Desde su primera cita oficial, la insinuación acerca de la falta de romance de Emma había picado. Claro, ella era buena persiguiendo a los malos y pateandoles el culo, pero eso no significa que ella no había llorado con un tazón de helado mientras veíaTienes un e-mail varias (cientos) veces.
(No le digan a Mary Margaret.)
Se cocinaba a fuego lento en el fondo de su mente desde hace tres días después de que estallara el cáos y la calma se instale en Storybrooke. Gold no estaba y Regina estaba inmersa en la biblioteca del autor y no habían nuevos villanos amenazando sus cabezas. Su padre le había dicho que disfrutara de los momentos de tranquilidad, así que Emma pasaba sus dedos sobre el vestido de color rosa pálido, que colgaba en un gancho junto a su armario, un recordatorio de su noche, y decide que es el momento de probar que sin lugar a dudas que Emma Swan puede ser malditamente romántica, joder.
Sin embargo, cuando ella le recuerda que no han tenido esa segunda cita, él le da una sonrisa tímida, inclinado sobre su escritorio en la oficina del sheriff para cepillar sus labios sobre los de ella por un momento, consciente de la presencia de su padre en la sala de registros tras la puerta.
"Sería un placer planear otra noche, Swan."
"No," insiste, sus dedos trazando la mano apoyada en el escritorio. "Es mi turno."
Ella acelera el escarabajo amarillo hasta detenerse junto a los muelles y no puede ocultar la sonrisa infantil que se ha roto en su cara. (Le hace querer saber acerca de lo que le hizo sonreír así cuando era un niño, cómo fue crecer en el Bosque Encantado de hace cientos de años.)
"¿Qué es esto, amor?"
"Una noche romántica", dice sonriendo, orgullosa de sí misma. Emma sale fuera del coche y lo lleva de la mano para guiarlo hacia su destino. "Pensé que te gusta estar en el mar."
"¿Por qué Swan," su sonrisa crece diabólica y una ceja besa sus pestañas, "¿navegaremos en un bote?"
"No", se ríe, "La sheriff no roba barcos, los toma prestado de los electricistas malhumorados."
"Ahh, ¿así que vamos a pedir prestado la casa flotante de Leroy?" Casi parece decepcionado de que no haya cometido un delito y la tira de su brazo dándole una mirada de simpatía fingida.
"Podemos fingir que lo robé si te hace sentir mejor. Sé que los robos te ponen como el infierno ".
"Sospecho que hace lo mismo por ti, amor", bromea, meneando las cejas.
(No es incorrecto.)
Su mandíbula cae un poco abierta cuando llegan a la casa flotante, lo primero en que sus ojos se posan es en las velas encendidas, luego se pasean hacia la mesa puesta para dos, y, finalmente, las grandes almohadas y mantas estiradas en la cubierta.
Killian la mira de regreso, y ella responde a la pregunta que tintinea en sus ojos con una sonrisa y un guiño, entonces sus labios están cubriendo los ella, quitándole el aliento y haciendo que su corazón lata con un pulso frenético contra su pecho . Y su corazón (santo Dios, ella está tan contenta de que él lo tenga otra vez) vuelve a palpitar con un ritmo feroz, diciéndole que está vivo; que está aquí y que no hay ningún otro lugar en donde preferiría estar que no fuera en sus brazos.
Él se aleja, sus labios lucen una dulce curva hacia arriba y la sorpresa brilla en sus ojos de zafiro.
"Nadie había hecho esto por mí antes, amor", suspira.
Ella le da otro beso, dedos rozando su mejilla. "Te lo mereces."
Killian agacha la cabeza, claramente avergonzado ante la honestidad del cumplido y tose. "¿Tenemos permiso para navegar el buque, amor?"
"Con un capitán en el timón" ella le dice, "estoy dispuesta a ir a cualquier lugar."
La comida es deliciosa (Emma descubrió un pequeño restaurante que hace que estas fantásticas ensaladas de col rizada y pollo con glaseado de miel), el aire fresco que acompaña el vaivén del agua hace que el sabor sea aún mejor. La compañía es superior y esta vez, no hay peligro de que idiotas tropiecen y derramen su vino o exmadres adoptivas amenazándola.
Sólo ella y el Capitán Garfio. Teniendo una cena romántica.
(Dios, suena tan raro cuando ella lo piensa)
Él no es Tom Hanks, pero ella todavía está atenta escuchando algunos de sus cuentos de la vida en alta mar, manteniendola despierta. Killian no omite las referencias a su hermano y amante fallecidos, pero son personajes secundarios en sus cuentos. Él es el héroe de todos ellos (por decirlo de alguna manera) y ella se hace una idea de cómo era como capitán: feroz, orgulloso, justo, y astuto.
