—¿Eres vegetariana o algo especial? Digo, es que realmente no sé qué comen los androides. —dice Bulma con angustia.
Sonrío tímida.
—N-no te preocupes. —digo con dificultad. — Como de t-todo.
Mi falta de confianza volvía a aparecer. Después de aquel incidente de hace días, por más que quise volver a confiar en ellos, mi cuerpo no correspondía, y volví a hablar así...
Mínimo con Bulma puedo pronunciar algunas palabras, frente a Gohan perdí toda especie de libertad, por más que quisiera (no quiero), no podía hablarle. Máximo decirle algún sí o no.
Bulma suelta un suspiro de alivio y vuelve a concentrarse en la cocina. Hoy era jueves, eso solo significaba que Gohan entrenaba con Trunks hasta tarde, gracias a Dios. No es que no quisiera verlo, simplemente intento evitar problemas, por lo que me escondo en mi habitación hasta que él se retira a su casa en las montañas.
Y peor aún, no puedo olvidar aquel beso que me di con él. Mi vergüenza es tan grande, nunca la había sentido, y ahora no puedo con ella. Ese beso se sintió muy diferente de los que me daba 17, me había gustado mucho... y eso no es bueno. Esa es otra de las razones por la que tengo que evitar a Gohan.
—Vaya, es difícil conseguir comida con todos estos problemas. —Bulma procura no mencionar a los androides por mí, era muy considerada. Yo suelto un suspiro.
—L-lo lamento.
—No es tu culpa, cariño. No lo es...
Hago una mueca de disgusto. Me incorporo de mi lugar y comienzo a caminar a mi alrededor, observando la casa. Estaba ligeramente dañada, igual que el resto de las casas, pero lo impresionante era la decoración. Tenía varios muebles, y muchas habitaciones, algunas deshabitadas, y otras con camas para personas que necesitaban refugio, también aún tenía varias fotos sobre un mueble viejo.
—¿Quién es él? — pregunto en voz alta. En una de las fotos se encontraban muchas personas, pero había un hombre en especial que me llamaba la atención.
Tenía un gran parecido con Gohan, tanto en su musculatura como en su vestimenta, solo que las mangas azules del traje de aquel hombre eran más cortas y su sonrisa resplandecía más que la de Gohan.
—¿Él? Ah, su nombre es Goku.
¡Goku! ¡El mismo al que tenían que matar 17 y 18!
—¿Cómo era? —la pregunta sale de mi boca antes de pensarlo.
Bulma sonríe de repente, recordando a aquel hombre misterioso.
—Era un gran hombre, valiente, un poco idiota, pero era bueno. —dice Bulma mirando al vacío. — El... era una gran persona para mí. Era mi mejor amigo.
Vuelvo a mirar la foto, desde mi perspectiva podía apreciar todo lo que dijo Bulma. Era un hombre fácil de leer.
—Apuesto a que era una persona sencilla, de esas a las que dices al principio; "No será mi amigo" y termina siendo la persona más especial para ti. —digo de repente. Bulma me mira sorprendida.
—Sí, lo era.
—Se nota... en todo él. —señalo la foto para que Bulma pueda verla mejor. Ella se dio cuenta al instante, era algo muy notorio. — Hasta a mí me dieron ganas de conocerlo.
Bulma suspira.
—Tal vez lo puedas conocer en otro futuro. —comenta. Yo le miro confundida.
—¿De qué hablas?
Bulma juega con sus dedos, nerviosa.
— Shizuka. Planeo hacer una máquina del tiempo. — confiesa. Yo levanto las cejas con sorpresa.
¿Una máquina del tiempo?
—¿De qué hablas?
—Sí, no podría vivir sabiendo que puedo salvar el futuro, nuestro futuro y no hiciera nada por ello. Shizuka. —me toma de los hombros. — En unos años podré construir esa máquina y alguien podrá regresar a avisarle a los chicos que vienen tiempos difíciles.
Le miro con bastante sorpresa. —Eso será complicado.
—Lo sé. —suspira.
—Pero, creo que puedo ayudar un poco...
