advertencia:
el siguiente capítulo cuenta con contenido sensible no apto para todo público, se recomienda discreción.
— ¿Cómo está la comida?— Preguntó Harry con un cierto brillo en los ojos.
Había pasado un largo tramo de tiempo, desde que su rubio amigo había mandado un mensaje avisando que había terminado el pequeño trabajo, y otro largo tramo desde que el rizado había terminado de preparar la comida.
Ambos estaban sentados en la barra de la cocina, degustando los extraños platillos que el mayor había preparado. Había que aceptar que eran deliciosos.
— Bien.— Susurró escondiéndose en su vaso de agua.
— ¿Sólo bien?— Preguntó con una ceja levantada.
— Muy bien.— Reiteró nervioso.— Delicioso, muy delicioso.
Harry asintió en aprobación, eso era lo que quería oír.
— Me alegra oír eso.— Aceptó empujando su plato hacia enfrente.— Pero vamos apúrate, que el postre espera.
— ¿Qué será esta vez?— Pregunto tímido. Realmente amaba los postres.
— Sexo.— Le contestó como si nada. Louis abrió los ojos excesivamente y tragó en seco, oh no, otra vez no.
— ¿Qué?— Preguntó creyendo haber oído mal
— Sexo.— Se levantó para recoger sus trastos sucios.— ¿Qué acaso no escuchaste?
— Si, pero... yo no.— Tartamudeó.— Yo esperaba... no sé..... comida tal vez.
Frunció el ceño al oír una recia carcajada del más alto. Dirigió su mirada hacia él, que limpio, lavaba sus trastes sucios.
— No querido, no todo en la vida es comida. Aparte llevo tiempo sin un buen polvo.— Dijo enjuagando sus manos.— Los hombre también tenemos necesidades.
— También soy hombre y no siempre estoy urgido por algo de sexo.— Dijo alzando un poco la voz. Estaba comenzando a molestarse.
— Yo soy diferente.— Se encogió de hombros.— ¿Has acabado?
Louis miró su plato, aún le faltaban algunas migajas, levantó su vista y se encontró con un Harry lamiendo su labio superior, mientras una sonrisa malévola adornaba su boca.
— No, me falta.— Hizo una mueca.
Harry miró hacia su plato, rodó los ojos al ver lo que le quedaba y a paso lento se hacerlo hasta él.
— Nene, no mientas.— Tomó su barbilla.— Son pretextos tuyos, para no dejarme follarte. Ahora, dejas tu plato en el lavabo y subes a mi cuarto para así poder tener un buen sexo. ¿De acuerdo?
Louis mojo sus secos labios y asintió lentamente. Parece que el querer hacer tiempo, no había funcionado.
Se levantó de la silla y dejó el plato donde le había dicho.
Salió de la cocina con un Harry detrás suyo.
Miró hacia las escaleras y tras un largo suspiro comenzó a subirlas.
Podía oír la respiración de Harry detrás de él, seguro miraba su trasero.
De pronto chilló sorprendido, al sentir como alguien estrujaba una de sus posaderas, Harry.
— Oye, no hagas eso.— Volteó a verlo y golpeó su brazo.— No me gusta.
— Hago lo que quiero.— Sonrió mostrando sus hoyuelos.— Eres mío.
Louis sintió algo dentro suyo, era extraño, porque de alguna manera él no gustaba de Harry ni Harry de él. Sacudió esos pensamientos y se concentró en lo que instantes después haría.
Harry lo tomó por los hombros y lo guió hasta su habitación. Cerró la puerta detrás de él y señaló la cama.
— Te quiero desnudo y en 4. Hoy no te podrás siquiera sentar, porque recordaras que estuve dentro tuyo.— Dijo autoritario mientras mordía su labio seductoramente.
Louis asintió, porque ¿que más podía hacer? Como buen sumiso, comenzó a desnudarse, Harry había ido al baño, a buscar quien sabe que cosas. Para cuándo él salió, desnudo igual por cierto, Louis ya se encontraba en 4.
— Oh no cariño, te dije desnudo.— Dejo en la mesita de noche una botella de lubricante y un paquete de condones._ Quítate ese bóxer. Hay que estar parejos, ¿no?