No es de extrañar que haya sido tan útil ayudando a su familia con los últimos villanos que habían circulado por la ciudad. Sus historias son acerca de ser ingenioso y trabajar duro para lograr sus metas. Cuando inclina la botella de vino para llenar su copa (¿es la tercera?) Se da cuenta de que ha estado trabajando su camino a otro de sus objetivos, y está funcionando bastante bien para él.
Cenan raspando las placas y lamiendo las horquillas, entonces Killian se levanta y le ofrece una mano para guiarla a las almohadas y mantas. Se extienden en la cubierta y se mete junto a él, con la cabeza apoyada en su pecho y la mano apoyada en el estómago. Esta es la parte donde se hace cargo en el asunto de romance, y Emma admite en para si misma que es excelente. Señala las estrellas y constelaciones que tejen cuentos sobre ellos en la galaxia.
"¿Son estas las mismas estrellas en el Bosque Encantado? ¿o en Nunca Jamás? "
Aprieta un beso en la sien y ella puede sentir su sonrisa. "No amor. Estas son diferentes estrellas. Pero Belle encontró un libro sobre las constelaciones de este mundo y lo memoricé completo ".
Ella acomoda su cabeza sobre el brazo y fija los ojos en los suyos. "¿Pora qué quieres aprenderte estas estrellas?"
"Un marinero necesita conocer las estrellas. Es la única forma de que él puede saber cómo regresar a casa ".
"Estás..." las palabras se aprietan en la garganta y ella odia sentirse así, vulnerable y asustada. "¿Estás pensando en ir a alguna parte?"
"No." Killian gira sobre su lado, con la mirada alineada con la de ella y su mano acaricia su mejilla, sosteniéndola. "Me quedaré a tu lado todo el tiempo que esté aquí, Emma Swan. Pero si, y cuando las fuerzas del mal nos atormenten y separen, quiero ser capaz de encontrarte una vez más ".
No sabe quién se inclina hacia delante primero, pero se están besando otra vez, y en ella revive el dolor y el miedo que la atravesó antes, cuando lo vio de rodillas en actitud de súplica con Gold, el pánico claramente escrito en cada línea de su rostro.
(Había estado tan, tan asustada cuando Gold las congeló. No podía verlo morir, no a Killian. Él es un maldito sobreviviente y tener que perderlo...)
Su boca está caliente contra la de ella y cuando ella levanta la mano a su cuello, la firmeza de su pulso calmando el suyo.
Estoy bien, estoy bien, estoy bien, parece que su pulso le dijera, y ella responde: gracias a Dios, gracias a Dios, gracias a Dios.
Pronto, sus temblores son menos acerca de la frescura del aire y más acerca de la forma en que la posición de su pierna está entre las suyas y presiona contra su centro, dibujando un gemido y un suspiro en ella. La chequea rápidamente, y se mueve de nuevo, ella lo tira más apretado contra si, se le entumecen los dedos, sintiendo el sudor en la parte baja de su espalda.
"¿Pillaje y el saqueo en la segunda cita, amor?", Susurra contra su cuello, buscando un punto sensible debajo de la oreja que la hace retorcerse.
Ella vuelve a si misma, de repente darse cuenta de lo que está por suceder si no tiene cuidado y se aleja un poco, tratando de encontrar a sus miembros en el enredo de piernas que han hecho.
"No esta noche," ella le dice. Porque aunque su cuerpo está cantando y sus hormonas le están instando a ceder, la razón en la parte posterior fría de su cabeza le recuerda que casi murió hace unos días, y si lo hacen en este momento, sería más sobre el alivio de que está vivo y menos sobre el hecho de que ella...
Bueno, no está segura de que quiere terminar la frase todavía.
(No esta noche por lo menos.)
"Entiendo." Su pulgar encuentra el hoyuelo que se esconde en la barbilla y ella le da una media sonrisa. "Debemos devolver el buque a tierra, supongo."
Emma asiente. "Supongo que sí."
Están tranquilos mientras él los dirige de nuevo a la tierra, pero no es tenso o incómodo. Es agradable, descansa la cabeza en su hombro y envuelve un brazo alrededor de su cintura, absorbiendo la tranquilidad que causa la brisa del océano y el viento húmedo. Es un sentimiento que lleva con él, cuando la ayuda a llegar hasta el muelle y abre la puerta del coche. Más tarde se encuentran fuera del desván de sus padres.
Esta vez, él no es tímido cuando sus labios se encuentran y le gusta esto. Finalmente el capitán le da un beso en la mejilla y se compromete a verla a la mañana siguiente en la estación. Llevaba el océano en la sangre, y estar en el mar durante la noche le hacían bien, le hacía bien a ambos.
A la mañana siguiente, en Grann's, ella le pide a Henry que busque en el periódico si es que hay alguna casa flotante para navegar.
(Él encuentra una al lado de una lista de cabañas en los muelles.)
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DINNER FOR TWHO: TAKE TWO
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