"Nada en Común" (Próximament...

By LaJodidaAutora

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Sinopsis: Emilio Allen es un chico introvertido, todo un Geek que trabaja en el departamento de "Sistemas" de... More

Una Atípica Reunión de Oficina
Una Mínima Posibilidad
Haciendo Parejas
Un Delicioso Mocca de Starbucks
¡Qué Difícil es Conseguir un Santa Klaus!
Señales Confusas...
El "Crush" de Emi
¡No soy un Chico Fácil!
¡Una Fiesta que se fue al Carajo! -El Preludio -
¡Una Fiesta que se fue al Carajo! - 1° Parte -
¡Una Fiesta que se fue al Carajo! - 2° Parte -
¡Una Fiesta que se fue al Carajo! - El Final -
¡After Party!
¡Y esta Historia Continua!

¡El Típico Domingo Familiar!

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By LaJodidaAutora


Ese día desperté con el molestó sonido del despertador de mi móvil. Sentía que el "Bip-bip" entraba hasta mi cerebro esa mañana y lo atormentaba. Mi jaqueca no era normal y lo menos que quería era levantarme de la cama. Quizás dormiría una hora más. Oliver estaba bien "borrachin" anoche cuando le deje, es posible que despierte después del mediodía. Así que me di media vuelta en mi cama y cerré los ojos para dormir otro buen rato más...hasta escuché la notificación de un mensaje en mi teléfono... ¡No! ¡No puede ser posible!

«¡Buenos días, Emilio! Estoy en el Starbucks de la Avenida 15, supongo que es aquí donde desayunas según me comentaste, aunque ya deberías estar aquí, recuerda que tenemos mucho que hacer hoy. Te espero :D »

¿Este hombre es biónico o qué? ¡Bebió mucho más que yo y ya estaba en la calle! ¡Y yo ni me podía levantar de la cama!

Ni modo, me tocó que salir de la cama, tomarme algo para la jaqueca, bañarme, prepararme y vestirme lo más rápido posible...Bueno tampoco es que fuera la gran cosa vestirme: Jeans + Camiseta + Converse = ¡Emilio Listo!  Mi mamá siempre dice que no he variado mi manera de vestir desde que tenía catorce años... ¡Y de hecho aún uso camisetas de esa época! Si necesitaba algo más formal alquilaba un traje, generalmente era para bodas y funerales, hasta allí llegaban mis reuniones sociales.

A los pocos minutos bajaba corriendo por las escaleras –¡Si, el ascensor otra vez estaba dañado!- y salí del edificio. Por lo menos sólo tenía que cruzar la calle para llegar al Starbucks que estaba en toda una esquina de esa avenida. Y allí estaba, sentado en una mesa leyendo el periódico. Mientras avanzaba hacia él intentaba disimular la sonrisa de idiota que tenía producto de la emoción que sentía al verle. Estaba de pronto frente a él y traté de darle los "Buenos días" pero de mi boca salió un sonido extraño, como si de un delfín o un gato muriendo se tratase ¡No sé qué me pasó! Me faltó el aire o estaba muy nervioso. Me tapé la cara muy apenado mientras Oliver se reía.

—¡Lo siento! —Fue lo que alcancé a decir mientras me reía de mí mismo. No entiendo por qué siempre actuaba como un idiota nervioso cuando le veía.

—¿Qué fue eso?

—¡No lo sé! Creo que es porque venía corriendo y no tenía suficiente aire en mis pulmones para decir algo... —¡Tonto, Emilio! ¡Tonto, Emilio!

—¡Vamos, no te sientas nervioso! —Oliver como siempre con esa sonrisa adorable en su rostro me invitó a sentarme.

No podía disimular lo nervioso que me sentía, creo que aún estaba un poco en shock por el bendito mensaje de texto de la noche anterior. Él se veía demasiado..."Normal". Obviamente yo no le tocaría el tema, me sentiría muy incómodo, y por más que me gustara aún no estaba preparado para dar un paso así. ¡Ni siquiera pude darle los "Buenos días" como una persona normal! Imagínenme tratando de decirle: "¡Hey! ¿Anoche intentabas decirme que te gustaba mucho y quieres follarme?"

¡No! ¡Ni loco hablaría!  Esperaría que él diera el paso, si es que lo daba. Aun pienso que lo del mensaje no fue sino un producto de su estado de ebriedad de ese momento.

—¿Desayunaste?

