Capítulo 4: Boda y destierro.
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Romeo llegó primero a la celda de fray lorenzo. Mientras esperaba a Julieta, pensaba: " Desde ahora,cualquier dolor que venga no podrá comparse al placer de un corto momento con ella. Que la muerte, destructora del amor,actúe: me alcanza con poder llamarla mia".
Como si le leyera los pensamientos, el fraile le dijo:
-Te aconsejo que seas produnte y calmo: al parecer violento suele seguirle un final violento. Muere el placer en pleno fervor, como el fuego y la pólvora, que se consumen el tocarse.
La aparición de Julieta interrumpió las relecciones del cura,que decidió empezar la ceremonia cuanto antes. Romeo y Julieta quedaron,esa tarde,unidos en matrimonio.
Con el amor, llegaría una pérdida. Poco después, Mercuicio y Benvolio se cruzaron con tilbaldo y algunos de sus parientes, que buscaban a Romeo.
-¡Por mis cordones ,qué miedo!-se burló Mercuicio-.¡Son los capuletos!
Por cierto, Mercuicio tenía ganas de cruzar su espada con la de tilbaldo. Y el otro ardía por batirse. Pero no habían llegado a desenvainar, cuando vieron a aproximarse a Romeo, que terminaba de casarse en secreto.
-Aqui está mi hombre -dijo tilbaldo -.Romeo, sólo quiero que sepas que te considero un villano.
-Tengo una buena razón para amarte y perdonarte la violencia. Adios, por lo tanto-contestó Romeo.
Tibaldo no estaba dispuesto a escuchar excusas. No pensaba perdonarle a Romeo la ofensa de haberse prensantado en la fiesta de los capuletos tras una máscara.