Peggy Cárter.
-¿Qué tal capitán Rogers?-extendiendo su brazo para un saludo.
-Steve, ¿qué tal? Bien-decía un poco nervioso.
-Capitán, la agente Carter irá con usted en esta misión. Ahora si, acompáñenme.
Ambos siguieron a Nick, hacia una nave, donde se encontraba la agente Romanoff.
-Agente Romanoff, necesito que le de instrucciones al capitán Rogers y a la agente Carter.-decía Fury mientras salía de la nave.
-Ok-contestó la agente mirando de mala forma a Sharon-Muy bien, es sencillo lo que haremos...-explicaba Natasha.
Había un silencio no incomodo en la nave donde se transportaban. Natasha se encontraba al mando de esta y Steve y Sharon como pasajeros. La primera en romper el silencio fue la agente.
-¿Y qué tal tu nueva vida?-preguntó mirando a Steve, a esas lagunas que tenia por ojos.
-Bastante bien, supongo.-respondió mirando esos ojos que se parecían demasiado a los de Peggy.
Sí, aún la recordaba, pensaba en ella, en como sería su vida si no hubiera pasado casi 70 años congelado. Pero por otro lado también estaba feliz de estar con Tony, lo hacía sentir el ser humano más afortunado del mundo y como no sentirse así, pues nadie había logrado conquistar al genio, billonario, play boy, filántropo, ni siquiera la gran Pepper Potts. Eso era un logro para él.
-¿Y qué tal la tuya?
-Igual, bien. ¿Sale con alguien, capitán?-ni siquiera sabía porque había dicho eso. Sabia que eso era muy atrevido de su parte así que sólo se disculpó-lo lamento.-Steve al escuchar la pregunta se sorprendió un poco al no saber sobre su estado, pero entendió que siendo una agente de SHIELD tuviera tiempo de enterarse sobre la vida de otras personas. Y mucho menos enterarse que estaba casado con nada más y nada menos que el gran Tony Stark. Pero eso no era necesario decir...
-Descuida, esta bien. Respondiendo a tu pregunta, sí. De hecho estoy casado.-la agente se sorprendió sobre la respuesta del capitán.
-No lo sabía.
-Descuida. ¿Y tú?
Natasha sólo seguía escuchando atentamente la plática de estos dos, ya que tenía la misión de informar a Stark todo lo que pasara entre estos dos. Y así lo hizo, en cuanto pudo escribió un texto a éste, que decía:
[Sólo platican, descuida, te mantendré informado]
Y al instante respondió.
[¿Y se puede saber sobre qué platican?]
[Se preguntan cosas, tampoco seré tan obvia, Stark]
[¿A caso no eres espía? Se supone que eres experta!]
Este último ya no lo respondió, se limitó a crear un conflicto muy grande.
Después de unas cuantas horas llegaron a una base no muy grande de SHIELD, donde se encontraban más agentes, poniendo al tanto a los tres nuevos.
Al tener ya la información sobre a lo que se enfrentaban y su plan hecho, salieron de la base y se dirigieron a su objetivo, al parecer un blanco muy fácil para el gran Capitán América. Tan fácil, que sólo bastó llegar a su guarida, entrar a la fuerza, golpearlo un par de veces hasta sacarle información, y por si fuera poco dejarlo inconsciente y finalmente capturarlo.
Esto le puso muy feliz al Capitán, pues estaba contando con este momento para poder regresar al lado de su querido moreno.