Profesor Particular [Baekyeol...

By NatyCB

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Byun Baekhyun es un estudiante promedio al que siempre le va mal en sus exámenes. Es así como su madre contra... More

Lección 1: Castigo
Lección 2: Confesión
Lección 4 (1/2): Cómo se sienten los celos
Lección 4 (2/2): Me perteneces
Lección 5 (1/2): Experimentos y relaciones
Lección 5 (2/2): Mentiras reveladas
Especial: Después de clases
Manual de convivencia: Cómo sobrevivir a un apagón
Manual de convivencia: Primeras impresiones
Manual de convivencia: ¿Cómo te sientes...?
Diario de Chanyeol: Quiero ser tu todo...
Diario de Chanyeol: ¿Qué amas de mí?
Manual de convivencia: Me siento solo
Manual de convivencia: Familia Park
Manual de convivencia: Mentiras de sacrificio
Manual de convivencia: ¿Cuán egoísta puedo ser?
Manual de convivencia: ¿Me amas?
Diario de Byun Baekhyun: Eres mi todo. FINAL
Especial: Adorablemente intolerante...

Lección 3: Deja de contenerte

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By NatyCB

Baekhyun regresó del colegio. Bebía tranquilamente una botella de agua que tomó de la heladera, mientras mantenía una charla insustancial con su madre.

-¿Eh? ¡¿El profesor Park va a la Universidad Nacional de Seúl?! –repitió lo comentado por su madre hace un momento, sin poder creerlo.

-Ah, ¿no lo sabías? – preguntó mientras fregaba los trastes y daba una mirada a su hijo –Al menos baja esa mochila –le regañó exasperada al verle – Pues sí, está en la facultad de ciencias. ¡Deberías ser más como Chanyeol-shi! No pediré lo imposible, pero al menos esfuérzate hijo.

Mientras la mujer parloteaba, Baekhyun observaba la botella de agua en sus manos, pensativo. Así que Chanyeol es inteligente... bueno, si no lo fuera, no podría impartir clases particulares, ¿no?

Pero nunca lo sopesó porque, vamos, el tipo estaba todo el tiempo haciéndole cosas atrevidas para pasar el rato. Chanyeol, un universitario de la UNS, ¿quién lo diría?

***

De tarde, en la habitación del más bajo, Chanyeol revisaba sus últimos exámenes con una sonrisa de satisfacción en el rostro. En todos obtuvo más de 90%.

-Ah, esto está muy bien. Estas alcanzando los objetivos en todas las materias –lo felicitaba sin apartar los ojos de los papeles.

Bueno, al menos sus calificaciones estaban mejorando, pensó Baekhyun.

-Debes haberte esforzado mucho. Estoy orgulloso de ti –sin miramientos, Chanyeol estiró una mano para despeinarlo, dándole palmaditas de felicitación en la cabeza.

-Por favor, deja de tratarme como a un niño –refunfuñó Baekhyun.

-Al decir eso, el único efecto que causas en mí es que quiera hacerlo aún más –continuó Chanyeol divertido, tomando con ambas manos la cabeza de su alumno, acercándolo a él a medida que lo despeinaba con mayor intensidad.

-Ya basta... -Baekhyun cerró los ojos con fuerza, quejándose –DETEN... -pero al abrir los ojos se le cortó la respiración. Los latidos de su corazón se volvieron erráticos y el sonrojo se adueñó de sus mejillas.

El rostro de Chanyeol... estaba tan cerca. Chanyeol... estaba tan cerca, mirándolo fijamente con esos ojos oscuros. Baekhyun automáticamente bajó la vista hasta esos labios que estaban entreabiertos, relamiéndose sutilmente. Tan cerca...

Pero la burbuja en la que estaban sumergidos se rompió abruptamente cuando Chanyeol lo apartó dándole un golpe en la frente.

-¡Ay! –se quejó sorprendido.

-No deberías estar satisfecho solo con estas puntuaciones –cambió a su abrumador tono neutral y a su mirada fría –Mira aquí... en ésta te equivocaste aunque sabías la respuesta. El suscripto para X es...

Baekhyun aun lo observaba pasmado. Pensó... que iba a besarlo. Normalmente él lo haría, entonces, ¿por qué volvió a ser inexpresivo y distante? Nuevamente era imposible comprender que pasaba por la cabeza de su profesor.

-...así que, concentrémonos en las respuestas equivocadas –continúo Chanyeol, pero Baekhyun no lo oía, y el alto no tenía que ser un genio para notarlo -¿Me estas escuchando Baekhyun? –preguntó con parsimonía.

-¡P-Por supuesto! Lo estoy escuchando –se apresuró a replicar. Su mirada afilada se sentía como una daga.

***

Después de que Chanyeol se marchó, Baekhyun se tiró en la cama mirando al techo, sumido en un mar de contrariedades.

La actitud de Chanyeol era un poco extraña en los últimos días. Solo se dedicaba a enseñarle, ya no bromeaba o hacía comentarios que no fueran estrictamente relacionados al estudio, y Baekhyun podía jurar que Chanyeol estaba cada vez más distante.

