Pov Hinata.
¡Rayos! No entiendo que le sucede a Kageyama, ese tonto a estado actuando más insoportable que de costumbre, ni siquiera me levanta el balón en los entrenamientos, esta vez ha ido demasiado lejos, comprendo que no le agrade mucho pero debería seguir dándome el balón... ¡Hacemos un buen equipo!
¿Por qué mi corazón se esta sintiendo tan inquieto cuando me ignora?
Sawamura: ¡Hinata el tiempo de dencanso terminó! –¡Bien, por ahora ignorare ese problema, es hora de concentrarme en el partido de práctica contra los senpais!
Me levante con energía, ¡podremos ganarles a los senpais sin los levantamientos de Kageyama, no lo necesito!
Fin pov Hinata.
El partido estaba avanzando a un buen ritmo, pero pronto los senpais comenzaron a anotar punto tras punto, era cierto que los de primer año eran buenos, pero sin las jugadas rápidas de Hinata y Kageyama la diferencia se hacía presente. El primer set se lo llevaron los jugadores veteranos, haciendo enojar al pequeño peli naranja.
Hinata: ¡Ya no lo aguanto! ¡Levanta el balón para mi! –Le grito al peli negro frente a frente.– ¡No se que problema tengas conmigo, pero hacemos un buen equipo!
Kageyama: ¡Alejate estúpido! –Lo empujo levemente para apartarlo.– ¡No me digas que hacer!
Hinata: ¡¿Uh?! –Frunció el ceño.– ¡Tengamos un juego uno a uno, si yo gano volverás a levantar el balón para mí!
Kageyama: ¡¿De verdad crees que puedes ganarme? Ni siquiera puedes sacar bien!
Sawamura: Chicos escuchen. –Dijo tratando de llamar su atención.
Hinata: ¡Deja de burlarte! O es que... –Sonrió burlón.
Kageyama: ¡¿Qué te pasa idiota?! ¡¿Se te murió otra neurona?!
Hinata: ¡¿Qué dijiste?! ¡Tonto rey! –Al segundo se arrepintió de haber dicho la palabra rey, pero aún con el aura asesina de Kageyama no se echaría atrás.
Sawamura: ¡Ustedes dos...! –Volvió a llamar su atención, intentando mantener su calma.
Tanaka: ¡Oigan escuchen a Daichi-san! –Los dos fueron ignorados por ambos.
Kageyama: ¡Te he dicho que no me llames rey! ¡Enano!
Hinata: ¡Tú no me llames enano! ¡Idiota!
Sawamura: ¡Ustedes dos ya fue suficiente! –Los miro amenazante, haciendo que se cayaran por el miedo.
Hinata: L-lo siento Sawamura-senpai. –Comenzó a hacer varias reverencias a modo de disculpa.
Kageyama: Fue culpa del enano. -Susurro bajo, apartando la mirada.
Hinata: ¡Oye! ¡Te escuché!
Sawamura: Ustedes no entienden ¿Uh? –Sonrió de forma aterradora.– Han estado muy peleadores estos días, ya no los echaré del club ¡Pero! –Ambos jóvenes tragaron saliva mirando impacientes.– Se tendrán que quedar hasta tarde limpiando el gimnasio ¡Sin peros! A menos que quieran aumentar el castigo.
Los dos aceptaron a regañadientes, más Kageyama que Hinata, al último no le parecía mucho, no mientras no los expulsaran o los dejaran fuera de prácticas, y juegos.
Tsukishima se estuvo riendo de ambos junto a Yamaguchi, Nishinoya le dio alientos a Hinata que se puso felíz por aquello, Azumane simplemente les dijo que se comportaran mejor, Sugawara los ánimo con palabras al contrario de Tanaka, el sólo se burlo indirectamente, y a la vez directamente. Por último, Sawamura les advirtió que eran un equipo y que no debían pelear.
Los dos jóvenes quedaron totalmente solos en el gimnasio a cargo de las llaves y la limpieza, soltando varios suspiros comenzaron a ordenar.
Hinata: Oye Kageyama. –Lo llamó mientras limpiaba el piso.– Tú me agradas.
Pov Kageyama.
