Los Descendientes | Fanfic Ra...

由 AkaneSayumi

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Ranma ha sufrido por Akane durante los últimos tres años, dándose cuenta de que no valoro lo que tenia hasta... 更多

Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Intermedio Parte 1
Intermedio Parte 2
Intermedio Parte 3
Intermedio Parte 4
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 41.5
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capitulo 47
Capítulo 48
Capitulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capitulo 69
Capitulo 70
Capitulo 71
Capitulo 72
Capitulo 73
Capitulo 74
Capitulo 75
Capitulo 76
Capitulo 77
Capitulo 78
Capitulo 79
Capitulo 80
Capitulo 81
Capitulo 82
Capitulo 83
Capitulo 84
Capitulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capitulo 93
Capitulo 94
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capitulo 98
Capitulo 99
Capítulo 100
Capítulo 101
Capitulo 102

Capitulo 1

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由 AkaneSayumi




Los personajes de Ranma ½ pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi y solo escribo para los fans por diversión que aman esta genial serie de Anime y manga sin obtener algún ingreso económico.

Capítulo 1

— Ranma es una oportunidad única. — decía Nabiki con un folleto en la mano. — Deberías de participar.

— No pierdas tú tiempo, Nabiki, — dijo Ranma con una mano en su mejilla y su codo en la mesa. — no lo haré.

— Sería una manera para representar el dojo y además una buena recompensa para pagar todo lo que me debes. — dijo con un brillo en los ojos.

Ranma solo desvío su mirada hacia ella con la misma cara de enfado. Detestaba qué siempre lo molestara con eso.

— Claro que no te cobrare lo que fue para mi hermana porque fue algo que yo...

Ranma golpeó la mesa y se puso de pie.

— ¡No me menciones a Akane! — gritó furioso. — No quiero hablar de ella y sobretodo no la involucres en esta idea absurda que tienes. — dijo eso y se fue de la estancia.

Nabiki solo arrugo su frente y dobló el folleto.

— ¿No lo pudiste convencer? — preguntó Kasumi entrado a la estancia con un plato en la mano y una toalla de cocina con que lo estaba secando.

— Es muy necio. — dijo con cara de enfado. — Si sigue así será mejor que se vaya de la casa después de todo ya no tiene nada que hacer aquí.

— No digas eso, Nabiki. — dijo seriamente Kasumi.

Nabiki solo hizo una mueca.

— Yo aún tengo esperanza y sé que él también la tiene. — espetó Kasumi mirando el estanque. — Además si esta así es porque hoy se cumple tres años. —  lo dijo con tristeza.

-----

— ¿Ya casi llegamos? — preguntó una chica al guía.

El guía se desconcertó con la pregunta. Miró por todas partes para encontrar a la persona que le dijo esa imprudencia. Alguien puso una mano en su hombro lo que le provoco un susto. Se sentía cálida y liviana por lo que supo que era chiquita. Miró de reojo a una joven que se acercó a su hombro.

— He pasado por muchos lugares de Japón e incluso en el extranjero. — contaba la chica con una voz moderada. — Conocí muchos lugares interesantes y por supuesto excelentes guía para turistas y sabes, tú eres el peor de todos.

— ¿Qué? Oye niña insolente... — iba gritar el guía pero sabía que tenía que guardar compostura ante sus pasajeros.

— No me culpes de que lo estés haciendo mal, además no es tu culpa, este lugar es aburrido.

— ¡Por supuesto que no! Cuando terminemos el recorrido te darás cuenta de lo maravilloso que es el distrito de Nerima, aquí en Tokyo. — afirmó positivamente.

Hubo un momento incómodo de silencio.

— Se perfectamente que me mientes. — habló la chica.

El hombre solamente se deprimió con aura negra a su alrededor.

Mientras pasaban algo llamó rápidamente la atención de la chica.

— ¡ALTO! — gritó

El vehículo se detuvo abruptamente haciendo que los pasajeros casi se fueran hacia adelante. El conductor y guía casi se golpea con el volante y piso tan fuerte para detener el carro que casi se rompe el dedo gordo de su pie, le dolía bastante y ni porque era una niña no la bajaba del vehículo.

La chica se levantó de su asiento y se detuvo a lado del conductor con una determinación sería. El hombre se puso nervioso por la mirada de aquella chica. Todos la miraban sorprendidos y asustados a esa joven tan extraña que vestía de negro. Pantalón, botas y blusa, todo de negro a excepción de su chaqueta de cuero que era roja. Señalo hacia afuera y preguntó.