Supuso que el cambio de actitud se debía a lo que pasó la última vez... "Chanyeol... te amo..." esas palabras seguían taladrándole la cabeza. Pero, ¿por qué no dejaban de atormentarlo? ¿Cuál era exactamente su relación con Chanyeol?

Era su último año en el colegio, si lograba entrar a la universidad, ya no tendría necesidad de tomar clases particulares. Además estaba eso de Chanyeol actuando tan correcto. Se sentía tan extraño. ¿Significaba eso el final de todo? Esos cuestionamientos aparecían cada vez que se encontraba solo y sin nada que hacer.

-Ah no –dijo sentándose en la cama –Le estoy dando muchas vueltas al tema, estoy deprimiéndome –dijo desganado para sí.

Al agachar la mirada, unos papeles en el piso dentro de un folio, llamaron su atención. Esa no era letra suya, tampoco recordaba que tuviera ese tipo de documentos entre sus cosas. Se inclinó a tomarlo para verlos de cerca.

-Definitivamente esto no me pertenece... -concluyó apenas lo tuvo entre las manos –Quizá a Chanyeol se le olvidaron por accidente.

Bueno, se los devolvería la próxima vez que viniera a enseñarle. Sin embargo, un escrito diminuto en rojo, en la esquina superior derecha, llamó su atención:

Fecha límite de entrega

21/10

-¿Eh? Hoy es lunes 20, entonces... eso quiere decir que... ¡¿La fecha límite es mañana?! –se exaltó Baekhyun cayendo en cuenta del tiempo –¡Ten-Tengo que avisarle! –dijo mirando por toda la pieza en busca de... -Mi celular, allí está –dijo incorporándose y recogiéndolo de la cama.

Pero tan repentina como se presentó la preocupación de devolverle sus escritos al profesor, un semblante melancólico se apoderó del rostro del estudiante.

-Ahora que lo pienso... no tengo el número de Chanyeol. Yo... yo... no sé nada de Chanyeol –concluyó apoyando la frente contra el colchón –Perdemos nuestra única conexión cuando no viene... y al no verlo más nuestra relación se termina.

***

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SEUL

Baekhyun leía el cartel tallado en mármol frente a él. Era medio día y había ido allí directamente desde el colegio. Vestía su uniforme y se aferraba con fuerza a la mochila que colgaba de uno de sus hombros. No había otra opción, sería más rápido si se lo entregaba él mismo, después de todo, hoy era la fecha límite.

Mientras se adentraba en el campus, atraía la mirada de todos los que por allí pasaban. Tal vez debió cambiarse antes, la sensación de sentirse observado no le agradaba para nada. A lo lejos oía comentarios como "Es un estudiante de secundaria"... "¿Le decimos?"... y una que otra risita que hizo que agachara la cabeza avergonzado y apresurara el paso.

Debía admitirlo, estaba perdido. Había venido sin pensar y no tenía ni la más pálida idea de a donde debía ir. La facultad de ciencias era enorme. ¿Y si lo mandaba llamar desde la administración?, pero no era una emergencia... ¿Qué tan lejos podían llegar las visitas? Si continuaba dando vueltas sin rumbo parecería sospechoso.

De pronto se encontró con un cartel del mapa del campus. Bueno, aunque le diera vergüenza molestarlo, debía devolverle lo que olvidó ¿no? No estaba haciendo nada innecesario. Veamos... si ahora estaba aquí... eso significaba que debía ir...

-¡AH! ¡RAYOS! –un brazo alrededor de su cuello lo sacó de su ensimismamiento.

-¿Baekhyun? –preguntó una voz familiar a sus espaldas. Giró un poco el cuello para encontrarse con Chanyeol sujetándolo contra su cuerpo –Sabía que eras tú. ¿Qué estás haciendo? ¿Tienes algo que hacer aquí? –curioseó Chanyeol.

Baekhyun no decía nada, estaba muy ocupado tratando de disimular la baba que se le caía por la boca. Chanyeol estaba... muy guapo. El cabello negro lo tenía ligeramente engominado, dando una sensación de recién salido de la ducha. Llevaba unos lentes de marco grueso negro, que el rubio nunca se los vio puestos. Hacían que sus ojos normalmente oscuros se vieran un poco más claros.

-¿Buscando información para los exámenes de ingreso? –continuó Chanyeol tratando de dilucidar el motivo de su visita –Aunque eso es imposible, ya que esta no es la universidad a la que vas a aplicar.

El rubio seguía viéndolo como si le hubiera salido otra cabeza, totalmente embelesado por la vista de su profesor en plan de universitario. Debía admitir que esa imagen de Chanyeol era caliente.

-¿Baekhyun? –Chanyeol se paró delante de él y pasó una mano frente a su rostro tratando de despabilarlo.

-¿Ah? – el estudiante de secundaria despertó de su ensoñación algo ruborizado –Ah... toma –dijo cerrando los ojos con fuerza y extendiéndole los papeles a Chanyeol con ambas manos –¡Pensé que esto sería urgente!

