Jack
Nos bajamos del carro y caminamos hasta la entrada, aún faltaban como 15 minutos para la próxima clase y hablábamos amenamente, nuestro tema de conversación era lo que ella me había confiado, y como se lo prometí no podía decir en lo que ella estaba involucrada
- ¿Morí y estoy en una realidad alterna en la que "Furia Nocturna" y "Fuertes y poderosos dioses del asfalto" son tus amigos? – preguntó con ironía
- No creo que hayas muerto, más bien, yo soy el que vive en una realidad alterna en el que ellos pertenecen a ese mundo – respondí de manera despectiva. Seguí caminando unos cuantos pasos hasta que noté que Elsa ya no me seguía, me detuve y volteé alrededor para buscarla.
Estaba a unos cuantos metros de mí, así que regresé con ella
- ¿Sucede algo? – pregunté curioso
- ¿Después de todo lo que te conté, te refieres a "MI MUNDO" como "Ese mundo"? – preguntó haciendo énfasis al referirse a su entorno
- Pues sí, es un mundo lleno de perdición, velocidad y vicios – respondí seriamente
- ¡Eres increíble! Ese mundo, como tú lo llamas de forma tan despectiva, es en el que yo puedo ser quien quiero, y te puedo apostar que no sobrevivirías ni una noche principito – ahí estaba de nuevo el apodo que me molestaba
- ¿De qué hablas? No me creas tan débil, podría sobrevivir una noche, es más podría sobrevivir un mes entero – respondí sarcásticamente
- ¿Un mes? Te harías en los pantalones con la primera carrera, es más ni siquiera con una carrera, con un simple ¼ de milla – río por lo bajo
- ¿Quieres apostar? – las palabras salieron de mi boca solas, tenía ese mal hábito, cuando alguien me retaba, me humillaba o dudaba de mis capacidades, no podía abstenerme de demostrarle a esa persona que estaba bastante equivocado
- ¡Ay que ternura! ¡El principito se quiere poner al nivel de los grandes! – respondió sarcásticamente
- ¿Quieres apostar? ¿O te da miedo perder "Reina de las nieves"? – pregunté haciendo énfasis en su apodo
-La pregunta aquí – Elsa se acercó a mí, acortando la distancia entre nosotros- ¿tú quieres tomar el riesgo? –me susurró al oído de forma muy sensual
- ¿Crees que no podré? – respondí de la misma manera que ella
- ¿Y qué ganó yo? – se alejó de mi
- Mi auto – respondí instintivamente
- ¿El Sentra? - preguntó ella de forma despectiva
Elsa
- No, ese es mi auto de transporte diario, ¿recuerdas que en la mañana dijiste que esperabas un auto deportivo? – preguntó
- ¿Ahora me vas a decir que si tienes uno? – respondí sarcástica
- Sí, un Shelby GT500 – respondió tajantemente
- ¡No te creo! – exclamé incrédula
- No lo hagas, nadie te obliga, pero si lo tengo – respondió
- ¿Serías capaz de apostar ese auto solo para demostrarme que eres capaz de sobrevivir a mi mundo? – pregunté firmemente
Jack estaba tenso, todo su cuerpo lo decía a gritos, su respiración era agitada, los puños apretados, vi como tomaba aire para responder
- Piénsalo bien principito, porque quien entra a este mundo, no tan fácil puede salir de él – le dije con tono amenazante – Tienes hasta las 3 de la tarde para pensar las cosas
Jack
- ¡Elsa! – pronto la voz de un hombre hizo aparición, al levantar la mirada, estaba su hermano Flynn. Flynn Rider era el típico chico popular de la universidad, además de ser atractivo según la mayoría de las mujeres de la universidad, era la estrella del equipo de futbol
-Te dejo "principito" – dijo ella y me dio un golpe en el hombro – piénsalo – dijo para después irse junto con su hermano y sus amigos.