— ¿Qué es ese cartel gigante que está en ese edificio?

El guía voltea y miró a aquel lugar al que señalaba.

— Ah... ¡Oh! Muy buena pregunta, —contestó en un principio confundido y después recuperó su confianza al saber a lo que se refería. — desde hace tres años inició lo que sería el primer torneo de artes marciales en este pequeño y bonito distrito de Nerima.

— ¡No diga "bonito" porque no lo está! — la chica interrumpió rápidamente.

— ¡Déjame hablar! — gritó el guía. — El primer torneo fue un éxito por lo que este año se espera que también sea así o mejor.

La chica miró nuevamente el cartel.

— Estoy segura de que aquí lo encontrare. —sonrió aquella joven.

-----

Ranma abrió la puerta y después la cerró con mucha fuerza que hasta las ventanas rechinaron con el impacto.

—Esa estúpida Nabiki, —gruñó rechinando sus dientes y su mano apretándola en un puño. — cree que lo sabe todo pero no es así. Yo hago lo que se me da la gana con mi vida.

El chico miró hacia un punto en específico.

—Akane, no soporto a tu hermana, —habló el chico evadiendo su cara y con una pose arrogante. — ella piensa que si participo en ese torneo sería una buena oportunidad para promocionar el dojo pero sé que lo que ella quiere es el dinero que viene con el premio del primer lugar.

Solo hubo silencio.

—Aunque claro eso sería de gran ayuda para sustentar los gastos de este mes y lo que sigue. Sabes no es lo mismo desde que tu papa murió. Apenas duras hemos podido sobrevivir gracias a Nabiki y aunque durante un tiempo estuve trabajando en el dojo y en otros lados, — suspiró. — si... ha sido muy difícil.

Se acercó y se sentó en su cama y agarró la mano de la chica y pasaba su dedo meñique una y otra vez en el dorso de su mano sintiendo la suavidad de la misma.

—Sabes, hace mucho no veo a mi madre, la última vez que vino no estabas aquí y estamos hablando de hace más de tres meses. — dijo con tristeza.

No hubo respuesta, solo se escuchaba un ruido agudo que se repetía una y otra vez.

— ¿Crees que sea una buena idea? — preguntó Ranma. — Es decir, significaría estar todo un día en ese lugar, además de entrenar durante horas y no te vería, —su cara se entristecía cada vez más mientras seguía mirando su mano. — y es mi obligación. Digo no lo hago porque sea así, si no porque yo quiero cuidar de ti porque yo... — se mordió el labio aguantando las ganas de llorar. — yo... yo te quiero.

Se escuchó que alguien abría la puerta y Ranma se limpió los ojos y volteó.

—Ranma, aquí te traigo la cena, me imagine que comerías aquí en el cuarto de Akane. — dijo Kasumi dejando la comida en el escritorio del cuarto. — ¿Cómo sigue Akane?

—Igual. — respondió a secas. — Esta dormida sin decirme nada y conectada a estos estúpidos aparatos. — sonrió amargadamente.

—Sé que algún día despertara — dijo Kasumi sentándose a su lado. — recuerda que ella es muy fuerte.

—Pero verla así hace que se vea muy frágil y delicada. Algo que nunca pude ver en ella hasta que se fue.—dijo con desesperación.

— ¿Aun crees que fue tu culpa? — preguntó Kasumi.

—No lo sé, — contestó Ranma ahora viéndola a los ojos. — tal vez hice una idiotez que no recuerdo. Lo he pensado durante estos años. ¿Qué otro motivo tendría ella?

Kasumi se quedó sin poder responderle.

—Me imagino que Nabiki te volvió a decir que no tengo nada que hacer aquí y que me fuera de la casa ¿No? — preguntó Ranma.

— ¿La escuchaste?

—No, pero me lo ha dicho en mi cara todo este tiempo, así que me lo esperaba porque no quise hacerle caso con lo del torneo.—dijo Ranma. La conocía tan bien que sabia que eso era lo único que le importaba.

—Si lo que te preocupa es dejarla sola, yo puedo cuidarla mientras compites. —sonrió Kasumi tocando su hombro.—Además no me gusta esos lugares por lo que preferiría mejor verlo en la televisión.

—Pero Kasumi... yo

—Anda, — le dio una palmada en la espalda con fuerza. — si Akane te estuviera escuchando te diría que fueras.

—Si Akane me estuviera escuchando, se despertaría y querría competir. — dijo sobándose la espalda, o lo que podía alcanzar, en verdad Kasumi podría tener mucha fuerza. — Lo pensare.

Kasumi sonrió.

