¿Y quién es ese chico que no deja de mirarte?
Crucé la puerta de mi casa el viernes en la tarde y una silla pasó volando por encima de mi cabeza, mi madre estaba parada a un lado de la pared donde la silla se estrelló, sus ojos estaban rojos seguramente de tanto llorar, mi padre borracho le gritaba cuantas cosas se le ocurrían.
—¿Qué pasa? No pude evitar gritar también.
—Cállate Megan no te metas en esto—me grito mi padre
—Si me meto, ella es mi madre y tú no tienes derecho.
—Eres una inútil Megan, una imprudente, siempre estas donde no te llaman ¿cuándo vas a largarte de esta casa? quiero que te vayas. Eres un veneno, eres el veneno de esta familia, tú no vas a separarme de tu madre ¿entiendes? Quiero que te vayas de aquí, recoge tus cosas y lárgate.
Miraba a mi madre y las lágrimas sin parar, al ver que ella no se defendía, ni me defendía.
—Tú no eres mi padre, solo eres un borracho, un alcohólico— le espete ante sus palabras.
Me halo por los cabellos, abrió la puerta y me lanzo a la calle —lárgate Megan, vete no te quiero ver aquí nunca más.
Todos los vecinos miraban la escena, maldita sea odio esta vida, odio esta familia, me odio a mí misma, él no es mi padre, si me quisiera no me maltrataría, dejaría el alcohol, dejaría de pelear, de ofender, de gritar. ¿Por qué madre no hace nada? ¿Por qué ella no se defiende? ¿Por qué se deja maltratar así? ¿Por qué no lo deja?
Me levante del suelo, lugar donde siempre me ponía mi padre, me dolían los raspones de las manos y las rodillas que se me hicieron cuando me lanzo contra el asfalto, camine largas horas por las calles, ya era muy tarde casi de madrugada y no tenia a donde ir, ademas tenía frió.
—Me dijo que no volviera y no voy a volver, al menos hoy no, está muy equivocado si cree que voy a dejar a mamá sola en esto, pero no me iré, no la dejare.
No puedo ir a casa de Rose, su papá es igual que el mío... una porquería. Seguramente esta allá en este momento, me senté en la acera de la calle como derrotada por el dolor que sentía, saque el teléfono sin saber a quién llamar, lo chocaba contra mi frente mientras lloraba sin saber a quién acudir, hasta que logre discar un número.
—Jonathan.
—Sí. ¿Meg?
—Jona no tengo a donde ir
—¿Otra vez tu padre? mis amigos y yo podríamos darle una paliza.
—No por favor, no quiero que le hagan daño es mi padre solo... no quiero estar sola, no quiero dormir otra noche en la calle.
—Ven aquí nena, en el barrio todos me respetan y ya te conocen ¿o quieres que salga a buscarte?
—No... yo voy espérame.
Jonathan mi compañero de secundaria, desde primer hasta el último año, al igual que mi madre sus padres eran latinos pero él había nacido aquí en norteamérica, era el dueño de su barrio, eso no quiere decir que andaba en malos pasos, sin embargo sus amigos y él pertenecían a una pandilla que resguardaba el vecindario, de lejos se escuchaba la música, estaba afuera con todos sus amigos tomando cerveza.
Al verme a los lejos gritó — Meg ven aquí mi morena preciosa — Se acercó a mí y nos abrazamos — no llores, tu eres fuerte puedes seguir sobreviviendo a toda esta mierda, eres brillante, inteligente y muy hermosa, no vas a desmoronarte así eh.
Limpie mis lágrimas — tienes razón no le daré el gusto a mi padre ¡le callare la boca sabes! le haré saber que está equivocado, no soy ninguna inútil mi vida vale mucho, le dije mientras me temblaban los labios.
— Lo sé nena, lo sé. -me limpio las lagrimas -Ven te presentare al grupo ya deja esas lágrimas.
—Buenas noches — todos los chicos se pusieron de pie — ella es mi prima Meg el que intente propasarse con ella se las verá conmigo — todos sus amigos asintieron obedeciendo la orden.
—Hola Meg— me saludó Zara saliendo detrás del grupo y me beso en la mejilla— ¿quieres una cerveza?
Asentí con la cabeza —si una por favor —Jona me miro y me dijo con la mirada, estarás bien, me senté junto a Zara y amanecimos entre risas, música, y bailes.
Al día siguiente, abrí en silencio la puerta de mi casa, mi madre estaba sentada en la mesa, mirando por la ventana, con una taza de café humeante.
