» green is the warmest color...

By milanolivar

3.1M 142K 115K

Lauren trabaja en el muelle descargando pescado de los barcos hasta la pequeña lonja de Gloucester. Camila es... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Último Capítulo
Epílogo

Capítulo 15

90.4K 3.6K 3K
By milanolivar

Lauren's POV

Jugaba con el bolígrafo en la mano, sintiendo las patadas de Dinah dar en las patas de mi silla, pero yo no hacía caso. Miraba el cuaderno, porque como se me ocurriese mirar a Camila sí que estábamos perdidos. Bostecé un poco, y la profesora me vio desde la silla.

-Lauren, ¿te aburres en clase? -No podía negar que sí, que me aburría, pero no bostezaba por eso.

-En absoluto. -Dije con los ojos algo vidriosos por el bostezo, y la profesora sin mirarme señaló a la pizarra.

-Sal a hacer la frase siguiente. -Solté un suspiro y pasé por detrás de Camila apoyando las manos en sus hombros, y me acerqué a la pizarra con el folio en la mano. Comencé a escribir en la pizarra la frase, y se partió la mitad de la tiza. Me agaché a recogerla y en la clase se escuchó un murmullo así que me di la vuelta. Camila se mordía el labio, sacando la lengua para humedecerlo, y sacudí la cabeza porque actuaban de manera un tanto extraña. Seguí escribiendo mirando el folio, y terminé. -¿Tú crees que eso está bien?

-Y yo qué sé, profesora. -Suspiré encogiéndome de hombros, y toda la clase rio. -Para eso está usted aquí, para enseñarme si está bien o no.

-No me contestes.

-Vale. -Me quedé en silencio dejando el folio en la mesa.

-¿De verdad crees que lo es un complemento directo? -Me quedé en silencio mirando la pizarra, dejando la tiza en esta. -Lauren, contesta.

-Pero si me acaba de decir que no le conteste. Igual es una pregunta retórica, no sé. -La profesora rodó los ojos frotándose las sienes con los dedos. -¿Pero está bien o no?

-Sí, Lauren, puedes sentarte. -Asentí con una sonrisa sentándome al lado de Camila, mirándola después. Estaba seria, y cuando sonó el timbre salió de clase sin decir nada. Estaba enfadada conmigo, lo sabía de sobra.

Después de que la profesora me diese una charla sobre cómo comportarme en clase, salí al pasillo y me dirigí justo donde estaba la taquilla de Camila. Estaba apoyada en esta mirándose las manos, y no podía sentirme peor aunque ni siquiera sabía qué había hecho.

-¿Estás enfadada conmigo?-Dije poniéndome frente a ella, y levantó la mirada hacia mí, negando.

-Voy a matar a cada tía de este instituto y cuando las haya matado, las quemaré y echaré sus cenizas al fango para que se hundan como su futuro. -Suspiró mirándome a los ojos. -Te estaban mirando el culo, de forma descarada.

-Eso es una tontería.. -Negué y bajé la cabeza para besarla lentamente, fundiendo mis labios con los de ella en un beso tierno, apoyando una mano en la taquilla. -No te enfades por esas cosas, porque luego nos ven y te tienen envidia... -Volví a besarla atrapando sus labios, con una mano en el metal de la taquilla y la otra en su cintura, justo donde terminaba la falda del traje de animadora.

-Para.. -Susurraba ella contra mis labios, provocando una sonrisa en estos.

-No quiero.. -Musité yo, mordiendo su labio inferior volviendo a besarla de forma que mis labios atrapasen los suyos. Disfrutaba de sus besos, lentos y suaves hasta que una mano me dio la vuelta y me endosó un puñetazo en el pómulo. Toqué mi cara con el ceño fruncido, mirando a Austin. -Quién eres para cortarme el rollo de esa manera, inútil. -No me quería meter en peleas, porque estaba condicionada en el instituto, y además, pondría en peligro también al equipo.

-Deja a mi novia. -Fruncí el ceño negando, cogiendo la mano de Camila.

-Oh, perdona, ¿no te llegan las notificaciones de Twitter? Uhh, qué mal. -Hice una mueca poniendo a Camila detrás de mí. -Está conmigo. Yo la beso, yo me la follo. Es fácil, campeón. Deberías llevar casco en los partidos, porque si tienes que placar con esa fuerza que tienes mejor que te vayas a hacer croché con tu abuela.

