- ¿Alguna novedad? - Preguntó cansinamente Sam cuando apareció Crowley. Habían pasado cerca de seis meses desde que nos cargamos a la Guerra y los otros Jinetes se las habían apañado para que no les encontráramos fácilmente.
- Toto. - Tyler que le gustaba más gatear que andar, llegó hasta el demonio, le señaló y le sacó la lengua para luego reír.
- ¿Qué ha dicho la mini-ardilla? - Preguntó Crowley mirándonos alternativamente a Dean y a mi.
- Tonto. - Contestó Dean cuando llegó hasta Tyler intentando esconder la sonrisa y le cogió en brazos. - Ese es mi chico. - Le susurró en el oído cuando se puso a mi lado. Tyler aplaudió y rió más fuerte por la aprobación de su padre. A mi solo me quedó negar con la cabeza y reír junto a Sam y los demás. Crowley rodó los ojos y bufó.
- Hay que darle mérito al niño, con lo enano que es ya sabe diferenciar a los buenos y a los malos, le viene de familia. - Dijo mi hermano con orgullo. Mis risas poco a poco se apagaron al escucharle decir eso. "Le viene de familia." Resonaba una y otra vez en mi cabeza. La idea de que Tyler y Mary cazaran con nosotros se repetía una y otra vez en diferentes escenarios y con distintos finales haciendo que todo mi cuerpo temblara. Dean se percató de mi estado y dejó al niño en el suelo para que fuera con Rene quien sostenía en sus manos una pequeña miniatura del Impala y que al niño le volvía loco, Dean se había encargado de ello a conciencia.
-Todavía falta mucho para eso. - Me susurró adivinando mis pensamientos. Entrelazó nuestras manos y me sentó en su rodilla.
- Antes de que esa cosa peluda me interrumpiera. - Habló Crowley pero Cas sacó su espada angelical dejando claro que no volviera a llamar así de nuevo al niño. Cas se había encariñado mucho con los pequeños y casi siempre les regalaba algo único.
- Cuida tus palabras Crowley, estás hablando de mi sobrino. - Le secundó Sam. Crowley se puso un poco nervioso pero rápidamente lo enmascaró.
- Dado que con la muerte de la Guerra los demás Jinetes se han escondido como ratas es bastante difícil que se dejen ver. Sin embargo he encontrado cierta... actividad en Nevada. No podría deciros a qué Jinete pertenece o si es un Jinete y no otra cosa, eso es trabajo vuestro. - Dijo al tiempo que se sacaba un reloj antiguo de su bolsillo. -Es mi hora del té. - Dicho eso desapareció.
- ¡Toto! - Volvió a decir Tyler pero esta vez gritándolo.
- Mira, si parece el conejo de Alicia en el País de las Maravillas. - Bromeó Heydar con Mary encima.
- ¡Nini! - Gritó Mary al ver entrar a Nicte por la puerta. Los niños habían empezado a aprender a hablar hace poco y el único nombre que pronunciaban bien era Cas mientras que a los demás los decían Dego, Ito Ja para referirse a mi hermano, Ito Sa para Sam, Dar, Red para Jared, Ne para Rene y a nosotros Pa y Ma.
- Hola bonita. - La saludó.
- ¿Dónde te has dejado a los siameses? - Desde que los había llamado Crowley siameses a Diego y Jared, me hizo tanta gracia que los empecé a llamar yo también así.
- Durmiendo, decían que no podían ni con su alma. - Me respondió sentándose al lado de Cas.
- ¿Dura la cacería? - Le preguntó Sam.
- Un poco, lo que pasa es que al principio nos equivocamos y creíamos que era un fantasma pero al final resultó ser un genio y casi la palmamos. -
- Más vale que le dejes descansar a Jared, que luego no me rinde. -
- Con dos horas que duerma ya tendrás a tu semental de vuelta, te lo digo por experiencia. - Contestó Rene poniendo los pies encima de las piernas de James. Nicte y yo nos empezamos a reír.
- ¿Hola? Estoy aquí. - Dijo mi hermano pero pasamos de él.
- Vosotras dos no sé de que os reís. - Volvió a hablar Rene con una mirada desdeñosa.