Estaba bastante molesto por el comentario que me había hecho Elsa, ¿cómo podía dudar de mí así? Digo no tendremos mucho tiempo de tratarnos, pero al menos por la poca o nula reputación que tengo debería de saber algo de mí, sin embargo me juzgo, tal como yo lo hice, mis pies me llevaron por inercia al salón donde tendría mi clase, esta vez fui a sentarme al fondo del salón, la conversación con Elsa me había dejado conmocionado; en primer lugar, descubro que mis "amigos" son unos corredores de "arrancones", en segundo, Elsa tenía razón, mi vida era demasiado aburrida, al menos la de ella tenía un poco de emoción cuando corría, y la tercera y la que más me daba vueltas a la cabeza ¿estaría dispuesto a entrar a ese mundo, solo para probarle que no soy un "principito", como ella dice?
El profesor entró al salón y comenzó la clase, sin embargo, yo no estaba del todo atento, a comparación de otras ocasiones en las que solo escucho la voz de fondo, esta vez, parecía que el mundo a mi alrededor se había quedado mudo, y en la cabeza solo me rebotaba una y otra vez aquella frase que me dijo Elsa "Piénsalo bien principito, porque quien entra a este mundo, no tan fácil puede salir de él"
Mi mente iba y venía incontables veces, fue hasta que noté como mis compañeros de clase iba saliendo que me percaté que la clase se había terminado. Era la 1:00 p.m. e iba caminando hacia mi casillero, cuando sentí que mi teléfono vibraba en el bolsillo, era un mensaje de un número desconocido
"Principito, soy Elsa, te daré de plazo hasta mañana por la mañana, para que tomes la decisión de entrar o no a este mundo. Te veo en clase de Derecho Penal
Tu número me lo paso Tulio"
¿Qué carajos? Me sorprendió el hecho de que Elsa uno, haya pedido mi número y dos ¿Por qué tanta insistencia de su parte? No podía detenerme a pensar en eso demasiado, tomé las cosas de mi casillero, que, al estar tan absorto en mis pensamientos, no me di cuenta cuando llegué, sacudí aquellos pensamientos de mi cabeza y me puse en marcha a mi siguiente clase
Al igual que en mi clase pasada no puse para nada atención, y al fin las 2:00 p.m. Mis clases concluyeron.
Iba caminando por el estacionamiento y allí, en torno a esa camioneta se encontraban "Los Riders" tonteando entre ellos, todos llevaban aquellas chamarras de cuero, no eran todas negras, las chicas la llevaban rosa y los hombres grises, excepto Flynn y Elsa, ellos tenían las dos chamarras, la chamarra negra, y la chamarra gris y rosa respectivamente, ese dato me lo explicó Elsa cuando regresábamos de desayunar.
Subí al auto y lo encendí, mientras manejaba de regreso a casa me imaginaba a mí mismo con una de esas chamarras y con el logo en la espalda, llegué a mi casa y me recibió el mayordomo Pitch, un hombre ya de 50 o más que desde siempre había estado al servicio de la familia
- Buenas tardes, joven Jack – me recibió el mayordomo
- Buenas tardes Pitch – saludé alegremente – ¿mi padre está en casa? – dejaba las llaves en el colgador
- No joven, aún no llega del bufete, cuando quiera comer me avisa por favor – comentó el hombre, para después retirarse
-Claro Pitch, gracias – exclamé y subí las escaleras
Entré a mi cuarto y me tiré a la cama, aún seguía meditando la apuesta de Elsa, prendí la computadora y comencé a buscar videos de "arrancones", y con cada video que veía me daban más ganas de ser yo el que manejara esos autos, de sentir aquella sensación que me describió Elsa, de ir metiendo cada una de las velocidades, de sentir como la adrenalina recorría mi torrente sanguíneo
Ese día no tuve clase de alemán y fui al gimnasio, me desahogué golpeando el saco de box por tener que aguantar la vida tan aburrida que llevaba, creo que ya sé cuál será mi respuesta para la apuesta que me propuso Elsa
Sería una forma de rebelarme contra el sistema al que estaba sometido
Di un último golpe al saco de box, lo di tan fuerte que se cayó del techo, solo dos veces había conseguido eso, la primera tenía 14 años y tuve una discusión muy fuerte con mi padre y ahora esta era la segunda vez, era por el coraje, los sentimientos encontrados y sobre todo la frustración que sentía.
Regresé a mi casa, me di una larga ducha y estaba decidido, entraré al mundo de Elsa, a ese mundo de velocidad, y libertad, sobre todo libertad