—No, te estaba esperando. No suelo frecuentar este tipo de franquicias, pensé  que podías recomendarme qué desayunar.

—Eeeehhh...si...creo que sí. —De hecho me sabía el menú de memoria, mejor que los empleados—Bueno...tú eres "Vegano" así que supongo que...podrías pedir una ensalada de frutas, un sandwish capresse...con queso tofu, por supuesto... y pues un espresso o una infusión.

—¡Es perfecto! ¡Gracias! Eso pediré.

—¡No! Yo iré y pediré nuestros desayunos ¡Quédate aquí!

Ahora yo no sabía que pedir para mí que no lo hiciera sentirse tan mal al verme comer. ¡Era complicado esto de salir con un vegano! Creo que comería un Panini pastrami de espinaca y queso, y por supuesto un Mocca.

—¡Buenos Días, Emi! ¡Raro verte un domingo tan temprano por acá! Te estás comportando como gente decente ¿Y eso?—Su nombre es Tanisha. Me encanta. Si fuera heterosexual me casaría con ella y adoptaría a sus cuatro hijos como míos. Es una hermosa morena de ojos verdes que suele tragarse a los clientes antipáticos. ¡Adoro cuando les grita! ¡Es mi heroína! Desde que abrieron aqui ella me ha atendido todos los días.

—¡Es que vengo acompañado!

—¿Con quién? ¿El guapo ese del periódico?

—¡Sí! Y me gustaría...tú sabes... ¡Impresionarlo!

—¡Ese es mi Emi! ¡Tranquilo, cariño! Tú dime tu pedido y yo me encargo de todo. Te lo llevaré hasta la mesa. ¡Ni en las fotos de la publicidad se verá mejor de lo que te lo mandaré a preparar! —¡Amaba a ese mujer! ¡Tendría que darle un buen regalo en Navidad por esto!

Después de hacer el pedido regresé con Oliver. Este guardó su periódico y abrió su agenda para mostrarme lo que haríamos hoy.

—Necesitamos contratar una agrupación que se encargue de amenizar la Fiesta y posiblemente bailarines y si vemos algo más interesante podría jugar con el presupuesto para tenerlo. Estoy un poco indeciso sobre el estilo musical que debería tener en el evento, quizás deberíamos salirnos un poco de lo tradicional, no sé ¿Qué opinas?

—¿Yo? Eeeehhhh...Bueno...no sé...lo que tú digas.

Oliver sacó su teléfono. Me mostró algunas agrupaciones que le llamaron la atención y que visitaríamos sus agencias el día de hoy. En eso llegó Tanisha sonriendo con el pedido a la mesa. Todo se veía excepcional.

—¡No sabía que traían el pedido a la mesa!

—¡Sólo lo hacemos con nuestros clientes más distinguidos! —Tanisha me guiñó el ojo.

—Pues ¡Gracias! —¡Sí! ¡Oliver se veía impresionado! —¡Este desayuno se ve genial! Ya entiendo porque prefieres desayunar aquí todos los días. Por cierto ¿Dónde vives?

Pregunta incomoda. Tener que señalar ese horrendo edificio cruzando la calle. Bueno no era tan feo, pero comparado donde él vive es una ratonera.

—¡Vaya! ¡No pensé que fuera tan cerca! ¿Vives...Solo?

Esa fue una pregunta muy "interesante" de su parte. ¿Quería saberlo por curiosidad o para saber si estaba disponible? Lo bueno de esta pregunta era que le dejaría claro que estaba disponible y le re-preguntaría lo mismo...

—Si, vivo solo.

—Vives entonces solo y tienes un gato, recuerdo lo del gato...

—Y...supongo que tú igual, digo, anoche te dejé en tu departamento...y no había nadie más.

—Sí. Vivo solo también —Me respondió con seriedad. No es difícil suponer que le resultó algo incómodo el tema.

En ese momento se hizo nuestro primer "Silencio Incómodo" mientras comíamos. Oliver seguía siendo un misterio para mí y eso me dejaba una sensación agridulce.

Después de desayunar él quería pagar la cuenta de nuevo, debo confesar que soy algo..."Tacaño" y ser pobre no me rehabilita de eso, pero no iba a dejarle pagar...Aunque era tentador, tomando en cuenta que él gana más que yo y que quizás ni un beso le terminaría dando al final, pero...insistí en pagar.