Louis trago duro pero hizo caso a los pedidos del rizado. Ya sin nada que lo cubriera, volvió a arrodillarse arriba de la cama, se sentía humillado y sobre todo avergonzado, prácticamente le estaba enseñando el culo al más alto, en una señal de 'fóllame.'
— Así me gusta más.— Asintió en señal de aprobación.— ¿Te he dicho lo espectacular que es tu culo? Es tan grande y tan bonito.
H se quedo de rodillas detrás del más bajo, hundiendo la orilla del colchón gracias a su peso. Tocó una de sus nalgas y sonrió emocionado.
— Si son reales.— Dijo como niño pequeño.
Louis hizo una mueca, okey, eso era lo más raro que había oído.
Harry pasó su lengua por toda la columna vertebral del más bajo, hasta llegar a su oído.
— Sabes tan bien.— Susurró para después morder el lóbulo de su oreja.— Tan bien.
Louis chilló de sorpresa al sentir como los dientes del rizado mordían sus caderas, estaba seguro que quedarían marcas.
Harry por su parte, la estaba pasando de maravilla, aquel ser era lo mejor que había secuestrado.
Se estiró para coger la botella de lubricante, recargandose en el cuerpo del más bajo, haciendo que su pene rozara la entrada de Louis.
— ¿Lo sientes?, ¿Sientes lo duro que está?— Gimió al pegarlo en su culo.— Y sólo por ti bebé.
Tomó entre sus largos dedos lubricante, y sin aviso alguno metió dos dedos dentro de él.
— Mierda, avisa.— Se quejó Louis mientras arqueaba la espalda.
— Me gusta que te duela.— Confesó metiendo otro.
Comenzó con un rítmico movimiento de mete/saca.
En la habitación podía escucharse claramente los gemidos agudos del más bajo, queriendo ser callados, y la respiración dificultosa del rizado.
Harry miró hacia abajo y tomó su necesitado pene con su otra mano, él era genial así que podía hacer las dos cosas al mismo tiempo.
Louis soltó un agudizimo gemido, haciendo que manchara la sábana, sí, se había venido.
Harry sonrió al ver las sábanas manchadas, pero frunció el ceño al no poder venirse él también.
— Bebé, yo te necesito.— Susurró en su oído.— Te la voy a meter, ¿vale?
Y tras decir eso y después de ponerse el santo condón, entró en él. Louis gruñó al sentir la gran hombría del rizado dentro suyo, se sentía bien la verdad.
H comenzó un delicioso vaivén dentro de Louis, lo tomó por las caderas fuertemente y lo penetró a mas no poder, la base de la cama golpeteaba contra la pared y sus gemidos hacían eco por doquier.
— Estas tan apretado.— Gimió tomando su cabello y jalándolo hacia atrás. Louis apretó las sabanas y mordió su labio . Y Harry estaba durísimo.
Las penetraciones siguieron y los gemidos igual. Esos si que se estaban divirtiendo, por no decir que el rizado era el mas contento.
— Oh dios.— Gimió Louis.
— Vamos bebé, gime para mí.— Susurro Harry.— Demuéstrame que tanto te gusta que te joda, vamos.
la gran mano de H fue a dar a la posadera derecha del menor y después a la izquierda, y así siguió, hasta que todo el culo de Louis quedó rojo. Era doloroso sí, pero en esos momentos era mas excitante que doloroso. Y parece que nuestro pequeño amigo lo estaba disfrutando.
— ¡Si!— Gritó Louis después de haber manchado por segunda ocasión las sabanas. H siguió con las penetraciones, haciendo que segundos después se corriera como había querido.
H cayó encima de Louis y besó su mejilla tiernamente.
— Eres bueno gatito.— Susurró dejando un beso en la cien de Louis.— Muy bueno.
(🐰)
Hooola!
¿como están? espero y bien.
acá les dejo un lindo maratón -por fin después de que muchas me lo pidieron-. no se preocupen, ya estoy de vacaciones, y podré subir mas seguido.
espero y así me perdonen de no haber subido :cc Las amo♥♥♥