- Joderos que yo no tengo ese problema, tener un ángel es lo mejor. - Respondió Nicte. Cas se empezó a poner un poco rojo haciendo que nos riéramos.
- Bueno tu porque tu novio es un ser sobrenatural pero Dean es humano. - Dijo Heydar. Que equivocada estaba Heydar sobre Dean y el sexo.
- ¡Ma! ¡Ma! - Empezaron a decir Mary y Tyler llevándose las manos a la boca en señal de hambre. Dean cogió a Mary y yo a Tyler y cuando salíamos del salón rumbo a la cocina me paré.
- Siempre que Dean vuelve de una cacería sea la hora que sea lo hacemos, como recompensa por volver sano y salvo y os aseguro que rinde. - Dije guiñándolas un ojo. Desde el salón se oían las carcajadas de Dean que se encontraba en la cocina calentando los purés para nuestros hijos.
- Dios Kayla esas cosas ahórratelas en mi presencia. - Se quejó James.
- ¡IMPOSIBLE! - Gritaron Rene y Heydar. Me fui de allí riendo.
- Deja de darlas envidia con la maravilla de novio que tienes. - Dijo divertido Dean.
- Que tampoco se te suba mucho, que hay veces... - Dije picándole mientras me sentaba a dar de comer a Mary. 3...2...1
- ¡¿Ha que te refieres con "que hay veces"?! - Dijo exaltado.
- Nada, era broma. Siempre cumples como buen macho. - Respondí terminando y empezando con Tyler.
- Así me gusta. - Salió de la cocina y volvió con los demás. - Haced las maletas que nos vamos aaaa.... por favor James haz redoble de tambores. - Mi hermano hizo lo que le pidió. - ¡A LAS VEGAS! Y lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas. - Dijo haciendo un baile como si hubiera anotado un punto.
- ¡De eso nada señorito, que eres padre! - Le grité desde la cocina. Oí como todos se reían.
- Pa, pa. - Empezó a decir Mary.
- Si hija, a tu padre hay que atarle en corto que sino se desmelena... -
*********
Sam, Dean y yo habíamos llegado antes a Nevada que los demás y mientras que yo llamaba a mis padres para saber como estaban Tyler y Mary, ellos dos habían entrado al motel para pedir habitación.
- Una habitación con cama de matrimonio y... - Oí decir a Dean mientras me acercaba a la puerta pero se vio interrumpido por la chica que atendía.
- ¡¿Sois gays?! -
- ¡¿QUÉ?! ¡NO! - Gritaron a la vez. Me quedé un minuto en la puerta recomponiéndome del ataque de risa hasta que por fin entré.
- ¡Ella es mi novia! - Dijo señalándome y me cogió de la cintura para darme un beso apasionado. Pura fachada. Cuando terminó me fijé en Sam que miraba a todos los lados incómodos y la chica estaba estupefacta.
-... y una individual. - Completó Sammy la frase que al principio estaba diciendo su hermano. La chica le dio las llaves y nos fuimos de allí.
- ¿Por qué todos piensan que somos gays? - Preguntó Dean.
- No sé, supongo que te ven con esa cara de malote o de circunstancias, depende el día, con esa chupa de cuero y creen que lo intentas esconder. - Respondí de forma graciosa.
- También es que andas de una manera extraña. - Añadió su hermano. Sam y yo aminoramos el paso para que Dean fuera delante y así poder verle andar.
- ¿De qué manera extraña hablas? -
- Meneando el culo. -
-¿Qué? Yo no ando meneando el culo. -
- Oh, sí que lo haces. - Apoyé a Sam en la broma.
- ¡Dejad de mirarme el culo! - Y empezó a andar más deprisa. Secretamente Sam y yo chocamos los puños, era tan fácil picar a Dean.
- Oh venga Dean, ¿todavía sigues enfadado? - Le pregunté sacando mi ropa de la maleta y poniéndola en el pequeño armario que proporcionaba la habitación.
Al llegar todos al motel decidimos que lo mejor sería descansar aunque fuesen un par de horas y que a la mañana siguiente, bien temprano, empezáramos a investigar.