—¡Oliver, ya pagué! ¡Quería compensarte las cervezas de anoche!

—Emilio tú has sido muy atento conmigo, en verdad. ¡Insisto en al menos pagar la comida! Por favor...

—Lo siento. Aquí primero se paga y después se come. ¡Pero te dejaré pagar el almuerzo!

—¡Gracias, Emi! —¡Me dijo "Emi"! Y me sonrió tan...tan...¡Dios! ¡Va a matarme siendo tan bello!

Salimos de allí a buena hora, eran apenas las 09:30 am. Pero las calles estaban abarrotadas de gente con la locura de las compras pre-navideñas. Yo también tenía muchas compras pendientes, pero para eso existía Amazon: Compraba y las cosas llegaban a mi casa. Pero al resto de los mortales aún les gustaba sufrir en los centros comerciales.

—¿Busco mi auto?

—No, esta vez traje el mío, Emi.

Y tal como me lo temía: Oliver tenía que tener como mínimo un vehículo que humillara por mucho a mi pobre cacharro. Nos subimos a un hermoso Mercedes Benz color plata. Era impresionante sólo entrar y oler su auto...Olía a...dinero...Bueno, no, olía a bouquet de vehículos, pero todo siempre era tan impecable en él. Me sentía más pobre de lo que era.

—¿Te sientes bien?

—Sí, lo siento, Sólo estaba distraído. ¡Hermoso auto!

—¡Gracias! Bueno de hecho todavía lo estoy pagando, ¡Pero lo vale!

—¡Si...me lo imagino!

Llegamos entonces a otro complejo de oficinas con bastante movimiento. Yo sólo acompañaba a Oliver con la boca cerrada. Me sentía un poco inútil realmente, pero es que no sabía nada de "Música para Fiestas Navideñas" de hecho ¡Odiaba la música navideña! Me parecía excesivamente insufrible. Desde niño la detestaba ¡Los Villancicos y todas esas mamadas son insoportables! Pero para él, entrevistarse con los músicos, hacer la selección de las canciones y todos los demás detalles era divertido. Allí estaba Oliver, emocionadísimo...

—¡Amo ese villancico! ¡No puede faltar! Y si los pueden tocar así en versión moderna, así estilo pop como Beyonce o Mariah Carey ¡Seria genial! "Oh! You better watch out! You better not cry Better not pout, I'm telling you why Santa Claus is coming to town...Santa Claus is coming to...town" ♪♫

...Si, Había algo de Oliver que no soportaba ¡Verlo cantar!

—¿No es Estupendo, Emi? ¡Esta banda puede tocar casi cualquier cosa en el estilo que les pidas! ¡Los amé!

—Sí ¡Es tan genial! ¡Muero de la emoción! —Sí, era sarcasmo puro y él ni lo notaba de lo entusiasmado que estaba.

En eso mi teléfono sonó la Marcha Imperial –No me cansaba de escucharla- Tenía una llamada entrante...¡Dios! ¡Mi Mamá!

—¡Emilio! ¡Hoy es domingo! ¡Día en que compartimos en familia! ¡Y tu hermana está aquí de vacaciones! ¿Dónde demonios estás?

—¡Mamá! ¡Ya te dije que estaría ocupado! ¡Estamos aprovechando el tiempo!

—¿Hoy Domingo? ¿Ni siquiera hoy puedes venir a almorzar con tu familia?

—¡No estoy solo, mamá! ¡Estoy con mi pareja! ¡No! Digo...quise decir, con mi pareja del equipo del comité...—¡Me traicionaba el subconsciente!

—¡Pues tráelo a casa! ¡Ni que fuera la primera vez que traes un amigo a casa a almorzar!

—¡Pero es que no es mi amigo!... —Creo que no debí decir eso delante de Oliver, quien me observó un poco desilusionado— Perdón, quise decir que no es como mis otros amigos...

Eso tampoco fue bueno decirlo. La cara de Oliver de decepción fue muy contundente.

Emilio ¡Sólo invítalo a casa!

—Mamá, no nos va a dar tiempo de ir...Además Oliver...

—¡Me encantaría! ¡Y hemos adelantado mucho hoy! Podemos ir...—¡Dios! Oliver ¡No quiero llevarte a casa de mi familia! ¡Será horrible!

—¡Ya lo escuché! ¡No seas maleducado, Emilio! ¡Tráelo!

Oliver me sonreía casi suplicando que lo llevara, no me quedaba de otra.

