Era una lucha intensa, el cabello perfectamente recogido de la madre de Daniel ahora estaba totalmente revuelto, como mi madre se había lanzado sobre ella, por inercia, cayó encima, dándole una gran ventaja
Agarré a mi madre de la cintura, intentando alejarla de aquella señora que batallaba por arañarla y quitársela de encima
-¡Jeremy! ¡Aléjate que la reviento! –Dijo mi madre con mucha furia mientras jalaba el pelo y ropa de la mamá de Daniel-
-¡Mamá tranquilízate por favor! –Me aferré a su cintura-
Era imposible separarlas, ambas no paraban de golpearse y jalonearse, estaban completamente despeinadas, con las ropas arrugadas y algo rasgadas
Estaba asustado, salí corriendo para llamar a Daniel, lo arrastré hasta el lugar de la pelea, quedó paralizado al ver tal escena, de alguna manera su madre logró colocarse encima de la mía, no dudó en cargarla para alejarla, empezó a patalear por sus intensas ganas de seguir golpeando a mi mamá
Daniel tuvo que retirarse controlando a su mamá mientras que yo calmaba a la mía
Seguía con furia, cuando me di cuenta su rostro estaba arañado y los botones de su camisa estaban rotos, sin mencionar lo despeinada que estaba, lo que más me preocupó fueron las pequeñas heridas de su cara, algunas sangraban, no quiero ni imaginar cómo habrá terminado la madre de Daniel
Conociendo a mi madre, no creo que ninguna persona salga ilesa después de haberla insultado a ella... y al yaoi...
La abracé durante un largo rato para después subirla a su habitación, estaba muy débil, quité todos los posters, mangas y algunas figuritas yaoi que estaban en su cama para recostarla, la curé delicadamente y puse su pijama, se acomodó entre las sábanas muy debilitada
Miré como poco a poco cerraba los ojos, no podía dejarla, así que decidí dormir con ella esta noche, me cambié y me adentré en la cama, abrazando a mi ya dormida madre, solía dormir con ella cada vez que tenía pesadillas, recuerdo que me decía "No te preocupes, yo y tu futuro seme siempre te cuidaremos, ahora duerme mi pequeño uke"
... Igualmente la quiero
(...)
Desperté junto a mi madre, ella estaba mirando el techo, tenía en sus mejillas las curitas que le había colocado ayer
-¿Realmente te obligue? –Preguntó- ¿Hubieras preferido tener una madre más normal? Toda tu vida a girado alrededor de mis gustos ¿Si tuvieras una novia, serías más feliz? –La miré extrañado por lo que decía- ¿S-soy una mala madre? –Se sentó en la cama mencionando eso con un hilo de voz para empezar a sollozar-
-Mamá –También me senté- por supuesto que no eres una mala madre, nunca he dudado de tu locura pero tampoco de todo el cariño y afecto que me has brindado desde que nací –Me acerqué para abrazarla- Sí, no eres la más normal del mundo pero no te cambiaria –Limpié sus lágrimas-
-P-pero... ¿No te molesta? Las veces que te he dicho uke, todos los trajes ridículos que te he puesto, las veces que traté de conseguirte un seme –Agachó la mirada mientras hablaba-
-Ahora que lo pienso... creo que ya no, estoy acostumbrado –Dije recordando todo eso- amarraste a mi cama al vecino porque creías era el seme indicado –Dije riendo-
-Es que era sexy –Dijo abrazándome fuertemente, ocultando su mirada, solo pude reír-
-Daniel lo es más –Que conste que solo lo dije porque... quería... subirle el ánimo, sí eso-
-¿M-misaki? –Dijo levantando su mirada- ¿Eres tú? –Sonrió y me jaló los cachetes- ¿Quién eres? ¡Devuélveme a mi pequeño hijo uke tsundere!
-¡Mamá! –Ambos reíamos, me alegro que esté mejor-
Nos levantamos y cambiamos, desayunamos algo simple, el humor de mi madre volvió al de siempre, no paraba de gritar y chillar al volver a ordenar sus imágenes yaoi, sonriendo como si lo que ocurrió ayer ya no importara
No sabía si era un buen momento para visitar a Ian, quiero saber si está bien, Daniel no me ha llamado, ni un puto mensaje, quería verlo...
(...)