—¿Oye, Nabiki te mando para convencerme?—preguntó alzando una ceja.

—Por supuesto que no, después de que te retiraste de la mesa ella salió.—rio su cuñada.

— ¿A si? ¿A dónde?

Kasumi se levantó y abrió la puerta.

—A inscribirte en la competencia. — dijo eso con una sonrisa y cerró la puerta.

Ranma se echó para atrás, se levantó y miró a Akane.

—En serio, Akane, no soporto a tu hermana.

-----

Era una mañana lluviosa pero eso no impedía que Ranma saliera a correr para aclarar un poco su mente. Tal vez si sería una buena idea participar, al fin y al cabo era muy fuerte y podía ganarles a todos esos imbéciles. Empezó a correr más rápido, pero Akane estaba siempre en su mente. No quería dejarla sola ni un solo momento, ¿Qué tal si ella despierta mientras el competía? Si así es, quería estar en ese momento en que abriera sus ojos. ¡Él debe estar ahí! Él tenía esperanza de que algún día volviera a ver esos ojos y esa sonrisa que tanto extrañaba. Pero algo siempre le estaba inquietando.

La manera tan extraña en que desapareció y el tiempo en que la busco, tardo casi tres años, fue muy extraño. Los primeros días fueron una tortura y después de los años aun peor. Empezó a correr más rápido. Llegó a odiarla, por haberlo abandonado, pensando que tal vez se fue con alguien y se recriminaba por no haberse dado cuenta, incluso la había estado vigilando en todo momento, por lo que no entendía cuando había sucedido eso. De repente comenzó a recordar ese día.

-----

Tres meses atrás.

Ranma bajaba por las escaleras con una mochila grande y pesada en su espalda. Ya no podía soportar más, como le decía Nabiki, nada tenía que hacer en esa casa.

—Vaya, hasta que al fin me haces caso. — habló Nabiki con los brazos cruzados, recargada en la pared. — ¿Piensas irte a entrenar? ¿O te vas de esta casa?

—Para que te pongas feliz te diré la noticia, ¡Me Largo de Aquí! — contestó Ranma furioso.

— ¿Y si mi hermana Akane llega pronto?—preguntó Nabiki con cierta maldad.

—No lo hará. Nunca lo hará. Tal vez ella se fue con un hombre y nosotros estuvimos preocupados mientras que ella se debe de estar pasándola bien.—dijo con mucho rencor.

—Sabes que Akane no es así. — respondió Nabiki a la defensiva. — No creo que Akane aguantaría sin ni siquiera hablarnos y más si se trata de Kasumi, ella la adora. ¿Has pensado en la posibilidad de que tal vez ella este muerta?—preguntó Nabiki, aunque le dolía pensar en esa posibilidad.

Ranma se tensó, apretó su mano y le contestó.

—Si es así entonces, con mayor razón no tengo nada que hacer en esta casa. — jamás se había sentido impotente, si así fuera se culparía de eso por el resto de su vida.

Alguien abrió la puerta.

— ¿Hay alguien aquí?

Ranma y Nabiki vieron a un joven no mayor de 25 años. Tenía cabello castaño y ojos color café oscuro. Vestía con una camisa negra, con una chamara de cuero café y pantalones negro de una tela parecida a la de un traje sastre. Nabiki se le pareció bastante atractivo que llegó a sonrojarse. Pero estaba bastante extraño que llegara un chico a esas horas de la noche.

—Hola, buenas noches. — saludó el chico haciendo una reverencia.

—Buenas noches. —dijeron Ranma y Nabiki.

—Disculpa ¿Esta es la casa de la familia Tendo? —preguntó el muchacho.

—Sí. — respondieron nuevamente ambos chicos.

Hubo solamente cinco segundos de silencio, durante ese pequeño lapso de segundos los tres se miraron provocando cierta tensión, presentimiento y preocupación.

—Me da gusto por fin haberlos encontrado. — suspiró el chico deslizándose en la orilla de la puerta con la mano en el pecho hasta caer sentado en el piso. Su rostro se mostraba relajado y feliz. — Camine durante un buen rato. — dijo parándose rápidamente y acercando su rostro a unos pocos centímetros del rostro de Ranma. — Es la primera vez que vengo a este pequeño pueblo. — se alejó de Ranma y puso su mano en su barbilla poniéndose serio. — Aunque no tan pequeño porque me perdí muy fácilmente. Pero creo que llegue en un mal momento ¿No es así? — preguntó mirándolos seriamente.

—Solo un poco. — respondió Ranma secamente.