—Está bien mamá...Por cierto Oliver es "Vegano"...

—¿Y eso qué es? ¿Cómo los Testigos de Jehová? ¿Algo así?

—¡No, Mamá! ¡Que no come carne ni nada procedente de animales!

—¿Y qué come entonces?

—¡Dile a Astrid que Googlee, y averiguan! ¡Te quiero! ¡Bye!

Salimos de allí al estacionamiento y al subirnos al auto. Noté a Oliver un poco serio.

—¿Qué sucede?

—¿Por qué le dijiste a tu mamá que no soy como tus otros amigos?

—Lo siento, no quería ofenderte. Es que no eres como mis amigos, amigos...Tú me entiendes...Los muchachos de la oficina: El gordo, Chase, TM o Nicky. Eres muy...diferente.

—¿En qué sentido?

—Oliver, es obvio... tú y yo, somos muy diferentes.

—¿Es decir que no podría ser tu amigo como lo son ellos?

—¡No! No quise decir eso. ¡Claro que podemos ser amigos!

—¿Te importa mucho que seamos diferentes?

—No, no me importa en lo absoluto —En realidad, sí, si me importa mucho. Comienza aterrarme. Siento que no encajo en el mundo de Oliver y apenas lo conozco, y él me gusta, pero...todo era tan complicado con él. ¡Habían diferencias abismales entre Oliver y yo!

—¡Me alegra escuchar eso! — Volvió a sonreír.

—Pero tengo que advertirte que mi familia es algo...distinta también a lo que puedas pensar.

—¿Es por tu herencia hispana?

—Si...y quizás otras cosas más...—¡Están locos!

—No te preocupes, no creo que me sienta mal entre ellos. Si son tu familia deben ser como tú. La voy a pasar bien, tranquilo. Te preocupas mucho, Emi, deberías ser más relajado...— Y en ese momento puso su mano sobre mi pierna mientras conducía. Juro por Dios que me sentí como una virgen de trece años cuando hizo eso. Los testículos se me subieron a la garganta.

—¡Disculpa! ¡No quería hacerte sentir incómodo! —¡No! ¡No retires la mano de ahí!

—¡No! Digo...tranquilo. Yo...no puedo sentirme incomodo contigo —Sé que soné muy "Perra" pero algo tenía que decirle.

Oliver me vio de reojo y luego volvió a poner su vista en la vía y siguió conduciendo.

—Debes ir como si te dirigieras hacia el puerto, hay un pequeño suburbio. Por allí vive mi familia.

Aprovechaba de admirarlo mientras tenía la vista fija en la vía. Me pregunto qué pasará luego que salgamos de lo de la Fiesta de Fin de Año...¿Seguiremos saliendo junto alguna vez? ¿O luego todo volverá a ser como antes? Tomando en cuenta que no tenemos nada en común excepto que trabajamos en la misma compañía y tomamos el mismo ascensor todo los días a la misma hora, es algo difícil que sigamos compartiendo. Por ahora organizar este evento es lo único que nos une.

Llegamos a casa. Oliver estacionó detrás del auto de Richard y mamá salió a recibirnos.

—¡Pensé que nunca ibas a llegar! ¡Mira que si no venías hoy me ibas hacer enojar en verdad! —¡Luego pregunta por qué yo tengo mal carácter!

—¡Mamá llegué! ¡Relájate! Él es Oliver, es un amigo y compañero de trabajo.

—¡Vaya que eres bien guapo! ¡Con razón Emi ni quiere venir para acá! ¡Debe estar entretenidísimo contigo!

—¡MAMÁ! ¡COÑO! —¡Estaba a punto de cometer un matricidio! ¡Cómo se le ocurre decir eso delante de Oliver!

—¡Oops! ¡Lo siento, cariño! Es la costumbre...Disculpa ¡Olvida eso que dije Oliver! Mejor pasen y se asean que la comida está lista, sólo esperábamos por ustedes.

Todavía estaba hiperventilando, pero Oliver estaba tranquilo y sonriendo. Si no sabía que era gay esta visita me dejaría en evidencia.

—¡Hola, Emi! ¡Así que este tú debes ser el...! —¡Ni loco iba a dejar que la arpía viniera abochornarme!

—¡Emilio! ¡Suelta a tu hermana! ¿Qué mala educación es esa frente a la visita?