Bulma abre su boca sin poder creerlo. —¿Enserio?
—Sí, tengo algunos conocimientos que podrían ayudar.
Entonces la veo sonreír, Bulma suelta una pequeña risa en voz alta.
—No te has dado cuenta que desde que comenzaste a hablar de Goku, no has tartamudeado ni una sola vez.
Mis mejillas se sonrojan. Era cierto, hablar de ese hombre me hizo sentir muy cómoda. Bulma noma mi mano con cariño, me sonríe con la dulzura de una madre.
—Todo lo que mencionaste de Goku es verdad, pero... ¿Sabes quién es igual a él? —pregunta. Niego sin conocer la respuesta. —Su hijo, Gohan.
Gohan.
—¡Ya llegamos mamá! —se escucha la voz de Trunks en la entrada de la casa.
No puedo evitar sentirme mal al escucharlos, eso también significaba que Gohan había llegado a la casa pero no tenía intención alguna de verlo. Todavía no estaba preparada. Bulma parece leer mis pensamientos y decide ayudarme.
—Sube a la habitación. —me dice ella.
Sin pensarlo ya me encontraba caminando rápidamente hacia los escalones para subir a mi habitación, pero...
— ¡Shizuka!
Su mano tomó mi muñeca y detuvo mi caminado. Volteo al instante para enfrentarlo, pero al querer decir algo, mi garganta no cede.
—Vaya, te encontré esta vez. —dice divertido. — Es difícil verte en estos últimos días. ¿Es que acaso me estás evitando?
Niego con la cabeza rápidamente agachando la mirada, no quería ver esa sonrisa bonita en su rostro. Gohan se ríe sin ganas.
— ¿No me hablarás otra vez? Vamos Shizuka, ya te pedí perdón.
Muerdo mi labio inferior con nervios. ¿Qué se supone que tengo que hacer? Simplemente no podía hacerlo.
—¡Shizuka! —dice Bulma a mi rescate.— ¿Podrías ir a comprar un poco de... de...? ¡Azúcar!
Bravo Bulma, pésima excusa, pero de algo servirá.
—¡Sí! —digo de repente.— E-enseguida v-voy.
Me suelto del agarre de Gohan y corro hacia la salida.
—Yo iré con ella. —avisa Gohan al instante, lo que me hace detenerme en la puerta.
—Gohan... —Bulma intenta decirle algo, pero Gohan no le deja.
—Ya volvemos.
Esta vez, Gohan me toma de la mano y las entrelaza, luego tira de mí para sacarme de ahí e ir a no sé dónde a comprar azúcar.
—G-Gohan. —intento decir algo, ya que iba caminando muy rápido, parecía enojado. Gohan gira a verme molesto.
—¿Ahora sí me hablas?
Abro la boca para contestarle con molestia, pero al instante la cierro, no puedo ni gruñir.
—Te ofrecí perdón Shizuka. —Gohan estaba disgustado. — No te bastó. ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?
Mi mirada se dirige hacia su herida en el hombro, estaba cubierta por el Gi naranja con la playera azul, pero donde debía haber brazo ya no había nada. Suelto un suspiro y dejo caer mi cabeza en su pecho, dándole a entender que estoy en una situación difícil. Gohan no suelta mi mano, pero se inclina a besar mi cabeza.
—No era mi intención hacerte daño. —dice con honestidad. Levanto mi mirada hacia él. Sus ojos suplicaban el perdón. — Eres una buena chica después de todo. —Gohan suelta mi mano y con ella acaricia mi barbilla. —Y tienes unos bonitos labios que he deseado probar de nuevo desde hace un par de semanas...
Gohan no me pide permiso y se inclina para robarme un beso. Sus labios chocan con los míos y al instante comienza a morder uno. Suelto un gemido al sentir su lengua explorando mi boca, definitivamente esto era mejor que los besos de 17. Mis manos rodean su cuello para atraerlo y profundizar el beso, Gohan rodea mi cintura con su único brazo, pero lo hace con firmeza.
¿Entonces esto significa que me gusta Gohan?
