CAPITULO EDITADO
LA DEL GIF SOY YO (?)
En cuanto me levanté por la mañana noté que unos brazos rodeaban mi cintura. Abrí mis ojos que parecían estar pegados y sonreí al ver el rostro dormido de Zac.
Habían pasado unos largos minutos y todavía no podía despegar la mirada de su perfecto rostro. Sus ojos se encontraban cerrados y sus pestañas eran tan largas que me pregunté por que los hombres tenían la suerte de tener esas pestañas largas. Su boca estaba entreabierta y quise implantarle un beso pero contuve.
-Me estuviste mirando por cinco minutos-Habló con la voz ronca.
¡Oh por Dios!
-¿Estas despierto?-Pregunté avergonzada.
Asintió con la cabeza y abrió los ojos. Dirigó una de sus manos a mi rostro y acarició mi mejilla suavemente haciendo que mis ojos se cerrasen.
Realmente me encantaba estar así con él.
-Debo irme antes de que Sienna me mate-Dijo poniéndose de pie.
Me acerque a él rápidamente.
-No te vayas-Me atreví a decir.
-Por favor no me digas eso-Rio.
Me acerqué a él y lo único que hice fue abrazarlo, como si no quisiera soltarlo nunca. Sus brazos acariciaron suavemente mi espalda.
-Podemos vernos a la noche-Sugirió-Tú y Sienna pueden venir al bar, yo iré con Dylan.
-¿Es una cita de a cuatro?-Levanté y subí mis cejas rápidamente.
Me dedicó una dulce sonrisa y llevó un mechón de cabello detrás de mi oreja. Se acercó lentamente y mis ojos se fueron cerrando esperando el beso, pero sentí como me dejaba un pequeño beso sobre mi frente.
-Adiós-Susurró abandonando la habitación.
*
El reloj marcó las nueve de la noche, yo ya me encontraba aseada y arreglada para salir. No estaba vestida ni muy formal ni tampoco muy casual, simplemente llevaba mis jeans ajustados, una blusa de tirantes rosa y mi chaqueta de cuero.
Luego de que Zac se vaya esta mañana, llamé a Alexia contándole todo con detalles. Muchas veces tuve que alejar el teléfono de mi oreja ya que estaba gritando de emoción. Cuando por fin terminó con su discurso sobre lo mucho que quería que estemos juntos, finalmente colgó.
Por otra parte cuando le conté a Sienna ella estaba sorprendida pero igual estaba feliz por mí. Claro que no estaba en ningún tipo de relación seria con Zac, pero luego de lo sucedido con el innombrable me venía bien despejar mi mente estando con otra persona. ¿Y qué mejor si esa persona era Zac?
Una vez allí ingresamos rápidamente al bar. Obviamente abundaba el olor a cigarro y alcohol, estaba en un bar ¿qué podía esperar?. Ignorando los comentarios pervertidos de algunos hombres nos dedicamos a buscar a los chicos. A lo lejos pudimos divisar una cabellera rubia que caminaba hacia nosotras.
-Hola mi amor-Dijo Dylan dándole un beso a Sienna-Hola cuñada-Me saludó y lo saludé amablemente.
Me resulto extraño que Dylan no haya hecho algún comentario estupido, tal vez Zac no le había contado.
Aparté mi mirada y comencé a buscarlo, el debía estar aquí. Fruncí el entrecejo cuando vi a una chica con poca ropa, seguro era la hermana perdida de Kelly, y estaba hablando muy animadamente con Zac. Esta llevó sus manos al rostro de el, quien parecía sorprendido e intentó quitarlas, o al menos eso quería creer.
Estaba totalmente asqueada, todo mi interior guardaba un cumulo de sentimientos, haciéndome sentir confundida. Aparté mi vista asqueada e intenté parecer relajada.
¡No debes matarla, Jade! ¡No debes acercarte a ellos! ¡No debes arrancarle todos los pelos a esa chica! ¡No debes pegarle en la entrepierna a Zac!
-Iré a tomar aire, tengo un poco de calor-Mentí para que no comiencen con sus preguntas.
-¿Te acompaño?-Preguntó Dylan quien estaba tomado de las manos con mi hermana.
-No, esta bien. Será un rato.
Rápidamente salí del desagradable lugar y el aire frío golpeaba mi rostro. Me senté en uno de los escalones de la entrada y abracé mis rodillas.
Zac no era mi novio y además no estaba besando a la otra chica. No debía enojarme por eso. Tal vez tenía que entrar y demostrar que todo estaba bien.
Entonces una voz masculina me apartó de mis pensamientos.
-¿Te encuentras bien?-Fue un susurro suficientemente alto para escucharlo. Me volví para mirar al chico que me había hablado.
Un chico desconocido estaba parado a mi lado y me miraba fijamente con una sonrisa. Su cabello y sus ojos eran oscuros aunque no los pude distinguir muy bien por la poca luz que había. Era bastante atractivo y sus dientes estaban impecablemente blancos.
Asentí con la cabeza mientras lo miraba sentarse a mi lado. Me sentí incómoda y me alejé unos centímetros de él.
-¿Estas segura?-Preguntó usando una voz varonil y a su vez dulce.
-Si-Balbuceé, no sabiendo exactamente que responder.