—¡Si sales con una de las tuyas te juro que voy hacerte la peor de las bromas pesadas que un hermano puede hacerle a una hermana en el universo! —Quite mi mano de su boca y la dejé saludar a Oliver.

—¡Eres un Maldito Infeliz, Emilio! ...¡Hola! Mi nombre es Astrid, ¿Tú debes ser Oliver? ¿Cierto?

—¡Un placer conocerte, Astrid! Emi me había hablado de ti, ¡Pero en verdad eres más hermosa y encantadora de lo que imaginé! —Ahora si iba a vomitar: ¡Oliver coqueteando con ese engendro!

—¡Oliver! ¡Te mostraré donde queda el baño para que puedas lavarte las manos! —No iba a dejarlo en las garras de esa arpía, prácticamente lo empuje al baño y cerré la puerta. Astrid vino hasta mí a fastidiarme.

—¡Me gusta! ¡Es sexi! ¡Provoca lamerlo todito como a una paleta de fresa! ¡Está riquísimo!

—¡Es mío, perra! ¡Búscate tu propio árbol y ahórcate en él!

—¿Ah, sí? ¿Pues no me parece muy gay que digamos, perrita? Y si ese Mercedes Benz de afuera es de él ¡Definitivamente es mi tipo de hombre!

—¡Tengo entendido que dijiste que ya tenías un novio rico que te complacía en todo! ¿Ahora me quieres quitar al mío?

—¿Ya es tu novio acaso?

—No...pero, yo lo traje...Trabaja conmigo y...ya me dijo que le gustaba.

—¡Ay! ¡Sacaste los dientes y todo, perrita! ¿Y ustedes ya....?

En eso salió Oliver del baño. Le jalé un mechón de cabello al engendro antes de que completara la frase.

—¡Idiota! ¡Si me vuelves a jalar el cabello te meto el tacón en el culo!

—¡Mejor vamos a comer Oliver! ¡Mi hermana está un poco alteradita!

Nos sentamos a la mesa. No podía negar que me moría de hambre. Astrid se sentó al otro lado de Oliver. Si intentaba algo le iba a clavar una estaca en el corazón a ver si se desaparecía de una buena vez. En eso llegó Richard quien vino a saludar a Oliver.

—¿Eres el compañero de trabajo de Emi? Mucho gusto, Soy Richard Johnson ¡Eres bienvenido a esta casa cuando quieras! —¡Papá si era gente!

—¡Y llegó la comida!— ¡Ese olor inconfundible de la hoja de plátano y el guiso de las hallacas venezolanas! Mi mamá venía sonriendo y empezó a servir. En eso recordé:

—¡OLIVER! ¡NO TE COMAS ESO! —Le arrebaté el plato.

—¡Muchacho loco! ¡Devuélvele su almuerzo!

—¡Mamá! ¡Te dije que era Vegano! ¡No puedes darle hallacas a un Vegano!

—Emi, tranquilo...yo puedo comerlas.

—¡No! ¡No puedes comerlas! ¡No sabes de qué están hechas! ¡Al menos hay cuatro animales muertos en esa hallaca!

—¡Mamá! ¡Emilio está diciendo que las hallacas de mi abuela están rellenas con animales muertos! —Astrid no paraba de reírse.

—¿Qué carajo andas hablando de las hallacas de tu abuela? ¡Muchacho del Coño! ¿Quieres que te parta el plato en la cabeza?

—¡Pero es la verdad, mamá! —Mi mamá estaba furiosa y el pellizco que me dio en el brazo me hizo soltar la comida de Oliver.

—¡Disculpa, Oliver! ¡Aquí está tu almuerzo! ¡Me imagino que ya conoces como es Emilio de odioso! ¡No sé a quién sacó ese carácter tan loco y explosivo!

—¡Pues a ti!...¿A quien más?

—¿QUÉ DIJISTE?

—¡Buen provecho! —Ya estaba demasiado avergonzado como para que mi mamá también me lanzara una chancla en la cabeza delante de Oliver.

—Emi, tranquilo. ¡Está delicioso!

—Pero eso tiene carne...

—No te preocupes ¡Eso no me va a matar! —Oliver se echó a reír— Vine a compartir con tu familia y acepto lo que me ofrezcan con cariño. Lo más importante de lo que comemos no son los alimentos en si sino los sentimientos que disfrutamos en ellos.

