Klaus se despertó sonriendo, mirando a su lado se encontraba Caroline. Su esposa.
Se dedicó a contemplarla por varios minutos, admirándola y grabándose cada parte de su cuerpo
-¿Te gusta lo que ves? –dijo ella sin abrir los ojos
-Siempre- El la coloco y la puso justo encima de él
-Esto es increíble, que seas mi esposo y yo tu mujer, no puedo imaginar un escenario más perfecto
-Yo sí. Tú y yo recorriendo el mundo junto, persiguiendo el amanecer. Juntos
-Siempre Juntos Klaus –recalco ella
-¿Es eso una promesa?
-Solo si así tú lo deseas
-No me puedo imaginar mi vida de otra manera. Mi esposa
-¿Qué tal si empezamos nuestra vida juntos preparándonos para el aeropuerto?
-Nuestra vida la empezamos desde el momento en que pase por tu puerta y te cure con mi sangre –Klaus le dio un beso a Caroline, se separó para mirar el reloj y de ahí a su esposa –Creo que aún tenemos tiempo –dijo él y ambos sonrieron y empezaron a besarse haciendo el amor
2 horas después Klaus y Caroline llegaron casi con las justas al aeropuerto y luego de cansados pero gustosas horas de viaje, llegaron a su destino. Italia
-Que complaciente al traerme a mi ciudad favorita –le dijo ella, dándole un abrazo por detrás
-No solo la tuya amor, también es la mía ¿Recuerdas?
-Um, recuerdo la dulce semana que pasamos aquí conociéndolo todo y en esa adorable mansión los dos solos
-Lo recuerdo, solo que lamento informarte que no nos quedaremos en esa dulce mansión. No quedaremos en un hotel
-¿Por qué?
-Kol aposto la mansión en una partida de Poker y la perdió –Caroline se sintió desilusionada pues esa mansión tenía muchos recuerdos
-No importa, Lo importante es pasar contigo
-Nos divertiremos mucho...
Klaus estaba junto con Caroline recorriendo toda la ciudad, ya era casi de noche y Klaus la llevo hasta el restaurante más exclusivo de la ciudad
-Al parecer no hay mucha clientela hoy –comento ella ante la ausencia de clientes
-Lo había. El restaurante estaba lleno. Solo que yo quería que fuera para nosotros
-Me parece perfecto –Dijo Caroline besando a su ahora esposo. Cuando se separaron, Klaus la tomo de la mano y la dirigió hasta el balcón de la terraza
-Esto es simplemente perfecto. Todo esto
-Tenía que serlo, amor. Ese era el objetivo –le contesto Klaus abrazándolo por la espalda
-Sabes? No creo que pueda haber un segundo en el que me arrepienta de mi decisión no de ti
-Ni yo de ti Caroline. Desde el momento que te vi, supe que cambiarías toda mi vida
Ambos se sonrieron mutuamente compartiendo esos momentos que solo ellos comparten, con una vista hermosa y el escenario más perfecto que pueda existir
Ambos se dirigieron a la mesa cuando el camarero llego y les sirvió la deliciosa cena, con el mejor vino de toda Italia, hablando de anécdotas, recuerdos, vivencias, el futuro y toda clase de cosas que surgiera.
-Sabes qué es lo que más me gusta de ser un vampiro? –Klaus se dirigió hacia Caroline
-¿Qué? El poder pasar juntos una eternidad
-De hecho iba a decir el poder manipular a gente. Pero eso también –Dijo el riendo, mientras sintió como Caroline le lanzo un objeto, que él evito mientras daba una sonrisa
-Es broma amor, sabes que estar contigo es lo mejor. Eres todo lo que alguna vez pude haber deseado –dijo Klaus dirigiéndose hacia ella, listo para pasar la eternidad con ella y hacer lo necesario para cumplir sus promesas.