Dean no me contestó. Entré al servicio y Dean tenía las manos apoyadas en el lavabo mirándose en el espejo serio. - Dean lo de antes era broma, no andas moviendo el culo. Es más, me encanta tu culo. - Dije y le di un beso corto en el cuello que es a donde llegaba con mi altura.
- Sí, sí, es sólo que me duele la espalda y estoy cansado. - Dijo saliendo del cuarto de baño.
- ¿Quieres que te de un masaje? - Le guiñé un ojo.
- No, dormiré un poco y mañana se me habrá pasado. - Me contestó metiéndose en la cama. Abrí los ojos a más no poder. Jamás, repito, jamás Dean me había dicho que no y estamos hablando de Dean.
Un poco decepcionada me metí a la cama y me abracé a la espalda de Dean.
A la mañana siguiente me desperté con Dean a los pies de la cama leyendo el diario que John le había dejado tras su muerte. Miré el reloj y este me daba las 6 de la mañana.
- ¿Llevas mucho tiempo levantado, cielo? - Le pregunto tras levantarme y acariciarle el cuello y darle un pico.
- Un par de horas. - Respondió ensimismado con su lectura.
- ¿Te apetece ducharte conmigo? - Le pregunté desde la puerta del servicio. Supongo que ya no le dolerá la espalda. Pero ni siquiera me mira al responderme.
- Ya me he duchado. - Auch. Segunda vez que me dice que no.
Entro a la ducha y mis lágrimas se camuflan con el agua que me cae. Quizás se ha cansado de mi e intenta poner poco a poco espacio entre nosotros. Salgo de la ducha y me miro en el espejo. Observo mis ojos y ya no tienen ese brillo que poseían cada día, se veían tristes y apagados. Miro a mi alrededor en busca de mi ropa pero parece ser que se me había olvidado fuera. Último intento, venga Kayla. Me anudo un toalla pequeña al cuerpo pero en el último momento decido salir sin toalla. Dean seguía en la misma posición que antes. Salgo y me pongo enfrente él.
- Dean me pasas mi ropa que me la he dejado y estoy desnuda. - Dije dejando claro en las condiciones en las que me encontraba.
A tientas encontró mi ropa y me la pasó. Se la arrebate de las manos y pegué un portazo. Parece una tontería pero que Dean no reaccione ante 3 insinuaciones y la última muy evidente es para preocuparse y mucho.
- ¿Estás bien nena? -
- Perfectamente. - Contesté fría saliendo por la puerta de la habitación sin él y me dirijo a la cafetería más cercana del motel. Entro y allí ya están todos.
- ¿Y Dean? - Preguntó Jared.
- En la habitación. - Respondí simplemente.
- Acabándose el minibar seguramente.- Dijo Diego. Todos rieron aunque mi risa fue más falsa que un teléfono marca Happle. Sam que estaba a mi lado lo notó.
- ¿Qué ha hecho esta vez mi hermano? - Me preguntó con discreción.
- Nada, ese es el problema, que no ha hecho nada. -
Sam se me queda mirando sin entender.
- Sam, ¿me ayudas con unas cosas del ordenador? Le tengo en el coche. - Le dije para poder salir de allí. Él captando mi excusa, aceptó y salimos de allí.
- Tu sabes que tu hermano respecto al sexo es muy... - Intenté buscar la palabra adecuada.
- ¿Insaciable? - Se le notaba lo incómodo que estaba.
- Sí. - Respondí con una sonrisa triste. -Pero fue llegar aquí y es como si me estuviera repeliendo. Quizás se volvió a replantear lo nuestro y ya no esté enamorado de mí. - Le confesé mi mayor miedo.
- No digas tonterías Kay, eres la madre de sus hijos y tal vez tu no ves la forma en la que te mira pero los demás sí... Dean lleva enamorado de ti toda la vida. - Dijo para después abrazarme.
- Gracias por todo Sammy, siempre has estado cuando tu hermano la caga. -
- Y siempre lo estaré. Conociendo a mi hermano no va a ser la última vez que lo haga. - Nos fuimos abrazados hasta la cafetería donde Dean se encontraba ya con un sitio a su lado. Por suerte al lado de Jared había otro sitio así que fui rápida y me senté al lado del moreno. Los presentes se quedaron sorprendidos pero no dijeron nada.