—Oh Meg estas bien —se levantó rápidamente.
—¿El donde esta?
Me abrazó y me beso en la sien—Tu padre no está se ha ido anoche mismo quien sabe a dónde.
—Él no es mi padre.
Me siguió a la habitación — no hables así, claro que es tu padre!
— Él no es mi padre mamá ¿tienes idea de cuánto me ha herido? los golpes hasta sangrar, sus malas palabras, sus malos deseos hacia mí, ya no soporto todo esto un día me voy a largar y nunca más volverás a verme.
Escuché el lento suspiro de madre, ver sus ojos verdes llenos de tristeza me hizo hacer silencio y la abracé como si nada estuviese pasando y ella me da una débil sonrisa.
— ¿Tienes hambre hija?
—Si má.
— Prepare té y emparedados ¿Dónde estuviste anoche?
Rodé los ojos... Como si en verdad les importara — estuve donde Jona y zara ya sabes que ellos amanecen reunidos todos los fines de semana, tengo suerte de contar con ellos.
— ¿Y qué pasó, que no fuiste donde Rose?
— Su padre estaba allí anoche y ya sabes cómo es el.
— Por qué no subes a tu cuarto, para que duermas un poco y descanses
— No mamá, no quiero estar aquí para cuando el vuelva, vine a buscar solo unas cosas, estaré con Rose hoy.
— Está bien hija — me dio su bendición y sacó una biblia grande para leerla.
— Adiós má — la bese en la cabeza — te amo nos vemos.
Mensaje de texto:
— Meg ven a casa Tadashi se fue necesito hablar contigo —por lo visto Rose tampoco la pasó muy bien con su papá anoche.
—Tranquila Rose, falta poco para entrar a la universidad y podamos irnos de nuestras miserables casas, nos iremos a vivir al campus y seremos libre de toda esta mierda.
Se limpió las lágrimas y sonrió — es verdad— le hacía mucha ilusión irse pronto de casa y entrar a la universidad.
Me miró — éstas demacrada ¿qué te pasó?
— Ya sabes andaba tomado ayer, pero ya estamos bien es lo que importa.
Se asomó esa sonrisa traviesa en su cara — ¿Trajiste tus cosas? Recuerda que hoy iremos al The Last Night
Rodé los ojos — si Rose ya sé que te mueres por ir allí.
— ¿Acaso tu no? La banda de Josh Wetterberg tocará hoy en el club.
— Lo sé invite a Angelina me ha escrito preguntando dónde fueron esas fotos del sábado pasado, le he dicho que en el club y me ha pedido venir ¿Te molestaría que viniera con nosotras?
— Ya sabes lo que pienso de Angelina, es una perra modo On pero está bien ya la invitaste.
— Ella estaba tan alegre de que la hayamos invitado al club, que nos invitó a su cumpleaños la semana que viene.
— ¿La hayamos invitado al club? — me miró con los ojos más pequeños de lo que en verdad los tenía— tú la invitaste yo no la invite.
—Ok, ok — asentí como disculpándome — yo la invite.
— ¿Y si no quiero ir a su cumpleaños? — me respondió.
— ¿Y si no quiero que me dejes sola?
—Uhm... Veremos qué harás hoy para ganarte mi compañía, al cumpleaños de esa pesada.
—Ok— le guiñe un ojo.
Cuando Salí de la ducha Rose ya estaba lista — ¡vaya! ¿vas de cacería o que nena?
Me sonrió a través del espejo — sí y sí tengo un poco de suerte conseguiré algo hoy, te espero abajo Meg no tardes.
Miré la maleta que me lleve a casa de rose pensando en ponerme algo sencillo, pero entonces recordé que hoy le demostraría a Josh Wetterberg que no estaba jugando y que yo también podía tener un novio, así que me puse unos jeans de tubo ajustados con un top de transparencias en la espalda ceñido al cuerpo y unos tacones negros de aguja, solté mi largo cabello y me puse una argollas grandes.
Al bajar las escaleras Rose soltó un silbido — ¿lista para matar?
—Así es— le sonreí —veremos quien se muere por quien.
Llegamos al club y estaba abarrotado de gente, se presentaría un grupo nuevo eso explicaba todo el alboroto, era casi imposible entrar, Rose llamó a alguien por teléfono.
—¿Rose Campell?
— Sí soy yo.
— El señor Donoso ha mandado a que pase con todos sus amigos.
— Megaan! — escuchamos a lo lejos cuando casi pasamos la entrada.