Al final terminé acompañando a Saito con algunas de sus compras, tengo demasiadas ganas por saber que fue lo que ocurrió con Marvin, se le veía muy inquieto mientras elegía entre vestidos y lindas faldas bordeadas
-¿Te gusta? –Dijo mostrándome una falda- Es muy linda –La revisaba con una gran sonrisa-
-Si... lo es, te noto muy feliz... ¿Pasó algo? –Lo miré mientras se encogía de hombros, y sonreía-
-Oh, pues... nada... -Dijo balanceando sus brazos-
-¿No vas a decirme? –Sonreí al verlo reír, pude notar que tenía todas las ganas de contármelo-
-Está bien, te contaré –Salimos del lugar y fuimos a caminar por las tiendas-
Al parecer no la pasaron tan mal anoche, se quedaron a dormir en la casa de Marvin, no pensé que lo tomaría tan bien, estaba encantado con lo sucedido, a pesar de fingir ser mujer, realmente parecía adolecente enamorada con las hormonas alborotadas, decía todo con mucho detalle sonreía al ver lo feliz que estaba
-No sé si será una cita... pero me invitó al cine, ¿Crees que deba comprar ropa nueva? –Preguntó preocupado y analizando lo que traía puesto-
-Uses lo que uses, lo tendrás bien idiota, créeme –Se sonrojó pero a la vez se reía-
Nos quedamos juntos unas horas más caminando, hablando de cualquier cosa, bromeando y riendo, todavía no tenía señales de Daniel, me preocupa un poco... no quiero que su madre le prohíba estar conmigo
El celular de Saito sonó, contestó con un sonrojo al ver quién era el de la llamada, luego de unos minutos, colgó y me aviso que nos encontraríamos con Marvin, llegamos al lugar en donde quedaron encontrarse, esperamos un poco mientras comíamos unas galletas y a lo lejos pudimos ver a Marvin arrastrando a Daniel, en nuestra dirección
-Hola Jeremy –Marvin agitó su mano en forma de saludo- Hola niña –Saludó a Saito sacándole la lengua y sonriéndole-
-Eres tan maduro –Dijo Saito con sarcasmo, sacándole igualmente la lengua-
-Si, por eso te encanto –Alardeó colocando su mano en su cintura mientras que con la otra, jugaba con su pelo- ah, mira Jeremy, encontré a tu novio –Acercó a Daniel a mí- Lo encontré triste, dale amor
Saito empezó a reír, Daniel me miraba con una pequeña sonrisa, creo que en ese momento me sonrojé
-Te encanta molestarnos ¿Eh? –Dijo Daniel riendo-
-Me fascina, es muy divertido emparejarlos a ambos
-Ya aprendiste a shippear, felicidades –Golpeó Saito delicadamente a Marvin en el hombro-
-¿Shippear? –Preguntó confundido- Bueno, sí, sí eso, los shippeo a ambos –Dijo señalándonos-
-¡Entonces yo también! –Saito saltaba de alegría- mmm... Ya sé ¡JereNiel!
-¿JereNiel? –Repetimos todos a la misma vez algo extrañados-
-Oigan, todos sabemos que yo sería el de arriba en esa relación –Intervino Daniel- Osea, sería Daremy
-¡No ayudas! –Dije golpeándolo, él solo se burló-
-Es cierto, ¡Daremy! Es perfecto –Dijo emocionado Saito-
-Yo digo lo mismo –Dijo Marvin explotando de risa-
Mis mejillas llegaban un color rojo de manera increíble, Marvin y Saito no paraban de molestar, al menos era un alivio ver a Daniel riendo, seguían molestándonos, encima Daniel se les unía, defendiendo la idea de que él era el de arriba, cosa que realmente es cierta... mierda
Al darme cuenta ya era de noche, Saito mencionó que debía irse, se despidió y fue alejándose, dando señal a Marvin para que lo siguiera, lo que dejaba a Daniel y a mí solos
-¿Ian está bien? –Pregunté ya que no pude ir a verlo-
-Sí, está mejor, Sebastián vino a visitarlo, jugaron todo el día
-Sebastián e Ian pasan mucho tiempo juntos ¿Verdad? –Dije enternecido por aquella amistad-
-Claro, son mejores amigos... pasan mucho tiempo juntos, juegan todo el tiempo, de vez en cuando se abrazan... -Se quedó callado un momento- y son cariñosos...
-¿Enserio? Que tiernos...
-Si... tiernos... -Dijo misteriosamente, algo en esa imaginación de fundanshi debe haber despertado-
-¿E-en que estás pensando? –Le pregunté-
-Realmente son muy... muy buenos amigos... -Dijo sonriendo de lado-
-Daniel, son niños –Dije asustándome por lo que podría estar imaginando en ese mismo momento-
-¿Cómo clasificarías a mi hermano? –Me preguntó saliendo de sus pensamientos-
-Eh... un niño tierno, inocente...-Iba a decir más pero me interrumpió-
-No, no, quiero decir ¿Seme o uke? –Lo único que hice fue mirarlo sorprendido, debatiendo mentalmente aquella pregunta-
-Espera ¿Por qué preguntas eso? –Dije entrando en razón- Aún son niños –Mencioné, aunque admito que esa pregunta me dejo pensativo-
-Tienes razón, con el tiempo se decidirá –Se relajó y seguimos caminando, no me di cuenta en qué momento empezamos a tomarnos de la mano-
Ninguno de los dos se atrevía a hablar, pero con nuestras manos entrelazadas no había silencio incómodo, aún tenía la preocupación de lo que haya podido haber pasado con la madre de Daniel ¿Si me odia? ¿Acaso le molesta que esté con él? ¿Si le prohíbe hablar conmigo? ¡¿Y si lo lleva a un prostíbulo para asegurarse de su supuesta "Heterosexualidad"?!