¿Y Ahora que le pasa a este idiota? ¿Por qué de la nada sale con que le agrado? ¡¿Por qué diablos me pongo nervioso?!
Kageyama: Cállate y sigue limpiando. –Intenté sonar lo más cortante posible.
Hinata: ¡No he dejado de limpiar! Pero... ¡No te entiendo! ¿Por qué estás así? ¿Por qué es sólo conmigo?
Si, esa pregunta ya me la había reiterado una & otra vez ¿Por qué solo con él?
Kageyama: Ya corta el rollo, estás siendo molesto. –Me voltee al sentir que tiró la escoba, y con su ceño fruncido se comenzó a acercar a mí.
Hinata: ¡Tú corta el rollo, quiero que levantes el balón para mi, que practiques conmigo! ¡Que seas cómo antes!
¡¿Por qué está hablando así?!
Kageyama: ¡Maldición Hinata, es tu culpa! ¡Cuidado! –Corrí hacía el para evitar que se cayera con el agua del piso
Fue una mala idea, muy mala idea. Al final acabamos ambos en el piso, en una posición bastante comprometedora, no puedo evitar que mi corazón fuese más rápido.
Fin Pov Kageyama.
Hinata: O-oye Bakeyama, ya levantate. –A pesar de ser bastante inquieto, ahora permanecía quieto con un gran sonrojo.
Poco a poco el peli negro comenzó a acortar la distancia entre ambos, finalmente sus labios se juntaron en un tímido e inexperto beso.
Cuando se separaron los dos estaban sonrojados, pero Hinata ganaba en color, parecía un tomate.
Kageyama: Es por eso. –El peli naranja soltó un minúsculo "¿Eh?".– Es por eso que ya no puedo levantar para ti, no sabía como mirarte, al menos no con este tipo de sentimientos.
Hinata: ¿A qué te refieres? –Se gano una mirada asesina de su acompañante, sabía a que se refería, pero quería escucharlo salir de sus labios. Él nunca había tenido ese tipo de sentimientos, pero con aquel beso, se dio cuenta de lo que estaba sintiendo por el armador de Karasuno.
Kageyama: S-Sólo era para que no pensarás que me desagradas... T-tú me g... gu... –Frunció el ceño, no podía decirlo si recién hoy lo había aceptado, a pesar de haberlo sabido desde antes.
Hinata: Pff.~ Jajajam –Se rió como tonto, para luego poner su dedo índice en el entrecejo del oji azul oscuro.– Si siempre llevas el ceño fruncido y te enojas, te van a salir arrugas. Vas a ser un joven anciano.
Y Hay iba su intentó de confesión, conocía a Hinata, así que no tenía de que quejarse. Además se conocía bastante bien a si mismo, tanto para saber que no podía aceptar abiertamente sus sentimientos hacía el pequeño.
Aún con aquello tenía en claro que las acciones a veces dicen más que mil palabras, por ello depósito un beso en sus labios
El oji café entrecerro los ojos para poder ver el leve sonrojo que surcaba las mejillas de Kageyama, no se burlaria, ya que probablemente él lo estaría el quintuple más.
Cerró los ojos por inercia cuando la lengua del peli negro entro en su cavidad bucal, más no hubo oposición alguna ante aquel acción. Tampoco habría, porqué con el tiempo había comenzado a sentir algo muy fuerte por su "Rival".
Kageyama se separó del peli naranja, por falta de oxígeno. No podía negar que con ese rostro tan adorable le daban ganas de devorarlo, sus labios le acariciaron el cuello, haciendo estremecer al más pequeño. Pronto sus dientes se clavaron en su piel, haciéndolo soltar un pequeño suspiro. Levantó su rostro para observar el sonrojado de Hinata, podría jurar que aquel enano era su deseo infernal.
Sus manos le acariciaron las caderas, si continuaba así ya no sería capaz de detenerse. Poco parecía importarle al de ojos cafés, al contrario, necesitaba a Kageyama.
Hinata: Oye... ¿P-Por qué te detienes? –Miro a un lado sonrojado, aquello acabó con la consciencia del peli negro.
¡Al diablo el lugar! Estaban solos, y ya no podía seguir cargando los sentimientos que se habían desbordado.
