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Sid comenzó a leer los mensajes y por increíble que parezca, le creyó al chico anónimo. Salió corriendo de donde estaba con lágrimas en los ojos para ir al salón y coger su mochila. Muchos la pararon para preguntarle que le sucedía pero ella los ignoraba completamente.
Sonó la campana y todos tenían que irse a clase, pero lo que ella hizo fue meterse al baño de hombres para escuchar alguna conversación interesante, ya que las mujeres no son las únicas que cotillean en el mundo. No perdía nada con sólo intentarlo, quería saber la verdad.
10, 20, 30, 40, 50 minutos habían pasado de que ella esté ahí, escondida en un cubículo, escuchando conversaciones de tíos sin interés. Iba a abandonar el lugar cuando los dos chicos que estaban ahí se vayan, pero escucho la voz de su novio, Thomas, y la de su mejor amigo, Nicolás.
—¿Y qué pasó con Jazmín el sábado? —pregunta Nicolás e instantáneamente el otro le tapó la boca.
—¡No sabes! ¡Tiene unas tetas increíbles! —exclama en voz baja el chico.
—¿O sea qué te la...?
—Por supuesto, es una diosa —responde con una gran sonrisa.
El chico desconocido tenía razón. ¿Cómo es capaz de traicionarla con una de sus amigas? Estaba al borde de las lágrimas mientras seguía escuchando la conversación de su próximo ex novio y su mejor amigo. Sid no pensaba hacer nada, reprimía todas las ganas de gritar, hasta que escucho un "Yo sólo estoy con ella porque siempre cae a mis pies, es fácil de controlarla" de Thomas.
Abre la puerta y ésta suelta un chillido. Los dos chicos se dan vuelta y la ven, Thomas abre los ojos como platos. Quería hablar pero Sidney no sé lo permitió.
—He escuchado todo —dice calmada—. No te preocupes, hijo de puta —escucha la risa de Nicolás—. Ahora puedes cogerte a todas sin culpa, claro, si es que la tenías.
Se acerca a él y le da un puñetazo en su zona más delicada. Éste cae al suelo secamente y la risa de Nicolás aumenta. Para callarlo, ya que lo irritaba, también le dio un golpe, pero en la boca del estómago, dejándolo sin aire.
Sale del baño y comienza a caminar hasta que las lágrimas nublaban tanto su vista que decidió sentarse en el piso y apoyarse en los casilleros. Se cubría la cara porque no quería que nadie la viera llorar. Rubén pasa por su lado y sabe que está llorando, pero calma sus ganas de abrazarla y decirle que él va a estar siempre para ella. Y así fue, siguió caminando hacia la biblioteca.
☁☁☁
subo los dos porque pertenecen al mismo día. así va a hacer en algunos capítulos.