◆MATT◆
02 DE AGOSTO DEL 2011
Doy unos pasos hacia atrás, acomodándome para hacer la recepción, y la bola que Adrián lanzó hacia mí unos segundos antes golpea el centro de mi guante con un ruido sordo. Se la lanzo de regreso, la pelota describe una parábola en el aire antes de ser atrapada por él. Le hago una seña para indicarle que hemos acabado. Los demás se fueron un rato antes a las duchas, por lo que él y yo decidimos quedarnos a hacer un par de lanzamientos extras en lo que la gente despejaba el área. Supongo que ya varios habrán terminado y podremos ducharnos sin problema.
Espero a que Adrián me alcance mientras me llevo una mano al hombro contrario de esta y comienzo a hacer girar mi brazo en círculos, destensándolo.
—Mi hermano —dice en español, echándome una mano a la espalda donde da unas rápidas palmadas—, no sé si te diste cuenta, pero si las miradas mataran en este momento te estaríamos metiendo en una caja.
Le doy una falsa sonrisa de medio lado, sabiendo de antemano que lo dice por la fija mirada molesta que ha tenido la prima de su novia sobre mí durante todo el entrenamiento. Bueno, a la mierda, ella no va a venir a ponerme incómodo. Bien podría irse a cualquier sitio y no estar rondando por aquí.
—Ella parece una leona acechando a un antílope —prosigue—. Y me temo que tú eres el antílope.
Comenzamos a caminar hacia el dogout.
—Bueno, yo no me siento como un jodido antílope —digo, enviándole una rápida mirada a la morena.
—Pero ella es una buena cazadora, Matt —insiste, por lo que le doy una mala mirada.
—Hasta a la mejor cazadora se le escapa el pene —él abre la boca y yo hago una mueca de fastidio—. Sé lo que ella quiere de mí, pero sé que no se lo voy a dar también. En otro momento de mi vida quizás lo habría hecho Adrián, me habría liado con ella sin problemas, pero no ahora.
—Porque tienes una novia —añade—. Y por eso me veo en la necesidad de decirte cómo es Jessie. Alexis me agrada aunque sea un poco seria con todos... Nos llevábamos bien cuando éramos pequeños, antes de... bueno, de las cosas que pasaron con su familia.
Me encojo de hombros, no queriendo tocar el tema de Lena estando embarazada porque realmente Adrián me cae bien y no me gustaría saber que él y su familia pudieron ser parte de la gente idiota que criticó a Lena.
—Bueno, no sé si tengo una novia con exactitud, Adrián. Pero aunque no negaré que ella guarda cierta relación en mi decisión de ignorar a Jessie, creo que lo hago primordialmente por mí. No quiero ser como mi padre. Tú no lo conoces... —suspiro, frustrado—. El asunto es que alguna vez pensé que era genial ser todo un puto como Arthur Adams y vivir una vida que parece realmente divertida con mujeres y sin compromisos. Pero entonces me di cuenta de lo miserable que es el viejo a pesar de rodearse de tantas mujeres bonitas y falsos amigos, él es tan obstinado que nunca lo admitiría en voz alta... pero yo lo vi. Y me vi a mí mismo reflejado en él, cuando lo vi pensé que estaba avistando mi futuro y esa mierda me asustó, pero también creí que no podía hacer nada para cambiarlo porque estaba en mis genes, así que pasé los últimos seis meses resignado a seguir sus pasos... hasta que vine aquí.
Nos detenemos en la entrada del dogout y él me da una mirada extraña, por un segundo me maldigo porque lo menos que deseo es recibir lástima, pero entonces sé que no es eso lo que hay en su mirada, es entendimiento.
—Nadie tiene por qué seguir los pasos de sus padres solo porque comparten ADN. Las cadenas se pueden romper. Mi padre es un bastardo que hoy se encuentra en prisión después de casi matar a golpes a mi madre, pero sé que no soy igual que él. Yo sé que no podría poner un solo dedo encima a Carito para dañarla de la forma en la que él hacía con mamá.
»La cosa es que algunos padres te enseñan las cosas de la buena manera, Matt, otros toman caminos equivocados y te muestran con su ejemplo a dónde las malas decisiones te pueden llevar. Si tú no quieres verte como él en el futuro, entonces tú decides hacer lo que él no hizo.
—Ese es un pensamiento muy maduro, Adrián.
Él se encoge de hombros.