Quitó la camiseta de Hinata, dejándola a un lado. Sus labios se deslizaron por su cuello, para acabar con su pezón izquierdo atrapado entre ellos, el peli naranja sólo se estremeció soltando un jadeo. Su vista se dirigió a Kageyama, la diestra del mayor subió a su pezón libre, para atraparlo entre sus dedos, y así poder acariciarlo.
Hinata: S-Se siente bien.~ –Admitió, con una voz bañada en placer, aquello sólo consiguió aumentar la temperatura corporal de Kageyama.
Cuando comenzó a chupar su pezón, acariciando y jalando el otro con sus dedos consiguió ganarse algunos gemidos bajos, cuando los pezones del peli naranja estuvieron completamente duros bajo lentamente hasta sus pantalones, encontrándose con un bulto bastante notorio.
Kageyama: Hinata... Si sigo voy a llegar hasta el final. –A pesar de aquello, el más pequeño estaba dispuesto.
Hinata: Esta bien Kageyama, es porque eres tú. –Una frase tan cliché, pero que hacía que el corazón del oji azul oscuro se acelerará a mayor potencia.
Kageyama: Después no me haré cargo de que no puedas jugar voleibol. –Bajo sus pantalones junto con su bóxer, dejando expuesto su miembro.
Ahora ambos estaban nerviosos, el peli negro tomó con cuidado el falo del oji café entre sus manos, aquel contacto parecía estremecer al pequeño, más no desagradarle. Con cuidado lo comenzó a acariciar, ganándose los ahora audibles gemidos de Hinata, se esforzaba por retenerlos en su garganta pero el placer era más grande.
Eran caricias torpes, pero a la vez placenteras, el peli naranja llevo su dedo índice a su boca para morderlo. Tobio comenzó a repatir besos por el miembro acompañado de lamidas, apoyadas de las caricias de sus manos.
Hinata: E~Espera Kageyama.. N~no A-aah.~ –Mordia nuevamente su dedo, intentando ahogar todos los gemidos que pedían escapar a gritos.– S~si sigues Mmh.~
Mordió con mucha suavidad la punta de su miembro. El peli naranja arqueo la espalda sintiendo cada vez más calor, las manos del oji azul apretaron sin dañar el falo de Hinata, haciendo que un poco de líquido pre-seminal saliera de la punta de su miembro, su boca con gusto limpió aquel amargó y pegajoso líquido.
Hinata: N~no Kageyama, no lo a-aah.~ no lo tomes mmh.~ aah.~ –Cerró los ojos con fuerza, arqueando su espalda, cuándo su miembro se encontró dentro de la boca de Kageyama.– A-aaah.~ ¡Ah.~!
Su lengua se encargaba de entregarle más placer mientras succionaba la punta, en un momento el azabache juró sentir el miembro del oji marrón palpitar, segundos después su boca se encontraba llena del líquido que limpió con anterioridad.
Apartó su boca del miembro del peli naranja, el cual lo miraba con vergüenza y miedo, le sonrió levemente haciendo que Shôyô se le tirará encima repartiendo besos por su rostro.
Hinata: ¡Kageyama!
Kageyama: Solo dime Tobio. –Susurro con un pequeño sonrojo, haciendo que al peli naranja le brillaran los ojos.
Hinata: ¡Entonces tu dime Shôyô! –El peli negro asintió.
Kageyama: Oye Shôyô, es tu turno para hacerme sentir bien. –Volvió a hablar esta vez más alto, haciendo que el peli naranja se pusiera rojo.
Torpemente Hinata desabrocho el pantalón de Kageyama, bajo la tela de su bóxer había un gran bulto esperando salir. El azabache se sentó en el piso al ver a Hinata tan nervioso, sacó su miembro debajo de la molesta tela, y le indicó que se acercará.
Como un obediente uke Hinata gateo hasta él, que ahora le indicó que se sentará encima suyo.
Hinata: ¡E-espera! ¿Por qué tengo que ser yo quién va a ser...? –Estaba a punto de llorar por la vergüenza.
Kageyama: Shôyô ya apurate, aún debemos terminar la limpieza. –Le indicó, con la voz más amable que pudo en ese momento.