-¡Ahh! Así que lo había dejado en tu casa –dijo el alto muy animado –Estaba a punto de ir a la mía a buscar esto.

Baekhyun se giró dispuesto a largarse de allí y no pasar más bochornos innecesarios.

-Entonces eso es todo me voy.

-Espera un segundo.

-AHH –ya estaba dando un paso cuando sintió un tirón del cuello de su camisa.

-¿Tienes algo más que hacer ahora? –preguntó el alto con la mano aun sujetando el cuello del menor

-¿Eh? En realidad no.

-Qué bueno, entonces voy a entregar esto ahora –Chanyeol lo apegó a él tomándolo del hombro a medida que caminaban – Aún no has almorzado ¿verdad? Te compraré algo en la cafetería como muestra de agradecimiento.

-¿Eh? ¡No, así está bien...! –era difícil para el bajito hablar con el universitario cuando aún estaba molesto con él porque este había sido tan borde en sus últimos encuentros. Pero no podía decirle eso.

-Está bien ¡Está bien! La cafetería está abierta a todo el público y la comida en buena –dijo un alegre Chanyeol empezando a empujarlo ya que el rubio empezó a aminorar el paso –Ah, y hay algo que olvidé decirte Baekhyun –el azabache apegó su boca al oído del menor –El cierre de tu pantalón está totalmente abierto.

-¿QUÉ? –Baekhyun agachó la mirada -¡WAAAAA! ¡DEBISTE DECÍRMELO ANTES!! Por eso todos me miraban –murmuró lo último tapándose la cara de vergüenza ante la atenta mirada de un divertido Chanyeol.

***

Ya en la cafetería, Baekhyun no sabía si sentirse incómodo o cohibido ante tanta atención. Chanyeol los había conducido hasta una mesa donde dos chicas se encontraban ya sentadas y al ver al rubio, los habían recibido gustosas para que se les unieran.

El alto había ido por los almuerzos y ahora Baekhyun era presa de los toqueteos y elogios por parte de las presentes.

-¡QUE LINDO! Su cutis es tan diferente... ¡Su cutis! –decía una de ellas picándole una de sus mejillas.

-Los estudiantes de secundaria son así, ¿cierto? Como si tuvieran un aura distinta o algo parecido –decía la otra pellizcándole la otra mejilla.

-Bien bien, ya basta –ordenó Chanyeol algo irritado, obligándolas a apartar sus manos para dejar la bandeja de comida frente a Baekhyun.

-¿Así que Chanyeol es un profesor particular? Eso es sorprendente –dijo una sonriendo, Tiffani si mal no recordaba.

-Cierto. Y eso que su familia es muy rica –dijo la otra un poco más bajo.

-Eso no tiene nada que ver –la golpeó su amiga en el hombro.

-¿En serio? Si yo tuviera todo ese dinero no lo haría –ambas empezaron a cuchichear entre ellas.

-Gracias por la comida –murmuró tímidamente Baekhyun antes de empezar a comer, comenzando a darle vueltas a lo que había oído de las féminas. No podía imaginarse a la familia de Chanyeol.

-¿A qué escuela vas? –esta vez fue Jessica quien lo sacó de sus pensamientos.

-Ehh... a la Secundaria Nowon-gu –respondió Baekhyun sonriente.

-¡Ah! Es esa escuela con ese gran equipo de béisbol, ¿cierto?

-Sí, esa es –comentó el menor ya más animado.

-Un chico de mi vecindario fue allí por el equipo de béisbol –las chicas seguían haciéndoles conversación.

-¿En serio? ¿Cómo se llama? Tal vez lo conozca –ya más relajado, Baekhyun dejaba ver una amplia sonrisa, sonrisa que no pasó desapercibida para Chanyeol, quien se mantenía al margen de la conversación sin quitarle los ojos de encima al bajito.

Tanta atención por parte de sus compañeras hacia el rubio lo estaba poniendo de mal humor. Baekhyun ni siquiera le había dirigido la palabra para otra cosa que no sea agradecer que le haya invitado a almorzar.

Sin poder soportarlo más, se levantó de forma brusca, arrastrando su silla hacia atrás en el proceso, y ganándose las miradas de los que hace un momento, conversaban amenamente.

-¿Ah? ¿A dónde vas? –preguntó Tiffani mirándolo sorprendida.

-Hm... necesito fumar –comentó Chanyeol sin darle importancia, miró a Baekhyun y estiró una mano para acariciarle la cabeza, pero se detuvo recordando que al menor no le gustaba que tuviera ese gesto con él –Baekhyun, te llevaré más tarde, tómate tu tiempo para terminar –y dicho esto tomó su bata y se largó de allí.

Baekhyun se quedó observando la amplia espalda del pelinegro perderse entre la multitud cuando un llamado le hizo voltear hacia las presentes.

-Oye oye... -dijo Tiffani algo emocionada -¿Chanyeol tiene novia o algo parecido? –preguntó descaradamente, haciendo reír a su amiga.

-¿Eh? –la pregunta tomó a Baekhyun por sorpresa –En realidad nunca le he preguntado... nada acerca de eso –terminó bajito el rubio, al caer en cuenta de sus propias palabras. Él no sabía si Chanyeol tenía una novia.

