Capítulo 8
PDV Jimin
Arrinconé a Jungkook en una esquina, empujando su cuerpo contra la pared. No pesaba mucho, y aquello me favorecía. Manoseé su formado trasero, atrayendo su cintura a la mía. Desprendí desesperado mis labios de los suyos para destrozar a lamidas el lado en especial que tanto me encantaba succionar y deleitarme de su único pero delicioso sabor; su jodido cuello. Sus manos desordenaban mi cabellera, y poco que me importaba, al contrario, me gustaba la sensación de sus largos dedos enredados en cada hebra de mi pelo y amaba el placer que mandaba sus caricias a mi cuerpo mientras de su magnífica boca escapaban hermosos gemidos.
Continué succionando su cuello, joder, era delicioso y apetecible el sabor de su piel. Mis labios subieron recorrieron todo su cuello y cuando llegué a su boca, atrapé sus labios en un beso necesitado, profundicé mi lengua a fondo de su bucavidad, jamás cansándome de penetrarlo severo y potente con mi lengua.
Oí a Jungkook gimotear altamente y aquello me enloqueció de una forma inexplicable. Las manos de el bagaron a mi pantalón, y le mordí su labio inferior, poniendo de par en par mis ojos. Una mano me tocaba fuera de escrúpulos mi parte privada. Mi respiración perdió balance.
"¿Hay alguien aquí?" tocaron la puerta en tres consistentes golpes.
Jungkook no lo pensó y salió disparado e asustado de mis brazos. Desprendió nervioso sus piernas de mi cintura y ocasionó que próximamente yo cayera abrupto al piso. Arregló su alborotado cabello, registrándose en el gigantesco espejo. Tenía sus adorables mejillas adornado de un leve color rosa, y unos labios rosados e hinchados que alborotaban mis hormonas y me exigían a gritos que fuera por el a retomar su exquisita boca, violando y acabando por aprovecharme de lo que en primer plano me pertenecía.
¡Demonios!. ¿Que mierda me pasa?¿Acaso bebí algo raro está mañana? ¿Será el desayuno de la cafetería de la escuela o el refrigerio que mi mamá me mandó? Las personas que trabajaban en la cafetería cocinan pésimo y pues mi mamá tampoco es una gran cocinera que digamos. Joder, si, debe ser una de esas. Porque si no, entonces
¿Qué me sucede con Jungkook? ¿Por qué no puedo apartar mis manos que desean con tanta fuerza volver a tocarlo? Desde que Taehyung apareció en la vida de Jungkook, he cambiado extremadamente, y ahora sumar que un nuevo idiota parece también tener interés en el, estoy más que intranquilo, es como si me sintiera amenazado de que me lo arrebaten de mi vida, y que nunca más tenga opción de verle. Se que no debería tener estos impuros pensamientos, y menos cuando he dejado claro que estoy en contra de los homosexuales y que además, me repugnan. Pero no puedo detenerme, ya no puedo alejarme de el y fingir que le odio. Es demasiado tarde como para arrepentirme de lo que hago.
"Jimin, escóndete. Vamos, rápido. Súbete en la tapa del inodoro" dijo apurado, empujándome adentro de uno de los sanitarios. Fruncí mis cejas, ignorante y confuso a lo que me ordenaba.
¿Esconderme?¿Por qué tengo que esconderme? Muy bien puede abrir la puerta y hacer de cuenta que nada ha pasado, solamente hablábamos y no queríamos interrupción, ¿es difícil mentir?
"Oye pero..."
"No hay tiempo, solo no hagas ruido y quédate inmóvil. Es más, no respires" antes que protestara, cerró la puerta en mis narices y me quedé más confuso de lo que ya estaba.
Subí en la tapa del inodoro, tapándome la nariz con mi mano a causa de asquerosos olores que salían debajo de donde yo me mantenía parado.
A los pocos segundos, el horrible chillido de la puerta abriéndose, y unos pasos resonar, me dio a entender que seguramente se trataba de alguien que el conocía, alguien que me obligaría a poner en mi lista negra. Mordí mi lengua y mandíbula sulfurado, apreté mis puños, contiendo las ganas de salir y agarrar a golpes a quien sea que fuese.
"¿Por que cerraste un baño publico?" esa voz no se me hacía conocida, y por la manera en la que hablaba, no me daba buena espina.
"Esto....tenía dolor de estomago, y no quería qué nadie entrara y se desmayara con el olor" respondió Jungkook inseguro.
El caño del lavamos empezó a correr agua.
"Ah, Supongo que ya estas mejor" preguntó cambiando de tono. Apegué mi oreja cerca de la puerta, impidiendo que vieran mis pies.
"Sí, mucho mejor" Jungkook contestó tranquilo.
El caño dejó de sonar.
"Em...¿Me da permiso?"
