«En Halloween todo puede pasar.»
Esas palabras habían invadido hasta el rincón más remoto de mi mente.
Después de que terminé de hablar con James me fui directo al aula de Matemáticas, pero me sorprendieron las palabras del maestro Vincent.
-El señor Pearson se ha encargado de informarme que no asistirá a clases el resto del día de hoy debido al golpe de su cabeza-dijo mientras me empujaba fuera del salón.
-Pe-Pero...
-Que tenga buen día- y antes de que pudiera decir otra cosa, el maestro Vincent me había cerrado la puerta en la cara.
- ¿De acuerdo?-susurro para mis adentros.
Doy media vuelta y me encuentro con esos hermosos zafiros, y esa preciosa sonrisa que tanto me encanta.
Coloca sus manos a cada lado de mi cabeza, acorralándome contra la pared y se inclina poco a poco hasta rozar nuestras narices. Eso me deja sin aliento.
-Lamento lo de la enfermera-ríe divertido.
-No te preocupes-sobo mi cabeza, tratando de disimular mi nerviosismo.
Era muy injusto, ¿Cómo iba a poder enfadarme con él si se me acercaba de esta manera?
- ¿Aún te duele?
-Sí...ese chico sí que lanzó fuerte la pelota-trato de no tartamudear.
Mis ojos se dirigen directamente hacia sus carnosos labios, en ese momento recuerdo la otra noche en mi habitación, y me pregunto qué habría pasado si Monique no hubiese llegado a interrumpir.
-Sí...le di a Tobías su merecido, no te preocupes-traga fuerte.
Abro mucho los ojos al escuchar sus palabras.
- ¿T-Tobías?-titubeo.
-No lo sabes-dice en un susurro apenas audible.
- ¿Tobías fue el que me golpeó?-No podía creerlo, simplemente mi mente no podía procesarlo-. ¿Alex?-él no contesta sino que mantiene su vista clavada en el suelo.
Lentamente, coloca las manos a sus costados y las introduce en sus bolsillos.
- ¿Alex?-esta vez lo dije más firme, debía estar segura antes de hacer cualquier estupidez-. ¡Alex!- tambaleo en un intento inútil de empujarlo hacia atrás -. ¡Esto es el colmo!-me sujeto de su brazo para recuperar mi equilibrio-. ¡Pero me va a escuchar!-lo rodeo caminando hacia la puerta, pero él me alcanza velozmente, impidiéndome el paso-. ¡Apártate Alex!
-No dejaré que hagas algo de lo que luego te arrepientas-demanda.
- ¡He dicho que te apartes!-le grito.
Será mejor que le hagas caso Alex...
Y lo hizo, tuvo que pensarlo un poco antes de hacerse a un lado para dejarme pasar.
Me dirigía a la cafetería con pasos rápidos y notables de mi recién enfado. Lo localizo, sentado en la mesa con sus amigotes, esa estúpida sonrisa en su rostro, sin rastro de culpa, como si nada hubiese pasado.
Imbécil...
Camino hasta la mesa esquivando a todos los estudiantes que me echaban miradas de miedo, incluso al chico estornudo, lo escuché murmurarle algo sobre mí a la chica a su lado, todos comenzaron a apartarse paso formando un camino hasta donde estaba Tobías que ni siquiera tuvo que pensarlo dos veces antes de pararse de la silla, se notaba a leguas su nerviosismo.
Y tenía que estarlo, se acercaba la hora de su muerte...
- ¡Eres un maldito imbécil!-le grito cuando estoy frente a él.
-Sarah yo...
- ¡Deberías tener vergüenza!-no lo dejé terminar sus palabras-. ¡No es mi culpa que debas golpear chicas por que no tienes lo suficiente para golpear a un hombre!
- ¡Yo no golpeo chicas!-se pone a la defensiva-. ¡¿Por qué tu novio no detuvo la pelota...es que tanto miedo me tiene?!
Ja, Idiota.
- ¡¿Tenerte miedo?...mi perro es más hombre que tú!-todos comienzan a gritar y a lanzar abucheos hacia el idiota que tengo enfrente.
- ¡Ni siquiera tienes perro!-dice de manera incrédula-. Espera un momento, sí que lo tienes, el idiota Alex.
-¡No lo llames idiota, idiota!-le grito-. ¡Él no va por ahí golpeando chicas!-todos gritan y levantan sus brazos hacia mí como símbolo de apoyo.
Esbozo una sonrisa triunfante, él junta las cejas y aprieta sus puños, levanta su puño derecho...va a golpearme.
Por acto reflejo cierro los ojos con fuerza esperando el golpe de su parte.
Pero este nunca llega, abro los ojos y veo a Tobías con la cara roja de furia mirando a Alex con odio mientras este le sujeta su brazo derecho, intenta zafarse de agarre pero no lo logra...Obviamente.
- ¡Siempre tienes que defender a tu novia ¿Cierto Alex?!-dice entre dientes, debido al empeño de su fuerza para zafarse del agarre de Alex-. ¡¿Es que piensas que Sarah no puede defenderse sola?!
Tobías...date por muerto...
Es ahí cuando reacciono, y le doy un rodillazo en la entrepierna dándole en donde más le duele, este gime de dolor y cae al suelo cuando Alex lo suelta, es ahí cuando ocupa ambas manos para cubrir la zona del golpe.
- ¡Mis bolas!-chilla.
-Lo siento...no creí que tuvieras-digo de manera descarada.
- ¡Maldita sea como duele!-se retuerce de dolor.
- ¡Creo que aquí el que no puede defenderse eres tú!-Alex rodea mi cintura con su brazo acercándome a él.
Sarah 1, Tobías 0
Adelí Mathews
No puedo más...
Creo que moriré en estos momentos...