El peli naranja le obedeció a regañadientes, sus rodillas se apoyaron en el piso, al costado de las piernas de Kageyama, no se sentó, sólo se quedo en esa posición, hincado. El de ojos azul suspiró, tomando su miembro para mantenerlo levantado.
Kageyama: Vamos, siéntate Shôyô.
Hinata: Me da miedo ¡Es mi primera vez! Y te estás comportando como el rey Tobio, dando órdenes. –Sudo frío al ver la mirada asesina ajena.– Lo siento.
Kageyama: Ya basta con lo de rey, mientras más relajado estés menos dolerá... Supongo. –Sintió con la punta de su miembro comenzaba a presionar con la entrada de Hinata, mordió su labios.
El peli naranja comenzó a hacer presión para que el miembro de Kageyama entrará. Poco a poco lo tuvo completamente dentro, se abrazo al oji azul, hundiendo su rostro en el hueco de su hombro y cuello, humedeciendolo por las lágrimas de dolor.
Kageyama: S-Shôyô ¿Quieres salir? Ya no-.
Hinata: No, estoy bien porque yo probablemente te amo Tobio. –Su voz tembló suavemente.
Kageyama mantuvo el silencio con su rostro pintado en rojo, de sus labios no salieron palabras, salieron gruñidos roncos al sentir los movimientos de Hinata. El oji café se movía de manera circular, dando pequeños saltos.
Sus labios se encontraron para fundirse, en un beso lleno de pasión y amor. Las manos de Kageyama se situaron en las caderas del peli naranja, para poder ayudarlo con sus movimientos.
L
as lenguas de ambos se encontraban en un baile bastante excitante, pequeños gemidos se escapaban de sus gargantas para ser ahogados en la boca del otro, al sentir los movimientos de Hinata.
No aguantó más, Kageyama tumbó a Hinata sin romper el beso, sus embestidas comenzaron siendo fuertes, el oxígeno los abandonó obligandolos a terminar el contacto con sus labios, más al separarse un pequeño hilo de saliva los unió.
Hinata soltó un sonoro gemido cuando Kageyama empezó a arremeter más fuerte contra su cuerpo, sentía como cada vez iba más rápido y fuerte, consiguiendo excitarlo.
Hinata: T-te amo Tobio aah.~ ¡Aaaah! Mmh.~
De nuevo el peli negro guardo silencio, pero su corazón comenzó a latir más rápido. Aumentó las estocadas, sintiendo que ya estaba llegando al límite.
Poco a poco disminuyó la rapidez de sus estocadas, pero no la fuerza. Beso los labios de Hinata, aguantando un gemido que debió soltar al correrse, cayó suavemente sobre el más pequeño, con la respiración algo agitada.
Hinata: Aah.~ T-te amo aah.~ –Respiraba de igual forma, con su rostro rojo.
Kageyama: M-me.... tu me... me gu- gus.~ –Tomó aire y lo soltó.– Megustas. –Susurró rápidamente, sin pausa. Haciendo sonreír a Hinata.– Enano.
Hinata: ¡Oye! –Se quejó.– Aún siendo un enano te gusto. –Sonrió, con una expresión de triunfo.– Tonto, Bakeyama.
Kageyama: Soy más inteligente que tú, además tu dijiste que me amabas. –Antes de que el peli naranja le reclamara, beso sus labios para callarlo.
[Extra]
Luego de vestirse, Hinata se quedó quieto mientras Kageyama ordenaba lo último.
Hinata: ¡Esto quiere decir que volverás a levantar el balón para mi! –Grito feliz y animado.
Kageyama: Sólo si mueves tu trasero y me ayudas a ordenar. –Lo miro con el ceño fruncido, casi fulminandolo con la vista.
Hinata: Sobre eso... –Miro al piso, sonrojado.– Me duele.
Kageyama: ¿Qué?
Hinata: ¡¡Me duele el trasero maldito Bakeyama!! –Grito a todo pulmón haciendo sonrojar al azabache.
Kageyama: ¡Baja la voz, por último yo te cargare pero cállate! –Le grito avergonzado, mientras Hinata se echaba a reír.
~O~
¿Algo OC? Maybe... Sorry.
No he visto Haikyuu completamente, de hecho lo comencé hace poco, así que no se muy bien las personalidades.
Sumimasen.~
-Huye gaymente-