Me coloco de puntillas para facilitar nuestro beso. Gohan deja mis labios y besa mi mejilla, mi mandíbula y luego mi cuello.
—Gohan. —digo en un suspiro, no quería que dejara de besarme. Gohan sonríe y deposita un último beso en mi cuello para luego volver a mirarme a los ojos.
—Aquí no, linda. Estamos en la calle.
Me sonrojo por completo. ¿Aquí no qué?
—No deberías hacer eso. —digo ahora yo con disgusto. — Se supone que estoy molesta contigo.
Gohan se ríe.
—Creí que ya no me hablarías nunca más. —dice con alivio. — No sabes lo feliz que me haces.
Gohan se vuelve a inclinar para atrapar mis labios una vez más, solo que este beso fue más corto.
—¿Iremos por el azúcar? —pregunto al separarme de él.
—No. Regresemos y digámosle que no encontramos. —se encoje de hombros.
Gohan vuelve a tomar mi mano y a entrelazarla con la suya, ambos caminando hasta la Corporación.
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De repente mi día a día cambió, me quedaba junto con Bulma para acompañarla por los víveres y poder protegerla en caso de que los androides o algún ladrón apareciera. Después por la tarde Trunks y Gohan regresaban de su entrenamiento.
Gohan había cambiado totalmente. No era discreto en cuanto a nuestra relación, al contrario, él creía que en estos tiempos llenos de caos era necesario mostrar el amor que cuidaba de nuestros corazones.
—¡Ya llegamos! —avisa Trunks entrando al laboratorio, Bulma me mostraba los planos de la nave del tiempo.
—Bienvenidos, deben tener hambre. —dice Bulma sonriente, Trunks concuerda pero es Gohan quien interrumpe.
—Hoy no cenaré aquí. —explica, incluso yo tenía esa curiosidad. Gohan por fin me ve y se acerca para abrazarme con su brazo y besar mi mejilla. —Iré a ver a mi madre, hace tiempo que no lo hago. Quería que me acompañaras, Shizuka.
—¿¡Qui-ieres que conozca a tu mamá!? —suelto asustada, Gohan seguía con esa bonita sonrisa en su rostro.
—Definitivamente.
—Cuídense, por favor. —pide Bulma preocupada por nosotros, después de todo los androides seguían allá afuera.
Usando mi mejor vestimenta, salí de la Corporación Capsula tomando la mano de Gohan. Creí que volaríamos hasta su casa pero él propuso una mejor idea que yo no entendía en absoluto.
—¡Nube voladora! —grita Gohan al aire. Miro el cielo azulado, no había nubes.
—¿Gohan?
—Espera un poco... —pide él aún con la mirada en el cielo. No se hizo esperar mucho, apareció una nube amarilla que llegó justo a los pies de Gohan. —Ven, subamos.
Sin saber bien qué tenía que hacer, me dejé llevar por él y subí de rodillas a la nube, Gohan amplió un poco más su sonrisa al verme ahí.
—¿Qué? —me quejo de mala gana. No entendía por qué estaba tan feliz por solo verme subir a una nube.
—No es nada, ven. Abrázame. —pasa mis manos alrededor de su enorme torso, era musculoso y podía sentirlo. —Si no te sujetas fuerte, puedes caer.
Eso fue lo último que dijo, la nube partió por los cielos como camuflaje de los androides. Yo mientras recargué mi cabeza contra su espalda ancha justo en aquel Gi naranja que tanto aprendí a querer. Gohan se había vuelto alguien especial para mí. De eso no hay duda.
Tardamos cerca de treinta minutos en llegar a las montañas, la nube nos dejó justo afuera de una casa algo mal gastada. Gohan me ayudó a bajar.
—Ven, no estés nerviosa. —me regala su bonita sonrisa para tranquilizarme.
Gohan entró a la casa y yo detrás de él, ahí dentro estaba una mujer de pie en la cocina y un hombre enorme en la sala. La mujer al escuchar ruido giró, supongo que ver a Gohan fue lo que le regresó ese brillo en su mirada.
—¡Gohan! —grita ella sin poder creerlo, corrió a abrazar a su hijo. —¡Estás bien! ¡Estás a salvo!