Él alzó una ceja, todavía con esa sonrisa pegada en el rostro.
-¿Cuál es tu nombre?-Preguntó casualmente.
-Jade, ¿El tuyo?
-Logan-Me tendió su mano la cual estreché vacilante. Nuestras manos se soltaron y llevó una de ellas a su bolsillo. Me mostró un pequeño paquete de cigarros-¿Quieres?
Estaba por responder cuando sentí unas manos en mi brazo que me pusieron de pie.
-No quiere-Esa voz...Era él.
Logan se puso de pie y ambos jóvenes se miraron desafiantes por un momento.
-No te lo pregunte a ti-Dijo Logan en un tono no muy bueno.
-No me interesa, idiota. Ahora vete-Zac todavía tenia sus manos en mi muñeca.
-¿Estarás bien si te dejo con él?-Me preguntó Logan agachando su cabeza a la altura de la mía. Asentí-Bien, nos vemos.
-No lo harán-Interrumpió Zac a mi espalda.
Vi a Logan irse y aun mirando hacia mi. Zac me dio la vuelta, haciéndome mirarlo a los ojos.
-No pierdas el tiempo y ve a hacer lo que estabas haciendo-Señalé con mi cabeza la entrada del lugar.
Me solté de su agarre y me alejé de él pero su mano firme me tomó del brazo poniéndome suavemente contra una pared. Y antes de que pudiera insultarlo dijo:
-Estas celosa.
¿Este chico era tonto?
Si me comporto de este modo es obvio que es por los malditos celos. Tenía ganas de pegarle en la cabeza y decirle "¿Qué te parece? Duh"
Su brazo se enroscó en mi cintura y me apegó hacia él.
-No me toques-Ordené furiosa.
Tenía que demostrar que no era débil ante él. Que por mas perfecto que el sea yo no tenia que caer siempre a sus pies.
Acercó sus labios a mi oído y susurró-¿Segura, Jade?
Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, que él pronunciara mi nombre me ponía de este modo.
-¿Por qué no le haces esto a la chica que estaba allí en el bar?-Pronuncié lo mas calmada posible.
Se alejó de mi oído.
-¿Quieres que haga eso?
-Si.
Me miró y me sentí perdida en su mirada, su respiración agitada como la mía. Comenzó a acariciar mí mejilla provocando esos malditos revoltijo en mi estomago. Éramos solo él y yo.
Giré mi rostro hacia un lado pero sus manos tomaron mi barbilla y nuestras miradas se conectaron una vez.
Tomé su camisa y lo atraje hacia mi uniendo nuestros labios en un beso. Mi espalda estaba apegada contra la pared mientras sus manos se encerraban en mi cintura. Nuestros labios se movían con pasión y no quería detenerme en lo absoluto.
Nos separamos para tomar aire y sentí su respiración agitada. Su mano libre me acarició la barbilla y luego dejó un pequeño beso en mi frente.
¿Mi frente tiene sabor a chocolate o algo? ¿Por qué siempre la besa?
-¿Estas celosa?-Volvió a preguntar.
-Si-Lo miré.
-Lo hice apropósito-Dijo en tono de broma.
¿Qué?
-¡Ah no! Te prometo que voy a...
Lo único que conseguí fue pronunciar palabras como "matarte, aniquilarte, asesinarte" pero mientras sus labios me besaban. Sí, era difícil.
Entonces un grito nos alejó de la escena.
-¡Por fin!-Era Dylan-Creo que soy cupido.
Nos separamos bruscamente cuando vimos a Dylan con una enorme sonrisa en su rostro y a Sienna quien me susurraba "Lo siento".
-¿Qué quieres, Dylan?-Pregunté amargada.
Él se acercó a nosotros y nos abrazó. Rodé los ojos.
-Estaba preocupado porque tu no volvías de "tomar aire", pero veo que no estabas tomando aire, te lo quitaban que es distinto.
Lo miré de mala manera mientras los vi alejarse con mi hermana ingresando al bar nuevamente. Zac tomó mi mano y me dirigió hacia algún sitio.
-¿A donde me llevas?-Pregunté.
-A tu casa, es tarde para que una niña este tan tarde despierta-Se estaba burlando de mí.
Me trataba como si fuera Sammy.
No tenía ganas de discutir así que simplemente lo dejé ser feliz por unos segundos.
*
Una vez en la puerta de mi casa unió sus labios contra los míos. Profundicé el beso, y un segundo después era una batalla de lenguas. Sus manos estaban en mi rostro de una manera tan dulce y especial como hacia él. Cuando sentí la temperatura subir y noté que él también lo sintitó, sus manos se dirigieron a mi cintura. Una de sus manos recorrió mi espalda hasta llegar a mi abdomen y pasar por debajo de mi blusa. Las llevaba mas arriba aún y yo lo dejaba pero se detuvieron en mis costillas cuando oímos que alguien tosía a nuestro lado.
Ambos volteamos rápidamente un poco agitados.
-¿Papa?
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Holaaaa. ¿Como están?
Que horror que tu papa te vea así jajaja
Que les parece la novela? Si les gusta se la pueden recomendar a gente para que la lea.
GRACIAS A TODAS LAS QUE LEEN Y COMENTAN Y VOTAN