Lo que un día fue » Justin Bi...

By hope-less

848K 27.3K 2.6K

❝Las promesas están para cumplirse, a pesar de lo que un día fue❞ Créditos tráiler: @/bieberfanficsof y @/pr... More

Sinopsis.
1. Invitación
2. Fiesta
3. Un baile caliente
4. Recuerdos dolorosos
5. Llamada telefónica
6. Viaje a California
7. Dejarlo con las ganas
8. Asientos compartidos
9. Los Ángeles, California
10. Aléjate de ella
11. ¡Vamos a surfear!
✖012.
✖13.
✖14.
✖15.
✖16.
✖17.
✖18.
✖19.
✖20. Maratón 1/5
✖21. Maratón 2/5
✖22. Maratón 3/5
✖23. Maratón 4/5
✖24. Maratón 5/5
✖25.
✖26.
✖27.
✖28.
✖29.
✖30.
✖31.
✖32.
✖33.
✖34.
✖35.
✖36.
✖37.
✖38.
✖39.
✖Capítulo final.
Epílogo
Aviso segunda temporada
Promesas (Segunda temporada)
Prefacio
1. De vuelta en donde todo empezó
2. Sospechas
✖3. ''Todo me recuerda a él''
✖4. "Despedida de soltero"
✖5. ''El reencuentro"
✖5. {Parte dos}
✖6. "Nuestra canción"
✖7. "¿Qué haces aquí?"
✖8. ''Cena para tres''
✖9. "Las palabras pueden abrir viejas heridas"
✖10. "Mis brazos siempre te abrigarán"
✖11. "Aléjate de mí"
✖12. "Seducirla"
✖13. "Muévete así para mí, nena"
✖14. "Niña de mis ojos"
✖15. "Dulce o truco"
✖16. "Labios tentativos"
✖17. ''Celos"
✖18. "Juego de seducción"
✖19. "Lo que siento por ti"
✖20. "Descubriendo verdades"
✖ 21. "Fue bueno mientras duró"
✖22. "Quédate conmigo esta noche"
✖ 23. "El corazón nunca se equivoca"
✖24. "No está en mis planes dejarla ir"
✖26. "Estoy aquí contigo, ángel"
✖26. Segunda parte.
✖27. "Pero te amo a ti"
✖28."Hasta nunca, Justin"
¿ELIMINADA?
✖29. "Mi futura esposa"

✖25. "Mi corazón no puede con tanto"

4.2K 203 76
By hope-less

{Justin}

Probablemente estoy perdiendo la cabeza por Kelsey, pero no me importa. Esto que estoy haciendo es porque no quiero ni debo ni puedo dejar ir a la única persona que me hace realmente feliz. Si ella piensa que me rendiré tan fácilmente está equivocada. La conozco y puedo decir con certeza que ella no ama a Logan. Creo que nunca lo amó. Porque «amar» es más que un sentimiento, es ese momento donde sabes que nunca volverás a sentir lo mismo con ninguna otra persona. Amar es un sentimiento real. No solo se trata de estar enamorado, también se trata de saber que jamás amarás a nadie de la misma manera. Ni con la misma intensidad.

Amar a Kelsey es la cosa más real que alguna vez he sentido en toda mi jodida vida.

Y así no tengamos un final feliz o no acabemos juntos, nunca me arrepentiré de haberla amado con tanta pasión, intensidad y ternura. ¿Cómo arrepentirme de algo que me hizo sentir tan bien? Nunca debemos arrepentiremos de haber sido felices, a pesar de que la historia no termine como pensamos que terminaría. La realidad de las cosas no es como lo pintan en los cuentos de hadas o en las películas de princesas. Eso de «felices para siempre» nunca es duradero. Hay que dejarlo fluir, sin pensar cuándo terminará o por qué nunca empezó. Solo hay que dejar todo en manos del destino. No obstante, yo no pienso rendirme tan fácil. Dios me está dando una segunda oportunidad para volverlo a intentar. Esta vez, no lo echaré a perder.

Si Kelsey me ama tanto como yo la amo... ¿Por qué no darnos otra oportunidad? Lo mejor es intentarlo, ¿no? Vale la pena intentarlo, lo sé. Con esfuerzo, dedicación y amor podré ganarme de nuevo el corazón de mi ángel. Y cuando lo tenga en mis manos, lo protegeré con mi vida. Jamás volveré a lastimar su corazón.  No pienso cometer el mismo error dos veces. Fui un imbécil y seguiré lamentándolo hasta que deje de respirar. Incluso mi mamá me regañó cuando le conté toda la historia. Me dijo que fui un cobarde, y tuvo toda la razón. No importa cuanto me arrepienta, ya no hay vuelta atrás. Lo único que puedo hacer para intentar remediar mi error, es demostrarle que la amo y que nunca volveré a fallarle. Que siempre la valoraré, respetaré y amaré. Serle completamente fiel.

Claro que un hombre puede ser fiel, pero con la persona correcta.

Esa persona que te mantiene los pies sobre la tierra. Esa persona que siempre está en tu mente. Esa persona que te deja una gran sonrisa en el rostro. Esa persona que siempre estará ahí para ti. Esa persona que nunca te decepcionará. Esa persona a la que quieres más que a nadie.

¿Cuándo llegará el día en que deje a Kelsey en paz? Pues no tengo idea. Hasta que ella no me mire a los ojos y me diga: “Ya no siento nada por ti”. Entonces la dejaré en paz. ¿Para qué seguir luchando por una persona que no siente lo mismo? No tiene sentido intentarlo cuando esa persona ya no siente lo mismo por ti..., es como un disparo al corazón. Pero, ese no es mi caso. Kelsey me ama. Mi corazón me lo dice y ella también me lo demuestra con sus acciones. Sólo está intentando convencerse a sí misma que no siente nada por mí. Y sé que no es así. Al dejarme tirado en la fiesta, me lo dijo todo. La forma en que intentó no mirarme a los ojos, sus fallidos intentos  por hacerse la distante y todas esas mentiras que salieron de su boca. No tiene motivos ni razones para pedirme que me aleje de ella.

La amo con todo mi jodido corazón.

¿Alguien me puede decir cómo se arranca del alma a la persona que tanto amas? Creo que es imposible. Demonios, la amo demasiado y soy lo suficientemente egoísta como para no dejarla ir.

No voy a negar que me rompió el corazón todo lo que dijo, sin embargo, no me quedaré de brazos cruzados.

Justin Bieber nunca se da por vencido.

—Señor Bieber, alguien lo está buscando —me informa mi secretaria por teléfono. —¿Lo hago pasar?

—¿Quién es? —pregunto extrañado. No estoy esperando a nadie.

—Se dice llamar Logan Lerman. Me ha dicho que usted lo conoce.

¿Qué diablos hace ese idiota en mi empresa? No creo que sus intenciones de verme sean muy buenas que digamos.

—Hágalo pasar —le digo, irrumpiendo mis propios pensamientos.

Miro fijamente la puerta de mi oficina, esperando a que entre Logan y acabe con su “visita” inesperada. Juro que si me habla mierda sobre Kelsey, lo echaré del lugar. Soy el maldito jefe de este lugar y tengo todo el derecho a sacarlo a patadas si se me da la gana. Él no puede aparecerse así como si nada. Suelto un bufido y acomodo mi corbata, justo en el momento en que la puerta se abre dejando ver a mi “enemigo”, por así decirlo. A ese que logró conquistar a mi chica.