No puedo creer lo que acabo de ver...
Sarah Cooper acaba de dejar sin hijos a Tobías Gregory.
Simplemente épico, haber visto los berrinches que hizo el muy idiota de Tobías me partió de risa y más aún cuando trajeron la camilla para llevárselo a enfermería.
Recordaré este día para siempre.
-Todo listo chica fuego-una voz interrumpe mis pensamientos.
Trato de dejar de reír, sin embargo, me es imposible, extrañaba ver a al lado Hulk de Sarah.
- ¿Qué sucede?-Scord da un paso al frente.
-No es nada-retrocedo acomodando mi chaqueta-. Vamos, muero de hambre.
Comenzamos a caminar por el bosque hasta donde están los demás, al llegar ahí, no puedo evitar entreabrir los labios saboreando nuestra comida.
- ¿Alguno de ustedes sabía que Sarah y Monique nos llaman Los Darkers"?-James termina de hacer un nudo alrededor del árbol.
-Yo lo sabía-admito levantando mi dedo índice-. Déjenme decir que les queda el apodo.
-A mí me gusta-Pryscilla aterriza en el suelo al bajar del árbol-. Suena...genial-se acerca a depositar un dulce beso en la mejilla de Scord-. ¿Qué opinas amor?
- ¿Podemos dejar las cursilerías y caricias para otro momento?...Muero de hambre-me quejo, tanto amor ahora me causaba un revoltijo en el estómago.
-Es cierto...no se nos vayan a escapar-Elízabeth ríe divertida.
Me acerco a la pareja de adolescentes que se encuentran inconscientes amarrados a un árbol.
- ¿Están...?
-No, siguen vivos...la comida sabe mejor cuando está fresca-pasa su lengua por sus labios, humedeciéndolos.
-Sí-digo sin convicción-. ¿Cómo los trajiste?-observo la botella de licor que el chico lleva en sus manos.
-Digamos que hubo un "Accidente" en la cervecería y yo como el héroe que soy salvé a las personas que estaban dentro-hace una pose de superhéroe-Creo que el chico era el dueño, que sé yo.
Examino el rostro del chico, es apuesto en verdad, una lástima que toda esa preciosura sea desechada.
Tomo su brazo derecho y lo llevo hasta mi nariz inhalando su aroma...A+, mi favorita. El chico se sacude un poco, aun así dejo caer su brazo sobre el suelo con rudeza.
Después de todo...si despierta...como quiera morirá...
Me acerco a James hasta quedar a pocos centímetros de su rostro.
-Quiero al chico-le digo.
-Es todo tuyo-levanta los brazos en su dirección.
La chica da un ligero parpadeo, lo que hace que nos ocultemos detrás de los árboles sin que se dé cuenta de nuestra presencia. La chica sacude la cabeza, y abre ligeramente los ojos.
- ¿D-dónde?-titubea.
Intenta ponerse de pie, pero la soga que la sujeta se lo impide, esta acaricia su textura y mira a su alrededor, viendo a su novio con terror.
- ¡Fredd!... ¡Fredd!-sacude al chico asustada.
Este despierta agitado, después mira a su novia desconcertado, al darse cuenta de la situación ambos comienzan emitir gritos de auxilio.
-Tranquilos, tranquilos-James se posiciona frente a ellos, estos lo miran horrorizados por su rapidez-. Shh-coloca su dedo índice sobre los labios de la chica.
- ¡No la toques idiota!-le ordena el chico.
- ¡Adelí será mejor que empieces si no quieres que yo mismo acabe con él!-grita sin quitarle la mirada de encima al pobre de Fredd.
Trago con dificultad y me preparo mentalmente.
En unas horas te arrepentirás de todo esto...
Trato de hacerle caso a las palabras de los Darkers:
«No fraternices con tu comida...o saldrá ganando.»
Es cierto...Si no quiero arrepentirme más tarde será mejor que no me familiarice con estos chicos. Además, con cada persona que cazo la culpa va disminuyendo. Supongo que algún día todo esto será algo normal para mí. La sangre de aquel chico me llama, así que en menos de un segundo me encuentro frente a él.
Le observo con más detalle, la vena azul en su garganta latía con rapidez, me concentró en el latido constante de su corazón, en el aroma de su sangre. Trataba de buscar algún sentimiento o remordimiento, pero no había nada. Fue entonces que me di cuenta de que en realidad, la única vez en mi vida en que había sentido culpa fue cuando me alimenté de sangre humana por primera vez, cuando me alimenté de Greg, y apenas duró treinta minutos, después, al ver a Sarah tan enfurecida echándome de cabeza con los Pearson, las cosas se tornaron divertidas, más aún cuando Rihanna trató de asesinarme.
Tan estúpida como siempre Rihanna...
- ¿A q-que se refiere?-el pecho de Fredd sube y baja de manera agitada-. Les daré todo mi dinero-chilla.
-Tranquilo amigo no queremos tu dinero-no me había dado cuenta de que Elízabeth se encontraba abrazada a James, después de echarle una ojeada al chico de cabellos rubios deposita pequeños besos en el rostro de su novio.
Resultaba extraño que dos sociópatas asesinos se dieran amor entre sí y repartieran miseria a los demás.
-Esto será rápido-le informo con sutileza-. No te dolerá...mucho-una sonrisa tira de mis labios al ver al pálido y asustado rostro del chico
Y de un movimiento rápido, me abalanzo sobre él
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Llegamos al 1k!!!!!!
Sé que tal vez para algunos de ustedes 1k no signifique mucho pero para mí es algo grandioso saber que están leyendo mi libro.
Así que gracias!!! A tod@s.
Y decidí subir antes porque estoy feliz :) así que aquí les dejo el cap espero les guste.