"¡Viaje!" Chilló Rowan desde su silla de seguridad moviendo sus piernas nerviosamente. Lauren rió desde el asiento delantero, y le hizo una mueca a la pequeña por el espejo retrovisor.
Solo habían pasado unas horas, y Lauren y Rowan se encontraban ahora en la carretera, iban de camino al apartamento de Camila para comenzar a empaquetar las cosas, y coger lo que necesitarían estos días. Rowan y Lauren se quedarían en el hotel más cercano al hospital hasta que le dieran el alta a Camila. Estaban siendo vigiladas por policías para asegurar que estaban bien. Eso ponía a Lauren inquieta, pero se lo guardó para sí misma.
Rowan se quedó dormida tan pronto como salieron del parking del hospital.
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Lauren le dio las gracias a los señores de la mudanza mientras estos se llevaban las últimas cajas que quedaban en el apartamento. Sus ojos escanearon el apartamento vacío, y se le formó un nudo en el estómago. Parecía tan..... sin vida.
"¡Estoy despiertaaaaaa!" Cantó Rowan desde el suelo, donde se había quedado dormida mientras Lauren ayudaba con la mudanza.
"Ya lo veo, pequeña," Rió Lauren, se dirigió hasta donde estaba y se sentó al lado de Rowan, quién inmediatamente se recostó sobre el pecho de Lauren.
"¿Te irás de nuevo?" Preguntó Rowan inocentemente, sus ojitos miraban los de Lauren.
Lauren odiaba ese tipo de preguntas. No podía mentir a Rowan. No sabía lo que iba a pasar.
"Haré lo que esté en mis manos para no tener que hacerlo, ¿Vale?"
Rowan asintió. "Por favor no te vayas. No me gusta ver a mama triste."
El corazón de Lauren se estremeció y asintió. Esta conversación se parecía a la misma que tuvieron ella y Camila cuando Lauren iba a marcharse el primer día que se vieron después de tantos años.
"Haré todo lo que pueda y cuidaré de vosotras, lo prometo."
Rowan no dudo en juntar sus meñiques a modo de promesa.
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Después de el largo viaje de vuelta al hotel, Rowan y Lauren se quedaron dormidas en la cama, Rowan prácticamente estaba durmiendo encima de Lauren. Ambas se despertaron cuando tocaron a la puerta.
Rowan saltó de la cama, llena de energía aunque acabase de despertarse. Lauren gruñó, y la siguió por el pasillo. La puerta se abrió y Rowan saludó a Ally, quién llevaba una bolsa de comida para llevar.
"Toda tuya," Rió Lauren, asistiendo a Rowan quien ya estaba suplicándole a Ally por una galleta. Lauren tomó prestadas las llaves de Ally y salió el apartamento. Después de dos paradas y un corto viaje se encontraba aparcada frente al hospital.
"¿Para quién son?" Preguntó Camila confundida al ver a Lauren con un ramo de margaritas en sus manos.
Lauren elevó sus cejas y dejó las flores sobre la mesita, cogió una de las margaritas y se la dio a Camila para que la oliera. "Para ti."
Camila se sonrojó. "Oh." Cogió la margarita y la olió. "Gracias."
"También he comprado comida, por si tenías hambre," Dijo Lauren ofreciéndole una bolsa de patatas a Camila, quién las abrió con ansiedad.
"Oh, una cosa más. Rowan me dijo que te diera esto," Recordó Lauren. Metió la mano en su bolsillo y sacó un trozo de papel plegado. Camila cogió el papel y lo desdobló.
"Rowan piensa que tienes unas tetas gigantes."
"¿Qué?" Dijo Lauren riendo y acercándose a Camila para ver el papel. Rió con más fuerza y sacudió su cabeza. "Al menos tu eres más alta que yo," Lauren le guiño un ojo.
"Pero tu tienes un sombrero morado."
"Rowan dice que es porque soy un canguro y soy especial," Lauren asintió y ambas chicas rieron.
Lauren se sentó en el borde de la cama, y le quitó un par de patatas a Camila. "¿Cómo te encuentras?"
"Horrible."
"¿Estás dolorida?"
"¿Tu que crees?"
"Seguramente el también este dolorido." Bromeó Lauren.
"¿Crees que lo pillaron?" Preguntó Camila cambiando de repente su estado de ánimo. Lauren pensó un momento antes de responder.
"Vamos a dejar de pensar en eso, ¿vale?" Lauren mordió su labio y Camila asintió.
"Le conté a Ally," Soltó Camila.
"¿Sobre lo de que te tienes que mudar? ¿Qué dijo?"
"Estaba triste... pero lo entiende. Seguirás hablando con ella cuando me vaya, ¿verdad?" Preguntó esperando un sí como respuesta.
Lauren asintió momentos después. Aún no le había dicho a Camila que había posibilidades de que se fueran juntas. No quería crearle falsas ilusiones.
"Estoy cansada de tener que irme, Laur," Suspiró Camila, su respiración estaba algo acelerada. Odiaba pensar en eso.
"Te quiero."
"¿Qué?" Camila se irguió y levantó sus cejas. "¿Lo dices enserio?"
Esa respuesta pilló a Lauren por sorpresa. "Ya te lo he dicho antes, Camz. Claro que lo digo enserio."
"Oh. Yo..bueno, pensaba..."
"¿Qué ya no te quería?"
Camila asintió y Lauren bajo la cabeza. Miró a la más pequeña a los ojos y se acercó a ella, agarró gentilmente la cara de esta y le dio un beso en la mejilla.
"Eso nunca será posible, Camila."