-Justo como lo pensé –esta vez Tiffani miró intrigada a su amiga –Nunca habla de esas cosas.

-Es cierto. Al principio todas hacían alboroto sobre lo bien que se veía con la bata de laboratorio. Pero él pasaba de todas, al parecer no estaba interesado en eso.

-¿Ah? Pero sabes... antes tuvo una novia –a Baekhyun se le pusieron los vellos de punta ante tal revelación –Pero parece que se separaron.

-Ah, ahora que lo mencionas, también oí algo como eso.

La respiración de Baekhyun empezaba a acelerarse con cada palabra que ellas pronunciaban. Esas chicas, o cualquier persona en el campus, sabían más de Chanyeol que él, y lo conversaban con tanta naturalidad.

-Ah, si... Baekhyun oppa, ¿intercambiamos números? –preguntó Tiffani coqueta.

-¿Qué le estas diciendo a un estudiante de secundaria? –la regañó su amiga divertida.

Baekhyun seguía sumergido en sus pensamientos, deprimido por su reciente descubrimiento. Ni siquiera le importo que las chicas tomaran su móvil para guardar sus números en él. Solo había algo que agobiaba a Baekhyun, y era que Chanyeol y él eran dos perfectos extraños cada vez que él no estaba enseñándole. Eso era tan deprimente.

-Ah... iré a regresar los utensilios –se excusó, solo quería salir de allí.

Ya lo había comprendido, no podía hacer nada sobre esa brecha que había entre ambos. Ellos no eran nada, nunca lo fueron.

Iba caminando sin rumbo por los pasillos, solo quería encontrar la salida y largarse de ese lugar. Quería llegar a casa y quedarse allí todo el día. Divisó una puerta de vidrio y su corazón latió desbocadamente. Al fin, un escape a su miseria.

Ya tenía una mano apoyada en el cristal cuando lo vislumbró, de pie, apoyado contra la pared de en frente... Chanyeol. Fumaba un cigarrillo mirando hacia el patio, inexpresivo, como si estuviera en su mundo. Y Baekhyun sintió una punzada atravesarle el pecho al ver ese perfil, porque dolía, dolía saber que aunque Chanyeol y él estuvieran tan cerca, aunque estuvieran uno al lado del otro, no podría alcanzarlo. ¿Por qué no podía hacerlo?

"Deberías ser más como Chanyeol-shi", las palabras de su madre resonando en su cabeza le hicieron darse cuenta de la dura realidad. Nunca podría, nunca podría estar a la altura de Chanyeol.

Él era apuesto, inteligente, venía de una buena familia y una fila de chicas que morían porque solo las mirara. Y él, ¿qué tenía?, ¿quién era? Solo un simple estudiante de secundaria que no podía sacar buenas notas y aplicar a una universidad como aquella porque aunque lo intentara con todas sus fuerzas, no lo lograría. Él no tenía nada que ofrecerle a alguien como Chanyeol, que lo tenía todo.

Pasó saliva con dificultad, sintiendo un nudo en la garganta. Dios, Chanyeol le gustaba tanto, que ya no podía tolerarlo. Sintiendo la vista borrosa, apenas pudo distinguir cuando Chanyeol giró la cabeza y sus miradas se cruzaron. Al igual que en ese momento, una barrera los separaba, y era infranqueable. Se sentía tan solo.

Chanyeol paseaba distraído la mirada por el lugar cuando divisó la figura menuda de Baekhyun tras el cristal, y lo que se encontró le estrujó el corazón. Su rubio tenía los ojos rojos y en sus mejillas se abrían camino gruesas gotas de lágrimas. Sus labios estaban fruncidos en un tierno puchero y tenía la mirada perdida.

El azabache mandó al diablo su cigarrillo y en dos zancadas llegó hasta la puerta, estiró la mano y la abrió de un sopetón, estando frente a Baekhyun, recorriéndolo con la mirada preocupado.

-¡¿Qué sucede?! ¿Te sientes mal? –preguntó atropelladamente tomándolo del brazo.

El contacto hizo que Baekhyun saliera de su letargo y alzando la vista negó con apenas un suspiro.

-N-No... no es nada.

-Si algo está mal, tienes que decírmelo –insistió Chanyeol, esta vez acunando su rostro con la mano libre, limpiando la mejilla del más bajo con el pulgar.

-Yo... no soy más que un envidioso, es solo que... -Baekhyun apartó la mirada y agachó la cabeza, tratando de secar esas traicioneras lágrimas con el dorso de la mano que Chanyeol no estaba sujetando –Sólo yo... soy el único que no sabe nada sobre ti, odio eso. Odio que no me cuentes nada... -en ese punto el rubio guardó silencio. No debió hacer dicho eso. ¿Quién era él para exigirle que Chanyeol le contara su vida?

El alto solo veía la cabellera rubia agitarse a medida que Baekhyun se frotaba furiosamente los ojos y balbuceaba, percatándose luego de lo que el bajito se lamentaba. En cierto punto era cierto, él no era muy abierto acerca de su vida, pero no pensó que esto tendría a Baekhyun tan deprimido.