Eso fue...profundo...supongo. Bueno, lo vi comiendo feliz y ya me tranquilizaba un poco. Así que empecé a comer también. Aunque Astrid me seguían incomodando con su sonrisita de arpía.

—Y Cuéntanos Oliver ¿Cómo es que trabajas con mi hermanito? ¿Qué haces en la compañía? —¡Ese engendro demoníaco quería captar su atención!

—¡Astrid! ¡Por que no dejas que Oliver coma en paz! ¿No ves que no puede hablar y comer al mismo tiempo?

—¡No te preocupes, Emi! No me molesta...Bueno, tengo apenas un año en la compañía y soy el principal Asesor Financiero allí, aunque también trabajo para otras empresas pero de manera remota. No trabajo con Emilio, pero le conocía de vista y...me parece alguien muy ingenioso y creativo. Le he visto trabajar y resolver muchos problemas de manera muy simple.

—¿Tú me habías notado antes? —¡Eso si me sorprendió! Siempre pensé que nunca se había fijado en mí.

—¡Claro, Emi! Has subido varias veces a mi departamento cuando han surgido problemas con el sistema o la red. Y todas las mañanas nos encontramos en el elevador, ya que entramos a la misma hora. Es inevitable que no te haya notado.

—Yo...la verdad es que no me había dado cuenta de eso —Nuevamente Oliver me desconcertaba. Él me había observado trabajar, y es cierto que he ido al departamento de Finanzas y Administración pero no sé en qué parte específica está su oficina, pero él si me había notado. ¡No soy tan invisible para él como creí!

—¡Emi es así! ¡Siempre encuentra la solución de los problemas ¡No se rinde hasta que encuentra una forma hacerlo! —¡Por decir cosas así era que amaba a Richard! Por lo menos mi mamá se casó con alguien que si valía la pena después de mi padre.

—Bueno la filosofía de mi carrera es que "Siempre hay una forma de hacerlo, y si no, se crea" por eso es que la humanidad ha llegado hasta dónde está y seguirá avanzando —Me gustaba hacer lo que hacía, amaba mi carrera pese a que quizás no era tan relevante en la compañia.

—¡Si, mi hermanito es genial! Es muy inteligente, divertido y un poco loco y gruñon de vez en cuando, pero es un buen amigo...¡Ah! Y es gay...

—¡ASTRID! ¿Tienes que contarles mis preferencias sexuales a todos los que traiga a casa?

—¡Es importante que lo sepa! ¿No es así? ¿No quieres que sea tu..."Amigo"? —¡La odio! ¡La odio! ¡La odio! ¡La odio! ¿Por qué tenía que ser mi hermana?

Oliver sólo sonreía. Bien supongo que en el fondo la bruja arpía tenía razón. Era mejor que él estuviera claro de mis preferencias sexuales...El problema es que yo no estaba claro con las suyas, y no es que sea muy fácil preguntarle a un hombre que apenas conoces "¿Oye eres gay?" Te puedes ganar un puñetazo en la cara si no lo haces de la manera adecuada...

A pesar de todo creo que Oliver estaba pasándola bien en casa de mis padres, aunque hablaba muy poco, creo que le agradaba más escuchar las anécdotas tontas que mi mamá contaba sobre la familia. Astrid no dejaba de molestarme y hacerme gestos indiscretos desde donde estaba sentada. Trataba de contenerme, en serio, no podía ser más insoportable conmigo. Algún día le tocaría traer su fulano novio a esta casa y le iba hacer pagar todas las que me hizo hoy.

—Emilio siempre ha sido...muy "Creativo" a veces demasiado...¿No le contaste cuando trataste de vender a tu hermana a un circo?

—¿Trataste de vender a tu hermana? —Oliver me miro con horror.

—Ella era una "enana" muy adorable y yo tenía 12 años...y quería un Nintendo 64...—Y viéndolo en perspectiva debí quedarme con el Nintendo.

—Sí, Oliver...¡Tu amigo es un Maldito Cretino! ¡Es mejor que lo sepas!

—Yo también te quiero...hermana...—"Te quiero" mandar al carajo...

Cuando terminamos de comer, Oliver insistió en que quería ayudar lavando los platos. Richard estaba con él ayudándolo, mi mamá me llamó aparte.

—Es muy guapo y muy decente, Emilio, se ve un buen chico de verdad.

—¡Mamá! ¡Sólo mi compañero de trabajo!

