El cielo se nubló aquel día, de pronto todo se volvió frío y sin color.
Allá en el paraíso nuestro querido Alan caminaba sin preocupación.
Sus días en la tierra terminaron y él abrazó a la muerte con emoción y autosuficiencia.
Él sabía, lo había hecho, había aportado a la sociedad lo que siempre soñó, La magia.
Las grandes puertas doradas del paraíso se abrieron frente a él. Y la visión lo deslumbró. El lugar era hermoso, cubierto por verde césped y el cielo azul, una gran cascada que desembocaba en el río, y animales de toda clase caminaban libres por el lugar, el cielo lleno de bellas nubes blancas que hacían ver aquel lugar como si se tratara de una pintura...y el Aire, el aire era probablemente la mejor parte, el olor a naturaleza, a paz, a tranquilidad, a Amor. A Magia.
—Te estábamos esperando.—La voz de un hombre lo sorprendió.—Bienvenido Alan.
Alan tembló, el hombre no parecía tener menos de 40 años, su largo y grasoso cabello caía sobre sus hombros, sus ojos negros lo miraban con felicidad y orgullo.
En seguida lo reconoció, se trataba de Severus Snape, el papel que interpretó por más de ocho años y detrás de él estaban las personas que jamás espero ver, James, Lily, Sirius, Remus, Albus, Fred y cientos de otras personas.
—Lo has hecho bien.—Le felicito el viejo hombre, Albus Dumbledore.—Cumpliste con tu misión.
Y él lo sabía.
Estaba feliz
No dejo nada atrás, nada más que generaciones de adultos, adolescentes y niños que lo recordarían con amor, todos ellos lo recordarían como el profesor de pociones y el director más valiente que haya existido jamás.
Alan Rickman 1946-2016
Pues si, la mañana del 14 de enero nos despertamos con la triste noticia de que nuestro querido profesor de pociones había fallecido. Se nos fue otro grande.
Pero siempre lo recordaremos, ya sea como nuestro profesor de pociones o .... o...., o como cualquier otro de sus grandes papeles.
Alan Rickman, te extrañaremos, y estamos agradecidos por todo lo que nos diste.
En paz descanse.