Capítulo 12 - Lluvia para corazones fríos

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◆ALLIE◆

No puedo creer que Matthew Adams está sentado en el sofá de la casa de mi hermana viendo My Little Pony con Grace. No puedo creer que parezca tan interesado como mi sobrina en el drama de la vida de Twilight Nosequé viviendo en Ponyville. Aunque, bueno, al menos no se trata de la odiosa de Peppa Pig, ¿verdad?

Estoy en la cocina, esperando que la segunda bolsa de palomitas termine de hacerse en el horno de microondas, cuando el ruido de pasitos acercándose me alerta.

—Tía Al —dice la pequeña demonio de Tasmania mientras extiende sus brazos hacia mí para que la cargue. Suspiro y, con algo de esfuerzo, la levanto y la coloco en la encimera.

—¿Qué pasa Tas? —le doy un golpecito en la nariz con mi dedo índice que la hace reír.

Se inclina hacia atrás, por lo que aseguro mis manos en sus piernas para evitar que se caiga. Suelta un suspiro soñador y regresa a una posición segura.

—¿Qué? —insisto, sabiendo perfectamente a quién miraba ella.

—Lindo —murmura, cubriéndose la boca.

—No es lindo —replico con una mueca, ella pone sus manos en mis mejillas y gira mi rostro a la derecha y luego a la izquierda, como si estuviera analizándolo.

—Linda —declara con un puchero con los labios—. Lindo y linda juntos.

—"Linda" no necesita a alguien "lindo" —le explico, retirando sus manitas de mis mejillas—. "Linda" necesita a alguien inteligente.

—¡Ryan! —exclama un poco demasiado fuerte—. Mamá dice que él es inteligente. ¿Verrrrrdad?

Río.

—No lo sé —me encojo de hombros—. ¿Qué piensas tú?

Ella frunce el entrecejo, pensativa.

—Inteligente —declara—. Me quiere y a mami, así que inteligente.

No puedo evitar reír.

—¿Así que quererlas nos hace a los demás inteligentes?

—Um —asiente, alcanzando un dulce que se encuentra a su derecha y comenzando a desenvolverlo—. Por eso hay muchos tontos purr aquí, como el señor malo que cura a los animalitos. Él nos miró feo, mamá dice que no pero sí.

Me quedo helada, observándola llevarse el dulce a la boca. ¿Cuándo es que ella conoció a mi padre? ¿Y por qué me entero hasta ahora?

Le permito comerse el caramelo sin decir nada, deseando poder hacer algo para cambiar esa forma tan idiota de pensar de mi padre. ¿Cómo puede él detestar a una niña como Grace? ¿Cómo puede culpar a mi hermana por haberse enamorado de un imbécil que solo la embarazó? Parecen ser de esas frustrantes preguntas sin respuesta que tiene la vida.

El pitido del microondas anunciando que las palomitas están listas me trae de regreso a la realidad. Cargo a Grace y la bajo de la encimera para luego ir a sacar las palomitas, ponerlas en un bol y caminar con ella rumbo a la sala, donde Adams parece embobado viendo a la princesa pony o lo que sea.

—Oye —le digo, dejando el bol de palomitas junto a Grace, quien ya se encuentra en disposición para seguir comiendo y mirando las caricaturas.

—¿Um?

—Creo que tus cinco minutos ya expiraron.

—Yo creo que sería increíblemente malvado de tu parte no dejarme ver cómo se resuelve el dilema de Twilight Sparkle. ¿Qué pasa si ella y Flash Sentry no terminan juntos?

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