O-o a lo mejor estoy exagerando... igualmente no me agrada mucho esa señora...
-Jeremy –Se detuvo delante de mi casa- Todo estará bien ¿De acuerdo? No te preocupes por nada, no importa las tonterías que haga o diga mi madre, estaré contigo –Me besó la frente y me abrazó- Te quiero mi pequeño uke
-D-daniel... yo... también...- Iba a decirlo, pero mientras lo abrazaba pude divisar en una de las ventanas de mi casa a mi Madre... acompañada de una cámara- ¡¡Mamá!! –Grité asustándola y haciendo que se cayera hacia atrás pero aún con el brazo levantado, obviamente con la cámara en mano, presionando ferozmente el botón para tomar fotos-
-¿Eh? –Dijo confundido Daniel, y volteó para ver a mi madre, ya levantada y con su maldita cámara- Em... perdón ¿Qué ibas a decir?
-¡N-nada! –Dije sonrojado mientras veía a mi madre detrás de aquella ventana-
-¡Dile que lo amas joder! –Abrió la ventana- ¡¿Es que acaso me quieres tener igual que el maldito de Onodera?! ¡Un puto "Te amo, quiero que me folles"! ¡No es tan difícil! ¡Terminarás con el culo jodido, pero no pasa nada! ¡Olvida al mamadas locas, que no posea tu alma! ¡O tendré que exorcizarte! –Gritaba mientras seguía tomando fotos-
-Dios mío... -Escondí mi rostro abrazando de nuevo a Daniel, quien no paraba de reír-
-Vamos, haz feliz a tu madre –Me agarró de los cachetes haciendo que lo mirara a los ojos- Di que soy tu senpai, que me amas y que me deseas
-No lo haré y lo sabes –Dije sacándole la lengua, solo logré que riera y empezó a jalarme los cachetes-
-No pararé hasta que digas que me quieres, elige, o lo dices o te besaré apasionadamente delante de tu mamá
-Pero... -Miré hacia la ventana, mi madre seguía ahí, esto es muy vergonzoso-
No tenía opción, claramente no me dejaría besar por Daniel... o al menos no frente a mi mamá
Me aferré a su cuello, le saqué otra vez la lengua, cuando se empezó a reír me acerque a su oreja susurrando un casi inaudible y cursi "Te quiero" Si, lo susurré, no jodan, ese es mi límite
Daniel sonrió y me besó en la mejilla, no quería ni voltear a ver a la ventana, tenía miedo de qué expresión o desastre esté haciendo mi madre
(...)
-¡No es mi culpa que hayas roto los adornos! –Grité al entrar a mi casa, viendo algunos adornos destrozados en el piso-
-¡Me emocioné! ¡No me culpes! –Se defendió mi madre con escoba en mano-
-Iré a dormir, buenas noches –Subí las escaleras en dirección a mi cama-
-Descansa y sueña con Daniel –Volteé mirándola extrañado- ¿Qué? Sueña con él, es tu seme, ahí si te puedo permitir tener sueños húmedos
Subí casi harto de las ideas de mi madre, tomé mi ridícula pero cómoda pijama y dispuse a dormir... si no fuera por mi celular que sonó antes de que lo haga
-¡Jeremy! –Se escuchó a Saito desde la otra línea- ¿Tienes planes para mañana?
-No... -Respondí cansado-
-¡Perfecto! –Se alegró Marvin-
-¿Marvin? –Pregunté al escuchar su voz- ¿Estás en la casa de Saito?
-Sí, me quedaré a dormir –Respondió alegremente- Vamos mañana al cine, ven con nosotros
-Lleva a Daniel, como si fuera una cita doble –Bromeó Saito mientras reía junto a Marvin-
-P-pero... Si ustedes tienen una cita... ¿Para qué iríamos nosotros?
-El muy imbécil se pone nervioso estando a solas conmigo en público –Explicó Saito, al decir eso se escuchó un "¡No es cierto!" de Marvin, que por alguna razón sentí que sus mejillas se ponían rojas- Además, él paga, ven con nosotros y avisa a Daniel
-¿Yo? –Dijo asustado- P-pero... ¡No tengo tanto dinero sabes! Te había invitado solo a ti... -Decía apenado mientras me quedaba dormido-
-¿Entonces para que invitamos a la parejita? Maldita sea –Saito perdía la paciencia, yo solo trataba de no dormirme- ¡Jeremy! Igual, vas a venir ¿Verdad?
-Ah... sí, sí, mañana llamaré... a Daniel para la cita... -Moría de sueño, solo quería terminar la maldita llamada-
-¡Genial! ¡Cita doble! –Se emocionaba Saito- ¡Tú y yo! ¡Daniel y Jeremy! ¡Esto es totalmente genial! Nos vemos mañana Jeremy ¡Prepárate para tu cita con Daniel! –Dijo soltando gritos de emoción-
-Sí, sí... hasta mañana... -Corté la llamada debido al sueño que se apoderó totalmente de mí-
...
Espera... ¡¿Qué chucha?! ¡¿Una cita con Daniel?!