-Sois el hazmerreír del instituto. -Se mofó él, pero más me mofé yo riéndome. -¿Una pareja de bolleras? ¿En serio?

-Ella no parece quejarse cuando se lo como por las noches. Encuéntrate la polla primero y luego hablamos de lo que es más ridículo. -Pasé una mano por el hombro de Camila y nos colamos por la gente del pasillo, dejándolo a él atrás hasta llegar a la cafetería.

-¿Te ha hecho daño? -Cogimos las bandejas y ella puso una mano en mi mejilla mientras nos servían, e hice un puchero.

-¿Si te digo que sí me darás más besos o será igual? -Pusieron una hamburguesa en mi bandeja, y negó, cogiendo su plato de pasta.

-No. -Sonrió cogiendo su bandeja, dirigiéndose a una de las mesas vacías. Las chicas hoy tenían ensayo en el club de canto o algo así, no importaba, así que comía con Camila.

-Me han cortado el rollo, Camz, y ha llegado el inútil de tu ex. Eso no se hace. -Dije abriendo el zumo, inclinándome hacia ella luego.

-Me encanta que me llames Camz. -Sus labios se juntaron con los míos, y me besó al principio con besos cortos y rápidos, pero luego se calmó. Sus labios se movían lentamente, muy lentamente en mi boca, y volví a abrir un poco más los labios para hundir la lengua en su boca, acariciar la suya suavemente con una mano en su mejilla. Justo me incliné un poco más para besarla cuando escuché una voz.

-Oye Lauren, ¿te gustaría...?

-¿En serio? ¿No ves que tiene la lengua en mi garganta? ¿Es que no es suficiente eso, también tiene que follarme en mitad del pasillo para probar que estamos juntas?

-A mí no me parece mala idea. -Negué cruzándome de brazos, y ella me dio un manotazo en el pecho. -Cielo, fuera lo que fuese, tengo novia. Lo siento.

-Ya veo, ya. -Asintió la chica mirando a Camila con los labios entreabiertos. -Entonces de salir con mis amigas ya ni hablamos, ¿no?

-Lauren, ¿quiere que la mate? -Señaló a la chica mirándome a mí, que me aguantaba la risa.

-¡Ya me voy! ¡Lo siento! -La chica desapareció, y Camila echó la cabeza hacia atrás.

-Camz, hoy es viernes, mañana no hay instituto, mi casa está sola... -Puse una mano en su muslo, apretándolo un poco.

-Termino el entrenamiento a las nueve pero... Me iré directamente. -Cogió una patata y la puso en mi boca, atrapándola y chupando la punta de sus dedos. -Deja algo para esta noche, ¿no?

*            *             *

Llegué del entrenamiento sin saber ni siquiera qué hora era, pero el cielo, en uno de aquellos claros que tenía de luz, estaba rosa y naranja, fundiéndose entre ellos. Justo cuando me fui a quitar la camiseta llamaron a la puerta y abrí. Camila llevaba su mochila en la mano, y saltó hacia mí, enrollando sus piernas en mi cintura.

-¿Has salido antes? -Dije cerrando la puerta con la pierna, sujetándola por los muslos.

-No, idiota, son las nueve. -La bajé al suelo y rodeé su cuerpo con mis brazos, dando pasos como si me balancease y ella me miraba con las manos en la nuca. -Ese te pantalón te aprieta el culo.

-¿De verdad? -Asintió, y bajó las manos por mis costados hasta apretar mi trasero, y entreabrí los labios. -Dios mío, me has tocado el culo. Sólo falta que me toques las tetas también. -Ella me miró con una sonrisa casi inocente, encogiéndose de hombros delante de mí.

-Verte rodeada de chicas que quieren acostarse contigo todo el día me hace querer acostarme contigo aún más. -Comenzó a andar tirando de mi camiseta hacia la habitación, y cerró la puerta para que el pequeño Alex Turner no pudiese pasar. -Y debes de estar cansada, así que nada de sexo. Te daré un masaje.

-Pero yo quería sexo... -Me quejé frunciendo el ceño, y ella negó.

-Nos vamos a desnudar y te daré un masaje. -Alcé las cejas quitándome la camiseta al instante, dejándola en el suelo.