- ¿Podemos pedir ya? Tenemos mucho hambre. - Se quejó Nicte.
- ¡Yo quiero una hamburguesa! -
- Son las 8 de la mañana Rene, ¿no crees que es un poco temprano para comerte una hamburguesa? - Preguntó Sam
- Yo le ofrezco a mi estómago lo que me pide. - Sentenció. Al final todos pedimos hamburguesas y Sam un café bien cargado.
Dios que hambre. Hasta ese momento no me había dado cuenta del hambre que tenía.
- Hay algo que se me escapa. El periódico está lleno de robos y asesinatos, joder si hay hasta una pareja que se devoró, pero no logro encontrar una relación. - Habló Dean con el periódico entre las manos concentrado.
- Hermano, ¿te das cuenta que tienes media hamburguesa sin comer? - Preguntó incrédulo mi hermano.
- Ajam. -
- ¿Me la puedo comer? - Dean acercó su plato a mi hermano. Sam y yo nos quedamos mirando sorprendidos.
- ¡Es el jodido apocalipsis! - Dijo Nicte exagerándolo. Nos la quedamos viendo. - Vale ya sé que estamos en el apocalipsis pero esa frase siempre la he querido decir y ahora me venía al pelo. -
- ¡Eh! No me robes las patatas. - Dijo Jared pegándome en la mano.
- Con lo que yo te quiero, ¿y no me vas a dar una patata? - Pregunté poniendo cara de pena.
- Vale, pero porque yo también te quiero. - Me pasó su plato. La conversación captó la atención de Dean que rápidamente levantó la vista.
- Jared, ¿qué se supone que haces? - Levantó una ceja.
- ¿A ti qué te parece? - Le respondió en el mismo tono.
- Creo que te estás metiendo en sitios en los que no te conviene meterte. -
Por lo menos él se mete, no como tu.
- Dean, para. - Le regañé mirándole por primera vez. Me devolvió la mirada pero después la desvió a Heydar.
- ¿Tu no tienes nada que decir? -
- Siempre hacen estas bromas entre ellos, no es para preocuparse. - Se encogió de hombros mientras seguía comiéndose su hamburguesa.
- Gilipollas. - Dijo entre dientes Dean mientras se iba de allí. Sam se levantó también y fue detrás de su hermano.
- ¿Kayla nos acompañas al servicio? - Me preguntó Nicte. Asentí y nos fuimos todas al servicio.
- ¿Qué cojones os pasa a Dean y a ti? Ayer estabais bien. -
Suspiré. - Problemas de parejas, no os preocupéis. -
- Aquí nos tienes para lo que sea, ¿vale? somos ya todas como hermanas. - Dijo Heydar.
- ¡Abrazo de amiguis! - Gritó Rene y nos abrazamos todas.
********
- ¿Has encontrado algo? - Me preguntó mi hermano. Estábamos en su habitación Sam, él, Jared, Diego y yo.
- Aparte de millones de robos de joyas y gente como veinte tallas más que yo que no paraban de comer... nada. - Suspiré y me tumbé en su cama.
- Tal vez lo estemos enfocando de la manera equivocada. - Dijo Diego. - Me refiero a que lo estamos enfocando como si fuera una criatura, pero no como si fuese un Jinete. -
- Puede que lleves razón...¿Esos robos quien los produjo? - Jared sacó una cerveza y me la pasó.
- Ahí está lo más raro, los ladrones son gente rica, gente que se puede permitir comprarse esos lujos. -
- Y la gente gorda comiendo más y más... ¿Estáis pensando lo mismo que yo? - Preguntó Sam mirándonos a todos.
- Hambre. - Respondimos a la vez.
- ¿Cómo no lo supimos antes? Si hasta nosotros hemos sufrido sus efectos. Estos días hemos estado desayunando una jodida hamburguesa a las 8 de la mañana... Que imbéciles. - Mi hermano se dio con la mano en la frente.
- Pero una cosa es encontrar un coche rojo, que destaca, a encontrar un coche negro que hay millones y eso si es un coche y no una moto o una bicicleta... -
- Tío, ¿tu ves a un Jinete del Apocalipsis ir en bicicleta? - Dijo Diego mirando a su hermano.