—Angelina — mire a Rose — casi que pasamos sin ti.
— Mil perdones se me hizo un poco tarde, pero ya estoy aquí.
Angelina era alta, media un metro setenta y nueve, con unas caderas escandalosas, su piel era oscura y su cabello con rulos pequeños y una cara que desbordaba alegría, no entendía porque ella y Rose no se llevaban bien.
El de seguridad preguntó una vez más — ¿señorita Rose lista para pasar?
— Sí ya no esperamos a nadie más.
Entramos y tocaba la misma banda de chicas que escuche la primera vez que vine al The Last Night, esta vez la banda de Josh estaba sentada en la mesa cerca del escenario, en ese momento nuestros ojos se encontraron.
Angelina interrumpió nuestras miradas — ¡vaya que agradable lugar! ¿Y quién es ese chico que no deja de mirarte?
— No lo sé, es amigo de Rose.
— Pero no deja de mirarte a ti — insistió.
Volví a verlo y sus ojos estaban fijos en mí, así que dejé de mirarlo bruscamente.
—Chicas! —gritó Rose —me han conseguido una mesa vamos.
—Martini para las chicas de esta mesa!
—Gracias — dijimos todas en coro al mesonero.
La banda de Josh comenzó a tocar y él tenía la misma actitud de siempre, no veía a nadie solo a su guitarra, a mitad de la canción sonaba una frase que decía "Me he encontrado con una chica que me hace sentir diferente, no sé cómo actuar frente a ti tienes el aspecto de un ángel pero en tus ojos veo el fuego de querer hacerlo conmigo" en ese instante Josh me miró como si me dedicará la frase de la canción, al mirarlo me sonrió y yo levanté aún más el rostro.
Las chicas gritaban —Josh házmelo — él en cambio no se molestaba en mirarlas, después de tres canciones bajaron a su mesa y al llegar a ella una de las chicas lo abrazo colgándose de su cuello, el me miro de nuevo y yo voltee para no verlo.
Subió la banda nueva, eran unos chicos muy buenos, el vocalista era muy guapo su rostro perfectamente cincelado y su cabello era negro liso, tenía los ojos grises y se le veían los músculos a través de la franela, tenía una voz áspera y sexy no podía dejar de mirarlo, percibí una mirada e intuí que era Josh quien me miraba.
—Hay muchas chicas hermosas esta noche —todas las chicas aplaudían eufóricas— pero, hay una chica en especial muy, muy hermosa, de cabello negro largo que me tiene muy nervioso amigos.
—¿Qué? —empalidecí sentí que iba a morir cuando todas las rubias del lugar voltearon a verme con cara de envidia, incluyendo la que acompañaba a Josh, Rose tenía el cabello negro pero era blanca como un papel, además le llegaba a los antebrazos y Angelina es de piel oscura y tiene el cabello corto, cuando las luces se posaron sobre mi me di cuenta —por Dios se refiere a mí.
Todos los chicos comenzaron a decir — está sola amigo, está disponible — sentí que Josh me miraba inquietamente, rascando su pequeña barba, un momento tengo algo que demostrar, así que levanté mi copa en saludo al chico del escenario, lo que provocó que todos enloquecieran y comenzarán a silbar, él me dio una mirada tan hermosa que casi me desmayo.
Mientras la banda terminaba de tocar su última canción, los amigos de Rose llegaron a la mesa y les presentamos a Angelina — vamos a bailar ¡me encanta esa canción!
El bajista de la banda de Josh se acercó a nuestra mesa — ¿Quién es Meg Jones?
Me detuve al instante — soy yo
Antes de dejar que dijera lo que iba a decirme, le pregunté — ¿Quieres bailar conmigo?
Se puso pálido — es que yo solo.
— ¿Vas a bailar conmigo o no?
— Está bien — me tomó de la mano y me llevó a la pista.
Sonaba "SMS" me fije que Josh estaba de pie en su mesa mirándonos.
El chico le hizo un gesto, como diciendo — no sé lo que está sucediendo — lo mire a los ojos y comencé a bailar seduciéndolo, bailando muy cerca de su cuerpo, acerque mis labios a su oído.
— ¿Cómo te llamas?
— Eliot... Eliot Wetterberg.
— Ah el primo de Josh!
— No, en realidad soy su hermano.
Quedé pasmada al instante y dije a mis adentros — no puede ser estoy seduciendo al hermano de Josh — me aleje un poco de él
— ¿Y qué era lo que ibas a decirme?
El me sonrió — con ese baile tan sexy se me olvido.