—Bueno, supongo que quizás si hubiese pasado toda la vida viendo a mi padre golpeando a mi madre sin consecuencias, tal vez pensaría equivocadamente que eso es lo normal. Pero me alegro de que ella haya sido lo suficientemente valiente para denunciarlo —sonríe, evidentemente con orgullo—. Cuando me pedían hacer un ensayo de mi héroe en la escuela, yo hablaba sobre ella. Mi mamá es mi héroe.
Él palmea mi espalda y yo sonrío mientras lo veo caminar por delante de mí para entrar al dogout de primero. Por un segundo me quedo allí, pensando en mi propia madre, en lo mucho que la extraño y en lo injusto que he sido con ella. Mamá lidió con un esposo mujeriego y luego con su divorcio mientras tenía que ser al mismo tiempo la madre de un niño pequeño que la necesitaba, ella no se derrumbó, se levantó por nosotros dos sola y yo nunca lo había apreciado hasta ahora. Incluso la juzgué cuando comenzó a salir con Paxton hace tres años. He sido un hijo de mierda, debo llamarle. Mamá debe saber que si en este momento me pusieran a hacer un ensayo para escribir sobre mi héroe, mil hojas no me alcanzarían para contar todo lo bueno de ella.
***
Allie está ayudando a Grace con la ducha mientras que yo me encuentro en la sala, con el teléfono pegado a mi oreja mientras espero que mamá atienda la llamada.
—¡Cielo! —jadea claramente emocionada cuando finalmente responde—. ¡Paxton, es Matt! —escucho que dice a lo lejos, claramente para su esposo.
—Hola mamá —sonrío automáticamente, tirando de un mechón de mi cabello mientras me siento torpemente nervioso al hablar con la mujer que me ha amado durante toda mi vida—. ¿Cómo estás?
—Muy contenta de escuchar tu voz, cariño. ¿Y tú? ¡Ay, te extraño tanto!
—Estoy bien —río—. También te echo de menos. ¿Cómo estuvo Londres?
—Maravilloso —dice, puedo imaginarla sonriendo al hablar—. Habría sido mejor si hubieses estado ahí, pero comprendo que esto de pasar el verano jugando béisbol es algo que querías hacer. ¿Cómo va todo? ¿Ese entrenador tuyo te trata bien?
Me río, al parecer ella recuerda que le mencioné una vez que sentía que no le agradaba a Luke.
—La verdad es que sí, él es bueno conmigo. Y el equipo va bien, no hemos perdido todavía ningún partido.
—Espero que no lo hagan.
—Descuida, tenemos a favor mis calzoncillos de la buena suerte.
—¡Ugh, Matt, cariño! Por favor dime que los has lavado...
—Ni una sola vez desde el último año de instituto —río.
—Ay, cielo, qué asco —la oigo reír también—. Ya te lo dije antes, no pongas tu suerte en un objeto. Tú eres tu propia suerte. Tú y el empeño que pongas en hacer las cosas, eso es lo que define el resultado.
—Tengo una mamá muy sabia.
—Sí, y una que te ama mucho, así que hazle caso a mami y consigue unos calzoncillos limpios para jugar, ¿vale?
—Lo haré —ruedo los ojos—. ¿Sabes que te amo, no? —espero su respuesta, solo que no llega—. Quiero decir, no quiero dar por sentado que lo sabes, creo que nunca te lo he dicho mucho, pero el punto es que realmente te amo mamá. Y honestamente me siento afortunado de ser tu hijo.
Oigo un gimoteo y entonces sé que está llorando antes de oír a Paxton preguntándole con preocupación qué es lo que le pasa. Bueno, también he sido algo hijo de puta con él. Quizá debería tratar de hacerle saber que no lo odio pronto. Mamá le dice que todo está bien, sorbe su nariz y toma un profundo.
—Lo intuía, pero ha sido muy agradable oírlo, cielo —sorbe la nariz de nuevo—. Yo también te amo mucho.
Sonrío.
—¡Lindo! ¡Lindo! —grita Grace segundos antes de aparecer en la sala dando saltitos, detrás de ella viene Alexis—. ¡Ya me bañe, ya podemos jugar!
—¿Es esa la voz de una niñita? —cuestiona mamá—. ¡Matthew! Oh, Dios, ¿de quien es ella? ¡No me digas que soy abuela y no lo sabía!
—¿Qué? No, mamá —ruedo los ojos, indicándole con una seña a Grace que me espere—. Sé cómo usar un preservativo. Aunque esta es una increíble niña a la que serías realmente feliz teniendo como nieta... ¿quieres conocerla? Es la hija de una amiga. Se llama Grace y es una princesa —le doy un guiño a la niña, quien parece interesada en lo que digo.