—Sí mamá, aunque... —deja la frase al aire mirando aquel lugar donde no tenía brazo. Ella comienza a llorar con fuerza. —Pero estoy bien, madre.
—Gohan, es un gusto volver a verte. —el hombre se acerca y palmea su espalda. —¿Quién es ella?
Es cuando por fin se percatan de mi presencia, Milk se quita las lágrimas para mirar a Gohan con esa duda en su rostro. El chico sonríe tímido.
—Ella es Shizuka, es mi novia.
Novia. Interesante término.
—¿¡Qué!? —sueltan los dos adultos sin poder creerlo, creí que solo yo estaría avergonzada pero no creí que las orejas de Gohan estuvieran tan rojas como ahora.
—M-mucho gusto. —logro pronunciar. Milk se lleva la mano al cabello y se mira a si misma, entonces golpea a Gohan con un coscorrón en la cabeza.
—¡Auch!
—¿¡Por qué no me avisaste que vendrías con tu novia!? Oh, Dios... una disculpa, mi nombre es Milk, él es mi padre. No sabía que vendrían. —Milk mira los alrededores, luego mira de nuevo a su hijo. —Deben ir a pescar algo para preparar la cena.
—Sí madre. —Gohan acaricia su cabeza justo donde su madre golpeó, eso no quita esa pequeña sonrisa. —Ya volvemos.
Salimos de nuevo de su casa, seguía tomada de la mano de Gohan quien se veía muy feliz en esos momentos. Eso también me hacía feliz, quería verlo así siempre.
—Nunca creí que iría a pescar contigo, ésto me emociona mucho. —dice Gohan apresurando el paso. —Tiene tanto tiempo que no lo hacía...
Cerca de su casa ahí en las montañas había un río, el brillo en la mirada de Gohan lo decía todo. Estaba recordando algo.
—¿G-Gohan? —repito ligeramente asustada cuando le veo tratar de quitarse el Gi naranja, se ríe un poco.
—¿Me ayudarías con ésto, Shizuka? —me pide él. Algo dentro de mí me alertó. ¿Por qué quería quitarse la ropa? —¿Shizuka?
—¿Q-qué planeas hacer? —no puedo evitar temblar un poco. Gohan se sorprende ante mi actitud.
—Eh... solamente entraré al río, no quería mojar mi ropa de entrenamiento. ¿Estás bien? —se acerca a mí para verificar, su caricia en mi rostro me regresa la tranquilidad.
—S-sí... ven... te ayudo. —con mis manos voy quitando parte de su Gi naranja hasta que Gohan queda en simple ropa interior, el chico se ríe con fuerza entrando de repente al río. Parecía un niño ahí dentro tratando de alcanzar algún pez.
Me siento en el césped junto a sus ropas para admirar durante muchos minutos la sonrisa de Gohan quien por fin había encontrado un pez enorme, comenzó a perseguirlo hasta alcanzarlo y de un golpe lo sacó del agua.
—¿Todo bien? —pregunta Gohan saliendo del río y sentándose a mi lado. Agacho la mirada aunque en verdad quería apreciar su figura. —No me molesta que me mires.
Con su permiso me permito volver a mirar su torso musculoso, sus hombros y aquella herida donde ya no tenía brazo. Gohan solamente se quedó en silencio seguro preguntándose en qué estaría pensando.
—Lamento haberme comportado mal hace unos minutos. —admito avergonzada.
—Sí, te pusiste muy mal cuando te pedí que me quitaras la ropa... —recuerda él interesado, después de todo no era normal en mí molestarme así. —¿Quieres hablar de eso?
Desvío la mirada avergonzada. Tenía miedo de que él dejara de quererme al enterarse de lo que 17 me hizo, no quería ser odiada por su persona. Aceptaría el rechazo de cualquiera menos de él.
—Tengo un muy mal recuerdo sobre algo así...
—¿Sobre qué en específico? —pregunta sin entender. Juego con el césped bajo nosotros antes de contestar.