Nabiki le dio un codazo a Ranma en las costillas.

—No seas grosero. — le dio una mirada fría a Ranma rápidamente cambiando a una encantadora al mirar al guapo chico.

—Una disculpa, déjeme presentarme. Mi nombre es Shun Osawa soy el jefe de la comandancia de policías en el centro de Tokyo.

—Un hombre tan joven es comandante de la policía de Tokyo. — dijo Nabiki asombrada.

—Si ya me lo han dicho. — rio el chico nerviosamente y rascándose la mejilla.

— ¿Y qué es lo se lo ofrece? — dijo Ranma un poco más calmado.

—Así este... — metió su mano en un maletín que tenía cargando. Sacó un folder un poco gastado. —Hace tres años, esta familia metió un expediente para buscar una chica que desapareció. — dijo abriendo el folder.

—Sí, mi hermana. — dijo Nabiki.

—Sí, mi prometida. — dijo Ranma sin pensarlo.

El chico dejo de mirar los papeles para ver a Ranma, mientras que Nabiki se sorprendió, era la primera vez que lo escuchaba decirlo en mucho tiempo.

—Interesante. —dijo Shun con una sonrisa y nuevamente miró los papeles.

—Entonces...—habló Nabiki.

—Ah... sí, claro. —dijo distraído en los papeles. — Hace un mes encontramos a una chica con las mismas especificaciones que la de su hermana. — continuó tranquilamente. De repente sintió que alguien lo jalaba del cuello de su camisa y lo levantara unos centímetros.

— ¿Por qué no dijiste eso desde un principio en lugar de todas esas idioteces? — dijo Ranma rechinando sus dientes.

—No dije idioteces...esta vez no lo hice. — dijo el chico algo asustado y a la vez ofendido.

—Ranma, bájalo AHORA. — habló Nabiki.

El chico hizo caso y lo bajó.

— ¿Nos puedes explicar lo que paso, comandante?—preguntó Nabiki concentrándose en lo que ese chico le acababa de decir.

—Nos encontrábamos en un operativo y pues tuvimos algunas dificultades que me reservare ante eso — dijo un poco nervioso. — así que llegamos a unas bodegas en donde encontramos a esa chica. Pero no se asusten quizá no sea ella. —rio el chico.

Ranma corrió adentro dejando a Nabiki y al comandante solos.

— ¿Y cómo puedes estar tan seguro de eso? ¿Has visto a la chica?—preguntó Nabiki.

—Sí y es muy linda a pesar de los golpes que tenía en el rosto, nada leve.—comentó las características de la chica.

— ¿Entonces la recordaría?

—Así es, pero como dije puede que no sea ella por lo que no se preocupen.—dijo tranquilamente.

Ranma llegó con una foto en la mano.

— ¿Es ella? — preguntó Ranma angustiado.

Shun la miró . Se quedó callado unos momentos.

— ¡DI ALGO! — gritó Ranma desesperado.

—Oh por dios, es ella. —respondió temblando de miedo.

-----

Después de esa extraña manera de conocer a ese hombre, los tres fueron a ver si se trataba de ella y así fue. Había quedado pasmado al verla nuevamente y peor en las condiciones en que la había encontrado, tenía muchos golpes, pero lo que más le llamaba la atención era las cortadas que estaba en su hermoso rostro. Los cambios que había encontrado en ella es que sus facciones estaban más definidos, su cuerpo había cambiado, ya no era una niña. Y como no pensar en eso si tenían 17 años cuando ella desapareció y habían pasado tres años. Ahora tenían 20 y no podía comportarse más como un niño. Tenía que afrontar la situación. Según los chequeos, ella estuvo bien, su alimentación estaba bien, por lo que no paso hambre en todo este tiempo, entonces ¿Qué fue lo que paso? Estaba confundido, no sabía que pensar de ella.

El seguía corriendo, la lluvia no paraba, todos los que se encontraban en la calle se daban prisa y buscaban un lugar para refugiarse. Todos, excepto él y...

Ranma se detuvo luego de un metro de haber pasado a lado de una chica que se encontraba de espalda viendo un cartel.

A ella no le importaba mojarse ni en lo más mínimo. Ella volteó sintiendo una extraña presencia y lo miró a los ojos.

Normalmente si miraba a una chica mirando un tonto cartel, no se detendría a "observarla" pero al momento de pasar a un lado de ella sintió una sensación extraña y conocida. En el momento en que ella volteó y la miró se sorprendió y quedo helado.

Esa chica... imposible... ella se parece o más bien... es mi yo femenina.

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