-¡Ah...! ¿Qué, pasó algo? –Tiffani y Jessica se acercaban a ellos, la última con la mochila de Baekhyun es sus manos.

-¿Ah? Estas llorando... ¿Estas bien? Pobrecito –ambas rodearon a Baekhyun para consolarlo.

-N-No, no es nada –respondía tratando de ocultarlo.

- ¡No puedes hacerlo llorar, Chanyeol! –le regañó Tiffani bastante molesta –Ven aquí –dijo en tono dulce a Baekhyun -¿Quieres que te muestre el campus?

-¿O quieres venir a pasear con nosotras? – propuso Jessica sonriéndole con ternura –Ya terminamos las clases por hoy así que...

Fue suficiente, eso hizo que la paciencia de Chanyeol se fuera al diablo. Nadie más que él llevaría a pasear a su rubio. Sin siquiera disimular su furia, tiró del brazo de Baekhyun que nunca dejó de sostener, y tomándolo por la nuca, le partió la boca con un profundo beso, ante la atónita mirada de las presentes.

Baekhyun abrió los ojos en demasía, sorprendido al comienzo, pero no tardó en relajarse y cerrar los ojos, dejándose llevar, correspondiendo gustoso. Había extrañado tanto ese contacto, los labios de Chanyeol, su lengua adentrándose de forma exigente. Podía percibir el sabor del tabaco, pero eso no podía importarle menos, porque Chanyeol lo estaba besando, sujetándolo contra su cuerpo por la cintura, como si no quisiera soltarlo nunca, y Baekhyun no quería que lo soltara.

Todo era perfecto hasta que empezó a faltarle el aire. Trató sutilmente de separarse, pero el agarre de Chanyeol era férreo, y pronto las ganas de romper el contacto se volvieron necesidad. Empezó a dar golpes nada disimulados contra el pecho del alto, buscando que notara que se estaba ahogando.

Fue entonces cuando Chanyeol se separó de él, pero solo lo hicieron sus bocas. El brazo que rodeaba la cintura del pequeño no aflojó su agarre en lo más mínimo. Jadeando, Baekhyun vio cuando el alto le regalaba una sonrisa de lado, antes de hacerle ocultar su rostro en el hueco de su cuello, estrujándolo contra su pecho.

-Así es como son las cosas –dijo sosteniendo al rubio contra sí –Así que por favor, alejen sus garras de mi novio –esto último lo dijo sin una pizca de gracia, haciendo estremecer incluso a Baekhyun.

-¡¿Qué diablos crees que estás haciendo...?! –susurró el bajito totalmente avergonzado.

-¡Adiós! –dijo Chanyeol dando media vuelta con el menor aun entre sus brazos –Gracias por traer su mochila –concluyó tajante, arrebatándosela de las manos y abandonando el lugar con un Baekhyun demasiado consternado como para hablar o siquiera contradecirlo.

Viéndolos alejarse, con Baekhyun siendo prácticamente arrastrado por un Chanyeol con cara de pocos amigos, las dos estudiantes se miraron con mil interrogantes en sus rostros.

-Oh bueno, aunque Baekhyun oppa era mi tipo...

-Deberías rendirte –aconsejó Jessica a su amiga –Un Chanyeol enojado es francamente aterrador.

***

En un bloque de apartamentos cercano...

-Espera. ¡Te digo que esperes Chanyeol! –Baekhyun fue empujado sobre una cama sin delicadeza alguna -¿P-Por qué? ¡Dijiste que me llevarías de regreso...!

-Sí, dije eso –el alto aventó la mochila del menor a un rincón de la habitación y luego se dirigió a él con una sonrisa calculadora –Pero nunca especifiqué a donde te llevaría.

-¡E-Eso es hacer trampa! –comenzó a tartamudear.

-Éste es mi apartamento, en el cual vivo solo. Mi familia consta de mis padres y mi hermana mayor, Yoora –Baekhyun solo lo escuchaba sin comprender –Mi cumpleaños es el 27 de noviembre, soy sagitario. Mi tipo de sangre es A –continuaba a medida que se acercaba a la cama –Mi pasatiempo es manosearte. Entonces... ¿Hay algo más que quieras saber?

-¿Ah? –el rubio lo miraba y estaba por replicar que no tenía idea de por qué Chanyeol actuaba así cuando... "Soy el único que no sabe nada de ti", sus palabras llorosas retumbaron en su cabeza.

-¿También debería decirte mis medidas? –preguntó Chanyeol apoyando la rodilla al borde de la cama e inclinándose hasta que Baekhyun estuvo con la espalda contra el colchón, con ambas manos del alto a los costados del rostro del consternado rubio.

-N-No necesitas ir tan lejos –dijo el menor cohibido por tanta cercanía.

-Lloraste porque querías saber de mí –replicó Chanyeol en tono lastimero, como si lamentara que haya tenido que pasar por ello –Eso es tan lindo...