—So-sobre alguien quitándose la ropa para seguir abusando de mí. —suelto por fin con voz temblorosa. No quería mirarlo, había la posibilidad de que mi confesión lo dejara atónito y después le diera tanto asco hasta alejarse de mí.
—¿Quién lo hizo? —no esperaba aquel tono de voz tan rudo de su parte. Alzo mi mirada con la suya furiosa. —Fue el bastardo androide. ¿No es así?
Mis ojos se llenaron de lágrimas sin poder decir nada más. ¿Qué se supone que haría? Gohan ahora lo sabe, sabe lo que sufrí estando con ellos. Sabe lo que me hicieron. Entonces... ¿Qué quería de mí?
—No, Shizuka. No llores... —me pide acercándose y con su mano quitando mis lágrimas. —Ese bastardo no merece tus lágrimas, joder... juro que lo mataré.
—Debes odiarme. ¿No es así?
—¿De qué hablas? —niega al instante. —No te odiaría por algo así, Shizuka. Escúchame, no fue tu culpa. ¿De acuerdo?
Se inclinó a besarme como siempre me ha gustado de él, correspondí su beso con timidez. Me sentía bien a su lado, me sentía protegida y por primera vez también me sentía querida. Dejó de besarme recargando su frente contra la mía.
—Te amo, Shizu. No lo olvides... —murmura por lo bajo como si fuera un secreto. — Te amaré toda la vida, incluso después de la muerte, nunca te abandonaré. Te lo prometo.
Era el atardecer cuando regresamos a la casa de Milk, Gohan cargaba con el enorme pez en su único brazo y mientras, conversaba conmigo contándome anécdotas de su padre. Se notaba que lo extrañaba. Entramos a su casa, pude darme cuenta que estaba un poco más recogida que horas antes y Milk estaba diferente, muy arreglada.
—Qué buenos recuerdos, Gohan. —Milk sonríe al ver aquel pescado. —Eres igual que tu padre.
—Deberemos esperar un poco más para la cena. —comenta Ox-Satán.
—Por nosotros, está bien. —habla Gohan con su ya característica sonrisa.
Oh Gohan.
|0|
—¡Ya nos vamos a entrenar! —avisa Trunks.
Me quito los binoculares especiales para la ciencia, y me giro a ver a Gohan.
—Eh... ¿Saldrás a entrenar? —le pregunto a Gohan con una pequeña sonrisa. Cada día se le ve más guapo.
—Sí, ya sabes, me quedaría contigo, pero tengo que entrenarlo. Algún día podrá alcanzar mis poderes y tal vez podrá vencer a los androides. — Gohan se inclina para oler el aroma de mi cabello. Yo sonrío ante ese gesto. — Hueles muy bien.
—Gohan. —lo separo para verle al rostro. — Quiero que te cuides mucho. Tengo un mal presentimiento. ¿Sí? Cualquier cosa, puedes venir a avisarme y yo te ayudaré.
Gohan me mira con media sonrisa. —Gracias Shizuka. Me cuidaré, lo prometo.
Gohan se inclina a depositar un beso en mis labios, escuchamos a Trunks dar un gesto de asco, eso nos hace reír. Gohan acaricia mi cabello una última vez y se va de ahí con Trunks. Suelto un suspiro que Bulma no pasa desapercibido.
—¿Estás preocupada?
—Sí. Hoy más que nunca, me siento incómoda. —miro a Bulma.
—Ayúdame a terminar esto, y luego puedes pasearte a ver a los muchachos, para que te asegures que están bien. —dice Bulma señalando lo que estaba haciendo anteriormente.
—Claro...
Tardé cerca de dos horas en terminar mi trabajo. Mi angustia crecía cada vez más, no debí dejar a Gohan solo. Y como si el clima estuviera de mi lado, las nubes grises se juntaron sobre la ciudad, estaba a punto de llover. Volé hacia donde los muchachos iban a entrenar, al acercarme, pude distinguir el cuerpo de alguien tirado en el suelo. Mi corazón dio un vuelvo al reconocer la cabellera morada.
Bajé con rapidez para ver si estaba bien, Trunks respiraba con tranquilidad. Esto solo puede significar una cosa. Doy un brinco al escuchar el sonido estruendoso de los edificios al ser destruidos, a lo lejos se podía ver una batalla.