- Bueno pues retiro lo de la bicicleta. Es o un coche o una moto. -
La puerta de la habitación se abrió abruptamente dejando paso a una Nicte que respiraba dificultosamente. Alzó su dedo índice pidiéndonos un minuto mientras apoyaba las manos en las rodillas. - Tenéis que venir y ver esto. - Consiguió por fin decir.
Sin hacer ruido nos escondimos detrás de unos matorrales y vimos a un hombre pasar a la cafetería con un maletín. Me miré el reloj y era ya muy tarde como para que la cafetería estuviera abierta. Tras cinco minutos del interior del local salió una fulgurante luz blanca provocando que nos tapáramos los ojos.
- Y así llevan toda la noche. Hombres con trajes entrando y saliendo con maletines y esa dichosa lucecita. - Reveló Heydar.
- Mi teoría es que están de reunión unos empresarios y se están montando una fiesta del copón con luces de neón y todo, pero estas difieren conmigo y además son demonios. - Dijo Rene señalando a las morenas.
- ¿Creéis que ahí dentro puede estar el Jinete? - Pregunté al aire.
- Posiblemente, sino tanta actividad estas horas no tendría sentido. Y tantos demonios... - Me contestó James.
- Mirad ese coche, es un Cadillac negro. - Señaló Sam a un coche un poco escondido. Genial, ahora sí que sí es un puto Jinete.
- Eh, ¿y Dean? - Preguntó Jared. Diego abrió la boca pero Nicte le cortó.
- Si vuelves a hacer la bromita del minibar te rajo. La has dicho 10 veces. -
A lo lejos pude ver una sombra que se movía ágilmente cerca de la cafetería. Por favor que Dean esté en el bar, que Dean esté en el bar. Al ser de noche no conseguía ver bien a la persona pero la luz de una farola le iluminó lo suficiente para reconocerle.
- Será gilipollas. - Maldije por lo bajo.
- Ahí tienes a tu primo. - Contestó Rene señalando a la sombra.
- Tu, Heydar, Nicte y Jared id por delante. Nosotros por detrás. ¿Lleváis armas suficientes? - Preguntó Sam haciendo un plan. Los cuatros asintieron. - Perfecto, hay un Jinete al que matar y a un subnormal al que cubrir las espaldas. -
Si no le matan los demonios le mataré yo al idiota este.
- ¿Cómo cojones ha sabido que era un Jinete antes que nosotros? -
- Es listo y se ha pasado estos días solo investigando. - Contesté a mi hermano.
- Aún así, nosotros teníamos al listo de la familia. - Habló Diego señalando a Sam.
- Sí, pero a Dean esto no le ha afectado como a nosotros. Nosotros comíamos y comíamos, en cambio él no tenía apetito. - Dijo esta vez Sam y me dio una rápida mirada. Todo lo había provocado el puto Jinete, no era que Dean no me quería. Ahora yo misma le cortaría el dedo.
Pasamos a través de la cocina y vimos a Dean con dos demonios inmovilizándole. Les hice una señal para que supieran que yo me escondería junto con Jared.
- ¿Podemos unirnos a la fiesta? - Preguntó Diego clavando un cuchillo a un demonio matándole al instante. Los demonios que tenían agarrado a Dean le pusieron un cuchillo en la garganta.
- Si quieres que tu amigo muera, adelante. - Dijo un hombre con apariencia enferma en una silla de ruedas. Tenía a su alrededor por lo menos diez demonios custodiándole.
- Y yo que creía que el Hambre iba a ser listo... - Habló Heydar negando con la cabeza sonriendo. En ese momento Jared y yo salimos de nuestro escondite y liquidamos a los dos demonios dejando libre a Dean.
Moví con agilidad los cuchillos y me puse en posición de ataque. - ¿Qué tal si nos unimos ya? -
Demonios y más demonios empezaron a aparecer en la cafetería, Rene era de gran ayuda a ser ella un demonio pero aún así acabamos con graves heridas y fatigados.
- Danos el anillo. - Dean le apuntó con el Colt
- ¿Y que consigo yo a cambio? - Preguntó el Jinete con muestras de dificultad al hablar.