Porque sí; Kelsey es jodidamente mía.

Y no me importa si sueno como un maldito posesivo.

—Logan Lerman —esbozo una de mis mejores sonrisas. Junto mis manos y apoyo los codos sobre el escritorio, fijando mi vista en él. —Es un placer verte otra vez.

—Bieber —saluda frío, distante. Hago un esfuerzo para no rodar los ojos y mantengo la sonrisa en mi rostro. —No tienes que fingir cuando sé perfectamente que no te agrada mi visita.

—Tienes razón. No me agrada tu visita, pero eso no significa que deba tratarte mal, ¿o si? —arqueo una ceja. —Toma asiento. No te quedes ahí parado.

Él me mira durante unos segundos antes de sentarse frente a mí.

—¿Quieres algo de tomar? —le pregunto amablemente. —¿Agua, jugo, whisky...? Tengo una gran variedad de bebidas alcohólicas.

Siempre mantengo mi educación, sobre todas las cosas.

—No vine aquí para tener una charla de “amigos” de toda la vida —escupe bruscamente.

—Entonces, ¿qué haces aquí? No lo entiendo.

—Seré breve —hace tronar sus dedos, y me mira inexpresivo. —Quiero que dejes en paz a Kelsey. Aléjate de ella.

Alzo ambas cejas y me echo a reír.

—¿De qué estás hablando? Kelsey y yo somos amigos —recalco la palabra «amigos». —Y tú no puedes prohibirme nada. No me alejaré de ella sólo porque tú no estés de acuerdo con nuestra relación de... amigos.

—Ella no quiere verte —dice entre dientes. —¿Por qué te empeñas en arruinar nuestra relación?

Esbozo una sonrisa burlona y respondo: —No es mi problema que tu relación se esté deteriorando.

—¡Tú eres el culpable! —exclama enfurecido. —Por tu jodida culpa Kelsey ha estado muy distante conmigo. No sé qué diablos le hiciste, pero estoy harto de que te interpongas entre nosotros.

¿Él acaba de admitir que su relación se está yendo a la mierda? No esperaba que lo admitiera tan rápido.

—Yo no tengo la culpa de que Kelsey no te ame.

Su mandíbula se tensa, aprieta los puños a sus costados y sus ojos reflejan odio. Ups, creo que no le ha hecho gracia lo que dije.

—Me ama —afirma. —Mucho más de lo que te amó a ti.

La sonrisa se me borra del rostro.

Jodido idiota.

—¿Cómo puedes estar tan seguro?

—Todos los días me lo demuestra —sus labios se curvan en una sonrisa. —Cada vez que me besa o abraza. Sus actos y palabras. Incluso cuando hacemos el amor.

Bien, ahora sí me hizo enojar.

—Escuché por ahí que te besa con los ojos abiertos. Porque si cierra los ojos, aparezco yo —le guiño un ojo. Vale, admito que estamos actuando como unos críos pero se trata de Kelsey. Ambos la queremos como unos jodidos locos. —Ella nunca me ha superado, mi querido amigo.

—Te puedo asegurar que sí lo ha hecho.

Quiero sacarle en cara todo lo que ha pasado entre Kelsey y yo, pero no la voy a perjudicar. No seré yo quien termine la relación. Ella misma acabará con esa farsa. Sólo es cuestión de tiempo que regrese a mí y me perdone. No perderé la esperanza de que muy pronto estaremos juntos, tomados de la mano, amándonos y demostrándonos de mil maneras diferentes cuanto nos amamos.

—¿Y entonces por qué se ha mostrado tan distante y fría contigo en estos últimos días?

Su rostro se desencaja.

He dado en el clavo.

—La estás manipulando —dice bastante molesto con el ceño fruncido.

—¿Qué? —suelto una gran y sonora carcajada. —Por Dios, no seas tan estúpido. Kelsey no se dejaría manipular de nadie y menos de mí. Que poco la conoces.

—Algo le hiciste para que actúe tan... diferente.

—Habla con ella y pídele una explicación. Estás perdiendo tu tiempo conmigo.

—Obviamente no me dirá nada de lo que ha pasado entre ustedes —gruñe.

—Tal vez es porque no ha pasado nada de nada —me burlo. —¿Acaso tienes miedo de que te deje? ¿O sospechas que te ha engañado conmigo? Si es así, sube ese autoestima, mi amigo.

Lo miro con una sonrisa burlona colgando de mis labios y noto que hace un esfuerzo sobrehumano para no tirar a la mierda su autocontrol. Sabe muy bien que no le conviene hacer un drama. Está en mi territorio.

—Mientras que ella me ame, no me dejará. Y yo tampoco lo haré —habla sin titubeos. —No cometería el error de dejarla ir... como tú lo hiciste hace dos años. Yo, por lo menos, no soy un cobarde.

«Contrólate, no ensucies tus manos con ese idiota» me digo a mí mismo interiormente, en un intento de no abalanzarme sobre él y romperle su linda cara.

—Ya hablamos sobre eso y me perdonó.

—Perdonar no significa olvidar.

—No, pero significa un nuevo comienzo.

Niega con la cabeza y ríe sin ninguna gracia.

—¿Un “nuevo comienzo”? —hace comillas con los dedos. —Que no se te olvide que ella ya tiene novio.

—Algún día terminarán —me encojo en hombros. —Y tú no podrás hacer nada para evitarlo.

—Puede que tengas razón, sin embargo, no permitiré que tú arruines lo nuestro —aclara. —Lo tuyo con ella ya terminó. Supéralo.

—No, no lo voy a superar. ¿Sabes por qué, Lerman? —él entrecierra los ojos, prestándome atención. —Porque ella todavía me ama.

Él suelta una carcajada.

—Si tanto te ama, ¿por qué está conmigo en vez de estar contigo?

—Kelsey es una chica muy buena... Demasiado diría yo —digo con rotunda seriedad. —Tal vez esté contigo porque no quiere lastimarte. Ella odia herir a las personas. Debe ser por eso que aún está contigo, aunque en el fondo se muera por volver conmigo.

—Sólo quiero que la dejes en paz.

—Lo haré cuando ella me lo pida.

—Te lo ha pedido un montón de veces y tú no le haces caso —gruñe. —¿Por qué no nos dejas en paz? A ti no te gustaría que se metieran en tu relación. ¿O si? ¿Te gustaría que viniese un idiota a meterse con su chica y confundirla?

Obvio que no me gustaría que un idiota se metiera con mi chica, pero este caso es... especial.

Jamás permití que ningún estúpido se le acercara a Kelsey, excepto si tenía “buenas” intenciones con ella. Del único que no pude deshacerme fue de su mejor amigo; Liam. Gracias a él tuve una pelea muy fuerte con ella, ya que me dijo que sus amigos estaban por encima de mí. Que era su novio, sí, pero que eso no me daba el derecho a decidir sobre quién podía ser su amigo. Y es cierto. Nunca tuve el derecho a decidir nada sobre su vida. Me enojé bastante, pero terminé aceptándolo. La amaba demasiado como para permitir que mis celos me cegaran. 