-Eso fue porque... -Baekhyun al fin lo miraba fijamente a los ojos –Ayer estuviste tan distante. Pensé que malentendí nuestra relación, y que solo estabas jugando conmigo –terminó la frase en un murmullo.

-No consideraría hacer todo lo que te he hecho si sólo estuviera jugando –aclaró Chanyeol sereno, con la mirada oscura fija en los cafés claros de Baekhyun –Me siento culpable. Conscientemente puse mis manos en ti, sabiendo de tu desmesurada inocencia, sin contar que eres mi alumno –expuso apenado, alejándose un poco –Pensé que lo mínimo que podía hacer era contenerme y no agobiarte con mi inconsciente deseo de acapararte –continuo explicando mientras se reincorporaba un poco más, lanzando un suspiro de resignación -¿No crees que soy demasiado intenso a veces? Estaba siendo distante porque me estaba conteniendo, cosa que me cuesta bastante cuando estas frente a mí. Me merezco un elogio –dijo a modo de chiste, para aligerar el ambiente. Nunca se había mostrado tan sincero ante nadie, y aunque tratara de ocultarlo, se sentía un poco expuesto.

-Entonces deja de contenerte, ¿sí? –jadeó Baekhyun tomándolo del cuello de la camisa, tirando de él para acercar sus rostros–Si te hace inseguro, entonces así es mucho mejor –susurró contra sus labios antes de unirlos con los suyos.

Chanyeol, primero sorprendido, no tardó en corresponder y dominar el beso. Y es que se sentía tan bien que simplemente no podía reprimirse más. Porque era Baekhyun, su Baekhyun quien lo estaba besando, quien estaba en este momento con él, en su cama, como tantas veces había fantaseado.

Baekhyun temblaba bajo las caricias del alto. Y es que Chanyeol era tan intenso, que creía que en cualquier momento explotaría. Empuñaba las sábanas con furia, tratando de canalizar su energía allí, o sentía que de lo contrario soltaría vergonzosos sonidos.

Las manos de Chanyeol estaban por todas partes, y no tardaron en entrar en contacto directo con la piel de su abdomen y pecho. Sintiendo insuficiente solo aferrarse a las sábanas, llevó ambas manos a los hombros del azabache, estrujando esta vez su suéter, mientras los besos del alto pasaban de su boca a su mejilla y cuello.

A medida que sus manos recorrían cada rincón de la suave piel, Chanyeol se deleitaba con los esfuerzos cada vez menos efectivos de Baekhyun por reprimir sus gemidos. Sonrió con malicia y le propinó una mordida tal vez un poco más fuerte de lo planeado, pero el gemido que le arrancó a Baekhyun bien lo valía, era un deleite para sus oídos.

-¡Ahh! Ch-Chanyeol...–Baekhyun se retorcía tratando de sobrellevar las sensaciones que se agolpaban en su cuerpo con cada caricia impartida por el alto.

Las manos del mayor subían el uniforme del estudiante hasta sacárselo por arriba de la cabeza, tomándose un momento para admirar el cuerpo perfecto de su rubio.

-Qué cuerpo más lascivo tienes... -ronroneo relamiéndose. Paseó sus manos por la piel lechosa antes de dirigir sus dedos a la hebilla del pantalón de Baekhyun, desabrochándolo sin ningún esfuerzo, y sin perder tiempo, empezó a tironear de ellos, despojándolo de sus boxers en el proceso.

Sus blancos muslos le dieron la bienvenida, quedando maravillado ante una imagen tan erótica como esa. Tomó sus rodillas con ambas manos y ejerciendo un poco de fuerza las separó para acomodarse entre ellas.

-¡No! Ahh.. –jadeó Baekhyun al sentir la seguidilla de mordidas que Chanyeol repartía por la cara interna de sus muslos a medida que se acercaba a su entrepierna –Chanyeol... Para... ahh...

-¿Parar qué? –preguntó este, haciéndole cosquillas en la piel con sus labios –Si solo dices "ah" no sabré a que te refieres. Si no lo dices correctamente...

-N-No me muerdas aquí –logró articular el rubio, pasando una mano por uno de sus muslos.

Como si fuera una chispa en un reguero de pólvora, algo en los ojos del azabache se encendió, dándole un brillo intenso a su mirada. Tomó la mano extendida del menor y la otra, aprisionándolas por arriba de su cabeza contra el colchón, quedando sus rostros tan cerca que sus narices se rozaban.

-Eres bueno seduciéndome Baekkie –acompañó sus palabras con un movimiento de caderas que hizo que sus entrepiernas se rozaran, ganándose la vista en primer plano de un Baekhyun jadeante y sonrojado.

Se abalanzó contra sus labios en un beso hambriento y demandante. Nuevamente sus besos descendieron, esta vez por su pecho y abdomen, acercándose cada vez más a la erección ya formada del menor.

Baekhyun era un amasijo de jadeos y gemidos mal reprimidos, y Chanyeol no podía estar más feliz por ello. Al llegar hasta abajo, dio una larga lamida al miembro despierto de su rubio, terminando con un corto beso en el glande. Esto hizo que Baekhyun arqueara la espalda y hundiera la cabeza en el colchón.