- Que no te mate mi hermano. - Contestó Sam.
- No es suficiente. - El Jinete miró a todos atentamente hasta que su mirada se posó en mi. - Quiero su alma. -
- Hecho. - Dije a la misma vez que Dean le quitaba el seguro al arma.
Me aproximé hasta la silla de ruedas esquivando a Dean y a los demás que me intentaban parar. Me puse de rodillas y posó su mano en mi frente.
- Nunca dijo que yo no te mataría. - Dije sacando de mi chaqueta una estaca con sangre de la Guerra y se le clavé. Le quité el anillo y me alejé lo más rápido que pude de él viendo como se retorcía de dolor.
- ¡¿Estás loca?! Pudo haberte matado. ¿Cómo sabías que funcionaria? - Dean estaba como loco zarandeándome.
- No sabía si funcionaría o no. - Respondí sorprendida.
- Jodida suicida ¡ESO HA MOLADO! - Me felicitó Heydar.
********
Estábamos en el Impala de vuelta a casa y por alguna extraña razón Sam no había venido con nosotros. Y por otra extraña razón yo me encontraba conduciendo el coche y Dean en el asiento del copiloto. Estaba concentrada en la carretera cuando siento una mano en mi muslo que poco a poco va subiendo.
- Dean, ¿qué haces? - Le pregunté nerviosa.
- ¿Yo? Nada. -
- ¿Entonces qué hace tu mano? -
- ¿Cual? ¿Esta? - Dijo haciéndose el tonto levantando la mano que tenía apoyada en la ventanilla.
- Si sigues así vas ha hacer que choque con algo. -
- Entonces, ¿por qué no aparcas en el arcén? - Quité mi vista de la carretera para mirarle y verle sonriendo. Hice lo que me dijo y sin darnos cuenta ya estábamos en el asiento trasero del Impala.
- Siento haber sido tan frío contigo estos días. - Se disculpó.
- Lo sé pero todo era culpa del Jinete. Aunque sinceramente llegué a pensar que ya no me querías. -
- No digas tonterías, eso sería lo último que haría. -
- Demuéstrame lo mucho que me quieres. - Susurro en su oído sentada encima de él.
Con una sonrisa pícara se quitó la camiseta y nos empezamos a besar. La ropa en ese momento era un estorbo para nosotros pero su móvil empezó a sonar. Metí la mano en su bolsillo para cogerle.
- No le cojas, deja que se cansen. - Dijo recorriendo mi cuello con su labios.
- Podría ser importante. - Y no había otro idiota que llamara que mi hermano.
- ¿Kayla? ¿Y Dean? -
- Cerca de mi. - Respondí con dificultad ya que las pequeñas risas de Dean me provocaban cosquillas.
- ¿Por qué os habéis parado? -
- Nada, unos problemillas. -
- Sí, con mis pantalones. - Susurró Dean metiendo sus manos por debajo de mi camisa y sin querer se me escapó un gemido.
- ¡¿Estáis teniendo sexo mientras estás hablando conmigo?!-
- ¡Y DEL BUENO CUÑADO! - Contestó Dean a lo que yo le di un tortazo provocando su risa.
- Santa virgen que me parió. -
Un fuerte estruendo sonó en el coche y Dean miró por encima de mí.
- Esto... ¿James? - Dijo nervioso quitándome el móvil. Pero que manía con quitar móviles de manos ajenas.
- Si vas a decirme lo que le vas a hacer a mi hermana ahórratelo si quieres tener más hijos. -
- No, no es eso. Creo que deberíais dar media vuelta y venir. Tenemos compañía. - Me giré para ver a que compañía se refería Dean cuando lo ví. ¡OH JO-DER!
-Venid cagando leches. - Oí el chirrido de unos neumáticos y cortamos la llamada.
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¡Hola! Bueno daros las gracias porque ya hemos llegado a 2.1K leídas y ni mucho menos me imaginé esto así que muchísimas gracias a aquellas personas que siguen esta nove y que dejan comentarios, que me hacéis muy feliz.
P.D: Hay cosas que difieren respecto a la serie... si lo he cambiado es porque bueno he querido y como es mi nove.... pues eso xD