Está claro que la sigo amando, solo que ahora ya no somos novios.

—¿Ya terminaste? —lo miro irritado. Su presencia me está hartando, sinceramente. Es como un grano en el culo.

—Estoy pensando en llegar nuestra relación al siguiente nivel —comienza a decir, haciendo que prestara mucha atención. —Si sabes a lo que me refiero... ¿no?

¡Diablos! Sí, sé muy bien a lo que se refiere con llevar la relación al siguiente nivel. Todo apunta a una sola cosa: compromiso.

Mi peor pesadilla.

—No creo que Kels esté preparada para eso —intento sonar duro pero en el fondo siento como mi corazón late más rápido de lo normal.

—Mi novia está preparada para cualquiera cosa —sonríe autosuficiente. Me contengo para no borrarle la sonrisa de un sólo puñetazo. Dios, no lo soporto.  —¿No crees que se vería hermosa vestida de novia, caminando hacia el altar y tomando mi mano? Sería como un sueño hecho realidad.

Aprieto los puños y le lanzo una mirada asesina, como si quisiera matarlo con mis propias manos. Y lo haré si no cierra la puta boca.

—Tú estarías invitado, por supuesto. No podrías faltar a la boda de tu queridísima amiga... —recalca la palabra «amiga». —Incluso podrías ser nuestro padrino, ¿no suena maravilloso?

Se está burlando de mí y eso yo no lo puedo permitir. Pero no me rebajaré a su nivel. Además, dicen por ahí que el que ríe de último, ríe mejor. Y Logan se arrepentirá de cada una de sus palabras cuando Kelsey le diga que me ama.

Me gustaría estar presente ese día.

Momento épico.

—Te juro que te vas a tragar cada una de tus palabras —espeto. —Lo juro. Vas a arrepentirte de haber venido hasta aquí para decirme todas estas mentiras que ni tú te las crees. Sigue engañándote, ese no es mi maldito problema.

—Eres tan egoísta —niega con la cabeza, mirándome con desaprobación y asco. —Si tanto la amas como tú dices, déjala ser feliz. Aunque no vaya a ser feliz contigo, dale la oportunidad de olvidar toda la mierda que le hiciste. Ella merece algo mejor que tú. Y no, no estoy diciendo que yo sea lo mejor para ella porque también cometo errores y tengo miles de defectos, pero intento ser el mejor por ella. Porque ella lo vale. La amo, Bieber. Y he hecho hasta lo imposible por hacerla feliz y darle todo lo que se merece, y no me importa si no ama como yo la amo o como te amó a ti, sólo sé que la amo y es una de las personas más importantes de mi vida.

Dicho esto, se retira de mi oficina.

Estoy realmente sorprendido por todo lo que ha salido de su boca. No sólo porque me dejó con la palabra en la boca, sino porque sus palabras fueron tan... sinceras. En sus ojos no hubo ninguna pizca de gracia, al contrario, fue bastante honesto con respecto a sus sentimientos hacia Kelsey. Sé cuándo una persona está mintiendo y él no estaba mintiendo. Extrañamente, le creo. Muy en el fondo reconozco que él no es una mala persona; es un buen tipo. He visto cómo le brillan los ojos cada vez que mira a Kelsey. No obstante, soy demasiado egoísta para dejarla ir.

No puedo ni quiero verla en brazos de otro hombre, no cuando sé que aún me ama.

Quizás no la merezco, no, la verdad es que no la merezco porque le hice muchísimo daño y la herí, sin embargo, la necesito en mi vida. Ella es como una  necesidad, es el aire que respiro, es todo lo que quiero en la vida y es la única persona en el mundo que ha sido capaz de entrar y quedarse para siempre dentro de mi alma. No sirvió de nada estar con otra persona para intentar olvidarla; intentar arrancármela del corazón. Está tatuada en mi corazón. Y se me hace imposible dejar de amarla.

Suspiro con pesadez, saco del bolsillo de mi pantalón el celular y reviso la bandeja de entrada de mensajes la cual está llena. La mayoría son de Ryan, Chaz, Mamá y papá, mis hermanitos y... ¿Kelsey? Frunzo ligeramente el ceño y una sonrisa estúpida se forma en mi rostro. Pero se borra al instante de leerlo.

“Borra mi número y no me vuelvas a llamar, por favor. Logan ha visto los mensajes que me enviaste y no le agradaron para nada. Es mi novio, y si tú lo fueras también te enojarías y reaccionarías peor que él, ¿o me equivoco? Anoche dejé muy claro las cosas entre tú y yo... Es lo mejor para los dos. Lo siento mucho, Justin. Nos estamos haciendo demasiado daño, aunque no quieras verlo y aceptarlo.

Me hubiese encantado que volviéramos a ser amigos, pero es evidente que quieres algo más conmigo y yo no puedo dártelo. Simplemente no puedo. Te quiero, sí, solo que ya no te veo como algo más que un amigo. Y no creas que estoy mintiendo, estoy diciendo la verdad. La verdad duele, lo sé... y perdóname si te hago sentir mal. Es por tu bien y el mío, no me odies porque me romperías el corazón.

Y no, no he olvidado todas nuestras promesas.

Sin embargo, lo que un día fue... Ya no será. Lo siento”.

Esto último me deja con el corazón en la mano. ¿Por qué se empeña en vivir una mentira? ¿A qué le teme? ¿Qué tengo que hacer para convencerla de que he cambiado y estoy dispuesta a lo que sea por ella? Le he demostrado de mil maneras diferentes que ya no soy el mismo. Que reconozco mi error y que estoy arrepentido, y por último, que nunca me perdonaré por haberle roto el corazón. La verdad es que no me importaría si hiciera lo mismo conmigo o peor, yo la perdonaría. No lo pensaría dos veces. Yo mismo me castigué por haberle hecho tanto daño; pensé que lo merecía. Aunque quiera contarle todo lo que sufrí por ella durante todo un año, no quiero que se decepcione de mí. Si llegase a enterarse en lo que me convertí... sinceramente, no sé qué haría.

Me odiaría, estoy seguro.

Tengo que buscarla y convencerla para que se quede conmigo. Solo necesito otra oportunidad. Esta vez no pienso fallarle. Lo único que quiero hacer es amarla, respetarla, protegerla y adorarla. Ella es todo lo que necesito en la vida. Tenía dieciocho años cuando le rompí el corazón, aún era muy inmaduro y no pensaba con claridad las cosas, y no, no es una excusa. Nada justifica lo que hice. Sin embargo, no pierdo la esperanza de que me de una última oportunidad. Vale, estoy siendo jodidamente egoísta con ella porque no estoy tomando en cuenta sus sentimientos. Estoy pensando en lo que siento y no en lo que ella siente con respecto a toda esta situación. Sé que le afectará aceptar lo que siente por mí y dejar a Logan, pero no puedo seguir permitiendo que se siga engañando y lastimando, la conozco demasiado bien y no cabe duda de que está sufriendo en silencio.

Detesto ser uno de los causantes de su dolor.