-Esto empieza a gustarme. -Entrecerré los ojos, bajando la cremallera de la falda de Camila para que cayese al suelo. Mientras ella me quitaba el pantalón y la ropa interior a la vez, pero cuando fui a desnudarla por completo, me paró negando.

-Túmbate boca abajo. -Señaló la cama, y justo como me pidió lo hice, con las manos a los lados de mi cuerpo. Noté cómo algo tapaba mis ojos, y fruncí el ceño.

-¿Qué es esto? No irás a sacar ahora el látigo, ¿no? -Su mano apretó mi cabeza contra la almohada.

-Cállate, idiota. Ya verás. -Le hice caso y me relajé en la cama. Sentí cómo se sentaba sobre mi trasero, y sentí como si fuese su sexo directamente sobre mi piel, se había desnudado por completo. Comenzó a moverse lentamente, y noté sus manos subir por mi espalda presionando la columna con los dedos. Sí, me estaba gustando bastante aquello. Sus dedos se escurrían entre el aceite, llegando hasta mis hombros y los presionaba con prudencia y suavidad. Sus manos recorrieron mis brazos, apretándolos hasta llegar a mis manos, y las enlazó con las mías. Jugaba con mis dedos, los apretaba, y pude notar el aliento de Camila en mi oreja. Besaba mi nuca, lento, suave, dejando escapar la lengua entre los labios para lamerme, hasta llegar al lóbulo de mi oreja que mordió lentamente, y chupó con toda la dedicación del mundo mientras sus caderas no dejaban de presionar y mover en círculos mi trasero. Noté su lengua en la parte superior de mi oreja, donde tenía dos pequeñas bolitas de plata, y comenzó a jugar con ellas. El sonido de su lengua jugar con mis piercings era aún más excitante, y pensaba que estaba a punto de explotar, pero aquello no era nada. Una de sus manos se colocó en mi cadera e hizo que la levantase un poco para colar una mano en mi sexo, y jadeé después de todo aquello. Sus dedos presionaban mi clítoris y lo movían en forma circular, lentamente, a la vez que sentía sus besos bajar por mi espalda, y me dio un suave mordisco en la nalga, que me hizo entreabrir los labios. No podía ver nada, pero fuera lo que fuese que estaba haciendo me tenía completamente excitada. No sabía si aquello que estaba acariciando mi sexo era una lengua o un dedo, pero apreté la almohada, porque se retorcía en mi interior. Pude notar que eran sus dedos, porque introdujo otro y yo comencé a gemir contra la almohada, pero Camila paró. Su cuerpo volvió a acoplarse con el mío, y besaba mi hombro con delicadeza.

-¿Quieres ver lo que estoy haciendo? ¿Huh? -Susurró con la voz ronca en mi oído, y asentí humedeciéndome los labios.

-Por favor... -Supliqué, y ella me quitó el pañuelo de los ojos. Camila tenía los labios lubricados por el aceite que había estado lamiendo de mi piel. Me di la vuelta para quedar de cara debajo de ella, y sus caderas empezaron a moverse lentamente contra mí. Una de mis piernas estaba entre las suyas, y se acomodó un poco más, apoyando las manos en mi abdomen.

Se echó el pelo a un lado con la mano y se mordió el labio inferior, comenzando a moverse, de forma lenta, suave pero intensa. Mis manos fueron a sus muslos, moviéndola contra mí y observé cómo nuestras pieles chocaban, y mis manos se hundían sobre la piel de sus nalgas. Las caderas de Camila aumentaron la velocidad, y mis gemidos se hicieron más altos, graves, profundos, rasgados, seguidos y casi desesperados, porque llevaba todo el placer acumulado de lo que Camila me había hecho previamente, y terminé por llegar al orgasmo, apretando su espalda para abrazarla, dándole besos en las mejillas. Recobré un poco la respiración, durante unos segundos, y separé un poco a Camila de mí.