—¡Pero estás que te mueres por él! —Y tenía que meterse la chismosa de Astrid.

—¿Por qué no abres una cuenta y te ahorras tus comentarios? ¡Estoy hablando con mi mamá!

—¡Déjala en paz, Emi! Además no tiene que decirlo, es más que obvio que te gusta...

—¿Qué tan...obvio?

—¡Claro, idiota! ¡Tienes tatuado en la frente "Follaje salvajemente, Oliver"! —Astrid no paraba de reírse de mí.

—¡Astrid! ¡Fuera! ¡Chu! ¡Chuuu! 

—¡Lo que tienes que hacer es calmarte, Emilio! ¡Si es para ti, es para ti! Y yo creo que le gustas ¡Sólo relájate!

—¿Crees que le gusto, mamá? Oliver es un poco...confuso.

—Emi, lo que debes enfocarte es en averiguar si es...o no es...tú sabes...para que no pierdas el tiempo.

—¡Si quieres yo te lo averiguo! ¡Pero no creo que te guste mi método!

—¡Astrid! ¡Ni siquiera se te ocurra!

En eso Oliver se nos acercó...Mi mamá y el engendró no dejaban de detallarlo.

—Agradezco mucho sus atenciones. En verdad la he pasado de maravilla ¡Ha sido un placer conocerlos!

—¡Esta es tu casa, Oliver! ¡Puede venir cuando quieras! De hecho estás invitado para venir en Navidad ¡Vendrá toda nuestra familia y será genial!

—¡Mamá! ¡Oliver tiene familia también! No creo que pueda venir...

—Si, en verdad me hubiese encantado, pero mis padres son un poco formales en eso y se molestarían si no paso esa fecha con ellos. Pero agradezco mucho su invitación.

—Creo que ya tenemos que irnos, mamá.

Mi mamá nos dio un beso a mí y a Oliver y nos despidió. Después de salir de allí nos subimos a su auto y Oliver condujo de nuevo a la ciudad.

—¡Tu familia me pareció encantadora! Son muy auténticos, me encanta. Ya veo por qué eres tan atento, Emi. Tu mamá es adorable y tu padre es muy buen conversador. Y tu hermana es realmente bella, y creo que se parece mucho a ti en su forma de ser. ¡Tienes una familia grandiosa!

—¡Gracias! Disculpa lo malo, sé que actué un poco idiota. Es que me incomodé mucho con lo de la comida. Mi mamá no entiende mucho de esas cosas.

—Ya te dije que no había problema. Además conocí un platillo típico de Venezuela. Fue muy interesante la mezcla de sabores...¡Muy buena! ¡Emi, todo fue genial! ¡Gracias por invitarme! Yo te he visto interactuar con tus amigos, te aprecian mucho y ya sé por qué, es muy divertido pasarla contigo. Espero que cuando finalice esto del evento podamos seguir saliendo. Sé que soy muy diferente a ustedes pero me gustaría formar parte de tu grupo de amigos...y regresar a casa de tus padres alguna vez.

—¡Claro, seguro! Me encantaría también Oliver. Yo...la paso muy bien contigo también.

En la vía había muy poco transito de vehículos a esa hora, asi que llegamos en poco tiempo al centro de la ciudad. Oliver me dejó frente a mi edificio.

—¡Nos vemos mañana en la compañía! ¡Descansa! ¡Esta semana será bastante movida! El sábado es el evento y estoy muy emocionado por todo, veremos cómo le fue al resto de los chicos al mediodía, aunque hasta donde me informaron todo está bajo control. ¡No dudo que todo saldrá grandioso, Emilio!

—¡Estoy seguro que sí!

—¡Nuevamente gracias por todo! ¡Qué descanses!

Y eso fue todo. Me dejó allí y se marchó. Me quedé unos minutos allí observando mientras su auto se alejaba. "Amigos", "Amigos", "Amigos", "Amigos"... ¡Esa bendita palabra todavía me retumbaba en los oídos! Quizás Oliver sólo quería tener una amistad conmigo. Nunca había salido con alguien que fuera tan...lento...para decirme que le gustaba y quería tener algo más allá de ser "Amigos". Era decepcionante. Lo cierto es que si Oliver sólo quería ser mi amigo no iba a poder serlo, tendría que alejarlo de mí. ¡Eso de la Friendzone no iba conmigo! No podía ser amigo de un hombre que me gustaba tanto.



CONTINUARÁ...










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