Alexis se sienta en el reposabrazos del otro sofá y también me mira con mucha atención.
—Bueno, suena como alguien a quien debo conocer.
—Lo es, espera un segundo —le pido y aparto el teléfono, cubriendo la bocina para dirigirme a la pequeña—. ¿Te importaría saludar a alguien por mí? Ella fue una princesa como tú, ahora es una reina, así que creo que te agradará conocerla. La gente la llama Sophia, aunque yo prefiero decirle mamá.
Le doy un guiño y Grace ríe, asintiendo, antes de que le tienda el teléfono. Ella es un encanto.
—Hola —le dice—. Me llamo Grace...
Dirijo mi mirada a Allie, ella me sonríe simplemente.
—Entonces —oímos decir a Grace— si tú eres una reina y también la mamá de Lindo, ¿Lindo es un príncipe? —mamá le responde algo que parece satisfacerla—. Sí, mi mami es una princesa también. No, ella tiene a papi Ryan. ¿Lindo? ¡Pues él tiene a mi tía Al! Sí, tía Al —veo a la mencionada, las manchas rojas comienzan a cubrir su cuello y rostro mientras una expresión de incomodidad le cruza el rostro—. Pues claro, ella es la princesa de Lindo —Mira hacia Allie y luego hacia a mí, entorna los ojos y cubre su boca con una de sus manitas—. Sí, mi mami dijo son novios —dice en voz baja, todo su afán de secretear es inútil—. Está bien, le diré a mamá después. ¡Adiós!
Grace extiende una enorme sonrisa en su rostro antes de volverse hacia mí y tenderme el celular diciendo que mamá me habla.
—¡Tienes una novia! —festeja—. ¿Por qué no me dijiste nada? ¡Y esa niña Grace es tan adorable!
—Bueno, lo es —me llevo una mano a la nuca, Allie está agachada con Grace diciéndole algo—. Escucha, eh, mamá... ¿Está bien si te llamo luego?
—Ella está ahí, ¿no? La tía de la niña...
—Lo está —admito.
—Vale, entonces luego me llamarás para contarme sobre el tema de ella siendo tu novia. ¡Aw mi bebé tiene una novia! —dice haciendo una voz chillona que me hace negar con la cabeza, Paxton le dice algo que no logro entender—. Okey, me calmo, solo estoy emocionada con esto. Te amo Matt, no olvides llamarme y enviarme una foto de la cosita adorable que habló conmigo. Y una de su tía también.
Ruedo los ojos.
—Adiós mamá, te amo. Salúdame a Paxton.
Para cuando corto la llamada y me guardo el celular en el bolsillo del pantalón, Grace parece enojada con Allie. Tiene una mirada intensa hacia ella, lo cual resulta adorable en su rostro infantil.
—¿Qué pasa? —le pregunto, la niña se vuelve hacia mí con un puchero en sus labios pequeños.
—¿Verdad que no dije nada malo, Lindo?
Miro a Allie, ella parece abochornada.
—Nada malo, cariño —me inclino hacia ella y beso su frente—. ¿Vemos una película?
***
Allie ha estado un poco extraña toda la tarde desde el incidente con la llamada. Al llegar a su casa lo hacemos por separado ya que su padre ya se encuentra de regreso. Ella se salta la cena y yo no lo hago para que no resulte sospechoso, aunque hambriento no estoy. Tengo una breve charla con los señores Howe y Luke antes de que estos digan estar cansados y se retiren convenientemente a dormir.
Me despido de Luke y, luego de cambiarme los jeans por unos pantalones cortos más cómodos y una simple camiseta blanca, tomo mi celular con la intención de escribirle un mensaje de texto a Allie, pero recuerdo que no tengo su número. Entonces no me queda más que trepar al tejado y llamar a su ventana, la veo con sus audífonos puestos, aunque esta vez no está bailando. Pasan al menos diez minutos antes de que ella fije su mirada en el tragaluz sin quererlo y me vea allí, enseguida se retira los cables, deja todo sobre su cama y luego sube a la silla que la ha asistido tantas veces en sus escapadas nocturnas. La ayudo a abrir el cristal y luego a salir, trepamos por encima del espacio de la ventana de Luke en silencio y entonces estamos nuevamente allí, en la cima de la casa, con los árboles, el campo verde extendiéndose frente a nosotros y un cielo oscuro lleno de estrellas sobre nuestras cabezas.