Camila se sonrojó y Lauren sonrió dulcemente, se miraron durante unos segundos, después Camila cogió a Lauren de las manos.
"¿Te acurrucas conmigo?"
"Yo.. no quiero hacerte daño..." Lauren mordió su labio, y se paso una de sus manos por la parte trasera del cuello.
"No me importa. Quiero tenerte cerca. No se si está será nuestra última oportunidad de hacerlo."
Lauren asintió y se acostó en el borde de la cama. Camila rió.
"Te vas a caer," Dijo riendo. Acercó a Lauren más a ella y apoyó su cabeza en el hombro de esta. Lauren se estremeció al sentir la respiración de Camila en su cuello.
"Yo también te quiero, Lolo. Siempre lo he hecho."
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Ambas acabaron quedándose dormidas en la pequeña cama de hospital. En el pequeño colchón apenas cabía una persona, pero a ninguna de las dos parecía importarle estar tan cerca de la otra.
Camila se levantó agitada esa mañana, lloriqueó cuando intentó alcanzar a la chica de ojos verdes pero no había nadie. Sus ojos se abrieron inmediatamente. El espacio que Lauren había ocupado previamente ahora estaba vacío.
¿Había sido todo un mal sueño? Camila retuvo el aliento y se sentó en el borde de la cama, sintió un escalofrío cuando su pie tocó el frío suelo. Podía sentir los puntos de sutura en su costado, levantó su camiseta y presionó las vendas contra su piel caliente. Hizo una mueca de dolor, se agarró el costado y se puso de pie.
Un suspiro de alivio se escapó de sus labios cuando sus ojos se posaron sobre la sudadera de Lauren que había sobre la silla. Lauren no podía haberse ido, especialmente sin su sudadera favorita. Camila se dirigió a la puerta casi cayendo cuando su pie se deslizó de debajo de ella. Debajo de su pie había una carpeta, metida por debajo de la puerta y con una nota adhesiva sobre esta. Se agachó lentamente, ignorando el dolor y cogió la carpeta, pestañeó un par de veces para que sus ojos se adaptaran antes de leer la nota.
Resolviendo algunas cosas con Rowan. Te dije que nunca te dejaría.
Todavía un poco aturdida por el sueño, Camila abrió la carpeta cautelosamente. Ojeó los papeles que había en su interior. Sus pies la llevaron de nuevo a la cama y se sentó cuidadosamente, sus ojos seguían escaneando los papeles. Todo cobró sentido y una milésima de segundo después los papeles cayeron de sus manos, y se posaron sobre el suelo. Camila pestañeó un par de veces antes de poder recomponerse y agacharse para recoger los papeles.
Lauren se quedaba. Con ella.
Camila ya se había preparado mentalmente para la despedida. Nunca se le había pasado por la mente la posibilidad de que Lauren se fuese con ella. Quitando el hecho de que su costado estaba desprendiendo dolor, no podía evitar sentir que todo en ese momento era perfecto. El anillo que Rowan le había dado llamó su atención, se llevó las manos a su boca para cubrir su sonrisa.
Después de ordenar los papeles y guardarlos en la carpeta, los dejó sobre la silla. Sus ojos se volvieron a posar sobre la sudadera de Lauren y una sonrisa se formó en su rostro, la alcanzó y se la puso. El olor de Lauren la abrumó al instante y se dio cuenta de que había estado sonriendo como una idiota por un buen rato. No le importaba.
Se metió en la cama. Dormir ahora le era más fácil, todas las preocupaciones habían desaparecido prácticamente.
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"Te he traído caf-" Lauren se calló cuando vio a Camila. Adormilada sacó la cabeza de debajo de sus brazos. La cara de la más pequeña se iluminó cuando vio a Lauren y comenzó a incorporarse.
Lauren rió, se acercó rápido a la cama, para evitar que Camila se levantara. La más pequeña rodeo a la más mayor con sus brazos y hundió su cara en su hombro.
"Hey," Lauren rompió el silencio, posó su barbilla sobre la cabeza de Camila. Sintió como reía debajo de ella.
Camila no hizo ningún movimiento para soltarla, así que Lauren cuidadosamente se sentó en el borde de la cama. Gentilmente puso a Camila en su regazo, y esta levantó su cabeza para mirar directamente a Lauren.
Sus ojos se miraron unos segundos, después sus labios se juntaron. El beso solo duró unos segundos pero fue la mejor sensación del mundo. Camila acomodó su cabeza en el hombro de Lauren cuando sus labios se separaron.
"El doctor sigue llamándote 'mi novia'," Dijo Camila riendo, sintió como la respiración de Lauren se cortó. Sus ojos se abrieron y la miró confusa. "¿Qué?"
"Me salió así..." Admitió Lauren sintiéndose avergonzada. Camila rió y sacudió la cabeza.
"Simplemente pensé que yo sería informada de nuestra relación antes que el, eso es todo," Camila la puso a prueba, sintiéndose algo nerviosa y usando la mano que tenía libre para jugar con la sudadera.
"¿Eso es un sí?" Lauren sonrió, y Camila giró la cabeza para mirarla.
"No me lo has preguntado," Rió cuando Lauren puso sus ojos en blanco.
"¿Lo serías?"
"¿Sería que?" Camila volvió a poner a prueba a Lauren, amaba ver lo frustrada que estaba.
"Ya sabes...." Lauren rió.
Camila hizo un puchero y negó con la cabeza.
"¿Serías mi novia?"
"Solo si tu eres la mía," Dijo sonrojada.
"Estás loca."
"Lo se."
"¿Eso es un sí?" Lauren la miró.
"Es lo que tu quieras que sea."
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