Zayn miraba con preocupación a su amigo, como su cuerpo temblaba de manera agresiva, su cabeza golpeándose contra el piso.
No podía hacer nada.
Harry tenía que salir de esa solo.
Sentía como su piel era rasgada, su cuerpo convulsionando en el piso, sus propias uñas clavándose en la palma de sus manos.
Sus ojos se voltearon, quedando totalmente blancos, alrededor de sus muñecas comenzaron a forzarse cadenas con su propia piel, apretando fuertemente.
–¡No, no, no! –grito.
Pero no había nada por hacer.
Cuando su cuerpo dejo de temblar, su respiración era pacifica, sangre escurriéndose de su cuerpo.
–¿Estas bien? –Zayn murmuro.
Harry asintió.
–Esto era lo que tenía que pasar.
Secretos se mantenía tranquilo en su mente, escondido en la oscuridad, en lo más profundo.
–Lo lamento muchísimo.
Harry rio sin ganas, levantándose del piso, sintiendo su cuerpo pesar demasiado.
Las cadenas se habían formado alrededor de sus muñecas, tobillos y en su cuello.
–Yo también.
Zayn arrugo el entrecejo.
–¿Tú porque?
Harry miro las llamas alrededor de él, como una fuerza lo jalaba mas allá, alejándose poco a poco de su amigo, alejándose de todo, para ir a lo más profundo del infierno.
–Por haberme enamorado de él.