Respiro hondo.
—¿Está todo bien? Has estado... rara.
Da un respingo, como si la hubiese asustado por alguna razón, y entonces niega repetidamente con la cabeza.
—No, no, todo está bien.
Frunzo el ceño.
—Bueno, mierda, es que no lo parece desde...
—Es por ti —sus ojos verdes se encuentran con los míos enseguida—. Es que siento que Grace haya cometido una indiscreción con tu mamá y...
Gesticula con las manos, así que atrapo una de ellas y entrelazo mis dedos con los suyos, cosa que parece tener un efecto positivo en ella, calmando sus nervios.
—¿Acaso me viste enloqueciendo al respecto?
Abre la boca y la mantiene así por dos segundos, con los ojos apuntando al cielo antes de volver a encontrarse con los míos.
—No —acepta, mordiendo su labio inferior.
Al parecer, ese pequeño gesto sigue provocándome besarla y ella no lo sabe. El hecho de haber obtenido más de sus labios solo me hace desear seguir obteniendo más y más.
—Bueno, eso es porque no enloquecí. No estoy enojado y no pasa nada —me encojo de hombros—. Grace es una niña, una a la que adoro, y no dijo nada malo.
—Lo siento —retira su mano de la mía para llevarse ambas a la cara—. Solo estoy un poco estresada por el hecho de que papá volvió. Y, bueno, no quiero crearte problemas tampoco...
—No me creas ningún problema —aseguro—. Y entiendo lo de tu padre. Se volverá loco cuando se entere de nosotros, ¿no?
—Él solo... no va a aceptarlo —asiente, tomando mi mano de nuevo—. Pero no quiero que nos detengamos por él. No estamos haciendo nada malo.
—Eres una chica valiente y rebelde. Eso es sexy —le digo con tono juguetón, haciéndola sonreír y borrar el ceño de preocupación en su cara.
—Eres un tonto, Matt.
—Bueno, tú eres la que besa a un tonto, ¿quién es la tonta ahora?
Ella hace una mueca y ambos reímos.
—Ya no voy a besarte nunca más —declara—. Yo no beso a tontos.
—Discrepo contigo, Allie bonita, porque alguna vez besaste al chico hamburguesa y claramente ese es un tonto —ella rueda los ojos.
—Bueno, no estoy besando a ningún tonto más en mi vida.
—¿Sabes que soy realmente inteligente, no? Hasta fui elegido para dar el discurso de graduación en mi instituto por tener un buen promedio. Me apodaron el nerd caliente entonces —le doy un guiño y ella se echa a reír—. Dime a qué tonto le llamarían así.
—Solamente a ti, Matt —ella rueda los ojos y se inclina hacia mí, pone sus manos en mi cuello y es una agradable sorpresa que presione sus labios contra los míos. No puedo decir que no lo esperaba, porque unos segundos tuve para comprender lo que hacía e incluso me incliné para facilitarle las cosas.
El encuentro es lento, pero no aburrido. Mi lengua se abre paso gentilmente para explorar su boca, ella parece un poco sorprendida y resulta algo torpe al principio, debo admitir, pero entonces hago las cosas con paciencia hasta que parece tomar el ritmo del beso y las cosas resultan agradables para los dos.
Un par de jadeos se ahogan en medio del beso, siento mi respiración agitada por la falta de aire, así que, tirando suavemente de su labio inferior, presiono mi boca una vez más contra la suya.
—Ya puedo tachar la cosa número cinco de mi lista: un beso en el tejado.
Le ofrezco una sonrisa, respirando profundamente; ella parpadea y, haciéndose hacia atrás, retira sus manos de mi cuello para llevárselas a las mejillas que le brillan sonrojadas mientras sus labios lucen más apetecibles, si es que es posible, tras el beso. Un gran beso en el tejado antes de ir a dormir, debo decir.
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N/A: Bueno, hola, ya estamos de regreso jajaja
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No es un secreto que amo profundamente a Matt, pero lo repito: lo amo.
El capítulo de hoy está dedicado a Legnis_10 *-* estoy muy feliz de conocerte y de saber que te gustan las locuras que escribo. Muchas gracias por todo Isa, eres muy genial <3 te quiero *3*
Abrazos de oso para todas mis saltamontes bellas :D recuerden, si quieren estar en el grupo de whatsapp envíen número solo por mensaje privado para añadirlas. Y den like a la página en Facebook Serie planeando desastres por favor :)
Nos leemos luego ;D