¡Gohan estaba peleando contra los androides!
—¡Sí que eres idiota! —me quejo en voz alta.— Cuando regresemos, tendremos una discusión muy larga...
Decido dejar a Trunks ahí y volar hacia la batalla para ayudar a Gohan. De un momento a otro, las luces dejaron de verse, y se quedó todo en silencio. Mi angustia creció de nuevo, así que volé con más rapidez hasta acercarme a las siluetas. Fue entonces que me detuve de golpe, mi corazón parecía querer salirse por lo fuerte y rápido que latía golpeando mi pecho.
Ahí estaban los tres, 17 y 18 hablando entre ellos, y Gohan en el pavimento...
Comienzo a jadear al sentir una carga energía recorrer desde mis manos hasta mi espalda. Bajo mi vuelo con rapidez sin importarme que ambos androides estén ahí.
—¿Esa no es Núm. 15? —pregunta 18 al verme.
—¡Sí! —dice 17 emocionado. — Es mi linda 15. ¡Ven a mis brazos!
17 abre sus brazos para recibirme, pero yo lo paso de largo y corro hacia Gohan inconsciente en el suelo, no me importa siquiera el charco de agua en el suelo, me arrodillo a su lado con mis manos temblando.
—N-no. —digo en voz alta al verlo de esa manera. —¿G-Gohan? —toco su espalda para moverlo un poco, tenía que despertar y seguir luchando. Tenía que seguir a mi lado. —No te preocupes, yo te sacaré de aquí. —digo con voz quebrada mientras las lágrimas se acumulaban ante la cruel realidad que no quería ver. —Solo resiste un poco, por favor.
Quería convencerme de lo contrario, pero sabía muy en el fondo que algo estaba mal. Gohan... no respiraba.
—Por favor... —susurro. Mi mirada comenzó a cristalizarse. — Mi amor, por favor... despierta.
Una gota de lluvia cayó en mi nariz. Había comenzado a llover sobre nuestros cuerpos, la realidad era cada vez más clara y más despiadada. Aquel hombre al que yo admiré y amé ahora mismo se encontraba sin vida frente a mí, Gohan estaba muerto. Suelto un sollozo tratando de moverlo con más fuerza con la poca esperanza que me quedaba, pero no reaccionaba.
—¡Gohan! —grito con fuerza. —¡¡Gohan despierta por favor!!
Abrazo su cuerpo inerte con fuerza, y lo aprieto a mí.
—¡Eres un idiota! —las lágrimas caían por mis mejillas.— ¡Creí que lucharías hasta el final! ¡Prometiste salvar a la humanidad! Gohan... prometiste no abandonarme...
Unas manos se posaron con fuerza en mis hombros, y me arrebataron lejos del cuerpo de Gohan.
—¡Pero qué demonios te pasa! —17 me suelta una bofetada. — ¿Era él con quien me traicionabas, maldita zorra?
—¡Suéltame! —me muevo entre su agarre con desesperación. No podía alejarme de Gohan... no lo dejaré. 18 comienza a reírse a carcajadas de mí.
—¿Número quince está llorando por la muerte de su querido noviecito? —se burla 18. — Perdónanos, no sabíamos que era tan importante. Digo, si querías que él viviera debiste... No sé. ¿Encerrarlo?
Aprieto con fuerza mi mandíbula. —Cállate. — susurro.
—¡Ja! ¿Desde cuándo te crees con el derecho de callarme? —dice ella divertida. — Ese muchacho te daba mucha libertad de opinar cuando en verdad debiste quedarte callada como siempre. Es por eso que lo matamos.
Es suficiente. 18 suelta un chillido de sorpresa, ni siquiera yo me lo esperaba. De un momento a otro tenía a 18 en mis manos. La sujetaba con una mano en su cuello, levantándola a centímetros del piso.
—Repite eso una vez más, y te mataré. —amenazo.
18 rasguñaba mi mano para librarse, pero no podía.