Bueno, no exactamente está sufriendo por mi culpa sino porque no quiere aceptar que aún me ama. Ella misma se está haciendo daño. Creo que la razón es que tiene miedo. Miedo de que le haga daño. Y mi única intención es hacerla feliz y adorarla, llenarla de pequeños detalles que a ella tanto le gustan. Consentirla y mimarla. Darle todo lo que se merece. No quiero un «para siempre» con Kelsey, porque nada dura toda la vida, pero sí quiero que lo nuestro dure.

Siempre le perteneceré. Así nunca volvamos a estar juntos, yo siempre seré suyo sin importar qué.

Mi corazón le pertenecerá hasta el día en que muera.

(...)

Me acomodo bien la gorra tapando mi cabello y rezo interiormente para no llamar la atención de nadie. Supongo que nadie debe sospechar de un hombre vestido de conserje... ¿O si? Sacudo la cabeza y miro hacia todos lados, asegurándome de que nadie me vea. Camino cabizbajo para no llamar la atención y entro sigilosamente a la oficina de Kels.

La encuentro de espaldas hablando por teléfono.

—¡Cami, tú me conoces! ¡No quiero hacerlo! —exclama mi ángel sin dejar de moverse ya que parece estar nerviosa. —Lo sé, joder... Bueno, tú antes no estabas de acuerdo con Justin y me decías que era un imbécil, que él no merecía mis lágrimas.

Trago en seco al escuchar esas palabras.

—¿Por qué no me dices qué pasó? Nunca has querido decirme —gruñe con cierta frustración en su tono de voz. —No, Justin no me ha mencionado nada... Sí y me da pena, no sé... Oh Dios, no me hagas ese tipo de preguntas. Ya sé, pero solo estoy intentando hacer lo correcto.

No, no estás haciendo lo correcto al intentar alejarte de mí.

—Basta de regañarme como si fuese una niña pequeña, Camila. Sé que estás tratando de ayudarme, pero ya tomé mi decisión —suspira con pesadez. —¿Que si amo a Justin? Vaya, esa es una pregunta que me he estado haciendo todo este tiempo. Supongo que ya conozco la respuesta —se encoge en hombros. —Es sólo que no quiero reconocerlo, lo admito.

Justo en el momento en que suelta esa gran confesión, gira sobre sus talones y se queda en shock al verme allí parado frente a ella.

—Mhmm... —carraspea. —Cami, te llamo luego, ¿okay? Tengo mucho trabajo que hacer, sí, yo también te amo —suelta una pequeña carcajada y cuelga el teléfono. Me mira de arriba abajo con los brazos cruzados y niega con la cabeza. —¿Qué diablos haces aquí y vestido así?

—Tenemos que hablar, ¿recuerdas?

Examino con la mirada su cuerpo y sonrío interiormente. Se ve preciosa con el pelo recogido en un moño y poco maquillaje, tan natural como siempre.

—Te equivocaste, tú y yo no tenemos nada de que hablar. Así que, por favor, vete de aquí. Ahora.

Habla entre dientes.

—No me iré de aquí hasta que hablemos.

—¿Qué pasa si no quiero escucharte?

Y aquí de nuevo está la Kelsey desafiante y terca que conozco.

—Tendrás que hacerlo —digo con un tono autoritario. —Quieras o no.

—Amo a Logan. Entiéndelo.

—¿Por qué te empeñas en engañarte a ti misma? —busco sus ojos pero éstos me esquivan. —No lo amas como me amas a mí.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de que te amo? —me desafía.

—Porque si no me amaras, hubieses rechazados mis besos, mis caricias, mis abrazos... —rodeo su cintura, apretándola contra mi cuerpo. Se tensa ante mi tacto. —Lo puedo ver en tus ojos. Me amas... —susurro cerca de su boca y acaricio su labio inferior con mi dedo pulgar. —Tus ojos no pueden engañarme, ángel.

Se queda sin habla, contiene el aliento y su cuerpo empieza a temblar bajo mi toque. Entreabre la boca como si hubiese olvidado lo que tenía pensado decir. No abandona mis ojos y se aferra a mi cuerpo. Cuando creo que está a punto de ceder, se separa bruscamente de mí.

—Eres tan molesto —refunfuña. —Ya pareces un acosador. No logro comprender cómo has entrado aquí sin ninguna identificación.

Que rápido cambia de tema.

—Cuando tienes dinero, puedes chantajear a la gente con él —encojo los hombros, restándole importancia. La veo rodar los ojos y esbozo una pequeña sonrisa. —Admite que estás feliz de verme, ángel.

—¿Feliz? —me mira como si estuviese loco. —¡Te dejé muy claro que no quería verte!

Hago un ademán con la mano y rodeo su escritorio, sentándome en la silla giratoria. Mhm, amo estas sillas. Son tan cómodas y...

—¡Justin! —exclama Kelsey, sacándome de mis pensamientos. Paro de girar en la silla y subo los pies en su escritorio. —¡Oh Dios mío, baja los pies del escritorio! ¡Y cuidado con lo que tocas! ¡No, no toques esa foto!

Me quedo mirando fijamente la foto que ahora está en mis manos en la cual aparecen Kelsey y Logan, tomados de la mano y sonriéndose. Siento un sabor amargo en mi boca. Los latidos de mi corazón disminuyen cuando veo aquel brillo tan familiar en los ojos de mi ángel. Mía, mía. No de él. Entonces me pongo a pensar... ¿Estoy arruinando la felicidad de Kelsey? ¿Mi nivel de egoísmo me ha vendado los ojos y por eso no me he dado cuenta de que es realmente feliz al lado de otro hombre? ¿La estoy lastimando con mis actos? ¿Por qué no quiero aceptar que está mejor sin mí?

Soy tan jodidamente egoísta.

«No la merezco».

Cuando intento hacer las cosas bien, siempre termino cagándola hasta el fondo. Soy un idiota. Y ahora me siento un poco... bastante mal conmigo mismo. Las ganas de contradecirla se me han ido por completo.

—¿Justin...? —la escucho susurrar muy cerca de mí. No despego los ojos de la fotografía y siento su cercanía. —¿Qué te pasa? ¿Te encuentras bien? De un momento a otro, pusiste esa cara...

¿Qué me pasa? Me he dado cuenta lo ciego que he sido todo este maldito tiempo.

¿Si me encuentro bien? Para nada.

Dejo a un lado la foto, me levanto de un salto y me le acerco como un león, intimidándola un poco. La observo por un largo rato, como buscando la respuesta en sus ojos. Quisiera que mandara todo al diablo y me besara.

Y me confesara lo que verdaderamente siente por mí.

Cosa que no pasará, obviamente.

—Tú realmente estás enamorada de él... —digo apenas audible. Como si algo estuviera atascado en mi garganta y no me dejara ni respirar. —Lo amas.

{Kelsey}

Ver el dolor en su mirada me provoca ganas de echarme a llorar. Me hace sentir culpable. Porque aunque no quiera ni deba, necesito decirle la verdad. Necesito confesarle todo lo que siento. Necesito desahogarme. Necesito estar en sus brazos. Necesito de él tanto como me necesita a mí. Aún no me explico cómo he tenido tanta resistencia. Ha pasado un buen tiempo desde que regresé a Canadá y a pesar de que ya he caído en la tentación de sus labios, no me he entregado por completo. Todavía no le he dicho que le quiero profundamente. Y no es mentira.

Lo quiero... más de lo que debería.