Él desconocido hombre arremetió una risita espeluznante. Mis bellos se erizaron y no sabia cuanto más iba a aguantar quedarme encerrado sin defender a Jungkook de las garras de ese maligno.
"Oye, pero...¿Por qué te vas?¿No te gustaría divertimos un poco?. No se....podríamos jugar" pude ver sus pies de Jungkook retroceder y chocarse con el tacho de basuras.
Tenía miedo y yo me retorcía de la furia al no saber hasta que punto podía contenerme.
"Señor, estoy muy grande para jugar a juegos y más aún si es con desconocidos" su insegura voz reflejaba temor, pero fingía valentía. "Sí no se hace a un lado, olvidaré que es un anciano y le golpearé" lo amenazó.
Se oyó la misma risa espeluznante vibrar en todo el cuarto. Me fije qué otros pies se detenían a la misma altura de los pies de Jungkook, por poco chocando.
"¿Anciano?"
"No me toque" dijo firme.
Apreté mis puños.
"Discúlpate por lo que dijiste"
"No voy a disculparme por decir algo que es cierto. Si no se aleja de mi, le golpearé. Vallase" insistió buenamente.
Había olvidado que el mocoso traía un carácter pésimo qué nada mas yo era capaz de tolerar.
"¡Ay chiquillo!" río burlón. "No me iré hasta disfrutar de tu sabroso cuerpo"
¿Que mi.er.da?
"¡No, suélteme!¡suélteme!"
Y bastó que gritara para que yo saliera del baño en el cual el me había encerrado. El tipo se quedó pálido viéndome llegar a su dirección y antes que él pudiera reaccionar, yo ya le había proporcionado un tremendo golpe en su horrendo rostro y una patada en su abdomen; que finalizó con este sangrando de la nariz y boca. Jungkook temblaba atemorizado, arrogándose en una esquina. Amplié mis brazos, extendiéndolos, y el al verme se abalanzó encima mío y yo lo atrapé en un resistente y sólido abrazo. Alisé su cabello, intentando que se calmara.
"Tranquilo pequeño, ya te tengo" dije susurrándole en el oído.
Besé su mejilla y junté sus cachetes en mis manos, forzando a que me ojeara. Se veía como un perrito triste después de haberse mojado en una tormenta de lluvia. Sus ojos saltaban del nerviosismo ante lo sucedido. Noté que le brillaban sus ojos y que masticaba su labio inferior.
"¿Te hizo algo indebido ese hijo de puta?" volteé solo para cerciorarme que aquel tipo estuviera noqueado tras la paliza que le di, y en efecto seguía de la misma posición.
Regresé mi concentración en el asustado chico que tenía frente a mi.
"¿Jungkook?" llamé a su nombre, buscando su perdida mirada.
Cuando lo encontré, le sonreí pero me agarró de sorpresa, tirándose en mis brazos y rodeando mi cuello. Su pecho retumbó en el mío, brincando una y otra vez..supuse que lloraba.
"Kookie, ¿qué pasa? te dije que te tengo. Venga, mírame"
Desaté sus manos de mi cuello, sostuve su cara con la palma de mis manos, pero al notar que continuaba soltando lagrimas, suspiré odiándome por lo que iría hacer y proseguí a callar sus sollozos con un casto beso en sus temblorosos labios. Tengo que detenerme, pero no puedo.
Apoyé mi frente en la suya, sonriendo como imbécil sin saber el motivo y lo saqué del baño agarrado de la mano, llevándomelo a otro lugar donde no estuviera el asqueroso engendro que quiso abusar de la inocencia de Jungkook, pero ni bien salíamos, un alíen seguido por so hyun, aparecieron frente a nosotros.
¿En donde se metió el otro amigo de Jungkook? No me importaba saber, mientras no estuviera presente, mejor. Mi mano se sintió vacía cuando el soltó el agarre y corrió a brazos de su nuevo mejor amigo. Mentiría si dijera que no me había dolido verle en brazos de otro, pero yo ya era nadie para retenerlo conmigo.
"¿Que pasó?¿Te hizo algo el gruñón de Jimin?¿Le hiciste algo señor gruñón?" dijo apuntándome con su dedo índice.
Apreté mi mandíbula, sacudiendo mi cabeza lentamente para que no me provocara. Creo que lo intimidé porque tragó saliva y agarró rápido a Jungkook de sus hombros.
"¿Jungkook?"
"No, no me hizo nada. Después te cuento tae. ¿Podemos irnos?" dejó de abrazarlo y salió apresurado.
El alíen me analizó de pies a cabeza y siguió el camino que su amigo tomó.
Genial, ahora debo liderar con mí querida novia. Rodeé mis ojos viéndola poner una cara seria.
"¿De que hablaron? y dime la verdad"
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