-Ahh –esto era más de lo que podía soportar. Aún con los ojos cerrados, no se esperó sentir los dedos de Chanyeol acariciando suavemente su labio inferior, y cuando los abrió, se encontró con esos ojos oscuros, nublados por la lujuria, mirándolo fijamente, esperando.

Baekhyun no necesitó una sola palabra para saber qué es lo que el alto pretendía. Se llevó los tres dedos a la boca y lamiéndolos cuanto pudo, los ensalivó bajo la atenta mirada de Chanyeol.

En un gruñido, el azabache retiró su mano, y sin perder tiempo la dirigió abajo, perdiéndose entre las piernas de ambos. Baekhyun sintió los dedos fríos y mojados tanteando su entrada, aunque era más que consciente de lo que se vendría, cerró los ojos y se tensó por completo.

Chanyeol, apiadándose de su pequeño, deslizó un dedo lo más delicado que le fue posible, apresurándose a dejar un beso reconfortante en el ceño fruncido de Baekhyun.

-Ahh... No... No lo muevas, por favor –jadeó Baekhyun entrecortadamente. No recibió una respuesta por parte del alto, pero estaba claro que se lo haría lo menos doloroso posible.

Eventualmente Chanyeol movió el dígito, cuidando cada expresión que el rubio hiciera. Y cuando notó que la molestia abandonaba sus facciones, anexó otro al primero, y cuando ambos se movieron con libertad, agregó un tercero, llevando el umbral de dolor de Baekhyun al límite.

-Tranquilo bebé, ya pasará –susurraba conciliador contra los labios de Baekhyun, dando cortos picos allí, en sus mejillas y en sus párpados, llevándose con ellos las lágrimas que su rubio se esforzaba en no derramar.

Los dientes apretados y las miradas incómodas fueron reemplazados por jadeos y gemidos descontrolados. Chanyeol movía sus dedos, buscando un lugar en particular en su interior, y Baekhyun no hacía más que retorcerse y morderse el labio en un intento patético por acallar sus gemidos.

-Qué sonido más atrevido –susurraba Chanyeol con morbo contra su oído -¿Puedes oírlo? Escucha –insistía el alto, y dejándose llevar por un momento, Baekhyun fue consciente de su entorno. En la habitación resonaban sus jadeos y la respiración pesada de ambos, pero por sobre todo, los vergonzosos sonidos de los dedos del alto, golpeando contra sus nalgas. El sonido de piel contra piel, amplificado por la lubricación, sumado al reciente descubrimiento del azabache del motivo de su búsqueda, llevaron a Baekhyun al límite, sintiendo su liberación derramarse entre el vientre de ambos.

-Eso fue rápido –murmuró Chanyeol contra su oído, mordiendo suavemente el lóbulo -¿Tan bien se sintieron mis dedos? –ronroneó sintiéndolo estremecerse.

-Nhh.. ¡Ahh! –Baekhyun solo podía balbucear incoherencias, demasiado atontado por el orgasmo que lo había envuelto hace solo unos segundos.

A gusto con la condición en la que había dejado al menor, dejo un largo beso sobre sus labios y se enderezó, irguiéndose en toda su altura. Se posicionó a un lado de la cama, y sin apartar la vista de quien lo miraba sonrojado entre sábanas, se despojó con parsimonia de cada prenda que llevaba puesta. Reprimió una risa cuando, al deshacerse de sus pantalones y ropa interior, los ojos de Baekhyun se ampliaron ligeramente y entreabrió los labios, dejando escapar un jadeo mudo.

Visiblemente satisfecho con la reacción de su rubio, Chanyeol acarició su eje un par de veces, repartiendo el líquido preseminal en torno a él. Luego volvió a la cama, y a los brazos de quien lo recibió tembloroso. Sonrió de lado y reclamó nuevamente su boca, esta vez utilizando el beso como distractor para lo que vendría.

Tomó uno de los muslos de Baekhyun y deslizó la mano hasta la parte trasera de la rodilla del muchacho, donde ejerció un poco más de fuerza, para terminar llevando la pierna contra el torso del rubio, dándole mayor apertura y facilitando la entrada.

Ayudado con la mano libre, dirigió su glande a la entrada rosada de su pequeño, y haciendo gala del poco autocontrol que le quedaba, se introdujo lentamente en su cálido interior.

-Ahh... ahh... Ay –gimoteaba Baekhyun en el beso.

-¿Qué tal está? ¿Aún duele? –jadeaba el alto contra los labios del menor.

-Ahh... ajamm –se quejaba el bajito, mirándolo con ojos lastimeros.

-Está bien. Solo respira lentamente y trata de relajarte –lo consolaba el azabache, lamiendo sus labios repetidas veces, como pidiendo disculpas con cada roce.

-¡Ah...! Ah –Baekhyun solo se aferraba a sus hombros, enterrando sus cortas uñas en la piel de su espalda, y a Chanyeol no podía importarle menos. No con su rubio mirándolo con ojos brillantes y la boca entreabierta soltando suspiros de dolor.