—¡Basta número quince! — 17 se acerca a mí pero le lanzo una esfera de energía para detenerlo.
—¿Te crees mucho? —se burla 18.— Eres tan estúpida. ¿Por qué te pones así? Solo era una broma...
—Te he mandado a callar hace unos segundos. —digo con rudeza mientras una lágrima recorre mi mejilla. 18 ríe con dificultad.
—¿Por qué tanta importancia? ¿Acaso era bueno en la cama?
Sangre.
En menos de un segundo, ya tenía la ropa manchada de sangre. Había tomado entre mis manos el brazo de 18 y se lo había arrancado de un solo impulso. 18 gritaba horrorizada, mientras yo destruía el brazo en mi mano.
—Te mataré a ti y a tu hermano. Lo juro.
Intento acercarme, pero ambos me lanzan esferas de energía. Las esquivo y me acerco con rapidez. Tomo la pierna de 17 y lo levanto para aventarlo lejos, giro hacia 18 pero ella ya no estaba ahí.
—Si nos haces algo, juro que destruiré lo poco que te queda de él. —dice su voz. Giro a ver la escena. 18 tenía su única mano sobre el cuerpo de Gohan. Lo iba a destruir, entré en pánico.
—Aléjate de él.
—Déjanos ir. —contraataca ella.
—Si no es ahora, los mataré después.
—¡Déjanos ir o lo destruyo! —presiona su agarre.
Frunzo los labios, y sin pensarlo asiento con la cabeza. 18 mira a su hermano y ambos huyen volando. Yo me quedo de pie bajo la lluvia durante unos minutos más, observando el cuerpo muerto de Gohan. Mis lágrimas se perdían entre las mismas gotas de la lluvia. Ahora que lo había perdido a él. ¿Qué podía hacer? Solo quería morirme.
No puede ser... Gohan.
—¡Shizuka! —Trunks aterriza a mi lado. — Gohan ¿Dónde está Gohan?
No volteo a verlo, seguía de pie con la mirada estancada en la espalda del cuerpo sin vida de Gohan. Trunks dirige su mirada hacia donde yo miraba, justo en Gohan que estaba alejado de nosotros.
—¿Gohan?
Y se repite la escena. Muerdo mi labio inferior al ver como Trunks se inclina a su altura y mueve a Gohan con desesperación.
—Gohan. ¡Gohan despierta! —grita Trunks sin aliento. — ¡¡Gohan!!
Me acerco hacia Trunks con rapidez y hago lo que ambos necesitamos. Le abrazo.
—Trunks... cálmate. —intento tomar el control de la situación como la mayor que soy, pero la verdad es que mis lágrimas me delataban. Estaba igual de destrozada o peor que Trunks. Él me rodea con sus brazos y estruja mi ropa desde la espalda.
—¡No! —grita con dolor. — ¡¡Por favor no!!
—Trunks. —cierro mis ojos con fuerza. —Trunks... él está muerto.
—¡No! ¡No es cierto!
—¡Trunks! ¡Ya basta!
—¡No!
Trunks me abrazaba con tanta fuerza, que sentía que en cualquier momento me rompería en pedazos, pero lo necesitaba... ambos en este momento nos necesitamos. Para mi sorpresa, el cabello de Trunks comenzó a volverse dorado... estaba tan devastado que con eso pudo completar su transformación.
—Shizuka. —Trunks llora mi nombre. — No me dejes por favor...
Le abrazo con más fuerza.
—No lo haré. Trunks... Estoy aquí, estoy contigo.
Escribir esa escena y verla una vez más, me hizo un gran nudo en la garganta. Trunks... <3 Sufrió mucho.
Wa... ¡Feliz año nuevo! ¡Feliz navidad! Hola xD Espero que se la estén pasando bien, aquí les dejo un capitulo, y como ya saben... DE NOCHE. 7u7
Espero que lo disfruten, aquí les dejo esto:
¡Yo no moriré, no me importa que mi cuerpo sea destruido por completo, mis deseos de pelear me levantaran por que son muy grandes! ¡Y después de eso los derrotare pase lo que pase!
¡Se les quiere!
¡Extraño a Goku!