Pegue su pequeño cuerpo a la pared y seguí besando su cuello, maldicion, queria calmarme pero ella lo hacia tan difícil, si la vieran caminar, ¡Esta mujer esta como quiere!
Gimió bajito en mi oido,pero no era un gemido de placer, era de dolor.
-Oh lo siento, ¿Te lastime?-Me separé levemente de ella y vi una sonrisita nerviosa en sus labios.
-Pesas Justin y te cargas sobre mi. Pero no me lastimaste.-Acarició mi mejilla y derretirme fue imposible, ¿como podia ser tan sensual y tierna a la vez?
-Oh maldicion, me gustas tanto.-Volví a besarla pero esta vez sin pegarla a la pared. A la mierda mis planes del helado, simplemente no podía verla sin querer follarla. Caminé con ella hasta la habitación y la deje parada mientras me desvetia rápidamente. Me recoste desnudo sobre la cama y cuando ella comenzó a gatear hacia mi y hice un seña de que no lo hiciera.
-No, antes quiero algo.
-Que..¿qué cosa?-Sabia que se sentía tímida y expuesta parada en frente a mi desnuda, pero no tenia porque, se veía tan hermosa.
-Bailame, Kory, pero sensualmente.-Se sonrojó al instante pero aun así asintió. Me encanta que quiera hacer todo lo que le propongo.
Tomé mi celular y coloque una melodía al azar. No sense comenzó a sonar y ella comenzó a moverse, paseaba sus manod por su cuerpo y se tocaba tan jodidamete sensual que crei que me correria con solo verla. Puso una de sus manos en su clitoris y gimió.
-Es como si tu me tocaras, Justin. Quiero que tu me toques.
Rayos.
De un ágil movimiento la jale y la deje sobré mi ereccion, ella levantó un poco su culo y tomó mi pene poniendolo en su entrada y sin previo aviso dejó caer su cuerpo, al menos me habia puesto el condón. Ambos gemimos pero ella mas que yo, sabia que le dolía y eso no me gustaba, su cara me lo demostraba, yo era muy grande y la estaba lastimándo y por una vez en mi vida de verdad me importo más su molestia que mi placer.
-Hey, espera, te duele hermosa no quiero que...
-Callate y sigue.-Que masoquista, pensé pero la verdad eso me gustaba. Comencé a mover mis caderas al compás de sus movimientos, subía y bajaba con un tranquilidad que me mataba, sus ojos cerrados y su cabeza ligeramente tirada hacia atras hacían que se viera más hermosa aun. Tomé su cuello y junte nuestros labios, necesitaba besarla y saber que tanto le gustaba.
-Más rápido...-Dije sobre sus labios.
Ella no dijo nada pero comenzó a moverse más rápido, puso sus manitos en mi pecho y comenzó a mover su trasero de una manera tan sensual y feroz que me hacian llegar a la cúspide. Tomé sus caderas y comencé a ayudarla, nuestros gemidos eran tan altos que agradecía que no viviera nadie al kilómetro o nos sentirían. Sentí como sus paredes comenzaban a contraerse por lo que aceleré nuestros movimientos, sentía como llegaba al orgasmo soltando un gemido con mi nombre que me hizo llegar a mi también.
Coloque su pequeño y dulce cuerpo a mi lado, a veces me costaba mirarla sabiendo que la e follado y hecho cosas cuando ella solo tiene 17 años. Paso su mano por mi cabello y lo saco de la cara, me miraba fijamente y eso me estaba poniendo nervioso, es que esos ojos verdes que tiene me mata.
-Eres hermosa.-Acaricie su mejilla y ella se estiró hasta alcanzar mis labios los que besó suavemente.
Su celular comenzó a sonar con una de mis canciones lo que me hizo sentirme ligeramente feliz.
-Hola Alex, si todo bien, claro estoy...-Me miró como pensando.-Estoy viendo television, buenos besos, también te quiero.
Trague saliva, ¿será su novio?
-¿Quien era?-Pregunte mirándola mientras ella se ponía su ropa interior.
-Alguien.
-Ya me di cuenta, pero, ¿Quien era ese alguien?-Pregunté un poco más cabreado.
-Justin que importa.
Se fue dejandome solo, sentía unos celos inmensos y no tenía porque hacerlo. Me puse mis boxer y fue atras de ella.
-Que pasa, Kory ¿Tienes novio y no me has contado?-Se giró y me miró feo.
-Y que si eso pasa, maldicion ¡Solo es sexo, Justin!
Y eso fue la gota que derramo el vaso.
Golpee fuerte la pared y lancé lejos un jarrón que estaba a mi alcancé. Pero ella ya no me miraba como lo hacia, ahora me veía con miedo. Corrió hacía el baño y se encerró. Caminé rápido y comencé a golpear fuerte la puerta.
-¡Abreme! Maldita sea Kory, ¡QUE ME ABRAS!-Guarde un poco de silencio para escuchar una respuesta pero solo escuché sus sollozos y eso rompió mi corazón. Dios, la conocia hace menos de un mes y la estaba haciendo llorar, soy una mierda.