Por otro lado está Logan y todo lo que ha hecho por mí. Todo el amor que me ha entregado en tan poco tiempo. Se entregó a mí sabiendo que mi corazón le pertenecía a otro. Jamás se rindió y luchó hasta que consiguió que me enamorara de él. Dos años de relación... ¿Cómo podría tirarlos a la basura por un amor que casi me arruinó la vida, mi autoestima y las buenas perspectivas que tenía del amor? Vale, sí, todos merecemos una oportunidad, no obstante, eso sería como la respuesta a todo. Yo no puedo hacerlo... sinceramente no puedo. Le estaría haciendo daño a Logan. También soy consciente de que indirectamente le estoy haciendo daño a Justin, mas esa no es mi intención. Es  por eso que tomé una decisión.

Olvidarlo.

Esta vez, definitivamente. Ya no habrán excusas para estar aferrada a algo que terminó hace mucho tiempo. Hace dos años atrás intenté olvidarme de él, arrancarlo de mi corazón, borrarlo de mi mente. Confieso que hubo un tiempo donde todo cambió. Veía las cosas de otra manera, me reía de cualquier tontería, le sonreía a la vida y me sentía enamorada. Todo eso lo viví con Logan.

«¿Cómo podría herirte si has sido tú quien ha estado ahí para mí sin condiciones?».

Suspiro pesadamente y vuelvo a la realidad. Mis ojos examinan con determinación las expresiones del bello rostro de Justin. Por un momento, sin tan siquiera pensarlo bien, me veo a mí y a él juntos en un futuro no tan lejano. Juntos, de nuevo. Ahora mismo podría adelantar los acontecimientos y no importaría porque si le confesara lo que siento, él ya estaría tomándome de la mano, diciéndome lo mucho que me ama y besándome hasta el cansancio.

«No sucederá» repito una y otra vez en mi mente, tratando de convencerme.

—¿Por eso estás aquí? —le pregunto dudosa. En realidad, esa no es mi pregunta.

—Estoy aquí intentando recuperarte, supongo... —murmura y arruga la nariz. —Supongo que no vale la pena, ¿cierto? Todo este tiempo sólo he hecho el ridículo. Perdí a alguien que realmente me quería... ¡Y por nada! Sí, por nada. Pese a que me quité la venda de los ojos y me di cuenta de que estás mejor sin mí. No mientes cuando me dices que me aleje, ¿verdad? —coge aire antes de volver a hablar. Parece triste y decepcionado. —Yo solo estoy complicándote las cosas. Eres feliz al lado de otro hombre. Y me duele como el infierno saber que, tal vez, ya no sientas nada por mí.

Sus ojos están cristalizados y mi corazón se detiene al verlo tan frágil y lastimado... Parece un niño pequeño. 

—Escúchame, no... —me interrumpe.

—No, no tienes que decir nada —se muerde el labio inferior, bajando la cabeza. —Ya lo entiendo todo. Perdóname por haber sido tan egoísta... Lo único que he hecho es pensar en mí. No te merezco, ángel. Eres demasiada buena para un tipo tan poca cosa como yo. Siento no haberme dado cuenta antes.

No sé qué decir.

Cada palabra que sale de su boca me parte el corazón. Justin no es el tipo de persona que tiene un baja autoestima y siempre, siempre es positivo. No sé qué le pasa, tampoco entiendo por qué se desprecia tanto. Este no es el Justin que hace unos minutos estaba dispuesto a recuperarme. Me duele porque cada palabra la dice con dolor y tristeza, y eso me lastima. También me asusta su actitud. Odio verlo sufrir porque a mí también me afecta. Es como si fuéramos la misma persona.

—Y es bastante irónico todo esto, ¿sabes? —suelta una risa seca y amarga. —Hace menos de cinco minutos estaba dispuesto a sacarte toda la verdad. Escucharte decir que me amas, que nunca has dejado de amarme. Mi autoestima ha dado un bajón tan grande que ahora se encuentra por los suelos. Triste, ¿no? Y considérate afortunada porque nadie conoce a este Justin; únicamente tú. Bueno, sí hay otras personas que conocen a este vulnerable y destrozado Justin. Me siento como hace dos años atrás y créeme, no es una sensación muy bonita que digamos. Y es que... ¡Joder! Ver esa foto me hizo dar cuenta de que lo quieres —murmura con la voz quebrada. —Tus ojos tienen ese brillo tan familiar, tan conocido, tan mío cuando me mirabas a los ojos y sonreías como un auténtico ángel.

Esboza una triste sonrisa y niega con la cabeza.

—Quizás estoy equivocado y no es así, pero mi otro yo, mi lado masoquista, me grita que me aleje de ti porque ya yo no soy el responsable de tus sonrisas.

—¿Cómo estás tan seguro? —digo a duras penas. —Te aferraste a la idea que aún te amo... ¿Por qué cambiaste de opinión tan repentinamente?

—Porque acabo de tomar una decisión.

—¿Cuál decisión?

—Lo que tengo que decir es probablemente, lo más egoísta que he dicho en mi vida.

Se levanta y lentamente se me acerca hasta quedar frente a mí.

—Justin, no vayas ahí...

—No, sólo tengo que decirlo de una vez, necesitas oírlo... Te amo, Kelsey. Y es por eso que te amo que no puedo ser egoísta contigo. No te merezco —me mira directamente a los ojos. —Pero Logan sí.

Estoy sin palabras.

Debe estar bromeando... Sí, debe ser una de sus tantas bromas. Pero no lo es. Conozco a Justin como la palma de mi mano y él está siendo completamente sincero conmigo. Sus ojos no mienten.

—No... ¡Tú no puedes estar hablando en serio! —me alarmo. —Es que... simplemente no puedo creerlo.

—Créelo, ángel. Porque es la verdad.

Lo miro y él me mira, el corazón me late más rápido de lo normal y algo dentro de mí me grita que lo haga. Y lo hago. Sin pensarlo dos veces. Me abalanzo sobre él y estampo mis labios contra los suyos, rodeo su cuello con mis brazos y pego mi cuerpo al suyo, sin importarme si alguien entra a la oficina y nos descubre. Él reacciona segundos después, tomándome por las caderas y abriendo un poco la boca para introducir su lengua y recorrer toda mi cavidad bucal. Sus manos acarician mis caderas, suben por mi cintura y llegan hasta mi cuello, y así profundiza el beso. Gimo por lo bien que se siente tenerlo así de cerca. En este momento sólo existimos él y yo. No existe Logan, no existe el remordimiento, no existe la culpa. Maldición, esto se siente tan jodidamente bien. Creo que no existen las palabras para describir lo que me hace sentir Justin con sólo un beso.

«Justin, Justin, Justin... Me vas a volver loca».

Él me toma por la cintura y yo pongo mis piernas alrededor de su cadera. Me pega contra la pared y le da un pequeño apretón a mi trasero, sacándome un gemido de pura satisfacción. Jesús. Creo que estoy tocando el cielo y al mismo tiempo me siento como si estuviera en el infierno porque sé que está mal, ¿y la verdad? No me importa. Y al diablo con el remordimiento y la culpa, no me seguiré engañando a mí misma. Sus besos son mi droga y no quiero curarme de esa adicción. Me encanta que Justin me bese, me toque y me haga sentir como ningún otro hombre me ha hecho sentir. Porque no existe nadie en este mundo que me haga sentir como él me hace sentir. Llámenme mentirosa, pero es la verdad. Ni siquiera Logan ha podido hacerme sentir como lo hace Justin. Admito que con él también he conocido nuevas sensaciones, he sentido cosas maravillosas y he aprendido muchísimo, sin embargo, con Justin lo tengo todo.