— Vamos Eliot no bromees — le suplique sonrojada.
Me sonrió — es en serio Meg, el que no pierda la cabeza con ese baile tuyo no es de carne y hueso.
Lejos de haberme gustado Eliot sentí que me caía muy bien, a simple vista se veía que era menor que Josh, era de piel blanca pero su cabello era negro y tenía los ojos negros achinados, era más alto que Josh y más fornido.
—Ven a nuestra mesa anda, quiero que conozcas a mis amigas — asintió.
—Eliot te presento a Rose y a Angelina.
— Mucho gusto Eliot Wetterberg.
—El gusto es mío —dijo Angelina coqueteando y sonriendo.
Cuando Rose se puso de pie para darle la mano él dijo — Rose... Rose Campell ¿verdad?
A ella le brillaron los ojos — el placer es mío aunque tú, tu hermano y tu primo son muy famosos en la zona.
— ¿Que dices? la fama es algo sin importancia.
Nos reímos y escuchamos la voz de Josh al acercarse — Eliot ¿no me presentas a tus amigas? —le temblaban las manos y el labio inferior.
—Hola Meg.
—Hola Josh— le respondo de manera cortante —creo que ya conoces a Rose.
—Sí hola Rose— levantó una mano con timidez
—Te presento a mi amiga Angelina.
Ella se levantó comiéndoselo con la mirada — mucho gusto.
—Igual— Josh le respondió de forma cortante también.
—¿Porque no nos sentamos y bebemos unos tragos juntos? ella sugirió sentándose y cruzando sus largas piernas.
—No gracias — él trató de forzar una sonrisa — solo he venido a buscar a Eliot, tenemos que irnos.
A lo lejos unas rubias gritaban en trió — ¡Josh vamos!
Rose puso los ojos en blanco y hablo con ironía—¿Ya deben irse? si siempre son los últimos en irse del club.
Ambos se rascaron la cabeza y Eliot contestó apenado — es que tenemos una fiesta en la casa de los Landón, nos contrataron para tocar allí.
Angelina se emocionó — ¿Y porque no nos invitan?
—Por mí no hay problema —nos miró Eliot.
—No podremos ir —me negué de inmediato —Rose y yo debemos levantarnos mañana temprano.
Ella me lanzó una mirada de muerte — ¿Eh si? Meg y yo debemos levantarnos mañana temprano.
Aun así Angelina no ocultó su entusiasmo — yo no tengo ningún problema en ir.
Eliot y Josh se miraron — Bueno, adiós chicas nos vemos otro día.
Vimos salir a Angelina del brazo de Josh y Eliot, Rose estaba furiosa, me señaló con el dedo como era costumbre cuando quería reclamarme o sugerirme algo.
—Te lo dije Meg, te dije que no era buena idea que ella viniera, mira a la muy facinerosa agarrada del brazo de Josh Wetterberg ¿en serio no piensas hacer nada?
Suspire con desespero —no, no pienso hacer nada Rose, además no iba a irme a una fiesta sin ser invitada, no quiero pasar más tiempo cerca de Eliot y Josh.
—¿Y ahora porque estas molesta con Josh?
—Es un idiota Rose, lo supe la primera vez que hablo conmigo y lo sé ahora, mandar a su hermano a darme un recado ¿Cuál es su problema? ¿Acaso no podía venir el mismo?
—Tienes razón Meg, ha debido venir el mismo, ahora por su culpa es posible que Eliot se halla prendido de ti — la miré con los ojos abiertos como platos.
— Eliot prendido de mí! ¿De qué hablas?
—Lo vi todo Meg, vi como lo volviste loco bailando, vi cómo se desmoronaba con el tacto de tu cuerpo y cuando tus labios tocaban su oreja ¿Qué le dijiste?
— ¿Que? Le pregunté su nombre, allí supe que era hermano de Josh.
—Hermano! —Rose salto de la impresión — Si siempre creí que eran primos!
—La cague Rose lo sé, me di cuenta que él te gusta muchísimo ¿Por qué no me lo habías dicho?
—Porque no estoy segura Meg lo que si se es que cada vez que lo veo, siento que el corazón se me va a salir por la boca.
—Me di cuenta como te brillan los ojos al verlo, a él también le gustas vi su mirada ante ti.
—¿Hablas en serio? Estúpido Josh ¿Por qué tenía que mandar a su hermano en vez de venir él?
—Por Dios Rose déjalo ya, mejor vamos aprovechemos que los chicos también se van.