-Ven. -Tiré de sus muslos y ella avanzó hasta estar encima de mi cara. Pasé las manos por sus piernas para que agachase las caderas y su sexo dio de lleno contra mi boca. Moví mi lengua rápido, mientras que mis dedos se colaron en su interior y sus gemidos que comenzaban a sonar eran música para mis oídos. Los movía lento, sintiendo cómo Camila empezaba a balancear las caderas encima de mi cara, y sus manos apretaban mi pelo. Mi lengua se coló en su interior, y esa vez sí, cuando moví esta lentamente dentro y fuera pude escucharla gemir con claridad. Apreté sus nalgas con las manos para que moviese las caderas más lento, y así lo hizo. Tenía una mano apoyada al lado de mi costado, acariciándose uno de sus pechos. Eso me hizo mover la lengua más rápido dentro y fuera, y Camila se perdió. Su respiración se agitó, y sujeté sus caderas para que no se moviese más contra mi boca por inercia, dejando que llegase al orgasmo de una forma más tranquila, aunque sus manos no dejaban de apretar mi pelo.

Camila se quitó de encima de mí, quitándose el pelo de la cara con la respiración agitada, entreabriendo los labios.

-Algún día entenderé qué haces con la lengua. -Dijo con un suspiro, besándome lentamente con una sonrisa. Se sentó encima de mí y me incorporé un poco, apoyando la espalda en el cabecero. Camila se echó el edredón por encima que la cubría hasta la cintura, y también me cubría a mí.

-¿A qué ha venido esa efusividad? ¿Y el aceite de fresas? -Camila pasó los brazos por mi cuello, dándome besos en los labios.

-Porque eres mi novia y me gusta tener sexo contigo. Y no era aceite, era lubricante. -Reí un poco ante eso último, y ella cogió el bote de la mesita de noche echándose una gotita en el dedo. -De verdad, está bueno. -Atrapé su dedo con los labios y rocé la yema con la lengua, saboreando el lubricante que se había echado en el dedo.

-¿Sabes una cosa? -Cerré el bote de lubricante dejándolo en la mesa, y pegué mi frente a la de Camila. -Que por muy celosa que te pongas, en el fondo sabes que estoy contigo y no voy a dejarte. Y te encanta que vengan las chicas a por mí, para poder decir que soy tuya. -Ella entrecerró los ojos frunciendo el ceño y negó. Alcé las cejas. -Mientes..

-Bueno, pero sólo un poquito.. -Escondió la cabeza en el hueco de mi cuello, y sonreí quedándome abrazada a ella un buen rato.

Tras aquello, nos dimos una ducha, pero por separado. Ninguna de las dos quería arriesgarse a tener otra sesión de sexo, porque yo aquél día ya estaba para el arrastre, así que le dejé una de mis sudaderas, unos jeans negros rotos e iba descalza con sus calcetines de plátanos. Era lo más adorable que iba a ver. Llevaba a Alex Turner en brazos, y estaba sentada frente a la tele, y puse el plato de pasta en la mesa.

-¿Te gusta Alex Turner? -Camila lo dejó en el suelo,  y me acomodé a su lado.

-No, ¿qué tipo de nombre es ese? -Dio riéndose, cogiendo el bol con la mano. -Es decir, un nombre completo de persona. Si al menos fuese sólo Alex...

-Pues se llama Alex Turner Jauregui Cabello. De la dinastía de los Atálida en la época helenística griega. -Camila ya tenía la boca manchada de tomate, y yo me reía al verla.

-No sé por qué me enamoré de ti si me sueltas cosas como esa... -Solté una carcajada, apoyando la cabeza en su hombro.

-Porque soy guapa, soy adorable, te trato bien, cocino, y juego al fútbol. -Ella giró su mirada hacia mí, y arrugó la nariz.

-Y porque eres idiota. -Besó mis labios con ternura, cerrando los ojos. -Mi idiota, de ninguna zorra más.

-De ninguna zorra más.

Continue Reading

You'll Also Like

633K 34.3K 31
No te haré daño, ¿Sabes por que?, porque te amo, y si amas a una persona no puedes hacerle daño. -Lauren. Iniciada: 11 de Mayo, 2015. Terminada: 24 d...
651K 43.3K 44
"Si una línea recta es la distancia más corta entre dos puntos, una curva constituye la búsqueda concreta por el infinito." «Los amores imposibles so...
1.3M 49.4K 17
(Secuela de They Don't Know About Us https://www.wattpad.com/113520240-they-don%27t-know-about-us-bajo-la-lluvia) Lauren y Camila llegan a la Univers...
4.8K 245 33
esta es mi primera historia así que si hay algún problema podrían decirme y si ustedes quieren puedo agregar ships :D ⭐Au universos distintos ⭐ ⭐pers...