Él es mi complemento, mi otro yo, mi ancla, mi todo.

Lo amo con todo mi jodido y masoquista corazón, así de simple. Y no puedo cambiar eso. Quisiera, pero no puedo. Hace muchos años atrás hice una promesa y hasta ahora no la he roto, y no quiero hacerlo porque... simplemente no quiero y ya. A pesar de que en éstos momentos estoy mandando todo a la mierda al besar a Justin, no significa que vaya a regresar con él. ¿Aún lo amo? Por supuesto que sí. ¿Pienso decírselo? Obviamente que no. ¿Quiero estar con él? Sí, pero no es lo correcto. Este beso será nuestra despedida, aunque él no lo sepa. Sólo me estoy despidiendo, estoy dejando ir el pasado. Por más que duela, es lo mejor para los dos. Y que me perdone Dios si estoy dejando ir a la persona correcta. Siento mucho estar luchando contra el destino, no obstante, necesito hacerlo. De lo contrario esto se convertirá en una obsesión y termináremos mal; rotos, heridos, dañados...

Lo nuestro es dañino, pero tan adictivo.

Nuestros pulmones no resisten más estar sin oxígeno y nos separamos unos pocos centímetros.

—¿Esto significa que todavía me amas como yo te amo, cierto? —pregunta con la respiración agitada.

Respiro profundo antes de volver a hablar.

—No arruines el momento con pregunta tontas, ¿si?

—Es necesario para mí saber si esto significa lo que estoy pensando, porque si no...

Vuelvo a tomarlo del cuello y lo callo con un corto beso.

—Disfruta del momento —susurro sobre sus labios. —Puede que sea el último —acaricio su rostro y él se me queda mirando fijamente.

Su cuerpo es más grande, bastante musculoso.... Simplemente es todo un hombre ya. De repente empiezo a tener consciencia de su cuerpo junto al mío; pongo mis manos en su pecho y siento su calor junto con el fuerte latido de su corazón. Él me mira a los ojos y veo en los suyos una intensidad que me deja abrumada. Y esta vez es él quien me besa y no dudo dos veces en devolverle el beso, pero a medida que avanzan los minutos el beso se torna más apasionado, más caliente. Antes de pensármelo dos veces muevo mis labios contra los suyos y entonces nos estamos besando... su boca es cálida y cariñosa, paciente, dulce y suave; su lengua es persuasiva y la pasa por mis labios pidiendo permiso. Cuando abro mi boca a él, mi mundo se desvanece, la pasión y el cariño con la que me besa me deja abrumada, me siento indefensa ante su toque... Lo único que puedo hacer es responderle del mismo modo, con todo mi cariño hacia él. Sus manos se mueven por mi espalda y me pega a su pecho, yo rodeo su cuello con mis brazos y acaricio su nuca con mis dedos; siento como se estremece bajo mi toque y me siento poderosa.

Lentamente aparta sus labios de los míos y pega mi frente contra la suya.

—Oh, Kelsey... Hace tanto tiempo quería hacer esto contigo... —su voz sale ronca, su respiración agitada. —He estado esperando por ti. Todo este maldito tiempo que estuviste tan lejos de mí... —besa suavemente mis labios otra vez y siento como sus besos me devuelven la confianza y la seguridad.

Quiero más de esto. Lo quiero todo.

Me toma entre sus brazos y me deja sentada encima del escritorio, no sin antes haber quitado todos los papeles que estaban encima de él. Sus manos metiéndose por debajo de mi falda, las yemas de sus dedos clavándose en mi piel y sus labios comiéndose los míos. Devorándolos como si fuesen su droga. Me derrito cuando él empieza a dejar besos húmedos en mi cuello. Uno de mis puntos débiles. Gimo en voz baja. Él sonríe sobre mi piel y muerde mi cuello, volviéndome loca. Deja al descubierto mi hombro y lo besa dulcemente, poniéndome la piel de gallina. Con mis manos empiezo a tocar su cuerpo por encima de la ropa, siento su cuerpo caliente contra el mío y me pregunto cómo sería sentirlo otra vez piel contra piel. Sin pensarlo dos veces comienzo a tirar de su camiseta para sacarla de su cuerpo, él se aleja para permitir sacarla por su cabeza mientras me mira con intensidad. Al ver su pecho desnudo mis manos comienzan a explorar, sonrío con placer al ver como cierra los ojos, deleitado con mi toque. Oh Dios, está tan ejercitado... Me encanta. Sonrío seductivamente, le doy un pequeño empujón y lo dejo sentado en la silla giratoria, sin más preámbulos me siento a horcajadas sobre su regazo.

Reprimo un gemido al sentir su reciente y enorme erección presionándose contra mi feminidad por encima de mi ropa interior. Me hace sentir poderosa saber que yo he provocado esa erección, y me siento tan femenina porque sé cuán excitado está y todo eso es provocado por mí. Aún tengo ese poder sobre él. El poder de volverlo loco con una mirada, un gesto, una sonrisa, un beso, una caricia...

Cualquier mujer daría todo por estar con un hombre como Justin, pero yo soy la afortunada de tener su amor, su cariño, su cuerpo, su corazón... Tengo todo de él y lo estoy dejando ir por miedo. Miedo a salir lastimada; miedo de romperle el corazón a alguien que no se lo merece; miedo a que la relación no funcione como antes; miedo de cometer un grave error; miedo a que vuelva a romper sus promesas. Sí, soy una cobarde que no lucha por lo que quiere y necesita. Y es la primera vez, en mis veintiún años, que estoy dejando ir a lo que más amo en el mundo. Debería luchar contra el mundo si es necesario para que este amor no muera, sin embargo, estoy renunciando a mi felicidad. Y mi felicidad está al lado de Justin.

«No es momento de pensar en eso, disfruta el momento porque es el último. Ya no hay vuelta atrás».

Me alejo de Justin y me quito la chaqueta, seguido de mi camisa, quedando únicamente en sujetador. Él abre los ojos y siento su caliente mirada sobre mi cuerpo, me sonrojo al ver como mira mis pechos y una sonrisa se forma en tus labios. Me recuerda a la vez pasada que estuvimos a punto de hacerlo en el asiento trastero de su auto y él no dejaba de mirarme los pechos.

Viejos e inolvidables tiempos.

—Eres tan malditamente hermosa Kelsey... —se acerca a mí y entierra su cara en mi cuello, besando mi piel y haciéndome cosquillas. —Nunca me cansaré de decirlo.

—Justin... quiero tocarte, sentir mi cuerpo contra el tuyo. Nunca pensé decir esto, siendo sincera... —mi voz suena ronca y me quedo sin palabras.

