¿una puede enamorarse de su secuestrador? Claro que si, yo fui una de ellas. Mi nombre es Melanie Dixon y les contare un poco de mi historia antes de que la verdadera tragedia empezara.
Un año antes.
Era un perfecto viernes, acaba de salir de la escuela e iba camino a mi casa con mis dos mejores amigas Lauren y Kayla. Las tres eramos altas y rubias, incluso pensaban que eramos hermanas, pero lo que nos diferencia a las tres es que a Lauren le gusta andar con blusas ligeras de manda larga o vestidos, Kayla tiene un estilo...maduro ¿me entienden? Usa gabardinas, faldas decentes pero muy hermosas y yo... Pues seria la rara del grupo ya que mi estilo es un poco loco.
Llegamos a mi casa, mis padres no están ya que siempre están de viaje por negocios, casi nunca los veo. Dejamos nuestras cosas en la sala y nos acostamos en los muebles.
-¡Gracias a dios es viernes!- grita Kayla- tenemos que hacer una fiesta ¿que dicen?
-por mi esta bien- dice Lauren - ¿aqui en tu casa Mel?- así me decían mis amigos, ya que Melanie es muy largo.
-mmm ¡CLARO!- les sonrío y ellas sacan sus celulares y empiezan a mandar textos a toda la escuela- ¿no quieren comer? Yo me muero de hambre.
-Mel comimos hace una hora ¿como puedes tener hambre?-me dice Kayla mientras Lauren ríe.
-dejenme ya saben como soy, si ustedes no quieren yo me prepararé algo- dicho eso, me levanto y voy a la cocina, saque lo necesario para un sándwich y empeze a abrir las cosas cuando me llego un mensaje.
Desconocido:
"Hoy seras mía"
¿que? De seguro son esos tontos chicos de la escuela, casi siempre a mi y a mis amigas nos llegan mensajes como estos así que no contestamos. Borre el mensaje y termine de preparar mi delicia de sándwich.
-¡Mel!- oigo que gritan las dos locas que tengo como amigas, así que tomo mi comida y voy con ellas- ya esta todo listo, la fiesta sera a las 8- dice Lauren muy orgullosa.
-¿cuantas personas serán?- pregunto, la verdad no me importa mucho, la casa es grande y como no hay nadie no tengo problema.
-hasta ahora son 821 personas las que han confirmado- Kayla sonríe.
-De acuerdo, pero si rompen algo ustedes lo pagan par de locas.
-Locas pero nos amas- dicen las dos al unísono.
Eran las 5 de la tarde, fuimos a comprar las bebidas y botanas, no compramos mucho pues los chicos de fútbol siempre traen bastante. Íbamos a entrar a una tienda para ver unos zapatos, pero empeze a sentir que alguien nos seguía, así que les pedí que se apuraran en comprar.
-¡Comprar con ustedes es un infierno!- me quejo mientras me dejo caer en el mueble- ¿quien tarda dos horas en comprar zapatos?
-no te quejes- dice Lauren hay personas que tardan hasta cinco horas, mis primas son de esas.
-como sea niñas- habla kayla- hay que arreglarnos, no tardan en llegar, esta sera la mejor fiesta.
-Claro que lo sera.