-Vas bien, vas bien –repetía Chanyeol mientras terminaba de enterrarse en él –Bien... bien hecho –gimió ante la sensación de sentirse completamente rodeado por las paredes del menor.

Una vez que se sintió con la libertad necesaria para moverse, Chanyeol se retiró, dando una embestida en el lugar preciso. No habían estado sus dedos antes que él por nada, se tenía memorizada la anatomía del rubio con solo haber estado allí unos minutos.

Repitió el movimiento un par de veces, ganándose retorcidas y gemidos desbocados de parte del rubio.

-Ahh... Ahh... Para –jadeó Baekhyun tratando de tomarlo del brazo para que le prestara atención -¡Detente! Ya no puedo soportarlo... -su respiración era errática y tenía los ojos velados.

Pero eso no detuvo a Chanyeol, quien dio otro profundo embate, ganándose otro largo gemido en respuesta.

-¡AH! ¡Espera! – insistía el rubio -¡Espera! ¡CHANYEOL! En serio, ¡no más!

-De ninguna manera –replicó el alto –Además, ya está todo adentro –acotó sonriendo de lado.

-Es... Eso es cruel –gimoteó Baekhyun sin fuerzas.

-¿Por qué? Se siente bien ¿cierto? Solo mira cómo estas reaccionando –dijo frotando uno de los pezones del menor con sus dedo, poniéndolo erecto en menos que nada –Fuiste tú el que dijo que debería dejar de contenerme. Ahora prepárate –gruño el azabache antes de morder su cuello.

-¿Qué? Ahh –el gemido llegó con otra potente estocada -¡Ahh! ¡Espera! ¡Por favor espera! –jadeó Baekhyun -¡NO TE DIJE QUE HICIERAS ALGO COMO ESO! ¡AHHHH!

***

Luego de que ambos tomaran una ducha, Baekhyun se abotonaba la camisa mientras Chanyeol permanecía sentado en el piso, usando la cama como respaldero.

-Ahora que lo pienso, Baek... ¿Dónde está tu celular? –preguntó el pelinegro desde su posición.

-¿Mi celular? Lo tengo conmigo... -respondió el otro sin entender.

-Préstamelo un momento –pidió Chanyeol extendiendo una mano, a la espera del móvil.

-¿? –el rubio rebuscó en su mochila un momento antes de pasárselo –Está bien. ¿Para qué lo quieres?

-¿Hmm? No te había dado mi número –dijo encogiéndose de hombros –Ahora puedes llamarme en cualquier momento ¡Como cuando te sientas triste durmiendo solo! –propuso Chanyeol

-Eso es...

-No tienes que ser tímido –agregó carcajeándose –¡Ah! Sí. Además también tengo que borrar todo esto –dijo volviendo su atención a la pantalla.

-"¿Esto?" –se extrañó el menor, inclinándose a comprobar de qué hablaba su profesor.

-Intercambiaste números con mis compañeras ¿no? –lo miró alzando una ceja.

-Ah, eh... es cierto –recordó cuando las chicas habían tomado su móvil para agendar sus números.

-Bueno. Le pondré un freno a eso, para que no tengas que preocuparte demasiado –mostró una sonrisa que a Baekhyun le pareció siniestra –No permitiré NADA como eso –presionaba la pantalla con fuerza dándole énfasis a cada palabra.

El rubio solo lo observaba, quedándose al margen, no se atrevía a interrumpirlo. No cuando podía verse cuánto disfrutaba haciéndolo, aunque sus ojos no estaban para nada risueños.

-Me pondré celoso de tenerte sonriendo y hablando con otras personas –suspiró quedándose viendo a la nada –No es broma...

Un sonrojo invadió el rostro de Baekhyun, y luego una sensación de inmensa alegría. Se acercó hasta sentarse en la cama, a espaldas de Chanyeol, y rodeo el pecho del mayor con sus brazos, descansando su cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro izquierdo. Estaba tan feliz, solo por haber oído esas palabras. Era un poco patético, así que no se lo diría.

-¿Baekhyun? –preguntó el azabache girando la cabeza para poder verlo. Pero Baekhyun no parecía querer salir de su escondite. Resoplando en una sonrisa, besó los cabellos de su rubio antes de dirigir nuevamente la vista al aparato celular –Ah, de verdad. ¿Debería borrar todos los números de tu directorio excepto el mío? –comentó en voz alta.

En ese momento Baekhyun alzó la cabeza de un sopetón.

-¡¿Qué?! ¡Espera! ¡No puedes! –estiró la mano tan rápido como pudo, pero Chanyeol fue más veloz. Se levantó y alzó el móvil tan alto como su brazo se lo permitió, mirando divertido los inútiles esfuerzos del menor por alcanzarlo.

Luego de ver a Baekhyun refunfuñar unas cuantas maldiciones que hacían alusión a su inmensa altura mientras pegaba saltitos manoteando el aire, sonrió como el hijo de puta que era, y tomándolo de la cintura, el robo un beso.

-Como dije antes, eres bueno seduciéndome Baekkie –ronroneo sobre los labios ajenos antes de volver a arrastrar a su rubio a la cama.    

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