Él me sonríe y es como si el sol hubiera salido por primera vez

—Puedes tocarme todo lo que quieras, ángel —besa mi cuello y mi clavícula, mordiendo y lamiendo mientras arma su camino hacia mis pechos. Los aprieta suavemente por encima de mi sostén y yo suelto un pequeño gemido.

Mentiría si dijese que no estoy excitada.

Sus manos vagan por mi espalda y cuando está a punto de desabrochar mi sujetador, alguien toca la puerta y me separo de él con el corazón latiéndome a mil por hora. Ambos nos miramos instantáneamente y Justin abre la boca para decir algo pero le tapo la boca para que no diga nada. Si nos descubren, estamos jodidos. No, la que se jodería soy yo porque se supone que debo estar trabajando, no besuqueándome con mi ex novio.

—¿Kelsey? —escucho la voz Olivia, una de mis compañeras de trabajo. —¿Estás  ahí? ¿Por qué no contestas?

Me levanto del regazo de Justin con cierta brusquedad, recojo las prendas que están tiradas en el suelo y y le tiro la camiseta de Justin.

—Póntela y escóndete, ¿okay? —le susurro. Él me mira con una ceja alzada y esboza una sonrisa divertida y yo lo fulmino con la mirada. —¡Rápido!

Olivia toca de nuevo la puerta y yo me apresuro a ponerme la camisa y la chaqueta.

—¿Kelsey? —eleva un poco la voz, tocando más fuerte la puerta.

—¡Ya voy! —grito ignorando si alguien más me escucha. Ruedo los ojos medio irritada y me miro en el pequeño espejo que llevo a todas partes, notando que tengo un maldito chupetón debajo de la oreja. Joder, mataré a Justin. —Estoy arreglando unos papales, ya te abro.

Cubro el chupetón con maquillaje y arreglo mi cabello que está hecho un desastre. Le doy un rápido vistazo a mi oficina, asegurándome de que Justin se haya escondido bien. Tomo una bocana de aire y le abro la puerta. Olivia me mira de arriba abajo con el ceño fruncido y yo me muerdo el labio inferior, rezando para que no sospeche de nada. Aquí hay muchos chismosos que se meten en las vidas de los demás y no quiero formar parte de esa lista. Podrían inventar un montón de cosas sobre mí que son totalmente falsas.

—Hola Olivia —sonrío como si nada pasara. —¿Pasa algo?

—Hola, Cassey —saluda usando su típico y aburrido tono de voz. —No, no pasa nada. Es solo que escuché ruidos raros que venían de tu oficina y pues me preocupé. Pensé que te había pasado algo malo.

El rubor se instala en mis mejillas y me quedo muda queriendo que la tierra me trague. Me siento bastante avergonzada.

—Si te encuentras bien, ¿no? Porque de un momento a otro te has puesto muy pálida... —me mira extrañada.

—Oh, no, no —muevo mi mano con desdén y río con nerviosismo. —Estoy perfectamente bien, ¿no me ves? Todo está bien, gracias por preocuparte por mí.

—¿Segura que estás bien?

—Segurísima —le sonrío mostrando todos los dientes. —Y si me lo permites, voy a seguir trabajando.

—De acuerdo —asiente. —Si necesitas algo, avísame.

—Gracias —sigo sonriendo pero ya me empieza a doler la comisura de mis labios. —Nos vemos en el almuerzo.

—Ahí nos vemos —sonríe. Se da media vuelta para regresar a su oficina y cuando estoy a punto de cerrar la puerta, ella se vuelve hacia mí. —Oye, una cosa más.

—¿Qué? —intento sonar amistosa.

—¿Has visto a un tipo vestido de conserje? Hace un rato lo vi merodeando por los pasillos como si estuviese buscando algo. Me pareció bastante sospechoso ya que no escuché nada sobre un nuevo empleado.

—¿Nuevo empleado? —me hago la desentendida. —Lo siento, pero no he visto a nadie. ¿Estás segura de lo que dices?

—Yo... —carraspea la garganta. —Tal vez me equivoqué, no sé.

—Sí, seguro —río leve. —¿Eso es todo? ¿Necesitas algo más?

—No, eso era todo lo que tenía para decir —hace un asentamiento con la cabeza. —Adiós, nos vemos.

Ni siquiera me despido de ella, simplemente cierro la puerta y le pongo seguro para asegurarme de que nadie me descubra. En realidad, a quien descubrirían sería a Justin vestido de conserje. Y si se enteran de que está aquí, vestido de esa forma y en mi oficina, pensarán cosas inimaginables... Sinceramente, no es para menos. Al instante de haber dado media vuelta, siento como unos fuertes y cálidos brazos rodean mi cuerpo y seguido unos labios que cubren mi boca, haciéndome perder el sentido de todo. Intento alejarlo de mí pero se me hace imposible. Es como una maldita droga, lo juro. Tengo que detenerlo o haré algo de lo que me arrepentiré más tarde. O quizá no me arrepienta nunca.

Hago un esfuerzo y me separo lentamente de él, apoyando mi frente con la suya. Nuestras respiraciones se mezclan y una pequeña sonrisa se escapa de mis labios. Por alguna extraña razón me siento feliz. Ese sentimiento tan fuerte vuelve apoderarse de mí.

Siento esa extraña sensación de querer escapar de esta situación y no puedo porque estoy aferrada a lo que un día fue. Me aferro a las promesas del ayer.

—Te amo, ángel —le escucho decir en voz baja, como si sólo quisiera que yo lo escuchara. —Y no importa si estás con él, igual te sigo amando. Aún más que antes. Estoy dispuesto a hacer lo que sea que me pidas, mi amor, haré todo lo que me pidas. Te haré la mujer más feliz del mundo, lo juro por mi vida.

—Has malinterpretado todo —logro decir. —Lo que acaba de suceder no significa nada.

Justin aleja su rostro para mirarme mejor y noto que su ceño está fruncido.

—¿Qué quieres decir?

—El beso... No es lo que piensas —digo titubeante.

—Me dijiste que aún me amas.

—No exactamente.

—La manera en como me besaste... lo dice todo. No tienes excusas.

—Te dejé muy claro que no quiero volver a verte —mi tono de voz es duro y frío. Odio tener que decirle todas estas cosas. —Y te besé porque quería despedirme. El beso es nuestra última despedida, que te quede claro.

—Sinceramente, no puedo creerlo —me mira con incredulidad. —Me besas como si no hubiese un mañana, casi hacemos el amor sobre tu escritorio y luego me dices que me aleje. ¿Por qué juegas así con mis sentimientos? Te recuerdo que no soy de piedra, Cassey.

—Fue un error, ¿bien? Me equivoqué.

Ni siquiera lo miro porque sé que si lo hago, no tendré el valor suficiente como para mentirle mirándolo a los ojos. 

—Te creeré cuando me mires a los ojos y me digas que no me amas.

Toma suavemente mi mentón, obligándome a mirarlo.

—No es problema mío si no me quieres creer —me encojo en hombros. —Yo sólo estoy diciendo la verdad.

—Entonces, mírame a los ojos y dime que no me amas, ángel —susurra cerca de mi oído, rozando sus labios con los míos. —Si lo haces, te creeré.

«Maldita sea».

No puedo hacerlo.

Sería como decir que no necesito de aire para respirar. Así como necesito del aire, necesito de Justin. No puedo decirle que no lo amo, pero tampoco puedo decirle la verdad. Es bastante complicada mi situación sentimental.

Soy un desastre, lo sé.

—Vete de aquí Justin, por favor —le ruego. —Si nos descubren podrían despedirme. Me encanta este trabajo y no quiero perderlo por tu culpa.

—Eric no te despediría, lo sabes.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso? —inquiero. —No está bien que yo ande besuqueándome contigo en mi oficina. ¡Es una inmoralidad de mi parte! Estás complicando demasiado las cosas.

—Sólo quiero que seas sincera conmigo, ángel —acuna mis mejillas y me mira con ojos suplicantes. Uh, odio cuando pone esa carita de niño que me hace caer rendida a sus pies. —¿Tanto cuesta?

—Eres tú quien no quiere creerme nada de lo que digo.

—Porque eres una mala actriz.

—¿Crees que estoy actuando?

—¿Tú qué crees? —ríe burlón. —Ambos sabemos lo mucho que nos deseamos. El amor es mutuo. Nos amamos, nos deseamos, nos deseamos, nos extrañamos. Y no importa cuán grande sea la distancia entre nosotros, el destino siempre estará a nuestro favor.

—El único que, supuestamente está enamorado, eres tú. ¿Te has visto en un espejo? Sólo estás haciendo el ridículo... —murmuro. No sé de dónde saco el valor para decir todas estas cosas. —Yo no siento nada por ti. Grábatelo en la cabeza.

Pienso que con lo que acabo de decir él se sentiría mal, pero es todo lo contrario. Una sonrisa se dibuja en su rostro y sus ojos me miran con diversión, como si lo que acabara de decir fuese un chiste.

—Tratando de lastimarme con palabras falsas, no lograrás nada —me guiña un ojo. —Me gusta que me enfrentes... es tan excitante ver como luchas contra lo que sientes.

Trago duro.

De un momento a otro, mi cuerpo es acorralado por el suyo. Su respiración se mezcla con la mía y yo dejo de pensar. Sus dientes atrapan mi labio inferior, haciéndome gemir bajito. Él sonríe lascivamente mientras que yo me maldigo porque he perdido el control de la situación. Se me hace muy difícil poner resistencia.

—Está bien, Kelsey —dice susurrándome al oído. —Te dejaré tranquila por el momento, pero...

—Pero, ¿qué? —lo interrumpo.

—Pero no me rendiré tan fácil.

Eso suena a una promesa.

Parpadeo varias veces, miro hacia todos lados dándome cuenta de que ya no está.

«Dios mío... ¿Qué acaba de pasar?».

Mi corazón no puede con tanto.


*********

Nota de la escritora:

¡Hola mis niñas preciosas! ¿Cómo han estado? Yo bastante ocupada, demasiado diría yo... Este año prometí que me esforzaría más y eso estoy haciendo porque no quiero que se me queden materias. Necesito sacar excelentes calificaciones, sólo me quedan dos años y por fin me graduaré, también tengo una vida y los fines de semana son mis únicos días libres. Y los exámenes finales del primer semestre me están tocando las narices. Tendré que estudiar muchísimo y no creo tener tiempo para escribir, pero tendré vacaciones y esos días actualizaré más seguido. La novela sólo tendrá cincuenta capítulos, como la primera temporada y saben lo mucho que me he esforzado en mejorar la historia, por ende, me tomo más tiempo. Soy muy perfeccionista y si no me siento conforme con el capítulo que he escrito, lo borro y vuelvo a escribir.

Sé que siempre les pido disculpas por mi irresponsabilidad, pero necesito hacerlo porque odio dejarlas así. Odio que no recuerden qué pasó en el capítulo anterior. Muchas dejan de leer y lo entiendo perfectamente, están en todo su derecho de dejar de leer porque sé cuán desesperante es esperar por un mísero capítulo. No obstante, soy feliz de que muchas se queden aquí y sigan leyendo la historia. Muchísimas gracias por todo su apoyo. Estoy muy agradecida con cada una de ustedes, son las mejores lectoras del mundo y es un honor tenerlas. Sin ustedes, no estaría donde estoy. Mil gracias y perdónenme por haber tardado tanto como la otra vez. Les diría que no volverá a suceder pero como pronto estaré en exámenes, no les prometo nada. Igual haré mi mayor esfuerzo por actualizar lo antes posible.

¿Y qué tal les pareció el capítulo? ¿Qué creen que hará Justin? ¿A quién le romperán el corazón? ¿Natalie reaparecerá o Justin irá en busca de ella? ¿Se acercan buenas o malas noticias? ¿Kelsey le confesará a Logan que lo ha traicionado? ¿Una cena con la familia Bieber y los Cassey? Ya saben que la Navidad se acerca y las familias de ambos son muy amigos eh. Quién sabe lo que pueda suceder, yo no puedo decir nada xd

Espero que les haya gustado el capítulo y por favor, no dejen de votar y comentar, ¿si? Es muy importante para mí que lo hagan porque así me doy cuenta si siguen leyendo o no. También valoro mucho sus opiniones, pueden decirme cualquier cosa.

¡Voten y comenten para seguirla lo más pronto posible! La historia está a punto de llegar a un millón de leídos*w* omgggggg ksksk moriría si eso pasara, estaría muy feliz (a pesar de que la historia no está en mi cuenta lel) en fin, gracias por todo el apoyo❤️ pasen un bonito día, las amo con todo mi jart xx

Nota adaptadora:

¡Hola! Me presento, soy Carolyne, la adaptadora de esta historia, por lo tanto la cuenta es mía y venía a hacer un poquitin de promoción por acá ya que esta historia es mucho más leída a comparación de la que estoy publicando. Así que si fuerais tan amables para poder pasarse por una de mis historias que estoy casi por terminar, se titula "The past leaves it's mark'' y acá les dejo un pequeño adelanto; ❝Justin, es otro caso, tiene arrastrando varios problemas y confusiones. Nicole, inmediatamente, caída por la atracción del chico, decide conquistarlo, pero él se resiste a sus encantos. Todos los intentos -fallidos- de conquista, quedan estancados ante el descubrimiento. A Justin no le van las mujeres, siente apatía y repudio por ellas, tiene otras atracciones, los hombres por ejemplo.❞ Así que si les parece interesante no olvidéis pasar por allí (El tema de la obra no va con intensiones para que ofender o algo por el estilo) que prometo que os gustará (Actualizo muy a seguido, hasta 5 veces por semana). También tengo otras dos adaptaciones finalizadas por si les gustaría revisar ¡Me ayudarían demasiado, no saben cuánto! ¡Las amo! ¡Saludos!

Continue Reading

You'll Also Like

71.5K 3.8K 51
Juanjo Bona y Martin Urrutia se conocen en el casting de Operación Triunfo, ¿Dónde les llevará la experiencia?// Historia de los agapornis, lo mas fi...
628K 58.2K 45
"ADAPTACIÓN" Me ví obligado a casarme con el hombre más frío, cruel, orgulloso, prepotente y multimillonario de todo el país solo por un contrato que...
201K 10.9K 99
Segunda parte de One Shots - Selección Mexicana La primera parte se encuentra en mi perfil más de 100 One Shots Pequeñas historia de tus futbolistas...
826K 123K 101
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...